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Chapter 10 - Capítulo 10

"Escuché que el Rey rojo logró obtener un nuevo accesorio." -Una voz le hablaba a la figura a la mujer sentada, mirando al paisaje en la noche.-"Un mercenario privado, un contrato permanente al parecer, incluso les permitió tener un edificio en la cerca de la entrada noble."

"¿Oh?" -La fuerte voz de la mujer sopló el humo de sus pulmones y cruzó sus piernas viendo a las montañas del sur.-"Me pregunto qué le llamó la atención, ya me está dando envidia."

La monstruosa sonrisa se enmarcó en la sombra.

Jiang bostezó a la vez que se movía de la cama de un lado a otro, a diferencia que la madera, árboles y césped, era tan cómoda que no quería salir. Veía el recorrido de las hojas de cerezo que brillaban en el atardecer frío del invierno, se sentó en la cómoda cama y se estiró.

"Es un alivio volver a dormir todos los días." -Tomó un cuaderno y lo leyó. Ignoró a los nobles mirar a su nueva casa cerca de su sector, desde el segundo piso podía ver los parques de las casas.

Su regalo era bastante grande, similar en estructura a la de Isha pero con dos habitaciones más en el primer piso. En la habitación frente a la suya estaba la de Aliena, dos habitaciones después de las escaleras al primer piso. A la izquierda de la entrada estaba la sala de estar, una puerta llevando a la cocina al final de ella. El pasillo a un lado de la escalera llevaba a dos habitaciones libres y luego al baño.

Su propia casa, la sola idea le hacía sonreír.

Se levantó de un salto aún teniendo sus ropas de noble y abrió un armario revelando las ropas de su otro continente. Tenía tres pares de pantalones, dos camisas y una chaqueta negra. Un par de zapatos formales negros estaban al final del gran armario y una corbata con un diseño de rombos negra a su lado.

Se retiró su ropa noble y se puso un conjunto de su uniforme militar antiguo sin la chaqueta. Las modificó a una camisa similar a la anterior y unos pantalones similares a los de los guardianes. Sus zapatos se convirtieron en unas botas castañas con tiras azules y usó la chaqueta noble convirtiéndola en una con menos detalles, cambiando el color principal al celeste.

Transmutar algo era fácil una vez prácticas lo suficiente, cosas inmateriales resultan bastante fáciles de cambiar. Moldear las cosas y modificar sus colores es una tarea que consume práctica, una camisa a otra de distinto color y menos apariencia de calidad es una de las tareas más simples, aún así, debía cuidar recordar el transcurso del cambio, pues no es infinito.

Aún no llega a ese nivel, tampoco lo había hecho antes de llegar a Neris.

Tomó una espada y esta pareció convertirse en un cinturón azul que ató en su cintura. Recogió unos guantes castaños y los afirmó con fuerza.

"¡Aliena!" - Pateó la puerta revelando a la mujer durmiendo llena de almohadas, tenía el brazalete mostrando un imagen de dos adultos, una joven de cabello rojizo sonriendo a la cámara.

Tomó el proyector dejándolo en su escritorio, recogió la jarra de agua y se la vertió en la boca logrando despertarla.

"¡Idiota!" -Le escupió el agua en el rostro y se limpió con su brazo.

Bostezó una vez se despertó completamente.

"Es hora de ir al gremio, deben estar esperando nuestro reporte en la misión de los cerdos desaparecidos." -Aún con su cabeza en una de las miles de almohadas, Jiang le habló.

"Me vestiré y iré." - La mujer se puso de pie dirigiéndose a su armario solo llevando su pijama rosado.

Jiang se retiró de la habitación despidiéndose y bajó las escaleras viendo los nuevos muebles que venían con la casa, a diferencia que la de Isha tenían roca como adorno principal, dándole un aura más fría a la casa. Tomó uno de los panes de la mesa y salió tomando su bufanda gris a la calle.

Tan pronto le vieron los nobles que entraban a su sector comenzaron los murmullos. En camino al el gremio vio una joven vistiendo un uniforme militar con cabello naranja pasar hacia el sector noble, dándole una mirada para estudiarlo. Pasó a su lado sin preocupación y corrió hacia el gremio de aventureros.

Muchos al verle eran tomados de sorpresa por su rapidez, el gremio de aventureros estaba ubicado en el Sector medio justo en el centro de la calle principal. Entró con confianza y la recepcionista lo vio de inmediato.

"¡Señor Jiang!"-Sacándole el pan sin terminar de su boca, la mujer lo miró preocupada.-"¡Pensábamos que habían tenido problemas!"

Jiang tomó el pan de vuelta y sonrió a la mujer.

"Nos dejamos llevar por una reunión con un conocido, perdón." -Tomando el papel de su bolsillo, le extendió el reporte.-"Un grupo de Duendes habían tomado a los puercos, ya los devolvimos a la aldea de pan."

La mujer tomó el reporte de la misión y asintió.

"Debe dejar de ir a las misiones solo con su hermana, necesitan poder trabajar con un equipo." -La mujer miró al rostro del aventurero nuevo, solo logrando que el mismo sonriera confiado.

"De ninguna forma, los dejaría atrás en un parpadeo." -Con su mano en la cintura, el joven apretó su puño confiado.-"No te preocupes, me las puedo arreglar."

"Veo que el mocoso sigue vivo, ya estábamos pensando que una babosa te había comido." -La jefa le desordenó su peinado y le hizo agacharse para evitar el dolor. Aprovechando que la hermana del tipo no estaba presente.

" No soy tan débil, tenga un poco más de fe en mi."-El aventurero arregló su cabello y hizo a la jefa sonreír.-" Bueno, vengo por mi misión diaria."

"Ah, ya no es necesario que tomes las misiones diarias." -Mientras volvía al escritorio, la jefa comenzó a ordenar papeles mientras hablaba.-"Una carta de los cargos altos en el Reino cereza te promovió a un aventurero oro, tu hermana también fue ascendida a plata."

Jiang sonrió mientras se imaginaba a al Rey rojo escribiendo una carta logrando tal acción.

"¿El Señor Jiang es tan fuerte?" -La recepcionista volvió a su posición y miró la carta que su jefa tenía en sus dedos.

" Seguramente le pagó a algún idiota de nuestros jefes para subirse el rango y no tener que hacer misiones en equipo, que bastardo tan confiado."-La mujer adulta suspiró y tomó un papel de misión.-"Toma, cada aventurero necesita una misión de nivel de Plata para ascender a Oro, ayudará a aumentar la confianza del gremio con tu hermana también."

Jiang tomó el papel, misión de escolta, otros dos aventureros irían con ellos cerca de las montañas del Este, debían llevar al carruaje y su dueño a la ciudad de la costa entre el Reino rojo y Carán.

" Ten en mente que tu hermana sigue siendo plata y los otros dos aventureros también, si bien es tu misión de ascensión para ellos tres será la misión de incursión. Trata de no asustarlos, no queremos que crean que el rango plata puede ser un problema para un rango oro."-La mujer miró al aventurero y él sonrió confiado.

"Solo no mueras, será un fastidio hacer el papeleo de un cadáver."

"No se preocupe, volveré en una pieza." -Jiang guardó la misión en su bolsillo y salió del gremio despidiéndose.-"Nos vemos."

La jefa y la recepcionista veían la puerta cerrarse con la sonrisa del joven como última imagen.

"Pero Jefa, ¿Cómo pudieron dos aventureros de piedra ser ascendidos a Plata y Oro?" -La joven recepcionista miró preocupada la puerta, el joven Jiang, uno de los aventureros más animados que había.

"Debe tener conexiones, algún pez gordo que confía en él pues no ganas nada subiendo a alguien de nivel. Solo logras que esa persona aumente su prestigio y pueda hacer más misiones." -La jefa terminó de fumar y miró al techo.-"A menos que los quieras muertos."

Los hermanos Yuhgo.

La serena Aliena y el sonriente Jiang.

Pronto comenzarán los apodos y rumores.

Jiang ajustó la montura al caballo y ayudó a su compañera a subirse al gran caballo negro que la esperaba. Ambos portando sus ropas compradas.

"Gracias." -La joven le sonrió y él lo hizo de vuelta.

"¿Están todos listos?" -Jiang se subió a su propio caballo y miró a los otros dos aventureros nerviosos.-"¿Alguno de ustedes ha hecho alguna misión de escolta?"

Ambos negaron.

"No se preocupen, solo tienen que mantener las posiciones que les voy a decir." -Jiang dibujó en un papel donde el señor del carruaje estaba en el centro, al frente estaba Jiang sentado a un lado de él, detrás estaba Aliena y a cada lado ambos aventureros.-" Cada uno debe respetar su posición y alertar a los demás de cualquier problema a la vista, ¿Entendido?"

Ambos aventureros asintieron.

"No estén tan nerviosos, ambos son de nivel plata, estarán bien, solo es un viaje a la costa." -Jiang maldijo tener que usar su cargo.-"Soy un aventurero oro, estarán bien. No puedo permitir que ustedes terminen heridos."

Al escucharle mencionar su rango parecieron calmarse un poco más.

El sistema de rangos de los aventureros era basura, simple y fácil de engañar.

Un sistema tan idiota basado en capacidad de cazar llega a que los aventureros se confíen y se enorgullezcan de sus rangos, pero el solo requerir la muerte de un monstruo para ascender muestra lo estúpido del sistema. Salvo la ascensión al rango plata que requiere trabajo en equipo.

La escasez de rango Cereza en Neris era una clara prueba.

Detuvo una flecha con su espada y miró al bosque.

"Un grupo de bandidos, estamos acorralados." -Jiang dejó al dueño dentro del carruaje y miró al líder de los bandidos salir, una decena de ojos en las manos del aventurero.

Sacó su espada por completo y negó otra flecha mientras veía a Aliena conjurar un escudo protegiendo a los dos aventureros y el carruaje. Algunos proyectiles provocando leves cortes en sus brazos, su rostro sin salvarse.

Ella estaba detrás del carruaje, él al frente, de esa esa forma no dejaría su magia al descubierto pero debía acostumbrarse a sólo usar la magia de Neris.

Suspiró concentrado y tomó un bastón con las enmarcaciones de un círculo de fuego. Apuntó el arma al bosque y quemó cinco árboles logrando hacer a los bandidos con pañuelos verdes en sus cuellos salir al camino.

Saltó a la tierra y miró si habían más de ellos, detrás con Aliena había un grupo de 6 que los aventureros lograron retirar de sus escondites.

Caminó hacia ellos sorprendiéndoles, su espada sólo estaba apuntando al suelo y no parecía tener una defensa.

"Un aventurero novato.-El mayor de ellos con dos pañuelos, uno en su cuello y otro en su brazo, caminó hacia Jiang confiado. El hacha descansando en su hombro.-" Si nos dan toda su mercancía los dejaremos vivos, somo así de generosos."

Sonriendo a la expresión sin ánimo de Jiang, el bandido lo veía levantar su espada.

"Ni siquiera tengo que usar magia con basura como ustedes." -Soltó el bastón al suelo y logró la sorpresa de los bandidos menores, en el mayor, indignación.

"¿¡Quién mierda crees que eres!?" -La hacha del bandido cayó al suelo y levantó una gran capa de polvo, se alejó con rapidez y esquivó a duras penas un zarpazo de la espada del aventurero.-"Mierda."

"Me llamo Jiang Yuhgo, soy aventurero de nivel Oro." -Caminando entre la capa, esta vez su espada recostada en su hombro.

El rostro de los bandidos verdes cambió de inmediato, los menores en autoridad mirando a aquel con dos pañuelos.

"Jefe es mejor irnos, no podemos lidiar con un rango Oro." -Uno de los bandidos mayor edad, logró hablar.-"La carta no decía nada de esto."

Jiang sonrió mientras veía el miedo de la mayoría de ellos.

"A la mierda, esto no lo vale." -El bandido de dos pañuelos lanzó la orden de retirada y trataron de huir entre el bosque quemado.

Jiang los vio corriendo y tuvo la intención de seguirlos, pero no estaba solo. Volvió al carruaje y miró a Aliena sentada en el carruaje dibujando mientras los otros dos aventureros estaban sentados tratando de recomponer su respiración.

Había un bandido muerto y los otros cinco estaban atados al suelo. Jiang guardó su espada en su vaina y se acercó a ambos aventureros, sus cejas enojadas por no poder seguir a aquellos que escaparon.

"¿Están bien? Lucharon bastante bien para ser su primera misión de Incursión." -El aventurero de Oro sonrió a los cansados aventureros y logró motivarlos aunque sea un poco.-"Ahora vamos, tenemos que subirlos al carruaje."

Tomó del brazo al aventurero y ayudó a la otra a ponerse de pie, se acercó a uno de los bandidos y lo tomó en su hombro para lanzarlo sin cuidado a la parte trasera del carruaje.

"Puede que alguien le esté dando información de las misiones a los bandidos, no parecían estar mal informados de igual forma, parece que sólo se esperaban a aventureros Plata novatos." -Le habló a su hermana mientras dejaba al último bandido escuchando al dueño del carruaje ver a los bandidos. -" Los llevaremos con nosotros de vuelta al reino una vez cumplamos la misión."

Volvió a cerrar la cortina y se sentó en el asiento delantero, el fuego cerca de ellos ya comenzando a extinguirse.

"¡Seguiremos la misma formación!"

Ordenó a los caballos a avanzar y sentaron camino hacia las afueras del bosque. Les tomaría dos días caminando a la frontera, a caballo tardarían un día si usarían los caminos anexos pero que no eran seguros para la mantención de la mercancía.

Debían ir por el camino principal que recorría el bosque y las cimas a lo largo de la zona Este, a caballo y con receso les tomaría unos 4 días.

Pensó a sus adentros, se demorarían 6 días en recorrer, quizás más por tener que llevar a los bandidos de vuelta.

"Podría reducir esos cuatro días a dos si altero la energía de los caballos, en el camino de vuelta cambiaría esos tres a dos."-Jiang comenzó a pensar en voz alta, su vista sorprendida a la nada. Una pizca de tristeza consumiendo su concentración.

Respiró profundamente, su respiración comenzando a tranquilizarse.

" Tranquilo, ya no estás en Iera."-Comenzó a convencerse a sí mismo, la frontera ya cayendo en la oscuridad.-"Puedes estar tranquilo, no hay apuro."

Su voz tratando de convencer a su mente.

Una vez el sol se ocultó por completo, el carruaje de detuvo y Aliena fue la primera en saltar al suelo para estirar sus piernas.

Jiang afirmó la tienda y se sentó a un lado de la fogata viendo a los aventureros combatiendo por quién se quedaría en la espalda de la tela al dormir, sonrió mientras veía a algunos animales correr al verles y esconderse.

"¡Soy la mayor así que yo decido!" -La aventurera sujetaba la mejilla de su hermano mientras trataba de ganarle en fuerza.

-"De ninguna forma! ¡Por unos segundos!" -Sin ganarle en fuerza, el aventurero intentaba de salirse de su agarre pero estaba de espalda a un árbol.

"No hagan eso en medio de una zona desconocida." -Jiang arregló el fuego y logró que los gemelos dejaran de pelearse.-"Solo decidan con una moneda si están frustrados."

El aventurero de Oro les lanzó una moneda de cobre y la mujer la alcanzó para mirarla.

El varón, el que usaba la armadura incompleta estaba mirándole sonriendo mientras descansa su mejilla en su puño. Su piel era pálida y sus curiosos ojos dorados le miraban con emoción, su cabello pelirrojo estaba peinado para caer en su lado derecho hasta su su cuello, su sonrisa hizo que Jiang levantara los hombros sin comprender.

"Si que eres fuerte, ¿Quieres combatir?" -Mostrando su puño confiado recibió un golpe fuerte de la mano de su hermana.

Se mostraba que era la mayor, su cabello y tez de piel era similar a la de su hermano salvo diversas pecas alrededor de sus ojos castaños, su nariz era más redonda y sus labios mucho más carnosos. Su peinado era similar al de su pariente salvo que caía a su lado izquierdo hasta su pecho izquierdo, unas leves ojeras debajo de sus ojos hicieron que Jiang se centrara en ella.

No usaba armadura, tenía una camisa de tela abierta mostrando su clavícula con pecas y un collar de una ancla de barco.

"¡Es un rango Oro!" -La mujer hizo que Jiang sonriera ésta vez siendo él quien captó la atención.

"En otras circunstancias, tengo que estar en alerta por los bandidos que se escaparon, vayan a dormir." -Disminuyendo un poco la altura del fuego, miró a ambos gemelos curioso.-"¿Ocurre algo?"

"Nunca nos dijo su nombre." -El varón lo miró esperando la respuesta.

"Me llamo Jiang Yuhgo, la de ahí es mi hermana, Aliena Yuhgo" .-Señalando a la mujer que escribía en un cuadernos.-"Ahora vayan a dormir, mañana tenemos que partir antes del amanecer."

"Un placer conocerte, me llamo Ayen, recuérdalo." -Sonriendo con confianza, el aventurero era forzado a entrar a la tienda por la fuerza de su hermana.

"Yo me llamo Aman, gracias por su ayuda, señor Jiang." -Logró empujar a su hermano dentro de la tienda y se despidió del otro par de hermanos.

"Me recuerdan a Prisa y a ti, siempre actuabas inmaduro buscando problemas." -Aliena terminó de escribir y miró a Jiang sonriendo, al verle el aventurero asintió.

"Me pregunto cómo le va enseñando a esos cabezotas." -El joven se apoyó en el tronco con las ascuas de fuego cayendo en sus botas.-"Kinio debe estar matándola de estrés."

Aliena dejó salir una pequeña sonrisa mientras se apoyaba en el hombro de su compañero.

"Deben estar hablando de nosotros en su tiempo libre, ya quisiera ver el rostro de la General cuando te vea relacionándote con nobleza, de nuevo."-Mostrando uno de sus dibujos, la mujer se centró en el de una mujer sumamente bella detrás de un árbol tan grande como las montañas.-"Seguramente te hará limpiar los suelos de los baños de todo el dormitorio."

"Ella tiene más confianza en mi que eso." -Riendo mientras veía los retratos que la joven había hecho de sus antiguos camaradas, tomó uno a los que le tenía bastante cariño.-"Solo me haría limpiar su oficina."

En el dibujo una joven con cabello corto naranja de tez oscura estaba riendo a todo pulmón. Estaba usando una chaqueta azul con complementos blancos sobre de una camisa militar negra, bastante similar salvo los colores a la camiseta militar que el tenía. Sus dorados ojos estaban cerrados pero él ya los tenía gravados en su memoria.

Tomó otro, esta vez la joven del retrato anterior se encontraba acompañada de otros cinco jóvenes con un uniforme igual al que Aliena portaba al venir a Neris. Pero todos tenían menos adornos y sin los símbolos en su cuello y brazos. La joven de tez oscura con compostura musculosa era la más alta y estaba abrazando a la figura antigua de Aliena y a una chica de cabello negro molesta mientras un chico de cabello rubio hacía un signo de paz al retrato a sus pies, una chica de cabello castaño haciendo un gesto de cuernos detrás suyo. La última figura estaba en el extremo izquierdo, era una joven de cabello negro y ojos negros cerrados, tratando de no formar parte del retrato.

Todos ellos frescos en la memoria de Aliena.

"Has mejorado mucho." -Volviendo a pasarle los canvas, Jiang recostó su cabeza en el tronco mirando las formas de las estrellas, Aliena usando su hombro como almohada.-"Ve a dormir, mañana tendremos que estar en la mejor condición posible."

Aliena asintió mientras se ponía de pie y entraba a la tienda con su mochila llena de dibujos, viéndole desde reojo.

"Buenas noches."

"Buenas noches."