Salgo corriendo de casa.
Quiero gritar desde adentro pero ya no hay vuelta atrás.Mis amigos se fueron casi todos. No debí confiar en mi familia. Estoy sentada en el malecón. Mis pies desnudos casi tocan la espuma de las olas. Una mano caliente toca mi hombro derecho y me hace salir de mis pensamientos. De nuevo Elio me salva de mí misma.
Me despierto sudando y me siento pensativa al borde de la cama,sigilosa para no despertar a Elio¿qué significa esa pesadilla recurrente en la que corro hacia el mar?¿será por el viaje que estoy así?
Pasajeros con destino a Moscú, favor de abordar por la puerta 12, alcanzo a escuchar y me paro. He dejado atrás mi isla pequeña.¿No soñaba con viajar el mundo entero? Pues ahora debo tomar un vuelo de 11 horas a Moscú y luego otro a Tokyo. Espero que el viaje se me haga corto.
A pesar de haber comenzado apenas hace dos meses en la agencia, ¿cómo han podido confiar en mí de esta manera?
Es mi primer viaje fuera de mi país. Me siento feliz pero triste a la vez. Recuerdo la noche que le conté a Elio sobre mi trabajo repentino en Tokyo. Se quedó pensativo y me dijo: Sigue tus sueños, y si realmente me amas, y si de verdad esto que tenemos es fuerte, cuando yo encuentre la manera de vernos, y estemos frente a frente, si la llama que nos une sigue intacta, entonces es que estamos destinados a permanecer en esta relación.
Mi pobre Elio, mi bello amor, mi chico desenfrenado, mi soñador frenético ¿nos encontraremos otra vez?¿Será que podré amarte después de salir de este caimán?
Mi contrato decía 6 meses.
¿En 6 meses cuántas cosas no podían ocurrir? Elio podía graduarse e irse a España como soñaba o simplemente dejarse amar por alguien que no tuviera las grandes ganas que yo tenía de salir de ahí.
Llegué a salvo al aeropuerto de Narita, luego de estar sola tantas horas por primera vez en mi existencia.
Había un cartel con mi nombre grande Amelia Losano. Una japonesa preciosa llevaba el cartel y me sonreía muy animada mientras yo sólo tuve fuerzas para elevar mi mano izquierda y saludarla.
Bienvenida señorita Amelia, soy Mina, su compañera en este país. El señor me ha pedido que la acompañe y la ayude en lo que desea. Usted estará un mes viajando conmigo por Osaka, Kyoto y Okinawa. En ese mes le enseñaré lo necesario y ya estará lista para su misión.