En el pintoresco pueblo pesquero, mientras Alex reflexionaba sobre su próximo paso, un pueblerino llamado Tomas se acercó a él con una oferta inesperada. Tomas era un comerciante que se dirigía hacia Regalia para vender sus productos en el mercado de la ciudad. Conocedor de los peligros del viaje y consciente del valor de Alex para el pueblo, ofreció llevarlo consigo en su caravana.
Alex recibió la oferta con gratitud, viendo en ella una oportunidad para avanzar hacia su destino de manera más rápida y segura. Agradecido por la generosidad de Tomas y consciente de que cada momento contaba en su búsqueda de apoyo en Regalía, aceptó la propuesta sin dudarlo.
La caravana partió al amanecer al día siguiente, con Alex montando junto a Tomas en uno de los carros cargados con mercancía. El camino hacia Regalía sería largo y lleno de desafíos, pero Alex estaba decidido a aprovechar al máximo cada momento del viaje.
A medida que avanzaban por los caminos polvorientos y cruzaban los campos verdes y ondulantes, Alex contemplaba el paisaje con una sensación de expectativa y determinación. Sabía que cada paso lo acercaba un poco más a su objetivo final: buscar el apoyo del rey en la lucha contra el rey demonio.
Mientras la caravana se adentraba en territorios desconocidos y se aproximaba cada vez más a la bulliciosa capital de Regalía, Alex se preparaba mentalmente para los desafíos que le esperaban. Sabía que el camino hacia la victoria sería difícil, pero también estaba seguro de que, con determinación y coraje, podría superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia la salvación y la protección de su mundo contra las fuerzas oscuras que amenazaban con destruirlo.