Una vez que se negoció el horario y un aproximado de la paga que se le asignarían a Nephy, pedí estar presente durante el proceso de sanación del Duque.
Fuí honesto respecto a que me interesaba aprender magia de sanación y tras enviar la solicitud a la Duquesa mediante una sirvienta, se me concedió el permiso.
Ya tenía una idea de cómo usar magia pero desconozco los efectos de usarla irresponsablemente en el cuerpo de alguien así que usar magia de sanación en alguien sin haberla estudiado y probado está fuera de discusión.
A pesar de mi alto control y poder mágico hay muchos aspectos de la magia y mis habilidades de los cuales aún desconozco su uso y funcionamiento.
Tras un rato de hablar y compartir historias entre nosotros, una de las sirvientas se acercó para indicarnos que el sanador había llegado así que teníamos que dirigirnos a la habitación del Duque si queríamos estar presentes cuando el procedimiento se llevara a cabo.
Todos nos pusimos de pie y nos dirigimos allí, Nephy se paró a mi lado y caminamos un poco por detrás de los demás.
- Lo siento por hacer una petición tan egoísta a pesar de mi promesa... - Dijo ella en voz baja.
- No te preocupes por ello, es natural que tengas interés en hacer otras cosas a parte de estar conmigo todo el tiempo - No es sano para nadie dedicar absolutamente todo su tiempo a algo o en éste caso a alguien.
- No soy una pareja que te exija atención en todo momento y que dejes de lado tu propia vida por mí, también quiero que seas feliz y tengas amigos - Nos veremos en casa y pasaremos tiempo juntos en sus días libres así que no es para tanto pero entiendo un poco como se siente.
- Gracias... realmente encontrarme contigo es la mayor bendición que la diosa me dió - Ella sonreía cálidamente hacia mí, mientras caminábamos tomé su mano.
- Aún así, la principal razón por la que acepté trabajar aquí es que me ofrecieron entrenamiento, en éstas semanas me quedó claro que no puedo seguirte el ritmo, si quiero quedarme a tú lado necesito encontrar mi camino - Su convicción era notable y entiendo su frustración, otros antes de ella perdieron la esperanza en ser entrenados por mí, mis métodos no son para todo el mundo.
- Solo trata de no sobre esforzarte y cuando necesites consejo acude a mí -
- Por supuesto que lo haré -
Tras nuestro breve intercambio en voz baja, llegamos a la habitación del Duque.
Dentro se encontraba la Duquesa, Joseph, un grupo de guardias equipados con gruesas armaduras metálicas, espadas de una mano y robustos escudos de torre.
También había unos cuantos sirvientes entre ellos el anciano mayordomo de antes y finalmente un hombre delgado que vestía una larga túnica con capucha de color blanco.
Su rostro se veía viejo, tal vez de 50 años o más y su físico parecía delicado sin embargo podía sentir una cantidad decente de maná fluyendo por su cuerpo.
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Ulter (Humano)
Atributos:
Físico: E
Maná: B
Consciencia: B
Habilidades:
Magia de sanación de alto rango (A+)
Magia elemental Intermedia (C)
Control de maná (A+)
Sentido mágico (A+)
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La manera en que su maná se mueve es suave y refinada corriendo por su cuerpo de manera que sin necesidad de un corazón ésta se esparce a una velocidad relativamente alta.
Ya estoy aprendiendo de éste anciano mago incluso antes de que haga algo, me siento expectante de lo que podré ver a continuación.
- Ya que estamos todos aquí por favor comience anciano Ulter -
La duquesa habló en cuanto entramos instando al mago a iniciar el proceso de sanación.
- Bien, si me permite -
El anciano mago tomó con ambas manos su bastón y comenzó a conjurar algo en voz baja que gracias a mis oídos mejorados pude escuchar.
- Oh gran diosa, pido humildemente que dejes caer tu luz divina sobre ésta pobre alma afligida, Major Heal -
Una vez que terminó su canto el maná salio de su cuerpo concentrándose en el bastón y una vez la concentración de energía alcanzó cierto punto, de la punta salio una luz verde y pequeñas partículas de un maná muy ligero y puro comenzaron a filtrarse dentro del cuerpo del Duque.
- [Lujuria: Conocimiento], activada -
Inmediatamente comencé a comprender el principio de la técnica, primero el maná se pulveriza para volverse partículas muy pequeñas que sean fácilmente absorbibles y una vez esas pequeñas partículas entran al cuerpo del paciente, estimulan los procesos naturales de reparación de daños dentro del organismo pero eso no es todo, también aportan una estructura sobre la cual trabajar para hacer más rápido y eficiente el proceso de regenerar los tejidos perdidos.
El espectáculo de luz continúo un rato hasta que finalmente el anciano mago se detuvo e indicó que el proceso había finalizado.
- Las heridas internas de lord Leon han sanado por completo, debería despertar tras descansar un poco más -
El anciano mago parecía muy cansado, siento que una gran parte de su maná ha desaparecido. La técnica no es muy complicada en si pero parece que debido al escaso control de maná del mago éste desperdicia mucho por lo que es natural que se sienta cansado.
- Gracias por su trabajo anciano Ulter, nuestros sirvientes lo escoltaran de vuelta a su clínica y se encargarán de darle los honorarios correspondientes - Dijo la Duquesa.
En respuesta a sus palabras, el anciano mayordomo Andrew se adelantó para escoltar al mago que se limitó a asentir y hacer una ligera reverencia a modo de despedida.
- No sabía que el Duque tenía a un joven con tanto talento como tú, si alguna vez quieres aprender algo ven a mi clínica muchacho - Dijo el mago hacia mí antes de salir de la habitación.
Pensé que había escondido el maná que se filtraba de mi cuerpo pero el anciano logró verlo, parece que me falta más por aprender sobre éste extraño fenómeno llamado magia.
- Y bien Nathaniel, lograste aprender algo? - Preguntó la Duquesa.
- Solo un poco - Contesté, a lo que la Duquesa se mostró satisfecha.
- Ahora que mi marido se encuentra a salvo organicemos una buena cena, seguramente despertará con hambre - Ante sus palabras varias sirvientas salieron rápidamente y los caballeros también se retiraron de la habitación.
Solo quedábamos la Duquesa, Tara, Elizabeth, Joseph, Nephy y yo dentro del cuarto con el dormido Duque.