La toxina no parecía ser normal, podía percibir un rastro de conciencia y malicia provenir de ella.
Se movía casi como un ser vivo arrasando con los tejidos en su camino, era lento pero si no es retirado rápidamente el Duque morirá en unos días de una forma sistemática y dolorosa.
= Más que una enfermedad o veneno eso parece ser una maldición señor, una enfermedad viviente nacida de maná oscuro =
Ya veo, si el maná oscuro es su origen entonces la luz podría ser útil para destruirlo, sin perder el tiempo cambio el atributo de mi maná a luz y trato de encerrar a la maldición en una jaula.
Ésta se resiste violentamente y se aferra al cuerpo del Duque como negándose a marcharse de un hogar cómodo, por más que lo intente parece imposible retirarla así que decido intentar otra cosa.
Canalizo la bendición de Ruminas por mi cuerpo liberando luz y usando ese poder sagrado para encerrar a la maldición, a diferencia del intento anterior ésta vez es posible rodearla y comienzo a tirar fuertemente de ella.
Tras un breve forcejeo un orbe de luz translúcida sale del cuerpo del Duque con una bruma negra dentro, ya que no se me ocurre otra cosa por el momento decido poner el orbe dentro de mi almacenamiento, una vez que compruebo que está ahí, me giro para explicarles a los presentes que he expulsado el veneno pero todo lo que veo son caras sorprendidas e incrédulas.
- ¿Ocurre algo malo? -
Ya que no parecen tener la intención de decirme algo pronto decido instarlos a reaccionar.
- Un Santo... -
Ante mi pregunta la duquesa exclama débilmente y Joseph se pone en una rodilla mientras inclina ligeramente la cabeza.
- Me disculpo por el trato anterior señor Nathaniel, no sabíamos que era un agente de la Diosa, espero que pueda perdonar nuestra falta de respeto -
Ante esas palabras no pude evitar quedar momentáneamente aturdido, me tomó unos instantes darme cuenta de lo quería decirme.
- Espera, primero que nada no me llames señor y segundo, quisieras explicarme ¿Por qué piensan que soy un Santo? -
Mi pregunta provocó que tanto Joseph como la duquesa se sorprendieran pero me contaron lo que sabían.
Para resumir, cuando usé el poder de la bendición de Ruminas para remover la maldición del Duque una parte de ese poder formó un halo dorado sobre mi cabeza como es normal.
Según lo que se sabe de la diosa Ruminas, sus agentes son capaces de canalizar su energía divina para conceder milagros y ésta se manifiesta como luz dorada, así que al ver el halo de luz sobre mi cabeza llegaron a la conclusión de que soy un Santo y por eso puedo usar poder sagrado.
- Es de esperar que no lo sepas si eres un viajero, Nathaniel - Joseph me explicó todo claramente mientras su madre se dirigía a revisar la condición de su esposo.
- Así que ese es el caso -
Ciertamente es posible que me considere un Santo porque puedo usar el poder de Ruminas y en realidad estoy aquí gracias a ella pero por ahora sería problemática llamar de más la atención de una organización como la iglesia de éste mundo.
= Ser objeto de persecución o veneración dificultaría las cosas ahora que no tiene la fuerza o el prestigio para protegerse señor =
Eso es verdad, por ahora será mejor ir con cuidado respecto a éste asunto.
- Por ahora me gustaría mantener el asunto en secreto así que agradecería la contribución de tu familia -
- No te preocupes Nathaniel, no sé el motivo pero por el honor de mi apellido prometo que ésto no se filtrará -
Mientras hablaba con Joseph, la duquesa ya se encontraba examinando a su esposo.
- Su semblante parece haber mejorado, ¿Has podido extraer el veneno que ponía en riesgo su vida? -
Joseph parecía un poco más relajado respecto a la condición de su padre.
- Sí, aunque por lo que parece no era un simple veneno sino una maldición -
Ese otro Duque subió un par de peldaños en mi escalera de peligro, fué lo suficientemente listo como para encubir un método altamente letal como algo no tan peligroso.
- Qué?! ¿Ese infeliz usó algo tan sucio contra mi padre? -
Joseph parecía estar extremadamente molesto, parece ser sereno la mayor parte del tiempo pero parece que esa noticia lo sobrepasó.
- Solo es una hipótesis pero seguramente el Duque moriría incluso si tú hermana aceptaba casarse con su hijo -
Así realmente podría tomar la influencia de la casa Blackwood para su familia.
- Parece que la situación era más seria de lo esperado, tendremos que pedir que la familia real intervenga en el asunto -
Joseph recuperó la calma y parece ya estar pensando formas de vengarse, si involucran a la familia real entonces se hará una gran investigación del caso.
- De todos modos la vida de tu padre ya no corre peligro pero necesita descansar y recuperarse del daño que ya hizo la maldición, desafortunadamente no sé magia curativa así que tendrán que encargarse de eso ustedes mismos -
Debo experimentar con más usos para la magia fuera del combate o no podré ser muy de ayuda en éstas situaciones, mi plan original era examinar el veneno y luego pedir herramientas y materiales para sintetizar un antídoto.
- No te preocupes por eso Nathaniel, ya has hecho mucho por nosotros, mi familia estará en deuda contigo para siempre -
Una vez dicho eso la Duquesa se puso de pie para dirigirse a mí de igual manera.
- Gracias por tu cooperación jóven Santo, en nombre de mi esposo te pido que permanezcas unos días en la mansión como invitado mientras preparamos una compensación adecuada -
La Duquesa se inclinó ligeramente y con gracia realizó una reverencia mientras hablaba, ciertamente no tengo a dónde más ir así que por ahora puedo quedarme.
- De acuerdo, será un placer ser su invitado -
Una vez dicho eso extendí la mano hacia ella y nos dimos un pequeño apretón de manos, después de eso la Duquesa tomó una pequeña campana ubicada en una mesa cercana a ella y la hizo sonar un par de veces.
Después de unos instantes la puerta de la habitación se abrió y un hombre de aspecto mayor entró, llevaba gafas para la vista, su pelo plateado estaba cuidadosamente peinado hacia atrás y vestía un traje negro impecable.
Sus movimientos no eran normales y denotaban un gran entrenamiento detrás así que el anciano ante mí era un hábil combatiente.
- Andrew, quiero que prepares la mejor habitación de huéspedes para nuestro invitado, Nathaniel, también quiero que te encargues de hacer que se sienta cómodo aquí no permitas que nadie le falte al respeto -
La Duquesa parecía mucho más animada ahora que cuando llegué, seguramente había pasado por una gran cantidad de estrés debido a la condición de su marido.
- Y haz que traigan al mejor sanador de la cuidad así tengan que arrastrarlo hasta aquí lo más rápido posible -
- A sus órdenes señora, por aquí joven Nathaniel -
El mayordomo hizo un gesto de asentimiento y me indicó que fuera con él.
- Olvidé presentarme adecuadamente contigo jóven, mi nombre es Sarah Blackwood, esposa del Duque y señora de éstas tierras - Antes de irme, la Duquesa me habló una vez más.
- Yo soy Nathaniel Lohken, viajero y soldado -
Después de decir eso me dí la vuelta para seguir al mayordomo.