Stefania.
- Que bueno que estás bien, bueno... en aspectos generales. - Me comenta Gregor mientras caminamos por la arena de la playa.
- La verdad es que sí, estoy viva y de una manera algo ilesa de puro milagro. - Le respondo mientras avanzamos muy despacio.
- Gracias a dios que ese hombre te encontró, no me quiero imaginar que te hubiera pasado si no hubiera sido por él. - Vuelve a comentarme Gregor.
- Si, yo tampoco me quiero imaginar... ahora cambiemos y hablemos sobre otro tema, qué te han parecido los Hoffman?.
- Me agradan, son buenas personas y son honorables. Ahora entiendo porque durante todos estos años has estado pendiente de ellos, evitando que alguien o los mismos Hazzard los estafen. - Me responde Gregor mirando a lo lejos.
- Te dije que ellos son buenas personas. - Le comento.
- Si, ya me los has repetido hasta el cansancio y durante años. - Me responde rodando los ojos y yo no puedo evitar sonreír por sus gestos.
- Solo te digo que creo que no le caí muy bien a tu eterno enamorado. - Me dice muy serio y yo no puedo evitar reírme por su gesto.
- Estás diciendo tonterías, se acabaron de conocer. - Le digo riéndome.
- Ya lo verás...
- Acá están, creo que es hora de que regresen a la casa, estas ya no son horas de andar por ahí y menos con este clima. - Nos dice mi padre al llegar hasta nuestra posición con Max a su lado.
- Ya pensábamos regresar papá. - Le respondo mientras miro a Gregor con una sonrisa y un gesto de que ya nos regañaron.
- Bueno, vámonos entonces. - Dice mi padre al brindarme su mano para que me apoye en ella y así ayudarme a regresar.
- No sabes el gusto que me da verte y tenerte aquí conmigo. - Le digo a mi padre al comenzar a caminar de regreso y cambiando de tema.
- Y acá me voy a quedar para hacerte compañía, por lo menos hasta que te encuentres mejor y así poderte consentir durante un muy buen tiempo. - Me dice mientras caminamos cogidos de gancho.
- Stefania... - Me llama por mi nombre después de algunos segundos de silencio.
- Dime. - Le contesto.
- Perdóname hija por prácticamente haberte obligado a venir y si algo peor te hubiera llegado a suceder, yo jamás podría perdonármelo... - Me dice muy apenado, con tristeza en su voz y sin mirarme a la cara, mientras Gregor y Max avanzan para alejarse de nosotros un poco y darnos algo de privacidad.
- Papá, eso ya quedo atrás y si alguien tiene que disculparse por algo, esa soy yo. Por no haberlo tomado como una persona adulta y quiero que tú me perdones por eso, que me perdones por berrinchuda. - Le digo al detenerme por un momento.
- No tengo nada que perdonarte. - Me dice al girarse para verme a los ojos y tomar mis manos de forma muy cariñosa.
- Si papá, si tienes porqué, porque tú nunca me habías pedido nada y yo te debo todo lo que soy ahora y cuando lo hiciste, yo te defraude. Tal vez si te hubiera dicho que mi verdadera razón para no venir era que no me sentía preparada para regresar a este país, sé que tú lo hubieras entendido y se hubiera podido evitar tanto drama de mi parte. - Le digo con lágrimas en los ojos.
- Esa era la verdadera razón?... hija, por qué no me lo dijiste?, si lo hubiera sabido, no te habría obligado a venir.
- Perdóname por haberte defraudado. - Le digo y él solo me abraza.
- Perdóname tú a mí por no habérmelo imaginado hija, tú eres lo más valioso y lo mejor que me ha regalado la vida y jamás podrás defraudarme. Al contrario, tú eres mi orgullo.
- Y tú también eres lo mejor que la vida pudo darme para recompensarme por tanto sufrimiento... - Le digo al llorar entre sus brazos y esto se lo digo con el corazón entre las manos, porque gracias a este hombre, es que sé que es el verdadero amor de un padre y el de una familia así seamos nosotros dos y así no lleve su sangre.
- Hija... porqué dices eso?, acaso has recuperado la memoria o algo de ella?. - Me pregunta al dejar de abrazarme para luego mirarme a los ojos mientras deja sus manos apoyadas en mis hombros.
- No papá, es solo una manera de decir... aún no he recuperado la memoria, por lo que no me acuerdo nada de mi vida pasada antes del accidente. Pero sabes qué?... ya no me importa recuperarla porque yo quiero seguir siendo tú hija por el resto de mi vida o acaso es que ya no quieres seguir siendo mi padre?. - Le respondo y en la última parte se la pregunto con algo de miedo.
- Siempre vas a ser mi hija, porque legalmente lo eres y porque los dos lo quisimos y lo elegimos así, pero aun así no puedo evitar pensar que tal vez haya o hayan personas sufriendo por no tenerte con ellos, que alguien te esté buscando hija.
- No te preocupes por eso, si fuera así, ya me hubieran hallado papá. - Le digo muy convencida, ya que estoy completamente segura de que no hay nadie buscándome y mucho menos extrañándome.
- Señor Hayden... perdón por interrumpir, pero el señor Hoffman pregunta por usted. - Nos dice Max algo apenado al tener que interrumpirnos.
- Ve tranquilo que Max me ayuda. - Le digo al sonreírle y al limpiarme un poco las lágrimas.
- Te amo hija...
- Y yo a ti papá. - Le respondo al abrazarlo nuevamente antes de irse hacia la casa, luego le hago una señal a Gregor para que vaya con él, él de inmediato entiende y se va con mi padre.
- Se encuentra bien señorita Hayden?. - Me pregunta Max al ver mis lágrimas.
- Si Max, no te preocupes, es solo que no me gusta mentirle con respecto a mi memoria. - Le digo al tratar de caminar.
- Permítame yo le ayudo y no se preocupe por eso, que si llegara el momento en que él tenga que saber la verdad, va a entender sus razones para callar.
- Eso espero... Max, quería decirte que necesito que revises muy bien mi auto y trates de averiguar si quisieron atropellarme.
- Qué?, porqué?. - Me mira Max algo confundido y de inmediato le cuento lo que me ocurrió cuando mi auto falló y cuando tuve que tirarme por el abismo para evitar que me atropellaran, parte que lógicamente no la mencione en mis relatos que le comenté a los demás.
- Me pondré de inmediato en eso. - Me responde muy pensativo.
- También quiero que me averigües, quién intervino para evitar que me viniera con Christofer y cuáles son sus verdaderos motivos. Mejor dicho, todo lo que puedas averiguar que nos sea de utilidad para nosotros. - Le digo para luego contarle también, todo el episodio sobre el mensaje que había recibido y sobre lo que me había contado Christofer referente a la noche anterior al viaje en su casa.
- Veré que puedo averiguar, pero también estará difícil porque no tengo acceso a la seguridad de la casa de los Hoffman. - Vuelve a responderme serio y más pensativo.
- Haz lo que puedas. - Le respondo al empezar a caminar de nuevo hacia la casa.
Mientras avanzamos hacia la entrada de la casa, veo a alguien que se acerca a nosotros, pero solo logro saber quién es, cuando ya está a unos metros de nuestra ubicación por culpa de la poca iluminación que hay en algunos tramos del camino.
- Discúlpenme por interrumpirlos, pero Max necesito su ayuda para algo y por eso lo estaba buscando. - Dice Christofer al llegar.
- Señor Hoffman, para que soy bueno?. - Le responde Max.
- No sé si Stefania ya le contó de que alguien evitó que viniera con ella a Margate, pero necesito que me ayude a averiguarlo y solo confío en usted para que me ayude a hacerlo. - Le dice Christofer muy serio, diría que hasta enojado.
- Si, algo me ha comentado y si quiere que le ayude con eso, voy a necesitar que me ayude con algunas cosas y con proporcionarme alguna información que voy a necesitar. - Le responde Max.
- Cuente con eso, solo dígame que necesita. - Le responde Christofer.
- Perfecto, en cuento sepa que es lo que necesito específicamente, se lo haré saber. Por ahora, trate de no perder de vista nuevamente su teléfono celular.
- Muy bien, gracias Max.
- De nada, usted me ayudó con la señorita Hayden así que es lo mínimo que puedo hacer.
- Christofer... estás bien?. - No puedo evitar preguntárselo al verlo tan agobiado.
- Estoy bien y tú?. - Me dice al mirarme por primera vez desde que llegó a nuestro encuentro.
- Discúlpenme, debo hacer unas llamadas. - Nos dice Max al sacar su celular del bolsillo y dejarnos solos.
- Bien... - Le contesto a Christofer, pero no puedo evitar estar preocupada.
- Nada, es solo que los Hazzard acaban de llegar y Joey me saca de mis casillas... - Me menciona al pasarse sus manos por el cabello.
- Tranquilo, Joey es un completo idiota y no puedes caer en sus provocaciones, él no lo vale, así pienses que él tuvo que ver con el mensaje, ya lo comprobaremos y lo haremos pagar. - Le digo al poner una de mis manos en una de sus mejillas para que se tranquilice y él me mira con asombro por lo que acabo de decirle.
- Así que tú también piensas que Joey pudo...
- Si, no estás loco, yo también lo pienso, pero para ponerlo en su lugar, hay que mantener la calma y conseguir pruebas. - Le digo al interrumpirlo un poco para demostrarle mi apoyo.
- Eres una mujer maravillosa y eres mi heroína... - Me dice sonriendo para luego abrazarme muy alegre.
- No es para tanto. - Le digo mientras me rio.
Mientras estamos abrazados, de repente escuchamos que alguien comienza a toser y de inmediato suelto a Christofer como asustada, él me suelta lentamente y se gira para ver a su espalda de quien se trata.
- Disculpen la interrupción señor Hoffman, solo salí a fumarme un cigarrillo, no esperaba que hubiera alguien acá afuera. - Dice el hombre supuestamente algo apenado mientras se encuentra con la mirada de Christofer.
- No se preocupe señor Levine, ven Stefania, te ayudo a entrar a la casa. - Me dice Christofer para luego volverme a cargar. Pero esta vez no le digo o algo nada, solo dejo que me cargue y me lleve hacia dentro de la casa.
Ingresamos a la casa y al llegar a la sala, los veo a todos de nuevo, reunidos como una gran familia.
- Hola Chris... - Habla Virginia por un momento, pero en cuanto nos ve y observa que Christofer me tiene cargada en sus brazos, esta se frena en seco. Mirándonos completamente sorprendida para al final mirarme como si quisiera asesinarme.