El hombre se puso de pie estirando sus brazos con una sonrisa, su cuaderno en sus dedos con las páginas fluyendo en el viento. Un diccionario hecho a mano de bastantes palabras, todas sacadas de libros que lograba encontrar en el edificio, otras, en aquellos puestos de comercio a las afueras de la habitación.
"Con esto podemos mantener una conversación."-El hombre abrió el libro pensando, viendo su letra no muy agradable a la vista, de hecho, la caligrafía de los pequeños era mejor que la de él.-"Es muy diferente a mi letra en la academia, ¿Qué fue lo que le pasó a mi caligrafía?"
"No hablaré mucho, aún tengo problemas memorizando la estructura de las oraciones, te lo dejo en tus manos."-Volviendo a sus dibujos, la mujer tenía dos orbes de fuego recorriendo sus dedos. Pensando por unos momentos, soltando un leve risa.-"Letra de doctor, era verdad después de todo."
"Antes de salir, necesitamos esconder los rastros de Iera."-Mirando sus cuidadas ropas, camisas formales con engravados dorados y telas resistentes, bolsillos en sus prendas con botones y refuerzos. Mucho más caras que cualquiera casa alrededor.
En la bolsa cerca de la cama posaba un cristal celeste, cerró la bolsa y con un pasar de sus dedos, se distorsionó a una mochila de cuero, un sólo botón como cierre a comparación de la cremallera. Pasó sus manos por la camisa y la calidad disminuyó, de tela refinada a simple lana, sus zapatos lustrados y negros se deformaron para mostrar unas botas negras ya usadas por años.
Miró a su compañera ya usando un vestido celeste con pantalones grises y una cinta azul en su cintura.
"¿Lista?-Ubicándose en el centro de la habitación, el hombre reveló un enorme círculo, brillando en un tenue azul marino. Colores celestes recorriendo sus piernas, ilustraciones de montañas y ríos en cada intersección del hechizo, rastros de luz pintados por los cuidados dedos de él.
Un punto en su frente brilló enormemente y alumbró toda la habitación, obligando a la mujer a desviar sus ojos de la escena por lo sensible que se habían hecho gracias a la falta de velas. El hombre seguía en la pose, ahora con inmensos bultos surgiendo en su cuerpo haciéndole deforme, las picaduras de una manada de abejas recorriendo todo su cuerpo, jugos de su cuerpo cayendo al suelo con un pútrido olor a carne quemada. El sonido de sus huesos rompiéndose y perdiendo su compostura sonaba por toda la habitación, sus músculos chocando entre sí, rozando por todo sus miembros a la vez para encogerse. Hizo a la mujer notar que el cambio también sería doloroso, él tenía una resistencia al dolor, ella, no tanto.
El brillo dejó de sonar y se limpió los ojos para ver a un joven, rodeado de humo y ese olor a restos de humano, mucho más inocente y débil de lo que era antes. Un cabello relucientemente castaño, más oscuro que los arboles de fuera, pero al brillo del circulo a sus pies parecía rubio, dorado incluso. Se inclinó frente a él y le molestó con su dedos burlándose.
"Mi edad no cambia."-Sujetando el dedo con fuerza. Su voz cambió considerablemente, mantenía el aura de calma y paz con una pizca de alerta, pero en vez de provocar comodidad como su versión adulta, el joven daba una necesidad por ser protegido, como si un llamado dentro de ella le pidiera no dejarlo sin supervisión.
"Mírate, que adorable eres."-Abrazando fuertemente, casi haciendo que los ojos del joven exploten por la fuerza, ella sonreía.-"Te podría abrazar por años."
Soltándose del abrazo, el joven tomó aire y miró a la mujer enojado, puso ambas manos en sus caderas y apuntó al círculo con su cabeza. Sus fuertes ojos esmeralda la miraban con curiosidad, terminó sonriendo con su piel aumentando en un color mucho más vigoroso que el apagado pálido de antes .Su cabello en su final, absorbía un color más claro, una apariencia difícil de olvidar.
La mujer se mantuvo en silencio por un segundo admirando la imagen, se acercó para poner ambas manos en las mejillas del joven, soltando algunas lágrimas observando la hermosura del rostro del joven. El cabello cambiando de vuelta al gris, no a su voluntad, por medio de la propia magia de la mujer.
"Te ves exactamente igual."-Sonriendo feliz, volviendo a ver ese rostro sonreír tal cual lo hacía en el pasado.-
Provocando la sonrisa en la hermosa boca de su compañera, el chico veía a ella en la misma posición donde estaba él, se arrodilló y le permitió hacer lo que debía. Por unos segundos el joven puso sus dedos en su rostro, la imagen de su colega llorando al verle.
Ubicando su dedo en la frente de la mujer, logrando el tremendo brillo que competía contra el sol. Rápidamente el joven de cabello castaño introdujo una bola de color verde en la boca de mujer, dejándola sorprendida al sentir todo su cuerpo perdiendo los sentidos y quedar sin sentir nada, sus ojos demasiado pesados para abrirlos.
Escuchaba sus huesos tronar y acomodarse, pero no los sentía.
Veía sus músculos deformarse cuando sus propios parpados se abrían por la brutalidad de la mutación, caían al suelo cuando no podían mantenerse en su cuerpo. Contrario a su miedo, no sintió nada, incluso el olor que casi la había hecho cubrir su nariz antes, no parecía afectarle en su turno.
Vio sus propias manos, pasando de refinadas y bien cuidadas a las de una joven 8 o 10 años más joven, sentía su cabeza mucho más grande y el mundo se expandió, miró al compañero que tenía su dedo en su frente y él le contestó con una sonrisa, dándole el mensaje de que no estaba sola.
Ambos jóvenes se sentaron en la soledad de la habitación y el chico suspiró mientras buscaba algo en la bolsa que había traído.
Ambos ahora a la edad de hace mucho, sus apariencias no cambiaron solo se hicieron más jóvenes. Lo único que cambió fueron los colores de su cabello y el tono de sus ojos.
Miró a su compañera y ella había peinado su largo cabello ahora oscuro en una tomate con dos separaciones bajando desde su frente, su pálida piel se juntaba con su distintivo cabello de tal forma como lo hacían los dibujos de un profesional. Sus oscuros ojos parecían los del color de la noche, peligrosos pero hermosos frente a cualquiera, más bien, si alguien se acercaba podían distinguir que eran azules realmente, del mismo tono que el color fuerte de una lila en la cúspide de su vida. Sin embargo estaban ocultos, solo para aquellos que podían acercarse lo suficiente a su rostro.
"Toma, esto aliviará el dolor de tu magia."-Cuando la joven comenzó a tener ganas de vomitar comió la raíz de los dedos de su compañero. El color de enfermedad sin salir de su rostro pero un alivio en su suspiro.
Pero eso no curó el miedo, miraba por la ventana sin poder escuchar el débil viento, el volar de los pájaros ni tampoco la araña que se había escondido cuando comenzó el hechizo, miró su propia mano y una pequeña llama apareció, una burla a lo que ella solía hacer. El mundo se hizo más simple y mucho más peligroso.
"Usar magia de Iera será peligroso, debemos aprender la magia de aquí."-Mirando sus propios dedos, el joven contestó.
"Es curioso, me siento igual que antes de entrar a la academia contigo."-Mirando las cicatrices en sus dedos, la mujer observó su cabello oscuro, diferente al que ella tenía en esos tiempos.
"En poder mágico somos más débiles, yo debería estar al nivel de un estudiante promedio."-El hombre formaba un puño mostrando un aura azul, débil pero existente.-"Tendremos que priorizar nuestro aumento en nuestras fuentes."
La joven sonrió viendo ese rostro por segunda vez. Él hizo lo mismo, el antiguo rostro de su compañera le daba la bienvenida, él podía verla detrás de toda esa ilusión.
"Se te olvidó algo."-Llamando su atención, la mujer apoyó su brazo en su pies mientras los músculos a sus pies se quemaban.-"No podemos ir por ahí sin nombres."
Silencio, la joven comenzó a reír burlándose.
"Cierto, nuestros nombres son muy exóticos para esta tierra."-Pensando con fuerza, pensó en algo.-"Usaremos el apellido Yuhgo en caso de que alguien de Iera quiera buscarnos pero, ¿Qué nombre podremos tener?"
"Para tu suerte, sabía que se te olvidaría algo como esto, así que recolecté algunos nombres que escuché, están desde el más común hasta el menor.-"Tomando su cuaderno, le pasó la lista.-"Yo ya elegí el mío, así que toma tu tiempo."
El joven asintió avergonzado y comenzó a leer apurado, los nombres no le parecían nada atractivos. Miró al final de la lista y leyó uno que parecía cruzar con sus intereses, similar en cierta forma a algunos de Iera, raros en ese continente pero existentes de igual forma.
"Muy bien, listo."
Sonriendo orgulloso, se puso de pie junto a su compañera y ambos se miraron.
"Me llamo Jiang Yuhgo, un placer conocerte."-Ofreciendo su mano con una enorme sonrisa, comenzó a reír nervioso por la travesía que les esperaba. Luz en esos ojos que la habían perdido hace años.
"Me llamo Aliena Yuhgo, un placer."-Contestando al gesto, la joven sonrió al ver como ambos se sujetaban de las manos.
Ambos rostros al fin juntos, ya nadie en todo el mundo que pudiera apartarles del otro.
Tuvieron que saltar desde el segundo piso a los arbustos debido al cambio de magia, Jiang sujetó a su compañera y disminuyó su caída usando su espalda para prevenir que ella terminase herida. Se limpió la tierra de sus ropas y ambos caminaron hacia el sector mediano de Ciudad Roja. Ahora, unos simples jóvenes recorrían las calles del lugar como los cientos de su edad lo hacían, no unos adultos de otro mundo.
La calle principal del barrio pobre estaba llena de personas pidiendo dinero, muchos notaban que no llevaban nada en sus bolsillos salvo sus mochilas así que casi nadie se molestaba en verles, en cierta forma tenían razón.
"Pensar que volveré a formar parte de un gremio de aventura."-Jiang miraba el cielo pensando, de cierta forma emocionado por el nuevo inicio.
"No te ilusiones, recuerda que tu experiencia en Emíratos no fue buena."-Aliena miraba hacia el puente de ambos sectores, sin querer despejar su vista de los ojos de su compañero, obligada por la vista sin intención de los testigos.
"Eso era por el contrato con Liz, ahora, no estoy obligado a ningún objetivo."-Sonriendo a las futuras experiencias, veía a los dos pájaros volando por el cielo.-"Quizás podremos conocer a muchas personas, quizás crear un gremio."
"Con tu habilidad para atraer problemas es de esperar que al menos podremos ver cosas interesantes."-Aliena veía un carruaje a lo lejos, un cartel que estaba muy lejos para leer.
"Vamos, mi espléndida carisma nos salvará de todos los problemas."-Riéndose notando la sonrisa de ella, Jiang ajustó su mochila de cuero.
"Alto."-El guardia del puente les detuvo con la mano.-"¿Cuál es la razón de su movilización al Sector Medio?"
"Queremos unirnos al gremio."-La delicada voz de Jiang hizo que los ojos detrás del casco se cerraran y les permitiera el paso, la voz del continente conociendo a un nativo.
Caminaron viendo las diversas tiendas y la disminución de las personas pidiendo ayuda, era una vista tan antigua para ambos forasteros que difícilmente ignoraban hasta el mínimo detalle. Se detuvieron frente al edifico con las banderas castañas y rosadas, abriéndolas para ser respondidos por una cálida atmósfera, un letrero en la nueva lengua que con esfuerzo pudieron aprender. Una alfombra llevando a una barra de madera con dos sillas , dos mujeres trabajando de recepcionistas, recibiendo a los aventureros. A izquierda de ellas se ubicaba un gran bar con decenas de mesas ocupadas por grupos de aventureros, algunos con armaduras de plata o cuero y otros en ropa casual, ambos jóvenes caminaron hacia la recepción de la barra. Jiang sonrió sin contener su emoción.
"Queremos unirnos al gremio."-Al hablar logró que la joven tomara dos papeles y un pincel. Un gesto seco.
"Deberán hacer una misión de novatos para tener la confirmación del gremio y estar oficialmente incluidos en nuestros rangos."-La voz cansada de la mujer de cabello negro hizo que Jiang asintiera sin perder una pizca de motivación.-"Por favor firme aquí."
Jiang leyó todo con paciencia, se era reconocido que por cada aventura el gremio recibía una comisión del 30%. Los aventureros recibían tratamiento médico en caso de herirse en los viajes, debían poner sus nombres y ocupaciones.
Jiang llenó los papeles de ambos ya que él podía escribir mejor , se puso a si mismo como espadachín y a su acompañante como maga. La mujer tomó los papeles y los firmó con su propio pincel, tomó una hoja de un pilar que se veía sin fin y lo extendió.
"Esta es su misión, deben cumplirla en 2 días, si no, el gremio se negará a aceptarlos."-La mujer extendió el papel a Jiang y cuando fue retirado de sus dedos continuó hablando, sin siquiera mirarle al rostro.-"Deben esperar a que uno de los equipos que supervisará la nueva rama de novatos comience la expedición, seguramente comenzará en unas horas, pueden esperar en el bar. Cada grupo de novatos tiene una misión diferente así que no se preocupen po-.
La recepcionista alzó la mirada y se quedó muda al ver a ambos jóvenes salir por las puertas en camino a la misión.
"¡Esper-."-Trató de alertarles pero la puerta se cerró, dejándola como el centro de la atención por su grito.
-¿Qué ocurrió?.-Su jefa se asomó por la puerta de su oficina a sus espaldas y la miró cansada, su compañera de izquierda terminando de dar una misión.
"Dos novatos fueron a su misión solos, no escucharon sobre la incursión."-Sostuvo su frente frustrada, su jefa viendo por la ventana a los jóvenes que estaban caminando hacia el bosque.
"¿Ocurre algo?"-Un hombre portando una armadura de plata con su casco en sus brazos se acercó a la barra y miró a la recepcionista cansada.
"Un par de novatos han ignorado la noticia de esperar a la incursión, se acaban de ir solos."-La mujer se sentó en la silla sabiendo que la noticia de que ambos llegarían muertos vendría en unas horas.
" ¿Se acaban de ir?"-El aventurero se ajustó su espada a la cintura y miró a la puerta.-"Los voy a ver de lejos."
"No es necesario señor Buion, si esos idiotas quieren morir, que lo hagan."-La dura voz de la jefa hicieron que el aventurero experto riera levemente, ignorando su propuesta completamente.
"Solo es una misión de novatos, si las cosas se ponen malas les salvaré y les daré un buen castigo."-El hombre se despidió y salió por la puerta viendo a los jóvenes pasar por el puente.
Los siguió sin querer ocultarse y conversaban casualmente, la chica tenía una espada pequeña en la cintura de su vestido y el chico una mediana en su costado derecho, caminaban confiados y el chico parecía reírse de vez en cuando.
Al entrar al bosque, el novato leyó el papel y miró hacia la zona sur del bosque exterior de la ciudad, ambos caminaron y pronto escucharon a una bestia a lo lejos. Cerca de los árboles habían marcas de garras y algunas heces entre los arbustos.
Las misiones de novatos sólo involucran a un goblin o algunos zorros, en una expedición su grupo estaría vigilado por uno veterano para evitar muertes tan prontas.
Escuchaba al goblin en las ramas del árbol y veía que tan descuidados ambos estaban siendo, retiró su espada y se acercó sin hacer ruido viendo como la bestia de verde claro estaba por saltar hacia ambos novatos, dejaría que se lastimen y vean que la aventura fuera de la ciudad debía ser vista seriamente.
El grito seguido del salto del goblin hicieron que ambos novatos vieran hacia arriba, estuvo a momentos de interrumpir el ataque cuando notó la daga envenenada. A su sorpresa, el novato retiró su espada y bloqueó el ataque, con su pie lanzó al pequeño cuerpo del goblin al suelo y Aliena puso su bota sobre su cuello, cortó la cabeza de un limpio corte y volvió a guardar la espada después de limpiarla.
Buion guardó su espada y caminó de vuelta al gremio, sonriendo a la nueva sangre de ahora.
"¿Señor Buion? ¿Llegó muy tarde?!-La aventurera lo miró preocupada y se alivió cuando él negó.
"No son novatos en combate, quizás principiantes pero se manejaron muy bien, el chico pudo detener un ataque sorpresa."-El aventurero arregló su cabello oscuro y se sacó los guanteletes a la vez que hablaba."-Derrotaron al goblin de un corte, es mejor saltarse la expedición, lo más adecuado sería ponerles en la incursión de mañana para los aventureros Piedra.
"normalmente no haríamos eso. Pero si usted lo dice."- La recepcionista veía a sus papeles pensando.
"¡Heyo!"-La voz animada sonó desde la entrada y las tres recepcionistas junto al aventurero vieron a la puerta con la sonrisa de Jiang, dos orejas de goblin en su dedos.-"¡Ya hicimos la misión! ¿Hay algo más que tengamos que hacer?"
El joven dejó ambas orejas junto a la daga en el mostrador sonriendo, la mujer que le había atendido veía ambas cosas con asco, luego, miró a la sonrisa del novato.
"No puedes salir sin un gr-."-Antes de que pudiera terminar de explicarle, Jiang sacó otra cosa de un bolsillo en su cintura izquierda.
"Habían otros tres goblin, ¿Me puedo quedar con las orejas o esto también forma parte del 30% de la aventura?"-Dejó la bolsa abierta con las seis orejas y hizo que la mujer las inspeccionara.
"¿Dónde los encontraron? En el bosque exterior es muy difícil encontrar a más de un goblin junto a otro."-La fuerte voz del aventurero experimentado hizo que Jiang le viera.
"¡Un placer conocerte! Me llamo Jiang Yuhgo, ella es Aliena Yuhgo, es un poco tímida así que no la molesten por favor."-El novato se presentó e hizo que el aventurero se diera cuenta que él no lo había hecho.
"Perdón, me llamo Buion Malent."-El aventurero se apoyó en la pared de madera ocultando su vergüenza.-"Ahora, ¿Dónde se encontraron a ese grupo de goblins?"
"A unos metros del que trató tomarnos por sorpresa, los escuché por suerte, de no ser por Alie capaz que me hubieran disparado."-El novato admitió su error con una sonrisa y no mostraba ninguna pizca de mentira.
"Bueno, completaron la misión de aceptación, y lidiaron con un grupo de 3 goblins, espero que no tengan dudas en darles el rango piedra.-"El hombre miró al grupo de recepcionistas y ellas asintieron.
"Aventurero Yuhgo."-La mujer que le había atendido le llamó la atención y el joven se acercó mientras veía el papel.-"Ahora si firma esto ambos serán oficialmente aventureros de rango piedra."
El chico observó el papel y los firmó al terminar de leerlo.
"Bienvenido al Gremio."-El aventurero Buion le puso su mano en su hombro y asintió mientras volvía a la mesa donde estaba su grupo.
"Ahora, ¿Podemos tomar otra misión? Ya que somos rango piedra no debería haber problema."-El joven se acercó a la tabla que tenía todos los papeles de las misiones listos para ser reclamados, tomó uno sobre un algunos lobos tomando las cabras de una granja alrededor del bosque exterior.-"Tomaremos esta."
La recepcionista recibió el papel y lo vio con molestia, la orden no era matar a los lobos si no proteger al granjero mientras se reconstruía una cerca, no debería ser necesario un grupo para una misión de ese tipo si estaba al exterior de la ciudad.
"Debe saber algo aventurero Yuhgo."-La mujer se volvió a sentar y observó a Jiang mirándole atento.-"Cada grupo al ascender debe formar parte de una incursión una vez obtengan un nuevo rango, al obtener piedra, mañana deberá formar parte de la incursión que el grupo del señor Buion liderará a las minas del bosque exterior, así podrá ver que cosas están esperadas para su rango y la dificultad que requiere tomar el primer paso como aventurero."
"¿Una especie de ceremonia de iniciación?. Entonces, está la misión de ascensión y luego la ceremonia de iniciación."-El chico pensó en voz alta y asintió."-Muy bien, ¿Hay un límite de las misiones que puedo hacer?"
"Cada rango piedra tienen misiones diarias para mostrar su disposición para mantenerse en el gremio, usualmente son menores como la que está pidiendo o directamente están dentro de la ciudad."-La mujer miraba como Jiang se cruzaba de brazos escuchando todo.-"Son dos misiones diarias y estas dejarán de ser obligatorias una vez obtenga el rango plata, donde podrá tomar tantas misiones como quiera con autoridad de las recepcionistas.
"¿Es obligatorio formar parte de las incursiones de los rangos?"-El chico miró curioso a la recepcionista y logró que se pusiera nerviosa.
"Y-Yo."-Antes de que pudiera hablar, una enorme mujer musculosa salió de la puerta y vio a Jiang de brazos cruzados, pensando.
"Tú debes ser el idiota que se escapó sin el grupo."-La mujer se acercó al mostrador y miró hacia el nuevo aventurero piedra.
"Asumo que eres la jefa, te tengo una pregunta, ¿Es obligatorio formar parte de las incursiones de iniciación?"-Sin una pizca de respeto, miró hacia arriba a los ojos castaños de la jefa.
"Tú, no tienes ni una pizca de modales."
"Gracias, ¿Vas a responder mi pregunta?"-Justo al terminar, Jiang fue tomado del cabello y la jefa le hizo una llave en su cuello, apoyada en el barra. Al ver lo que le hicieron, el chico comenzó a forzar una voz falsa. monótona.-"La jefa del gremio se volvió loca."
"Debes saber respetarme, soy la persona quien autoriza tu licencia de aventurero."-La jefa soltó el cuello del chico y él volvió a sentarse en la silla sin un gesto de sorpresa. La espada de Aliena estaba fuera de su vaina cuando la mujer abrió sus ojos, sorpresa y duda a la vez, antes de que pudiera preguntarle fue interrumpida.
"¿Y bien? ¿Es una obligación?"-Volvió a cruzarse de brazos viéndole a los ojos, la mujer los cerró y contestó molesta. La espada de Aliena volviendo a su contenedor.
"No por ley, las incursiones están hechas para que los nuevos rangos puedan ver la calidad de las misiones que deberán hacer, además, te ayuda a comprender cuáles son las opciones de trabajar en equipo, como también socializar con nuevos aventureros y incentivar la creación de nuevos grupos."
"Ya veo, sí que son útiles.".-Al parecer había logrado captar su interés, pensando a sus adentros reveló sus intenciones. Una farsa para poder tener control en los nuevos aventureros-"¿La incursión es mañana cierto?"
"Sí, antes del amanecer, no llegues tarde."-La jefa se retiró de vuelta a su oficina y dejó a sus trabajadoras lidiar con el papeleo.
"Tomaremos cuatro misiones."-Jiang recibió uno de los papeles de las manos de Aliena y se lo entregó a la mujer.
"Un grupo no puede tomar más de dos misiones."-La mujer detrás de la barra sonrió con amabilidad mientras le negaba.-"Es para prevenir que un solo grupo tome la mayoría."
"Ya veo, entonces."-El chico novato se movió hacia un lado señalando a la chica que le acompañaba.-"Yo tomaré mis dos diarias y Aliena también."
"Y-yo eh, hm."-La mujer pensó mientras trataba de encontrar la forma de explicar, su forma de hablar era anormal para ella.
"Yo me encargaré si quieres."-Su compañera la miró sonriendo y asintió, era la chica nueva así que quizás podría lidiar con ellos de mejor forma.-"Cambiemos de lado."
Ambas recepcionistas cambiaron de asientos y Jiang miró sonriendo a la nueva.
Una mujer, de edad joven como ambos estaba sonriendo hacia el aventurero, tenía un vestido marinero con el pañuelo blanco apuntando hacia su torso, su largo cabello con rizos caía en sus hombros. Un adorno con forma de un gran gorro de lana en conjunto con su traje, sus cálidos ojos negros veían al aventurero sonriendo de vuelta.
"Seré la recepcionista a cargo de ustedes dos desde hoy, me llamo Agah, un placer conocerles."-Sin un rastro de nerviosismo, la mujer miró a ambos jóvenes.
"Un placer, ya sabes nuestros nombres."
"Entonces, ¿Querían tomar misiones por separado? Aquí están los papeles de ambos."-La mujer les entregó los papeles y esperó a que el chico los leyera.-"¿Desea algo más?"
"No gracias, iremos ahora mismo."-Apurado como la primer vez que le vio, se retiró del edificio con la chica siguiéndole. Miró la puerta cerrarse y luego a su compañera que había terminado de atender al grupo de novatos.
El cielo ya de un tenue naranja.
Jiang observaba al cielo colgando de un árbol, viendo al granjero trabajar en la madera, ya tenía la forma de la cerca pues solo le quedaba plantarla, a unos segundos escuchó un ruido a su lado y Aliena ya estaba sentada con él, masticando carne recién cazada.
"¿Cómo fue?"-Se movía de un lado a otro buscando diversión, no parecía haber presencia de alguna bestia en metros.
"El niño estaba asustado dentro de un tronco, lo encontré a penas salí de la aldea."-Terminando su abocado le entregó uno a su compañero a la vez que abría el papel para comerse otro.
"El anciano está por terminar, le ofrecí mi ayuda pero se negó de inmediato."-Viendo el atardecer golpeando la muralla de la ciudad se bajó del árbol en una voltereta y caminó hacia el granjero. Notando un leve cojeo en su pierna.
"Jiang, ya terminé."-El hombre miró al aventurero limpiándose el sudor de su cuello.-"Muchas gracias por su protección."
"No se preocupe, intente poner pantapajaros, póngale una de sus ropas viejas, con algo de su olor el lobo no atacará más seguido a menos que esté muerto de hambre."-El aventurero recibió la firma del granjero mientras el anciano asentía, ignorando cómo había dicho una de las palabras de Neris de mala forma.-"Cuídese, si ocurre algo vuelva a ponerse en contacto con el gremio."
Se despidió con una sonrisa. Ahora entrando al camino con su hermana a su derecha, en la puerta Oeste no parecían tener una compuerta de puente retractable ni un rastrillo como la entrada Este, debería ver un mapa para comprender por qué
Abrieron la puerta del gremio viendo como la mayoría ya se retiraba y muy pocos grupos quedaban en las mesas del bar.
"Terminamos."-Dejó todos los papeles con las firmas y fueron recibidos por las delicadas manos de Agah.
"Felicitaciones, por ahora han llegado al límite diario de rango piedra, esperamos que mañana lleguen temprano para la incursión."-La mujer sonrió al gesto de respuesta de Jiang.
"Nos vemos mañana."
Ambos aventureros se retiraron del edificio hacia la sección pobre, desapareciendo en la lejanía de la gente que caminaba hacia sus casas, nadie sin poder ver como aquellas personas saltaban por las paredes de las miles de secciones en el sector, pasando por el puente al bosque como una de las decenas de aventureros.
Jiang subió al árbol de un salto una vez apoyado en la rama, ayudó a Aliena a subirse a la especie de suelo hecho de ramas y hojas que estaban camufladas en la copa del árbol, ambos se recostaron viendo las hermosas estrellas sobre ellos, con atención.
"En Hetis no se pueden ver por las luces de los edificios."-Aliena descansaba en su mochila, a su lado su compañero viendo las hermosas lágrimas del universo.-"Deben estar mirándolas también."
"Hm, Magi debe estar pensando en nosotros en su habitación."-El aventurero novato dejó salir una pequeña risa con el sonido de grillos distante y conejos escapando a sus madrigueras.-"Me alegra que lograran hacerse amigas, fue un alivio verlas tan juntas de vuelta en Gyon."
"Con alguien como María con nosotros era un deber estar juntas."-Logrando la pequeña risa en la cálida voz de su acompañante, veía el rostro sin género de su amigo, en la oscuridad asesinada por la luna, algunos destellos de algún que otro hechizo de los aventureros en sus misiones.-"Ya espero verles cuando los encuentres con tu viejo rostro."
Jiang sonrió, pensando en las expresiones de sus amigos y aprendices, dejando su vista a las estrellas, adornadas por las almohadas de polvo estelar y deslumbres de la luna, escuchó a Aliena dormirse gracias a su facilidad para detectar cambios a su alrededor. Continuó viendo la pintura a su presencia, sin molestarse en comprobar si ella estaba actuando su descanso, no tenía por qué hacerlo ahora. Una vez estuvo seguro que ella no se encontraba despierta, su expresión se transformó de la expectante, a una melancólica.
"Me pregunto cómo estarán Mikaí y Liz."-Su voz sufriendo un cambio tremendo, dejando de tener ese tono de los jóvenes de su apariencia, un tono más maduro, mayor seria la mejor forma de describirlo.
Cerró los ojos y durmió con calma, adentrándose a su mente de forma agobiante.
Abrió sus ojos por lo que pareció un pestañeo, viendo el amanecer ya asomándose por los árboles, se sentó despertando a su compañera, sin ninguna intención de mencionar ese aprieto en su torso debido a ese curioso sueño. Los ojos azulados no humanos mirándole con odio, ansiando comerle en la profundidad de su mente.
"Vamos, el gremio ya debe estar abierto."-Se burló con una sonrisa del desordenado cabello de Aliena, luego saltó al césped sujetando a la joven que había saltado, sabiendo que la tomaría.
Ambos caminaron mientras la aventura se peinaba y sacudía las hojas, los guardias al verle se parecieron sorprendidos, el chico les sonrió para desviar sus sospechas. Pasaron por el barrio pobre viendo a algunos aventureros salir de sus hogares hacia el edificio en el sector medio, como ellos lo estaban por hacer, incluso si uno de ellos estaba formando parte del gremio por más de 3 años. Ambos aventureros Yuhgo entraron al edificio con Agah firmando papeles, una leve sonrisa en su rostro con un tono suave surgiendo de su garganta.
"Ya veo que llegaron temprano, deben esperar a algunos rango piedra que deben estar en camino, algunos viven en el sector Este de la ciudad."-La mujer estaba llena de papeleo así que no veía a Jiang sonreír confiado, una vista concentrada en sus ojos pero no alterada ni nerviosa.
"Toma."-El chico le entregó una misión de rango cobre, sabiendo que estaba inmersa en firmar papeleo y sonrió al ver que había dado la aprobación del viaje, un reflejo que la había tomado en sorpresa.-"Nos vemos en unos minutos."
Ambos chicos se retiraron con rapidez, llamando levemente la atención de Agah que no entendía lo que ocurrió, miró a su lápiz y se asustó al ver el comprobante que ella autorizó, la aventura de dos rango piedra a una misión de rango cobre, novatos rango piedra sobre todas las preocupaciones.
"¡Espera!"-Gritó fuertemente, siendo contestada por la puerta cerrándose, al verla alterada los aventureros la vieron sin entender y la puerta detrás se abrió. La jefa levemente asustada, la veía sujetar un comprobante de misión en sus dedos, se acercó con una presencia cubriendo su sorpresa por el grito, Agah arrepentida en mostrar el papel.-"El señor Jiang y la señorita Aliena fueron a una misión de rango cobre, estaba centrada en el papeleo de la incursión de rango cobre y lo hice sin pensarlo."
La jefa suspiró y observó por la ventana a ambos jóvenes saliendo de la vista, sonriendo.
"Esos idiotas se matarán a si mismos, no te culpes. Su muerte caerá en ellos pero dame el comprobante y uno nuevo, debo dejar en claro el error."-La jefa tomó un comprobante vacío y llenó la información de la aventura atenta, a diferencia que la firma de su recepcionista puso la de ella.-"Vamos, no se centren en cadáveres, de vuelta al trabajo."
La mujer desapareció de vuelta a su oficina y dejó a sus dos trabajadoras pensando a sus adentros, una sin ningún sentimiento por el evento, otra, sintiendo que había asesinado a dos jóvenes.
Jiang sonreía confiado, sujetando su espada.
Aliena sólo veía al barrio pobre, aparentando aburrimiento para evitar que le hablaran, aún no se sentía muy cómoda hablando el nuevo idioma.