Tarin asintió e invitó a pasar a Adam. Minutos después, él y Tracel se encontraban frente a frente en la mesa de la sala, ambos con una taza de café en la mano.
—¿Cuánto tiempo crees que estos productos nos duren? —preguntó Adam.
Tracel tomó un trago y habló unos segundos después.
—Creo que no será un problema a corto plazo. Además, tarde o temprano tendremos acceso a las tiendas en la plaza. Solo espero que los zombies no hayan arruinado los productos. Pero… por más que aprecie esta charla, creo que debemos ir al grano. ¿Vienes a cuestionarme sobre mis planes?
Adam negó con la cabeza.
—Sé que eres ambicioso y que estás interesado en ser el dueño del refugio. Pero lo más importante para mí en este momento es entender la situación en la urbanización. Según tengo entendido, has contactado con otros supervivientes afuera, en otros edificios.
—Eres un líder extraño.
—¿Disculpa?
—Eres muy extraño. Conoces mis intenciones, sabes muy bien que estoy detrás de tu puesto y aún así puedes preguntarme algo así y esperar a que no te mienta. Desde mi punto de vista, estamos en una competencia por el poder y ayudarte no es beneficioso para mí.
—Eso es porque creo que todos deberíamos colaborar ahora que…
—Si, entiendo tu idea de la colaboración y es correcta en cierta medida. Pero tú no pareces muy interesado en tu posición de líder. ¿Por qué no colaboras y me das el puesto a mí? De esa manera, estoy seguro de que podremos entendernos mucho mejor.
Adam miró a Tracel, intentando entender si estaba hablando en serio. Antes de que pudiera seguir hablando, Tracel continuó.
—No estás dispuesto a ceder tu puesto y si alguien más adecuado se presentara, no creo que lo cederías tan fácil. No eres tan ambicioso como yo, pero lo eres.
Adam le concedió el punto a Tracel.
—Puedes tener razón, pero tampoco quiero cederte mi puesto simplemente porque no me caes bien.
—Eso también es extraño. Buscas mi ayuda, pero luego eres tan sincero — Tracel suspiró antes de continuar—. Supongo que lo mejor que puedo hacer por ahora es ayudarte ¿No? He estado en contacto con algunos vecinos. En el bloque 2 hay dos edificios "seguros", el problema es que hay una criatura en el superbloque que les está dando problemas. Incluso perdí el contacto con el líder de uno de los edificios.
Adam asintió y esperó a que Tracel terminara de tomar su taza de café.
—En el bloque 1 también hay otro edificio con supervivientes, justo en la entrada de la urbanización, arriba de la panadería. Además del grupo del superbloque, esos son todos con los que he tenido contacto.
—¿Crees que pueden haber más?
—Puede ser, pero, luego de ver tu combate contra el Berserker, me he convencido de que aquellos que no comenzaron a limpiar su edificio desde el principio a esta hora estarán muertos.
Adam sintió un escalofrío al escuchar a Tracel. De nuevo se sintió aliviado de haber salido de su casa a enfrentarse con los zombies.
—Algo curioso —continuó Tracel—. A pesar de que dos grupos de supervivientes han limpiado de enemigos sus edificios y obtenido la propiedad, ninguno de ellos ha establecido un refugio. Recuerdo que el sistema especificó que solo podía haber un refugio por área. ¿Qué tan grande debe ser dicha área? ¿Cubre toda la urbanización o es más amplia?
—No lo sé, pero creo que es importante conocerlo, aunque no creo que podamos hacer nada hasta que exploremos fuera de la urbanización.
—Otra cosa, esta vez más preocupante. El mensaje del sistema no decía que no puede haber más de un refugio de la misma especie en una zona. Eso me hace preguntarme ¿Pueden los zombies establecer un refugio?
Adam se quedó en silencio, intentando procesar lo que Tracel le había dicho. No era solo la implicación del refugio, sino el hecho de que los zombies podrían ser considerados por el sistema como una especie nueva y estar recibiendo la misma ayuda que ellos.
Antes de poder pensar en una respuesta, el celular de Tracel comenzó a sonar. El hombre miró el celular unos segundos y luego dijo.
—Es Indi, un conocido que está en el bloque 2. Lo pondré en el altavoz.
—¿Tracel? ¿Me escuchas? ¡Es urgente!
—Te escucho Indi, dime qué sucede.
—Miguel ha decidido abandonar el edificio y mudarse al refugio. Anoche nos atacó la criatura sobre la que te había contado, resulta que es un zombie y según Miguel es un Breeder.
—¿Breeder?
—Si, no sabemos mucho, pero creemos que puede crear otros de su propia especie, anoche atacó junto a un grupo de zombies alados.
—Eso puede ser un problema. ¿Pero cómo van a huir? Me dijiste que el zombie estaba atacando todo lo que saliera del apartamento.
—Parece que fue herido anoche o perdió demasiados de los suyos, Miguel salió al estacionamiento y no fue atacado. Pero, peor aún, dice que pudo observar el superbloque y que está repleto de zombies, pareciera que se están multiplicando.
Adam y Tracel se miraron un segundo. Justo estaban hablando de la posibilidad de un refugio en manos de zombies y ahora sucedía esto.
—Creo que será mejor que vengan, voy a pasarte a Adam, el líder del refugio.
Adam agarró el teléfono.
—¿Tu nombre es Indi no? ¿Será que puedo hablar con Miguel?
—Espera un momento.
Adam aprovechó para terminar de tomarse todo el café mientras esperaba a Miguel. Ni Tracel ni él dijeron una sola palabra hasta que el viejo militar atendió.
—¿Eres Adam? Espero que no haya problema con mi grupo, estamos en una situación crítica.
—No hay problema, creo que nos sobrará espacio, pero quiero que me cuentes más sobre el superbloque y sobre la criatura.
—Está bien, pero en media hora partiremos, así que no puedo hablar mucho.
La conversación que siguió duró un cuarto de hora. Miguel describió con detalle al zombie y el ataque nocturno que habían sufrido.
Adam se despidió de Tracel luego de la corta charla y llamó a todo su equipo. Noah, Tarin, Miriam, Marlen y Rony se reunieron en el apartamento de Adam, en donde él les explicó lo ocurrido.
—Terry, necesito que Rony explore la ruta, Miguel y su equipo esperarán hasta que tengan información sobre los obstáculos en el camino. Nosotros comenzaremos a matar zombies desde la entrada al estacionamiento e ignoraremos los edificios por ahora. Todos deberán estar pendientes por si algo se nos acerca.
Con todo preparado, el equipo se dirigió al estacionamiento y mató a los pocos zombies que deambulaban por allí. Adam y los demás se dirigieron a la salida del estacionamiento. El grupo avanzó con cuidado, matando a todos los Stalkers en el camino y sin apartar la vista de los edificios y jardines cercanos. Rony bajó y se acercó al grupo.
—Adam, creo que el edificio junto al que están pasando tiene algo raro. No detecto ninguna presencia hostil, pero puedo ver a través de la cámara visual que hay algunos zombies en los pasillos.
—Me temo que tendremos que esperar para investigarlo, continúa hasta el bloque 2 y contacta con el grupo de Miguel. Recuerda volar bajo cuando te acerques al superbloque.
—Esta bien, pero, yo que tú, no lo descuidaría mucho tiempo. Que algo pueda ocultarse al sistema de detección de Rony indica una magia especial, estoy seguro de que hay un zombie evolucionado con un poder extraño en ese edificio.
Adam asintió, pero le volvió a indicar a Terry que continuara. Su vista se desvió hacia el edificio donde habían encontrado la anomalía, el mismo edificio donde Adam vivía, solo que se dividía en tres bloques de apartamentos, no conectados entre sí. El edificio de Adam estaba en la punta izquierda, mientras que este estaba en el medio.
Las rejas del jardín estaban cubiertas por una gran planta de flores de cayena, lo que impedía a todos poder observar lo que había en su interior. Por esa razón, el grupo se mantuvo bien alejado de la cerca hasta que superaron esa zona.
—Esto no me gusta para nada —dijo Marlem—. Hay demasiados zombies por todas partes ¿Acaso no hay más supervivientes? No podemos ser tan pocos.
Nadie en el grupo contestó, solo siguieron avanzando, esperando no encontrarse con algo peor al voltear la esquina.
No tardaron mucho en alcanzar la curva que llevaba hacia la vía principal de la urbanización. El grupo se quedó sorprendido por el espectáculo. Había numerosos coches que habían chocado y la calle estaba repleta de zombies, cientos de ellos. No solo eso, Adam observó con cierto pesimismo, numerosas cajas especiales tiradas por toda la calle, abandonadas en un momento de pánico.
—¿Crees que alguien que haya estado fuera de su casa haya podido sobrevivir? —preguntó Miriam.
—Yo lo logré, pero tuve la suerte de estar cerca del superbloque. Aún así, yo también abandoné mi paquete, por lo que aún podrían estar vivos —dijo Noah.