Chapter 18 - Parte 18

Luo Bingwen repasó el rostro enrojecido e hinchado del omega, luego notó algo más.

—Esas heridas...

—Sucedió mientras dormía —Jeon Yu bajó la cabeza y habló. No pudo evitar sentirse avergonzado.

—¿Una pesadilla?

—Creo que sí.

—¿Es doloroso?

—No mucho.

Luo Bingwen dijo que vendaría las nuevas heridas, que lo siguiera. Jeon Yu salió de la habitación y caminó a través del pasillo hasta la pequeña sala de estar. A cada paso el silencio del otro no hizo más que profundizar la incertidumbre del omega.

Por la noche había gritado impulsivamente, pero ahora pensaba en la posibilidad de que en medio del silencio de la posada su conversación con Rong Wei hubiese sido expuesta ¿Y qué podía decir al respecto? ¿Mentir y decir qué se trataba de otra persona? ¿Quién creería algo así?

El apellido Rong era exclusivo de la familia Rong, y entre ellos, solo había un Rong Wei que además de llamar la atención por ser el heredero, todo el mundo sabía estaba comprometido. Si esta persona era del tipo que se interesaba por vidas ajenas, sabría fácilmente que Chong Yu no era Chong Yu, sino Jeon Yu.

Si este era el caso y Luo Bingwen había descubierto su miserable situación, no solo podría chantajearlo con revelar la relación que había mantenido el hermano del novio omega con el novio heredero, sino que podría chantajearlo con destruir completamente su imagen. Nada importaba si era verdad o no. En los medios de comunicación se podría difundir la polémica de que el segundo joven maestro Jeon era una perra que se metía en la relación de su inocente hermano, y no teniendo suficiente con ello, también era una zorra que aparecía con un alfa de origen mendigo en medio de la noche.

Para cuándo se sentó en el sofá y vio al beta buscando el botiquín, estaba lo suficientemente nervioso como para querer adelantarse a decir algo, pero ¿qué diría exactamente? Sí, en realidad soy el segundo hijo de la familia Jeon ¿Cuánto dinero quieres a cambio de no abrir la boca?

Ahora que sus inversiones iban en declive no disponía de muchos ceros en su cuenta ¿Cien mil sería poco? ¿Y si le pedía más debería pedir prestado a Donghai? ¿Cómo le explicaría esto a Donghai?

Si Luo Bingwen fuera otra persona incluso sería capaz de gritar y patearlo, pero no sabía por qué, Luo Bingwen le daba la extraña sensación de familiaridad, como si fuese alguien que conociera de toda la vida y en el que podía confiar. O quizás era su aspecto enfermo lo que lo compadecía.

¿Pero realmente podía confiar y esperar a ser chantajeado?

—¿Duele mucho? Te ves pálido.

Cuando Jeon Yu levantó la vista, miró la expresión seria y tranquila del beta, lo que junto a su pálido rostro y su cabello largo enredado en una cola mal hecha, daba una sensación de contraste, como si esa persona hubiese encontrado la calma antes de la muerte.

—Suelo apretarme las manos cuando estoy nervioso —dijo Jeon Yu.

—Parece un mal hábito.

Jeon Yu no quería hacer un escándalo antes de tiempo, por lo que ocultó sus preocupaciones y dejó que Luo Bingwen limpiara sus heridas.

Escucharía lo que diría, y de pedirle dinero, solo pagaría y se iría. Teniendo en cuenta toda la ayuda que había recibido de esta persona, era lo menos que podía hacer para pagarle. Luo Bingwen parecía una buena persona. Incluso había tenido el buen corazón de ofrecerle comida y vivienda aún cuando ni siquiera lo conocía. No podía ser malo. No podía ser como las sanguijuelas ambiciosas que solían intentar chuparle la piel y aprovecharse de él.

Con esto en mente llamaría a Zhou Donghai, y después de explicar durante dos horas, posiblemente lo ayudaría a cargar con este alfa. Por otra parte, como sus padres ya se habían marchado a Isla N podría esconderlo dentro de una de las habitaciones de la mansión y luego se encargaría de hacerlo pasar como un compañero de clases.

Si, ese era un buen plan.

Mientras Luo Bingwen trataba la palma del omega, miró la expresión sombría y preocupada del chico.

—Te preguntaré algo y necesito que me respondas con la verdad.

El cuerpo de Jeon Yu se tensó.

Luo Bingwen había decidido ir por el chantaje.

Bueno, era esperable. Muchas personas lo habían perseguido toda su vida por este tipo de cosas. Luo Bingwen también parecía necesitar el dinero.

—¿Él es tu alfa y fue quién te golpeó?

Jeon Yu escuchó la pregunta y tuvo la sensación de haber escuchado mal, sin embargo, fue solo una sensación y Luo Bingwen seguía teniendo esa mirada escrupulosa en sus ojos.

Tartamudeó al tropezar con una pregunta inesperada.

—No, lo encontré y me ayudó. Ni siquiera sé su nombre —luego de un silencio incómodo, no soportó la ansiedad— ¿Por qué?

Luo Bingwen lo miró fijamente. No muy convencido, soltó un suspiro.

—Anoche envié unos exámenes y acabo de recibir los resultados. Tal como supuse, hay rastros de droga afrodisíaca en su cuerpo. Parece que más que las heridas, ese fue el motivo del colapso. Debido a la alta cantidad de droga deberían haber pasado algunos días antes de que ocurriera, por lo que no sé por qué quedó inconsciente tan pronto. Pero lo que sí sé, es que tuvo que pasar por un periodo de extrema violencia y de instinto sexual antes de caer en ese estado —Luo Bingwen dijo tentativamente palabras por palabra—. Por eso necesito que digas la verdad. No tendré en este lugar a una persona así y no dejaré que un omega se mantenga al lado de él. Así que advierto llamaré a la policía ahora mismo si siento que lo estas protegiendo. Ya he verificado el número vuelve a funcionar.

Jeon Yu se había preparado mentalmente para otras consecuencias, por lo que abrió y cerró los labios varias veces sin tener claro qué decir. Luo Bingwen no lo estaba chantajeando, pero le estaba preguntando sobre la verdad.

En primer lugar ¿droga, qué droga?

En segundo lugar, ¿qué verdad? Aunque era cierto que no conocía a esta persona y no era el culpable de sus heridas, Jeon Yu no había sido del todo sincero. Si tuviese que decir la verdad, sería que corrió estúpidamente a una guarida de alfas que intentaban asesinar a un hombre y luego fue salvado milagrosamente, pero le había dicho a Luo Bingwen lo contrario, había dicho que el alfa lo había salvado luego de ser atacado por ellos.

—Si lo piensas demasiado tampoco puedo creerlo —Luo Bingwen había terminado de envolver la gasa, por lo que se inclinó hacia adelante para irse.

—¡No, espera! —Jeon Yu agarró el brazo del beta, impidiendo que este se alejara— Lo que dije antes era mentira. En realidad yo fui a dónde estaba el alfa porque estaba en peligro. Unos matones querían hacerle un daño irreparable y quise ayudar, pero ellos me atacaron. De alguna manera, él logró luchar con todos ellos y me llevó pero se desmayó en el camino. Te juro que es la verdad, es la verdad.

Jeon Yu atropelló sus palabras, aferrándose al brazo de Luo Bingwen con tanta fuerza que sus manos dolieron. Vio la herida en sus palmas abrirse y manchar de rojo la gasa.

Luo Bingwen miró las manos del chico y sus ojos se llenaron de sombras.

—Si lo que dices es cierto, ¿por qué ir tan lejos por un desconocido? —No llamó a la policía, sino volvió a abrir el botiquín y cuestionó— Es un alfa. A menos que estés enamorado de él, no hay razón para que un omega arriesgue su vida y se lastimé así por un alfa. Y aun si lo conoces, no puedo creer en nada de lo que dices.

—No es amor, yo solo… —Jeon Yu se mordió la lengua y empujó patéticamente sus palabras—, fueron sus feromonas.

—¿Feromonas? —el Luo Bingwen se volvió rojo de ira— ¿Te obligó a entrar en celo? ¿Te marcó por la fuerza? ¿Fue él quién te obligó a tomar este tipo de trabajo?

¿Trabajo? ¿Qué trabajo?¿Te refieres a "ese trabajo"? ¡Solo fue un malentendido!

—No.

El omega bajó la cabeza queriendo ocultar su vergüenza. Explicó de forma superficial y torpe cómo había conocido al alfa y cómo este lo había salvado. Cambió algunos detalles y se guardó lo demás. Prefirió no decir nada respecto a cómo, siendo un omega, había luchado contra varios alfas. No sabía hasta que punto, pero había escuchado de un ex compañero becado que este tipo de cosas solían ser increíbles cuando un citadino promedio las escuchaba.

Tampoco mencionó al líder ni las palabras extrañas con las que amenazó. Ni siquiera quería pensar en ello.

 —… y así lo encontré. Un alfa lo estaba apuntando con un cuchillo, y de no ser porque grité, hubiesen muerto. Los hombres huyeron al verme, quizás pensaron que ya venia la policía —Jeon Yu miró en dirección al pasillo—. Incluso después, cuando no pudo caminar luego de correr conmigo en brazos, me dijo que me fuera. No sé quién sea, pero lo voy a ayudar así como él me ayudó. Esa es la verdad.

Luo Bingwen miró la expresión preocupada y sincera del otro. No insistió. Aunque la respuesta le había parecido insulsa y sin sentido, simplemente prefirió no decir nada.

—¿Y él… cómo está? —Jeon Yu no quería preguntar, pero de todas formas iba a preguntar más tarde, así que solo lo dijo.

—Sigue inconsciente.

—¿Despertará pronto?

Luo Bingwen se levantó y antes de salir volvió la cabeza hacia el omega.

—No lo sé, pero lo mantendré vigilado.