Para Jeon Yu, la peor parte de haber inventado un nombre falso no había sido lidiar con las preguntas capciosas de Luo Bingwen, sino al contrario, debido a que Luo Bingwen no había preguntado nada después del segundo día, no había sabido cómo sobrellevar la ansiedad que trajo el silencio.
Estaba acostumbrado a manejar el caos de los extraños. Personas que intentaban todo tipo de cosas maliciosas, por las que siempre sabía estar a la defensiva. Pero este no era el caso. Luo Bingwen no solo no insistió en saber nada más, sino que lo cuidó como a un niño, haciendo que la ansiedad creciera al punto de temer por sus verdaderas intenciones.
¿Quizás el beta seguía esperando el momento oportuno para amenazarlo y tirarlo a los medios?
La ansiedad lo obligó a querer ir en sentido contrario a lo que creyó era el estereotipo de un joven maestro, lo que en algún momento lo llevó a mentir compulsivamente.
—…y aquí están las tijeras —Jeon Yu vio a Luo Bingwen hablando y explicando algo sobre la caja de herramientas, a lo que asintió lentamente como si hubiese entendido algo. Luego lo escuchó preguntar— ¿Realmente sabes jardinería? ¿Y quieres limpiar el jardín?
—Estoy bien —Jeon Yu miró el patio de la posada MM con una sonrisa—. En el orfanato hacía esto todo el tiempo. La jardinería y limpiar cosas llenas de hongos e infecciones siempre han sido… mi pasatiempo favorito.
Los arbustos tenían el tamaño de un árbol y los árboles altos como un pequeño edificio. La grama tenía poco menos de un metro de altura. Habían enredaderas por todas partes abrazando con fuerza las bancas, las cercas, sobre las mesas de té, montañas tras montañas de hojas secas…
Sintió un gota de sudor fría bajar por su frente ¿Jardín? ¡Cómo podía ser esto un jardín y no una selva!
Segundos después pensó «Bueno, solo es cortar hojas, no puede ser tan difícil».
Debido a que pertenecía a la línea principal de la poderosa familia Jeon, Jeon Yu tomó su orgullo por el cuello y se convenció sería pan comido. Es decir, ¿quién no había escuchado alguna vez sobre el nivel que tenían cada uno de los miembros Jeon? Aún si solo era un segundón, por supuesto que había aprendido todo tipo de etiquetas, danzas, artes, palabras, así que obviamente… no tenía idea de qué hacer con este tipo de selva.
¿Por dónde debería empezar?
Jeon Yu no era una persona naturalmente positiva, así que sus pensamientos dieron vueltas en el caos. Solo quedó soportar su dolor de estómago.
—Chong Yu —habló con voz baja, casi suplicante—, sabes que no tienes qué hacer esto.
—Pero estoy bien, quiero hacerlo —Jeon Yu recogió las tijeras—, esta vez sí puedo hacerlo.
Esta vez podía lograrlo.
—Ayer también dijiste…
—Antes no sabía que el horno no se apaga automáticamente —la sonrisa del omega tembló—. Quiero decir, en el orfanato no había honro. Sí cocinaba. Todo los huérfanos saben cocinar, pero la cocina es diferente, las hornillas no calientas igual, la temperatura hace que la comida se queme o terminé siendo gourmet.
—Y hace unos días…
—En el orfanato no había lavadora y tampoco sabía que la ropa de colores no se mezcla en cloro, pero ahora lo sé, además también sé que el jabón pica en los ojos.
La cara de Jeon Yu se hundió al escuchar sus propias respuestas. Otra cosa que también era realmente difícil, pensó, era fingir que sabía lo que estaba haciendo cuando no tenía idea.
El sol de la media mañana caía sobre la grama y el viento fuera del garaje soplaba a veces cálido y a veces frío.
Luo Bingwen insistió un poco más.
—No te esfuerces demasiado. Recuerda que sigues recuperándote, todavía falta retirar parte de las vendas. Iré a Ciudad B a hacer las compras ¿Y si mejor vamos y visitas la ciudad? El abuelo salió a casa de unos conocidos por lo que estarás solo y te aburrirás.
—Estoy bien, en un rato debo ir a ver al alfa. Quizás… hoy si despierte.
Luo Bingwen no tuvo opción mas que asentir, todavía pensativo. Con el paso de los días había visto el nivel de droga en el cuerpo del hombre había bajado de forma considerable. Ya no debería haber peligro de un ataque por feromonas. Aún así todavía quisiera alejar al omega del alfa. Sin embargo, sabía el omega solo escucharía la mitad. Incluso cuando le había advertido el alfa podría atacarlo al despertar, el omega aseguró estaría bien y fue a verlo todos los días.
—Chong Yu, si algo sucede, la pistola eléctrica está en el cajón arriba de la cocina. Le disparas y corres. Trataré de volver rápidamente.
Jeon Yu asintió y se despidió de Luo Bingwen. Lo vio alejarse por la entrada de la posada, luego se giró a la pequeña selva, palmeó al aire y volvió a animarse.
No podía ser tan difícil.
Es decir, si lo pensaba por otro lado, él era un joven maestro. Aún si no había sido educado en estos temas, cada una de las propiedades de la familia Jeon tenía largos y hermosos jardines que eran cuidados por los mejores trabajadores del país.
Él los había visto trabajando sobre las máquinas o regando las plantas.
Solo debía recordar.
Jeon Yu pensó y pensó hasta que se hizo la hora de ir a ver al alfa.
—Hola, Alfa ¿Cómo estás hoy? El día ha sido un poco más frío que ayer ¿no crees?
Como todos los días, Jeon Yu se sentó junto a la cama y miró el rostro serio del hombre.
Las heridas y los moretones estaban sanando rápidamente, dejando ver un rostro blanco y atractivo con una melena negra hacia los lados.
Lo vio e inconscientemente sonrió.
—¿Quizás solo me pasa a mí? Cuando llega ese momento en el que quieres recordar algo, pero por más que lo piensas solo pareces olvidarlo más y más ¿Cómo se hace la forma de una taza de té con hojas? ¿Cortando aquí y allá? ¿Y cómo se hace si uno se equivoca? ¿Qué pensará si el señor Luo si ve que trasquilé a su arbusto gigante?
Jeon Yu solía dejar la radio encendida a poco volumen para que el alfa no se aburriera mientras no estaba. La radio terminó el número musical de algún grupo local y el presentador saludó.
—El bufet de abogados de la asociación RG se ha levantado en contra de la Asociación GSN. El pasado jueves xx de xxxx hicieron una rueda de prensa presentado los cargos ante el Tribunal de Justicia del país A. El Tribunal tendrá una reunión el próximo lunes y darán un comunicado informando la fecha y la hora de la reunión. Aquí algunas palabras de la persona que ha estado delante de esto, el heredero de la familia Rong y prometido de la víctima, Rong Wei.
La habitación se volvió silenciosa, el ambiente de repente ya no era el mismo. El omega caminó hasta la mesita y apagó la radio.
—Volveré en un rato… necesito algo de aire.
Jeon Yu salió de la habitación, tomó unas gafas de sol, un sombrero de jardinero y salió de la posada MM.
Marcó un número y esperó.
—¿Joven maestro?
—Su Ning, acabo de enviar mi ubicación. No tardes.
—Iré en seguida, joven maestro.
Volviendo a la habitación, cuando el joven se marchó, el Sistema dejó la calculadora sobre el tablero y soltó un suspiro.
—Estas a un paso de ir a prisión ¿Lo sabías? Toda la trama se está yendo por el peor camino y mientras tanto estamos aquí…
Seong Ho le lanzó una mirada a través de la pantalla.
—No hables y concéntrate.
—¡Ahg! ¡Son matemáticas, Seong Ho! —Sistema recostó la cabeza en la libreta y los tachones que había hecho— De todos los bloques de estudio este es el que casi me mata de aburrimiento. Incluso me escapé de clases varias veces.
El problema que había apuntado el Sistema de Soporte, era uno en el que llevaban trabajando desde hacía dos días. O eso intentaban. El progreso de mejora había sido tan lento que apenas era una milésima parte de un dos porciento.
Seong Ho se cruzó de brazos.
—¿Dices que es imposible?
—¿Imposible? No, pero casi. Son taaaantas cuentas y números y cosas que vuelan por todas partes ¿Cómo me puedo concentrar en todo eso?
—Hmm, entonces no puedes —Seong miró con desdén al niño, luego negó con la cabeza—. Que lástima, por un momento creí que eras un Sistema inteligente. Recuerdo cuando dijiste ser el "Maravilloso Sistema".
—¡L-Lo soy! —Sistema tiró la calculadora al escuchar la burla— Soy inteligente y definitivamente seré maravilloso, el mejor. Es solo que esto es muy difícil ¿Qué puedes saber tú?
—Es cierto —la expresión no se movió—. En ese caso, enséñame. Estoy seguro de poder arreglar esto por mi cuenta.
—¿Tú? ¡Ja! —Sistema carcajeó— ¡No digas bromas! ¿Sabes cuántos años estudié para ese examen? Unos setenta ¿Y crees que puedes superarme?
—Puedo —Seong habló sin vacilar.
Esto hizo enfurecer al Sistema.
—Te enseñaré todo y luego resolveré esto.
Sistema se acomodó en la silla y jugó con el lápiz digital en su mano, ignorando la sonrisa que apareció y desapareció en su contrincante.