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Prólogo
Hace trillones de años, existía una tierra legendaria llamada Mito del Alba. La leyenda decía que había allí un tipo de vida. Ese ser está más allá de lo que cualquier tipo de criatura pueda imaginar.
No hay cantidad de palabras que pueda describir el paisaje inigualable y las abundantes cosas que existían en esa tierra legendaria. Nadie sabía lo que había allí excepto por ese ser.
En ese tiempo, no habían razas. La leyenda también suponía que había un creador que vivía allí; ¿cómo decirlo? La leyenda tampoco sabía qué tipo de ser era ese.
Así, la palabra "naturaleza" se ha mencionado para nombrar a ese ser no revelado. De milenio en milenio, casi infinitos siglos en los siglos infinitos, nada ha cambiado.
Hasta que un día, en un momento no especificado, Naturaleza empezó a crear otro ser llamado "Los Creadores". Naturaleza les otorgó poder y habilidades más allá de su alcance.
Había cuatro tipos de creadores con diferentes habilidades y poderes.
El Creador del Tiempo, que creó el sol y la luna.
El Creador de la Vida creó las vidas de las criaturas de diferentes razas.
El Creador del Poder que creó el extraño poder y lo ofreció a esas razas.
El Creador del Espacio, que creó incontables continentes en cada espacio y universo para que esas razas habitaran.
Luego, esos Creadores vivieron en la tierra legendaria, Mito del Alba, para servir a su maestro Naturaleza.
Antes de servir a su maestro, esos Creadores crearon a otro ser llamado Los Controladores.
Había 6 Controladores.
El Controlador de la Vida.
El Controlador de la Muerte.
El Controlador del Sol.
El Controlador de la Luna.
El Controlador del Poder.
El Controlador del Espacio.
El Controlador de la Vida controla la vida de la criatura, mientras que el Controlador de la Muerte controla la muerte de la criatura.
El Controlador del sol controla el día, mientras que el Controlador de la Luna controla la noche.
El Controlador del Poder otorgaba a esas criaturas el poder en base a las razas de la criatura y el espacio y el tiempo en los que la criatura vivía.
Mito del Alba fue nombrado porque todo empezó en esa tierra. Me gustaba la primera aparición de luz en el cielo antes del amanecer en la oscuridad.
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El infinito universo comenzó a envolverse en poder espiritual y mágico. Los inmortales, dioses, hadas, criaturas míticas y cultivadores han emergido uno tras otro desde entonces.
[Año 2023, China, Tierra]
En uno de los universos, existía un planeta llamado Tierra. Seres humanos y animales vivían allí. Los humanos no tienen poderes como volar, mover montañas o invocar truenos del cielo. Pero tienen la inteligencia más poderosa dentro de sus cerebros.
Los seres humanos crearon tecnología asombrosa, civilizaciones inconsistentes, culturas asombrosas, estilos de vida artísticos y mucho más. Los humanos pueden hablar entre sí incluso si están en diferentes países o lugares.
Los humanos pueden viajar miles de millas al día usando transporte avanzado. Los humanos pueden volar alto en el cielo, mirar la nube blanca y echar un vistazo más de cerca a las aves en el cielo.
Los humanos pueden sumergirse en el mar profundo para encontrar más criaturas asombrosas usando dispositivos de tecnología avanzada. Los humanos pueden explorar el espacio. Pero... ¿quién sabe? ¿Son estas las capacidades de los seres humanos?
La chica estaba sentada en una silla bajo el árbol de flor de durazno, inclinando la cabeza para leer un viejo libro. Los pétalos se esparcían por todas partes en la tierra, y varios pétalos cayeron sobre sus delgados hombros.
—Chica, ¿qué estás leyendo? —Un hombre de mediana edad podía verse vistiendo pantalón largo y camiseta. Solo estaba paseando por el jardín cuando se detuvo por algo que atrajo su atención.
—El Mito Etéreo —Una chica de alrededor de 19 años, vistiendo un uniforme universitario, mostró el libro al hombre. Sus ojos eran tan claros como el agua, pero la forma en que se comunicaba con la gente era un poco rígida y apagada.
—¿El Mito Etéreo? ¿Es un libro famoso que se guardaba en una antigua biblioteca de la ciudad y hablaba sobre un tipo de tierra legendaria llamada El Mito del Alba? —preguntó él mientras tomaba el libro de la mano de la chica.
Ella asintió.
—Chica, deja de leer esto. Este tipo de libro solo existe para engañar a los niños con fantasías. ¿Qué clase de cosas fueron descritas de manera tan exagerada? —exclamó como si no pudiera aceptar el contenido del libro.
—Además, ¿quién sabe de dónde vino este libro? Accidentalmente vi este libro publicado por alguien en una plataforma de internet —No es de extrañar que él estuviera atraído por ella solo porque estaba leyendo un libro extremadamente extraño.
—Mejor ve a estudiar y sigue esforzándote. No pierdas tu tiempo en estas cosas sin sentido. Mira a tu alrededor. ¿En qué era estamos ahora? ¡Moderna! La tecnología es grandiosa, la gente es perfecta y las civilizaciones están mejorando en una dirección próspera. —Miró los altos y exquisitos edificios de arquitectura moderna a su alrededor, luego metió el libro de nuevo en los brazos de ella mientras fruncía el ceño.
—¿Leíste el libro? —Ella lo miró.
—¡Sí!
—¿Lo terminaste?
—¡Lo he hecho! ¡He leído todo lo que hay dentro del libro! Mira, cada página contenía palabras e información raras. Cuanto más leía, más sentía que todo en el libro es solo una historia confusa que embrolla la mente de las personas. —Explicó mientras cruzaba los brazos y negaba con la cabeza.
—¡Oh! —Ella asintió como si lo entendiera.
—... —El hombre la miró desconcertado. ¿Por qué esta chica está asintiendo?
Luego entrecerró los labios y se quedó sin palabras. Justo le había dicho que dejara de leer el libro inútil y no malgastara ni un segundo en él. Pero él mismo, había terminado de leer el inútil libro.
Había perdido su tiempo leyendo este libro en internet. ¿Quién sabía? Cuanto más leía, más sentía que todo dentro del libro era increíble y exagerado.
Pero no puede negar que el contenido del libro era extremadamente tentador.
Cuanto más leía, más quería saber, a pesar de que nunca creyó en las cosas que menciona el libro.
—¿Qué tipo de milagro? ¿Inmortal? ¿Magia? ¡No me tomes el pelo! —Se tocó la nariz con vergüenza mientras pretendía estar enojado con el que escribió el libro.