Una vez que salimos de la habitación me dirigí al mayordomo.
- Disculpe ¿Podría llevarme junto a las señoritas? -
- Por supuesto, sígame por favor -
El mayordomo era muy profesional en su trabajo, no hablaba pero tampoco generaba una atmósfera incomoda por ello, simplemente me dirigía con gran calma y tranquilidad.
Gracias a eso pude apreciar correctamente la mansión en ésta ocasión, el pasillo en el que nos encontrabamos estaba tapizado con una bella alfombra roja mientras que a los lados finos jarrones contenían plantas muy bien cuidadas y uno que otro adorno ocasional aparecía de vez en cuando dentro de mi campo de visión, gruesas columnas de un material similar a la roca sostenían un techo de aspecto pesado.
A los lados grandes vidrieras dejaban ver un jardín enorme, a lo lejos se podia observar el muro del perímetro exterior de la mansión con sus grandes torreones y almenas defensivas, el diseño era apropiado para una mansión noble pero solo serviría como distracción en un asedio.
Puedo ver a los guardias correr y entrenar en un pequeño campo de práctica adyacente al muro, por un momento recuerdo mi propio periodo como un recluta corriendo mientras cargaba sacos de tierra en las deserticas planicies de marte, mi marcha a través de tundras heladas y de espesos bosques, así como de paisajes insólitos para quienes nunca han salido de la tierra.
- Las señoritas ya lo esperan señor -
Por un momento olvidé dónde me encontraba y me perdí en los recuerdos pero vuelvo a la realidad con las palabras del anciano mayordomo.
- Gracias por guiarme -
Tras esa palabras me separo del mayordomo y me dirijo hacia una pequeña terraza techada al aire libre, del tipo que usan comúnmente las damas para tomar el té, parece que no importa el periodo o la dimensión en la que me encuentre algunas costumbres no cambian.
En la mesa hay lugar para cuatro personas pero solo tres de esos lugares se encuentran ocupados, directamente frente a mi está sentada Nephy a quien saludo con un sonrisa, a su lado izquierdo se halla Elizabeth quien rápidamente se percata de mi presencia y a la derecha está Tara quien también se dió cuenta de que me acercaba.
- ¿Han salido las cosas bien Nathaniel? -
- ¿Está nuestro padre bien? -
Tara y Elizabeth me preguntan casi al instante sobre la condición de su padre.
- Las cosas han salido bien, el Duque debería recuperarse pronto ya que he removido la fuente de su enfermedad -
Respondo mientras tomo asiento en la silla disponible frente a Nephy. Ambas hermanas se tranquilizan visiblemente.
- Sin embargo hay algo importante que necesito discutir en privado... -
A los lados hay doncellas y guardias rondando el área por lo que no se que tanto pueda revelar en su presencia.
Elizabeth parece entender a lo que me refiero e inmediatamente chasquea los dedos e indica a todos que se alejen, tras unos momentos todos se marchan.
- Puedes hablar ahora Nathaniel -
Una vez que es seguro hablar digo la verdad sin reparos.
- Lo que estaba matando a su padre no era veneno, era una maldición y una muy poderosa -
Si necesité de usar el poder de Ruminas para removerla creo que pocas personas habrían sido capaces de hacer lo mismo.
- Esos asquerosos bastardos!!! -
Elizabeth explotó de furia al instante pero por otro lado Tara se mantuvo tranquila al menos por fuera porque dentro debía estar al menos tan enojada como su hermana.
- Desafortunadamente yo no conozco magia curativa por lo que no pude hacer más que remover la maldición pero parece que ya han llamado a un mago sanador para que auxilie a su padre -
= Tal vez sería beneficioso estar presente al momento de que se realice la sanación, podría aprender la magia en ese momento señor =
Es una idea excelente, pediré estar allí.
- Al menos ahora mi padre ya no corre peligro, muchas gracias por todo lo que has hecho por mi familia Nathaniel -
Elizabeth, me agradece sinceramente, es un poco incómodo recibir tanta gratitud por algo que hice esperando una recompensa, el sentimiento no cambia no importa cuántas veces lo experimente.
- De todos modos lo hice por qué me pagarían así que no hay necesidad de ser tan sincera -
- Parece que no entiendes la magnitud de tus acciones Nathaniel, remover una maldición no es algo que cualquier persona pueda hacer, es posible que ni siquiera con dinero se pueda pagar un servicio así -
Elizabeth parece ser muy seria sobre éste asunto.
- Realmente no me parece la gran cosa -
- Debe ser por qué eres un viajero, en éste mundo las maldiciones son algo que un individuo cargará prácticamente hasta el día de su muerte, ya que es casi imposible conocer a alguien capaz de eliminarlas -
- Ella tiene razón, eres un individuo especial según los estándares de nuestro mundo -
Incluso Nephy estuvo de acuerdo con las palabras de Elizabeth.
- Supongo que deberé pensar mejor antes de actuar a partir de ahora -
Aunque sea posible para Alice acceder a la mayor parte de la información del mundo, sigue siendo una tarea imposible enterarse de todo dato relevante, más aún si no sé por dónde buscar.
- Sabía que era una buena elección traerle Nathaniel, me aseguraré de que mi padre te recompense adecuadamente -
Por fin tras un largo rato en silencio, Tara habló.
- Por otro lado, ¿Te interesa convertirte en caballero del ducado? -
La solicitud no me tomó por sorpresa pero ciertamente vino antes de lo esperado.
- Tus habilidades marciales son muy elevadas y eres una persona de confianza -
- Lo siento niña, tengo mis propios planes así que tendré que rechazar tu oferta pero si necesitas ayuda en el futuro, no dudes en llamarme -
No quiero vivir otra vida atado a múltiples responsabilidades, quiero ser libre, explorar un lugar que es totalmente desconocido para mí.
- ¿Estás seguro que no deseas quedarte Nathaniel? Concuerdo con mi hermana, eres alguien con talento y tus servicios nos vendrían bien -
Incluso Elizabeth trató de convencerme. Me giré para ver a Nephy pero ella parecía un poco nerviosa.
- A decir verdad, me invitaron a trabajar aquí como maga... -
Así que trataron de convencerla a ella primero, Nephy parece estar nerviosa, prometió estar a mi lado siempre cuando la conocí. Por otro lado parece tener interés en pasar tiempo con las chicas.
- Realmente no me interesa trabajar para su casa, pero por ahora he decidido establecer mi residencia aquí así que sería beneficioso si uno de nosotros está aquí como un enlace -
Miro a Nephy y le sonrío, ella se ve visiblemente contenta y me mira con agradecimiento.
- Entonces trabajaré aquí, aún no soy una gran maga pero ayudaré en lo que pueda -