Chapter 7 - Arco 1.5

¡Bam!

Un fuerte sonido resonó por la habitación. Vino acompañado de un quejido y el temblequeo de varios cuerpos. Ojos llenos de temor, observaban fijamente la figura que ardía de furia.

Kalisto pateó violentamente a la persona tirada en el suelo.

"¡¿Acaso no te ordené que hicieras lo que fuera necesario para que no asistiera a la audición?! ¿Y qué es lo que pasó?"

Kalisto siguió pateando, sin piedad, a ese cuerpo magullado, que no hacía más que retorcerse de dolor. Le costaba respirar.

Si Liwen presenciara la imagen, podría decir: te lo mereces. La misma persona que lo había agredido, estaba recibiendo su merecido.

"No cumpliste lo que te pedí. Eres una basura, peor que ese fenómeno"

"Aghhh"

Kalisto apuntó su pie contra su rostro. Aplastó la nariz del joven, quien dejó de lamentarse, en un instante. Sus ojos se cerraron de golpe y su cuerpo quedó tendido, sin fuerzas. Se desmayó, mientras su nariz y boca no dejaban de sangrar.

"Je…Jefe Kalisto…¿Qué hacemos con él ahora?"

Kalisto le escupió con crueldad. Por más veces que lo había golpeado, no podía desquitar la ira que pesaba en su corazón.

"Llévenlo al hospital y asegúrense de que no muera"

Ante la orden de Kalisto, un grupo de jóvenes se movilizó. Sujetaron al hombre y se lo llevaron a rastras.

En ningún momento se atrevieron a desobedecer las directrices de Kalisto. Jamás lo habían visto tan fuera de sí. Temían ser los siguientes, si llegaban a enfurecerlo aún más.

"Leny, ¿dónde está el fenómeno?"

Un hombre de cabello blanco, como la nieve, se ajustó las gafas que se habían deslizado por su nariz.

"Lo vieron salir del aula antes de que llegara el maestro. Su paradero actual es desconocido"

"Tch. Fenómeno escurridizo"

Kalisto se dejó caer en una silla de madera. Con su espalda acomodada contra el respaldo, sacó un cigarrillo de su bolsillo. Analizó con detenimiento el delicado cigarro que yacía entre sus dedos.

Se trataba de un envoltorio blanco, que ocultaba una potente droga de color verdoso.

"Esto es lo nuevo que ha sacado la familia Khei…¿Qué opinas?"

Kalisto le tendió el cigarrillo a Leny. Leny ni se inmutó ante la apariencia extraña de la droga. Estaba más que acostumbrado a ver elementos de este tipo.

"¿Piensas dárselo a tu hermano?"

El rostro de Kalisto se distorsionó. Sus dientes se presionaron con fuerza, como si estuviera tratando de desgarrar y devorar esa palabra. Detestaba que lo llamaran "hermano" de Liwen. Ya no veía las horas de eliminarlo de su registro familiar.

"Tengo dos días antes de que regrese papá y se entere de que el fenómeno pasó la audición. Debo eliminarlo antes que eso. No puedo permitir que mi padre lo considere una pieza "importante" a explotar y comience a prestarle atención"

Kalisto volvió su mirada al cigarro, o mejor conocido como "Esthia"; una droga extremadamente alucinógena y adictiva. Se estaba vendiendo muy bien en el bajo mundo.

Kalisto sonrió. Ya podía saborear el momento de su venganza. Podía imaginar a Liwen retorciéndose de dolor y ansias por más, mientras le rogaba cuál perro. No iba a parar hasta convertirlo en una persona adicta a Esthia.

Iba a alimentarlo con grandes dosis, hasta que su maldito cuerpo dejara de responder.

Si ser sordo, no era suficiente, iba a derretir su cerebro y volverlo un idiota. De esa forma, podía terminar de hundirlo en el foso que había preparado para él.

"Debo darme prisa…el Señor Uriel está bastante ansioso por llevar a mi hermanito a la cama"

Leny observó a su jefe con calma. Pese a que se había criado en el bajo mundo, y había conocido a un sin número de personas sin escrúpulos, ninguna se comparaba a Kalisto.

Kalisto disfrutaba torturar a su hermano con locura. Era una obsesión que tenía. Era como si…hubiese nacido con el único propósito de destruirlo.

—----

Liwen no podía salir de su asombro. ¿La comida humana siempre ha sido tan deliciosa?, se preguntaba mientras engullía los platos sin parar.

Carne, pasta, verduras. Todo lo que viera, era atrapado por sus utensilios y llevado directamente hasta su boca.

Las mejillas de Liwen se asemejaban a las de una ardilla. Parecía que iban a explotar, ante toda la comida que mantenía dentro.

Li´An no podía apartar los ojos de él. Le parecía la persona más adorable que jamás había visto.

Sonrió.

Con cuidado, llevó su pulgar hasta su boca. Con la yema de su dedo, limpió el labio inferior de Liwen.

"No tengas prisa. Come, despacio. No vaya a ser que te ahogues"

Liwen asintió y continuó masticando.

"Tiene razón, humano. ¿Te mataría comer un poco más despacio?"

Lumie observó la expresión de Liwen. Saboreaba con pasión cada pequeño trozo de carne.

"...."

Lumie no podía negar que se veía apetitoso. Con saliva, bajando por su garganta, Lumie preguntó lo más calmadamente que pudo.

"Humano…¿Tan…tan deliciosa es la comida?"

Liwen llevó el tenedor hasta su boca. Sus dientes, sujetaron firmemente un pedazo de papa. El sabor que se expandía por su paladar, lo llenaba de felicidad. Estaba más que satisfecho.

"Por supuesto que es delicioso. ¿Es que nunca has probado la comida humana?"

El cabello de Lumie se erizó.

"¿Quién querría probar eso? No es para nada apetecible"

Liwen sonrió. ¿Le parecía a él o…el sistema tenía tendencias masoquistas?

"¿Entonces para qué preguntas?"

¡Jum!

Lumie le dio la espalda a Liwen. Se refugió dentro de su mente, ignorando por completo su alrededor. Ya no deseaba ver lo que hacía Liwen o…lo que comía.

Liwen se divirtió con el sistema. Eso podría tomarse como una pequeña venganza, luego de que su primera llegada al mundo fuera tan dolorosa y extenuante.

"Oye…oye…músico"

Thiev sacudió su mano, frente a Liwen. Atrajo su atención para poder comunicarse con él.

"¿Estás seguro que quieres filmar en la discográfica de Li´An? Él es un témpano de hielo y no es de fiar"

Li´An le dirigió una mirada seria y fría. Sus ojos expresaban claramente: deja de hablar y come.

Thiev se estremeció, y automáticamente, buscó refugio en Yennika. Pero la despampanante mujer ni siquiera lo miró. Se enfocó en comer su pescado sin espinas.

Liwen tragó. Limpió su boca con una servilleta, antes de dirigir su mirada hacia Li´An, quien estaba sentado a su derecha.

"Quiero…firmar con…tigo"

El corazón de Li´An latió con fuerza. Sentía como si Liwen no quisiera separarse de él. ¿Podía ser…que ambos no querían estar ni un minuto sin el otro? ¿Acaso…sentía lo mismo que él?

Li´An acarició su cabeza. Sus callosos dedos tocaron la suave y ondulada cabellera de Liwen. Se enredaron en esos hilos negros, que parecía que querían sujetarlo con fuerza.

"Esta bien. Mañana te estaré esperando a la salida de la escuela, para que vayamos juntos a la empresa. Así podrás firmar el contrato"

Liwen asintió emocionado. Mañana podría ver, nuevamente, a su hombre.

"Termina de comer. Te llevaré hasta tu casa"

Yennika detuvo el movimiento de su tenedor, por un momento. Observó la interacción de las dos personas delante de ella. Podía ver un vínculo bastante profundo y extraño, teniendo en cuenta el poco tiempo que había transcurrido desde su primer encuentro.

No podía entender el porqué de la actitud de Li´An; aunque no era como si le importara demasiado. Lo único que ella buscaba era un músico de calidad, y desgraciadamente, lo había perdido a manos de una empresa rival.

Yennika sonrió con decepción. El mundo de la música iba a cambiar, y no cabía duda, de que la empresa de Li´An, iba a estar en la cima.

¿Quizás era un buen momento para firmar un contrato de colaboración?, pensó la mujer antes de seguir comiendo.

—----

Li´An observó como Liwen ingresaba por la puerta de una enorme mansión. Mansión que parecía ser una cárcel, más que un edificio de lujo.

Lo que molestó terriblemente a Li´An, es que nadie parecía estar esperando al joven. Ningún empleado salió a recibirlo. Sus padres tampoco parecían estar preocupados sobre su paradero.

Li´An frunció el ceño. Algo no cuadraba.

"¿Tienes la información que te pedí?"

El asistente de Li´An le entregó unos informes. Estaban envueltos en una carpeta de color marrón.

Li´An comenzó a leer los papeles con detenimiento. Su mirada no tardó en volverse fría y aterradora.

Con cada letra que leía, las venas sobre su frente se iban haciendo más notorias. Sus manos se iban cerrando en un puño, destrozando las delicadas hojas de papel. La ira no hacía más que crecer en su interior.

"La familia Khei parece tener negocios en el mercado negro. Todos menos el joven Liwen, han firmado tratos con la mafia y hasta apoyan el un movimiento extremista que busca hacerse con el control de la nave"

El asistente detalló la información más importante.

"Continua"

"Desde el fallecimiento de la Señora Khei, Liwen no ha sido atendido por su familia. Su padre parece detestar su incapacidad auditiva, mientras que su madrastra y hermanastro lo ven como una molestia. No ha tenido una infancia normal ni tranquila"

Li´An presionó sus dientes.

"¿Qué le sucedió el día de la audición? ¿Por qué llegó sucio y herido?"

Li´An dejó el informe a un lado y observó atentamente a su asistente.

Sus ojos parecían estar reteniendo una violenta tormenta, que se gestaba en su interior. Se habían oscurecido con un profundo odio, que Li´An ya no podía controlar. Estaba sumamente molesto por el pasado cruel que había sufrido Liwen.

"Su hermanastro Kalisto contrató a unos matones para que le impidieran llegar a la audición a tiempo. Se podría decir, que pudo asistir gracias a su fuerza de voluntad"

Li´An cerró los ojos y se dejó caer sobre el asiento. Hundió su espalda contra el respaldo de cuero.

Respiró profundo. Necesitaba calmarse, o de lo contrario, no podría evitar ingresar en la propiedad y llevarse al joven. No le agradaba la idea de que viviera en una cueva de lobos.

"Lo último que nuestros hombres pudieron averiguar, es que Kalisto Khei ha estado interactuando con unos proveedores de droga. No sabemos el motivo, pero se ha reunido frecuentemente con ellos"

Li´An asintió.

"Mantenlo vigilado. Que no se te escape ni un detalle"

"Entendido Señor"

Li´An le indicó al asistente que encendiera el auto y regresaran a la compañía. Debía preparar el contrato para Liwen mañana y organizar su nuevo lugar de trabajo.

Li´An esbozó una leve sonrisa. De preferencia, Liwen debía ocupar la oficina junto a la de él.