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Chapter 26 - Capítulo 26: Aclaraciones

Krieg abrió la boca al escucharle, pero Adam le ganó.

—Solo por esta noche, Krieg, y luego todos volverán a su respectivo edificio.

El viejo asintió satisfecho y se quedó en silencio. Adam se recordó internamente preguntarle por Darry luego de encargarse de todos aquí.

Adam continuó hablando con el grupo hasta que, luego de unos 10 minutos, Carlos, seguido de Noah y un grupo de gente que parecía de mal humor, entró al patio del edificio. Adam observó al grupo y asintió. Finalmente, decidió comenzar la reunión.

—Bueno, ahora que estamos todos reunidos, quisiera anunciar algo.

Adam observó a su alrededor las expresiones de todos. Algunos le observaban nerviosos, mientras que otros parecían impacientes.

—Como todos ustedes saben, el mundo es un completo desastre. —Adam había pensado mucho en qué decir mientras esperaba a los demás del superbloque. Algunas personas asintieron, otros no mostraron ninguna reacción.

—Luego de lograr despejar mi edificio, me convertí inesperadamente en el líder de un refugio. Al principio no creí que fuera algo tan importante, pero ahora me doy cuenta de que es vital para nuestra supervivencia. No sé qué cambios traerá el séptimo día, pero estoy casi seguro de que los refugios se volverán más importantes en ese momento.

Adam se detuvo un segundo y deseó de algún modo poder conocer lo que pensaban las personas delante de él. Muchos todavía parecían indiferentes o impacientes. Aunque parecía que algunos le prestaban bastante atención.

—Por eso quiero anunciar y dejar de forma clara que todos ustedes ahora son habitantes de Nuevo Sol y el líder del refugio soy yo. Muchos no estarán satisfechos con este anuncio, pero no es momento de pelearnos entre nosotros. En solo un día algunos zombies se han vuelto muy poderosos, tan poderosos que tenemos que combatirlos en grupos. No me quiero imaginar lo fuerte que serán luego de 7 días.

Como esperaba Adam, no a todos les gustó el anuncio. El señor del superbloque, que le había cerrado la puerta a él y a Carlos, alzó la voz.

—¿Quién te eligió a tí? No estoy dispuesto a aceptar tu imposición. No soy ningún habitante de Nuevo Sol y tu no eres nadie para mandarme.

Adam observó a las demás personas y se dio cuenta de que algunos parecían estar de acuerdo con las palabras del hombre. Sintió de nuevo un extraño enojo dentro de él. Incluso reprimido por su talento, era suficiente para que las siguientes palabras salieran de su boca.

—Es cierto que no fui elegido, pero el refugio lo fundé arriesgando mi vida para matar a los zombies mientras los demás se escondían en sus casas. Soy la razón de que ustedes no estén, ahora mismo, muertos y lo saben. Simplemente, no pienso ceder el liderazgo del refugio porque es algo que me he ganado con mis propios esfuerzos.

Adam pausó un momento antes de continuar. Por suerte, ya no estaba enojado.

—Además, no pienso exigir mucho de ustedes como parte del refugio. Si no desean luchar y ayudar a expandir el refugio, está bien. Cuando hayamos crecido lo suficiente y estemos mejor organizados, quizá haya algún trabajo para aquellas personas que no quieran arriesgarse. No tendrán que pagar alquiler o algo ridículo por el estilo. Lo único que espero es que colaboren y no creen conflictos innecesarios justo ahora. Si aún así no pueden colaborar, entonces les pediré que se vayan del refugio.

Cuando Adam terminó de hablar, todos se quedaron en silencio. Los supervivientes se miraban la cara unos a otros.

—¿Qué hay de aquellos que estaban afuera cuando comenzó todo esto? ¿Podrán volver a sus apartamentos sin ningún problema? Más importante aún, ¿Podrán adquirir la propiedad del mismo?

El que hizo la pregunta fue uno de los hombres que había llegado con Carlos. Un hombre alto y fornido que miraba con desconfianza a Adam.

—Pues si sobreviven y logran volver, por supuesto que obtendrán su apartamento.

El hombre asintió y no habló más, pero Adam no pudo distinguir si estaba satisfecho con la respuesta o no.

—¿Qué pasa con los que viven alquilados? ¿La propiedad del apartamento es de ellos o del dueño original?

La pregunta sorprendió a Adam, pues él mismo era uno de esos casos. El apartamento en el que vivían él y su hermana era alquilado, pues ninguno de los dos podía permitirse comprar uno. Algo lastimosamente común con los precios excesivos de las propiedades y los escasos sueldos que ganaban la mayoría de la población.

Adam pensó un momento mientras todos le observaban. Sin duda era un caso complicado. Los dueños originales del apartamento, sin duda exigirán que sus propiedades les fueran devueltas, pero Adam recordó que cuando él mató a los zombies en su casa, el sistema le felicitó por ello y automáticamente le dio la propiedad del apartamento. Notando que había dejado pasar mucho tiempo y estaba perdiendo la atención del público, Adam decidió hablar.

—Es sin duda un caso difícil, pero creo que en la situación en la que está el mundo, se debe dar prioridad a los que viven en el apartamento alquilado y lo hayan limpiado de zombies por ellos mismo. Por otro lado, aquellos que no estaban en un principio y hayan conseguido volver, pero vivían alquilados, creo que deberían elegir un apartamento desocupado cuyos dueños estén muertos. Por desgracia, creo que habrá apartamentos de sobra para elegir.

Adam miró con cierto desánimo al grupo del superbloque. 120 apartamentos con cientos de personas y solo 15 supervivientes.

—Pues yo creo que aquellos que hayan limpiado el apartamento también tienen que desocupar, después de todo, como has dicho, hay apartamentos de sobra.

El hombre que había hecho la pregunta era dueño de diversos apartamentos en el superbloque y había alquilado varios. Además, sospechaba que era importante obtener la propiedad de los apartamentos, pues Carlos había incitado al grupo a limpiarlos.

Adam al principio iba a pelear, pero se dio cuenta de que sería inútil discutir el asunto y que en realidad no perdía mucho aceptando. Él mismo tendría que moverse, pero si lo pensaba bien, si el dueño del apartamento llegaba a sobrevivir, todo sería mucho más sencillo si Adam cedía un poco, pero...

—Acepto, pero aquellos que hayan limpiado el apartamento deberían recibir alguna clase de compensación por ello. No creo que nadie esté de acuerdo en ceder su casa luego de haber vivido allí y luchado por obtener su propiedad.

Adam estaba dispuesto a ceder, pero se dio cuenta también de que debía pedir algo a cambio. Después de todo, como decía Carlos, solo los idiotas trabajan gratis y limpiar un apartamento de zombies no fue una tarea sencilla en aquel entonces en el que lo había hecho.

Adam se dio cuenta de que estaba pensando en el día anterior como si hubiera ocurrido hace mucho tiempo. Algo ciertamente ridículo.

—A aquellos que tengan que ceder su apartamento debido a estas condiciones, me comprometo a cederles la propiedad del apartamento que deseen.

El hombre que había hecho la pregunta no parecía del todo satisfecho, pero al final aceptó la propuesta de Adam. Sin embargo, se dio cuenta de un problema.

—¿Qué puede servir como compensación? Es decir, dudo mucho que el dinero común sirva ahora que todo se fue a la mierda.

Adam observó a todos con atención y decidió revelar algo que de todas maneras ya muchos sabían.

—Los zombies arrojan al morir una especie de cristal que el sistema considera una moneda. Aún no estamos muy claros de su valor, pero creo que eso cambiará en el séptimo día.

Adam se dio cuenta de que muchos estaban confundidos por sus palabras. No tardó en enterarse, por las conversaciones de todos, que los del superbloque no sabían nada de los cambios que vendrían en el séptimo día. Adam había olvidado que dicho mensaje lo había recibido él y los demás en el edificio cuando fundaron el refugio, por lo que Adam pasó a explicar lo que sabía.

—Si no tienen ningún cristal, les recomiendo intentar conseguir algún modo de llegar a un acuerdo.

—Qué pasa si no estoy de acuerdo en ceder mi apartamento a nadie, es decir, ya adquirí su propiedad y no veo razón para devolverla.

Adam veía venir un dolor de cabeza, así que decidió que ese problema debería resolverse después, cuando fuera más relevante.

—Por ahora no sabemos si muchos dueños de apartamentos siguen vivos, y si lo están, si volverán. Por lo no es un problema relevante ahora mismo. Quiero avisarles que mi grupo y yo seguiremos con la limpieza de edificios hasta cubrir toda la urbanización. Aquellos que estén dispuestos a arriesgar sus vidas podrán unirse a nosotros o formar sus propios grupos y recibir recompensas por su ayuda.

Adam adivinó la siguiente pregunta, por lo que continuó hablando.

—Las recompensas serán la propiedad de apartamentos, objetos valiosos que podamos obtener, hechizos e incluso cristales, una vez tengamos más claro su valor.

El grupo le observó en silencio y, como esperaba Adam, no parecía que muchos estuvieran dispuestos a luchar contra los zombies. Aquello era un problema para él, quien sabía que en pocos días el número de zombies evolucionados alcanzaría una cifra atroz.