Jiang subía los escalones del reino real, estaba a la vista de todos pero de alguna forma lograba pasar sin algún protocolo, incluso los mismos guardias a metros de distancia desviaban su mirada. Abrió las grandes puertas, una sonrisa en su rostro logrando notar a un hombre en el techo con sus ojos pegados en su rostro. Caminó hacia el trono, se quedó escuchando y solo había una persona ahí, tocó para esperar la respuesta.
Abrió las grandes puertas divisando al rey en su trono, una mesa le acompañaba, diversos papeles y una pluma en sus manos.
"Señor Yuhgo, no recuerdo haberle dado permiso para visitarme."-Su voz no estaba sorprendida ni molesta, en cambio continuó escribiendo y firmando.
"No necesitas invitación a un lugar donde ya eres bienvenido."-Jiang comenzó a caminar subiendo los escalones y cruzándose de brazos mientras veía al hombre, esta vez el rey Nukoi levantó sus ojos para encontrarse con la sonrisa calmada de su mercenario.
"¿Qué deseas? Mis mensajeros me han informado que has llegado de tu misión y te encontraste con algunos bandidos, espero que no hayas tenido problemas."-El hombre se adaptó a la carisma del aventurero y continuó escribiendo.-"Un mercenario del Reino rojo no debería tener problemas con unos simples delincuentes."
"Es sobre los mismos bandidos en sí."-El aventurero contestó, no estaba usando la ropa de noble.-"Alguien les está dando información sobre las misiones."
"¿Por qué pensarías eso?"-El Rey dejó de firmar y miró al aventurero directamente a los ojos.
"Estaban esperando a aventureros plata novatos, al decirles mi rango huyeron. Los que traje formaban parte del primer grupo."-El aventurero acomodó su peinado con su palma y continuó hablando.
"¿Qué hay del otro?"
"Mucho más experimentado, sabían cómo acorralar y tenían la experiencia suficiente para lidiar con un grupo de plata experimentados. Me obligaron a usar magia repetidamente."-Logró que el rey mismo asintiera comprendiendo.
"Alguno de nuestros administradores del gremio deben tener rastros de corrupción."-El hombre comenzó a pensar, su mentón en palma."-Lo informaré a la capital del gremio, con tiempo, sus investigadores llegarán al objetivo."
"De todos los rangos, ¿Por qué oro?"-La sonrisa de Jiang hizo que el rey cerrase sus ojos sin mostrar la respuesta.
"Una postura digna de aquel tarea."-El rey abrió sus ojos con la sonrisa de Jiang aún en su presencia.-"Tomaré en cuenta tu informe, últimamente mis hombres han mencionado la presencia de corrupción en los guardas de los exteriores, esto solo refuerza mis dudas."
"No hay problema, lo que sea por ayudar a la ciudad donde vivo."-El chico levantó su mano en pose militar que terminó ignorada. "Y obviamente a mi jefe."
"Ahora, ¿Por qué has venido? Venir aquí solamente por eso es estúpido."-El rey cambió su actitud viendo la sonrisa pícara del joven.
Sabía leer las intenciones de los demás, con una persona como Jiang Yuhgo no era necesario cuidar cada palabra.
"Quería ver uno de los árboles de cereza del castillo."-La sonrisa inocente del aventurero hicieron que el rey cerrase sus ojos pensando.
Silencio.
"Si llegas a lastimar a uno de ellos la capital del Emperador cereza vendrá por ti, y no podré hacer nada para salvarte."-El hombre levantó uno de sus ojos viendo la sonrisa emocionada del joven.-"¿Por qué querrías algo tan anormal? Alrededor de la zona noble estás rodeado de árboles cereza, tienes acceso a ella."
"Te diré un pequeño secreto."-El mercenario real sonrió mientras hacía pensar al rey.-"Tengo una profunda conexión con los árboles."
Los ojos del rey veían los ojos del forastero.
"Muy bien, supongo que incluso los magos como tú tendrán habilidades que están fuera de la comprensión."-El rey se puso de pie logrando superar a Jiang en altura por unos metros.-"Te permitiré ver el árbol de mis aposentos."
El hombre bajó los escalones con Jiang siguiéndole. Incluso caminando, él lo hacía con una sonrisa y no detrás de él, caminaba a su lado mirando al frente y siguiendo su dirección.
Una mirada pensativa en el rostro del rey.
Las puertas del castillo se abrieron sin que el rey las tocara, unas sirvientas en la puertas recibiendo a su dueño. Al ver a Jiang estar a su lado sonriente y confiado, se mostraron sorprendidas, otras asustadas.
"Isha, dejaré mis tareas por hoy, déjale el resto a la cabeza del consejo."-La voz de siempre llamó la atención de la sirvienta que estaba viendo a Jiang.
"Sí, majestad."-Volviendo a su actitud la sirvienta se inclinó mientras se retiraba, a la sonrisa de Jiang mostró miedo.
"Por aquí, Jiang."-El rey caminaba recto y con su chaqueta llegando hasta sus rodillas, tenía ambas manos en su espalda y sujetaba la espada de antes en su cintura. Al hablar directamente al chico y con su nombre mencionado, las sirvientas veían el pasar de ambos hombres sorprendidas.
"¿Qué hay de tu hermana?"-Caminando por el pasillo, el rey comenzó la conversación logrando una fiesta infernal en Jiang.
"En casa, adentrada en sus dibujos como siempre pero ha mejorado mucho en sus círculos mágicos."-Viendo a algunas sirvientas que se sorprendían al verle caminar con el rey casualmente, sonrió como saludo.-"Con el tiempo, me superará."
"Pensaba que eras un aventurero mago, ¿Me dices que tu hermana tiene más potencial en combate mágico?"-La voz del Rey rojo seguía siendo un desafío en escuchar, pero Jiang asintió sin cambiar.
"El reporte del gremio está mal."-El chico negó con su mano.-"Puedo usar magia pero no es lo único que hago."
"Puedes usar la espada, ¿Usas ambos?"-El rey cruzó un pasillo y fue seguido por el aventurero.
"Sí, si quieres ponerlo en términos simples, soy un espadachín mágico."-El aventurero asintió confiado mientras la misma espada se movía en su cintura
"Espadachín Mágico, nunca había escuchado ese término, una persona que conoce la espada y puede usar los círculos mágicos en combate."-El rey pareció captar interés en la idea, sonaba simple pero era imposible para sus soldados a menos que reforzara el entrenamiento y los volviera repentinamente adeptos para hacer dos cosas al mismo tiempo.-"Tenemos algunos de ese calibre en mi familia."
"Aunque por el momento me queda mucho por mejorar, aún tengo que buscar mi comodidad y quizás la cambie por otra cosa."-Levantando sus brazos para sostener su cabeza, el aventurero pensaba en voz alta.
"Si deseas entrenar con el ejército rojo no me molestia darte una oportunidad."-Abriendo una puerta, el rey reveló un hermoso jardín con un enorme cerezo protegiendo toda la zona.
"Muchas gracias, pero no quiero estresar a tus soldados más de lo que ya hago."-Tocando el césped, el aventurero respiró, sintiendo el hermoso aire.
El cerezo estaba lleno de hojas y frutos floreciendo como nunca. Incluso si era el final de invierno, se posteaba tan puro y hermoso como lo haría en primavera.
Una sonrisa emocionada surgió de Jiang, casi terminando en una risa.
Jiang veía el árbol nervioso de lo que estaba por venir, una gota de baba comenzando a salir que no podría ser vista por el rey a sus espaldas. Se limpió la baba y extendió su mano para poder tocar el tronco, ansiado de lo que estaba esperando desde que entró al castillo.
"¡Así que tú eres Jiang Yuhgo!"-Una voz le interrumpió la acción y le hizo ver a la figura a un lado del árbol. Una joven llevando un uniforme militar negro con su tela secundaria de un color dorado apagado, por sus hombreras asumía que tenía un rango superior de reconocer.
Una bolsa de tela en su cintura hacia juego con su uniforme, la bolsa en sí era azul y bastante pequeña. Su uniforme terminaba en una falda que resonaba con sus botas negras. Estaba sosteniendo una tasa de té mientras sonreía emocionada.
Tenía ojos azules apagados y un cabello rubio apagado bastante corto en longitud, dos bombones amarrados en la parte posterior. Una cara redonda y grandes orejas que la hacían ver inocente, una finta.
"Mierda, apestas a problemas."-Con su mano aún extendida para tocar el tronco logró que la chica comenzara a reír.
Ambos eran casi de la misma edad, ambos mirando al otro detrás de la imagen de inmadurez.
Las cejas de Jiang se fruncieron levemente.
"Bueno, vendré otro día por el asunto ya que tienes una visita, hasta luego rey Nukoi."-Jiang se giró tratando de huir y pasó a un lado del rey mientras la chica rubia sonreía a su acción, el rey negando al cruzarse de brazos.
"Veo que ya tienes una idea de la actitud de la oficial social del Emperador."-El rey Nukoi limpió las hojas de cerezo de su hombro, comprendiendo el intento de huir de su mercenario.
Un suspiro salió de su boca viendo a ambos jóvenes, preparando sus oídos por lo que vendría.
"¡Que cruel! Vengo a ver al héroe que salvó al Reino rojo y tan solo al verme ni siquiera me dice un hola."-La chica sonrió mientras veía la espalda de Jiang salir por el pasillo real.-"Aquí tiene su carta su majestad."
"Hm."-El Rey tomó la carta rosada de los dedos de la oficial para guardarla en uno de sus bolsillos.-"Si ya terminaste tus asuntos legales, el joven Yuhgo está libre por el momento. Debes seguirlo antes de que use una aventura como excusa para huir, se ve como un idiota pero es astuto."
La chica dejó salir una risa llena de alegría y dio un pequeño trote hacia el pasillo real.
El rey bajó su vista al ser testigo de la escena.
"Debes ser bastante interesante."-La chica se asomó por el torso del aventurero mientras él intentaba abrir la puerta del trono.-"¿Tienes novia?"
"Ni en tus sueños."-Jiang abrió la gran puerta con su hombro y logró que la chica se abrazara a su lado molestándolo.-"No me toques."
Jiang trataba de apartar a la chica de su cintura mientras su voz sonaba mucho más apagada, tenía su palma en la mejilla de la chica pero ella seguía tratando de abrazarle.
"¡Vamos! Un chico tan guapo a tu edad no debería estar soltero."-Forzando su abrazo, la chica trataba de mantenerlo mientras él se esforzaba para caminar hacia fuera.-"Tenemos la misma edad, ya sabes."
"No eres mi tipo."-El chico la apartó desde la frente y usó su altura a su favor.
"¡Mentiroso! ¿¡Quién no querría a alguien como yo!?"-La enana intentó golpear el cuerpo de Jiang pero el chico seguía fastidiado.
"Yo.
Jiang abrió la puerta revelando el pasillo donde algunos guardias al verles trataron de detenerle pero al ver el uniforme de la chica volvieron a sus puestos, otros al reconocer a Jiang.
"¿Cuál es tu comida favorita?"-La chica había escalado la espalda del mercenario aprovechando su estatura mucho menor que la de él, se apoyó sujetando sus brazos en el cuello del joven.
"Déjame en paz, no tiene ningún sentido que quieras involucrarte conmigo."-Jiang trató de tomarla desde la cintura pero se movía como una araña escapando de sus dedos.-"Ve a gastar tu tiempo en un escritorio."
No era tan baja para ser considerada de la especie enana, podía llegar hasta el pectoral de Jiang de puntas y sus brazos llegaban a sus hombros pero al estar moviéndose en su espalda riendo a los intentos del chico, lograba parecer mucho más pequeña.
El balance del aventurero también terminaba perjudicado, seguido por la herida de sus costilla que si bien estaba curada, no podia perjudicar por el trauma que aún existía en sus huesos.
"¿Como no podría interesarme por el héroe que asesinó a los tres líderes no-humanos?"-La chica se colgó de la camisa del chico mientras abrazaba con sus piernas el torso del mercenario.
"¡Idiota! Tienes una falda."-El aventurero trató de tomarla del cabello pero sólo logró hacerla reír.
Tenía una destreza sorprendente para ser una simple oficial social.
"¿Oh? ¿Te preocupas por qué alguien me vea?"-Riendo a la inocencia en la voz del chico, la oficial apretó el abrazo en sus pies centrando sus botas en el estómago.-"Que caballeroso."
Jiang estaba bajando de las inmensas escaleras mientras luchaba contra su nuevo balance.
"Soy alguien de la clase baja, un oficial social no debería mostrarse tan amigable con alguien como yo, sobre todo frente a la nobleza."-Buscando tocar el tema del racismo a su favor, suspiraba mientras bajaba los escalones de piedra. Logró una risa emocionada de la mujer.
" ¡Por poco me creo que pensabas eso! Sí que eres bueno para mentir."-La chica habló al oído derecho del aventurero mientras ignoraba a los nobles que la estaban viendo.-"De no ser por el reporte del rey rojo sobre tu actitud revolucionaria al sistema de clases sociales, hubiera quedado convencida."
Jiang cerró sus ojos fastidiado mientras sujetaba las piernas de la chica cubriendo sus muslos, al sentir que no tenía que apoyarse de sus pies la chica soltó su agarre inconscientemente. Sus ojos veían el rostro fastidiado del afeminado rostro, sus ojos centrados en la calle de piedra, sorprendida por su actitud.
Jiang la soltó logrando que cayera al suelo de golpe.
"Caíste."-El chico se burló mientras la veía ligeramente sorprendida y corrió, dejándola sola en el suelo.
La oficial miró la espalda del aventurero y asimiló lo que había hecho sorprendida, se puso de pie y corrió detrás de él, ligeramente sonriendo.
Era rápido incluso para ella, se movía por las vallas de un salto y se deslizaba entre los carruajes tomando caminos que la hacían retrasarse. Lo vio correr a un callejón y entró sorprendida al ver que no había nadie.
"Como no estás bajo ningún cargo legal del imperio, nos vemos."-La chica levantó su vista viendo a Jiang al tope de la pared que separaba el sector noble del sector medio, sentado, el chico se lanzó al vacío de espalda y desapareció de su vista. Sabiendo que había un río y precipicio, logró la sorpresa en la mujer.
"Bastardo escurridizo."-La oficial sonrió al sonido de los pasos de Jiang disipándose a lo lejos.
Limpió el polvo de su falda y trasero para luego afirmar su uniforme y cabello.
Jiang festejó mientras abrió la puerta de su casa y la cerró de inmediato, se quitó las botas y entró descalzo a la cocina retirando un trozo de pan.
"¡Aliena! Ya volví, ¿Necesitas que compre algo para la cena?"-Le gritó a las escaleras y escuchó un recorrer con el sonido de la puerta abriéndose.
"¡No! Ya compré todo."-La voz de su hermana sonó con un tono que nadie había escuchado.
Dejó el trozo de pan y tomó un pedazo de carne seca y los juntó.
"Hamburguesas Matt, me pregunto cuanto me tomará volver a comerlas."-Miró la excusa de emparedado y se sentó en el sofá.-"hmmm."
"¡Jiang! ¡Me dejaste en la calle, sola!"-La molesta voz de una enana sonó afuera de casa y le hizo detener la ingestión.
"¡¿Quién es!?"-La curiosa voz de su hermana le hizo tragar el pan mientras se ponía de pie.
"¡Nadie! ¡Se debió haber confundido de casa!"-Miró a la puerta fastidiado, los pasos de Aliena recorrieron el pasillo y su cabeza se asomó por la baranda de las escaleras.
"¿Ya te anclaste con otra mujer? Eso es rápido incluso para ti."-Su hermana lo vio decepcionada y le hizo negar con sus manos sin querer reconocer a la invitada que no estaba invitada.
"¡Te juro que no la conozco! Ni siquiera me sé su nombre."-Escuchaba los golpes detrás de él y hacia un signo de cruz con sus brazos.
"No la dejes colgada, ¿La dejaste sola en la calle? Estás bastante raro."-La aventurera bajó por las escaleras a la incomodidad de su hermano, estaba usando su pijama celeste, descalza.
Su compañero intentó detenerla pero ya había abierto la puerta.
La oficial estaba con sus brazos reposando en su cintura y miraba a Aliena sonriendo con sus ojos cerrados.
"Debes ser Aliena Yuhgo, un placer conocerte."-La chica dejó salir una pequeña risa de felicidad y hicieron que Aliena cambiara su gesto de bienvenida a uno fastidiado.-"Escuché que eras una maga, ¿Me podrías ayudar con mis conjuros?"
La sonrisa exagerada, un saludo cordial revelando la comprensión de información privada y una actitud falsamente inmadura.
La mujer le cerró la puerta en la cara y se dirigió a las escaleras.
"No era nadie."-La mujer se rascó la espalda cerrando la puerta de su habitación.
Jiang miró sonriente y volvió a la sala de estar.
"!Haah! ¡Ustedes dos son igual de maleducados!"-La voz ahogada de la oficial sonó detrás de la puerta solo hicieron que Jiang masticara su emparedado sonriendo.-"¡Jiang!"
Miró a su costado viendo a la chica mirarle de la ventana enojada, sus ojos se veían frustrados y sus labios encorvados. Se chupó los dedos mientras se acercaba a la ventana, burlándose mientras corría las cortinas dejándole en paz con el sonido de la voz de ella quedando fuera de su casa.
"Paz interior."-Se volvió a sentar en el sofá y descansó sus pies descalzos en la mesa de té.
Levantó su vista al escuchar el sonido de piedra siendo escalada, corrió por la escaleras y pateó su puerta viendo a la chica sentada en su cama leyendo uno de sus libros de lenguaje. La ventana estaba abierta mostrando la entrada del puente y el parque que estaba enfrente de su casa.
"Mierda."-El chico miraba como su cuaderno estaba siendo leído con calma.
"Pensaba que serias el tipo que usa la fuerza sobre el cerebro."-La oficial estaba repasando las hojas viendo la cuidada letra con algunos círculos que ella consideraba curiosos.-"Tienes una bonita letra, unes los círculos con un vórtice al final, ¿Eres una especie de niño?"
La sonrisa de la chica hicieron que el dueño del hogar chasqueara con la boca y entrara recogiendo una de sus vainas de espada que tenía en el suelo.
"Al menos quítate las botas."-El chico dejó el contendedor con la espada en su armario y lo cerró escondiendo los ropajes de su nación ahí.
"Qué costumbre tan curiosa, ¿Tienen algún fetiche con los pies?"-La sonrisa burlesca de la chica le irritaba la espalda, más que molestia parecía vergüenza.
"Solo quiero tener la casa limpia, Alie y yo no tenemos tiempo para mantenerla ya que estamos todo el día de aventuras."-El joven de cabello castaño le quitó el cuaderno de sus dedos y la miró enojado.-"Ve a la sala de estar, te prepararé un té."
"¡Así que si tienes modales!"-La chica se burló en su cara mientras se desataba sus botas negras y lo miraba sonriente.-"Estaré a su cuidado, Jiang Yuhgo."
El dueño de la casa la miró saliendo de la habitación en un trote infantil seguido del sonido de la madera rechinando, rodó los ojos y cerró la ventana mientras ordenaba todo. Puso su cabello en un tomate y bajó viendo a la oficial comiendo de su emparedado.
"Deja eso, no te sentará bien con el té."-Le quitó la comida de los dedos y tomó la tetera de uno de los estantes.-"¿Tomas cargado o liviano?"
"Liviano."-La sonrisa en la voz de la chica hicieron que Jiang inconscientemente calentarla parte del metal del aparato, contuvo su molestia y lo soltó en un grito.
"¡Aliena! ¡Tenemos visita!"-Su voz llegó al segundo piso y el sonido de un lamento fue seguida por el pasar de unas pantuflas hasta la escalera.
"No es mi problema que no sepas cómo proteger la casa."-La chica pasó a un lado de la oficial y tomó los aperitivos del mostrador, los dejó en la mesa de té y se sentó en el sofá bostezando sin cubrir su boca.
"El reporte estaba muy equivocada de ti, Aliena Yuhgo, decían que eras callada y casi nunca hablabas."-La sonrisa en la invitada hicieron que la joven aventurera se rascara el estómago y se sentara con ambas piernas debajo del trasero.
"Los oficiales del emperador suelen ser mucho más mayores, ¿Acaso están cortos de personal que deben usar a críos de 5 años?"-La voz sin emoción de la dueña de la casa hicieron que una leve risa de Jiang se escuchara de la cocina.
"¡Tengo la misma edad que ustedes! Aún me queda mucho para crecer, 20 años es solo el comienzo de la madurez de una flor como yo."-Lo decía con tanto orgulloso que lograron una risa mucho más fuerte del aventurero.
"La mayoría de las mujeres dejan de crecer a los 16 o 17, te quedarás con esa altura el resto de tu vida."-La calmada risa de Jiang hizo a la oficial ponerse roja mientras ella veía a Aliena dibujar algo, sin siquiera haber notado que tenia varios lienzos blancos detrás del sofá.
La tetera hirvió y Jiang entró con tres tasas de té en una bandeja, vertió tres cubos de azúcar en una tasa y se la dio a su hermana que la recibió con las mangas de su pijama de tela, vertió una en la que tenía un copo de nieve y se sentó en el sofá de una persona evitando sentarse al lado de la joven.
"¿No me vas a servir?"
"Hazlo tu misma, tienes ambos brazos."
La cortante voz del aventurero la hicieron sonreír y tomó una tasa vertiendo un cubo de azúcar igualmente, tomó uno de los pasteles y miró a Jiang mirarla directamente a los ojos.
"Si me sigues mirando así terminarás conquistándome."-La mujer aparentó un sonrojo y hicieron que el chico bebiera de su té en un sorbo anormalmente fuerte, recibió una patada de su hermana molesta en la mejilla pero no se movió a pesar de que había soltado parte del líquido en su mandíbula.
"Deja de hacer eso, es molesto."-La chica volvió a sentarse de pies cruzados y continuó con su dibujo.
La chica veía a Jiang molesto del gesto de su hermana y el intentó de ella para ignorarlo dibujando. Bebió de su té y estaba suave, no conocía el sabor de ninguna tienda, la fragancia quedaba en su paladar y el agua estaba a una temperatura perfecta.
"Bueno, ¿Qué es lo que quieres decir? No vendrías aquí por simple interés."-La molesta mirada de Jiang mientras se limpiaba la mejilla con un pañuelo la hicieron girarse para verle.
"Cierto, se me había olvidado."-La chica bebió de su té imitando el gesto molesto de Jiang y dejó la tasa de vuelta a la mesa.-"Me quedaré con ustedes en mi estancia en la ciudad roja, cuento con su amabilidad."
La mirada fastidiada de ambos hermanos la hicieron volver a beber del té y mantener la tasa bloqueando sus ojos asesinos.
"De ninguna forma."
"Tienen dos habitaciones libres, cuatro de hecho."
"Una la uso para cumplir mi sueño de ser bailarín de ballet."
"Las otras tres las uso como almacén de mis dibujos, no tienes lugar aquí."
"Estoy segura de que podrán arreglar el espacio, después de todo tienen ese jardín, espacio suficiente."
Ambos hermano se quejaron, Jiang se rascó su cabello mientras hablaba.
"De todas formas eres una oficial social del rey cereza, ¿No debes tener uno de esos edificios que los nobles externos pueden usar para hospedarse?"
"¿Te refieres a una embajada? Bueno, sí hay una a un costado del castillo rojo."-La mujer bebió del té mientras tomaba otro pastel.-"Pero aquí es mucho más cómodo, y podré hacer mi misión mucho más rápida."
"Así que terminabas teniendo una misión, ¿Nos involucra a nosotros?"-Jiang dejó su té en la mesa y se recostó mirando al techo.
"Por supuesto, un oficial social jamás iría a un reino sólo para entregar una carta."-La oficial sonrió a la incomodidad de Jiang y dejó la tasa.-"Debo estar a un lado de Jiang Yuhgo y Aliena Yuhgo para vigilar si son aptos de reservar el título de mercenarios nobles, junto a la protección del rey rojo."
El aventurero y su hermana hicieron el mismo gesto de incomodidad mientras veían a la chica tratar de actuar noble.
"Si solo quieres tener una casa y excusa fuera de la manipulación clasista solo di eso."-El chico la leyó por completo y la hizo avergonzarse logrando que se volviera a esconder en la tasa de té.
"M-Mi misión ha sido dada por la Corte Real Cereza, cuando el rey Nukoi les permitió mantener una posición tan anormal en los registros como mercenarios privados aceptó que el Imperio Cereza investig-."-Antes de que se perdiera tratando de justificar su excusa de pereza Jiang la interrumpió con su tos.
"Como sea, de todas formas esperábamos algunas repercusiones de tener una conexión con el rey , podrás usar cualquiera de las dos habitaciones del segundo piso."-El forastero se rascó la nuca molesto.
La sonrisa emocionada de la chica hicieron que mirara a otro lado.
"¡Muchas gracias! Traeré mis cosas en unas horas."-La chica salió de la casa con sus botas a una velocidad descontrolada.
Ambos hermanos se quedaron viendo al techo suspirando.
"Se parece mucho a ti cuando aún estabas en la academia."-La burla de su hermana le hicieron cubrir su rostro.
"Ni me lo digas, hasta hace las mismas bromas."-El chico trataba de detener todas las bromas que estaban rondando en su mente y su actitud desafiante hacia los profesores.-"Al menos tendremos a alguien agradable."
"No estaremos tan solos."-Aliena había vuelto a dibujar mientras hablaba.-"Podrás ayudarla con sus dudas sobre la política, quizás puedas cambiar su punto de vista."
"Hm."-El chico veía las enmarcaciones de la madera sobre sus cabezas
Escucharon el carruaje sonar a lo lejos y el mayor de puso de pie para abrir la puerta, con esa velocidad la chica ya había ordenado el cambio mucho antes de recibir su bendición.
Jiang miraba los muebles que el carruaje había traído, tan grandes como él y otros con colores exagerados, la cama tenía una tinta rosa y las suficientes almohadas para incluso dormir en el suelo. Aliena tomó una de las cajas y entró a la casa con su ropa casual.
La joven se estaba despidiendo de un mayordomo con el mismo tono de color en su uniforme, al voltearse, sonrió amigable al rostro de Jiang.
"Ten cuidado con el armario, si el color se desgasta terminará perdiendo todo su valor."-La chica pasó a su lado y él la sujetó de su cabello.-"¡¿Qué haces?!"
"En nuestro hogar nadie es el sirviente de nadie, si quieres ayuda tienes que pedirla."-La miró a sus ojos azules y esperó la respuesta.-"Si planeas hacerlo por ti sola está bien."
La chica miró a Jiang mirarla sin motivación y expectante, tal como el aventurero esperaba, no estaba dispuesta a pedir la ayuda.
"Muy bien, suerte moviendo todo eso."-Metió sus manos en los bolsillos y caminó hacia la casa escuchando la sorpresa en la voz de la joven.
"¡Jiang! ¿En serio vas a dejar a una damisela en apuros sola?"-La chica se giró viendo la espalda del joven que solo la ignoró.
"Soy un aventurero, no un héroe, tampoco un caballero."-Abrió la puerta viendo a su hermana sentada en la sala de estar.
Entró tomando un pastel del mostrador y se sentó en el sofá viendo por la ventana a la chica mirarle enojada, mascó un trozo y comenzó a leer.
"¿No te pidió ayuda?"-Aliena dibujaba tranquilamente con sus pies descalzos reposando en el sofá.
"Nah, si quiere quedarse aquí debe saber nuestras costumbres."-Pasó página mientras sujetaba su aperitivo con los dientes, lo cual no le impidió el hablar.-"La ayudará a entender que aquí no hay títulos."
Veía a la chica tratar de tomar un mueble a la vista de los nobles avergonzada, la aventurera de plata levantó su vista tratando de pensar en algo.
"Se nos olvidó preguntarle su nombre."-La chica logró que su hermano levantara la vista tratando de pensar si lo sabía.
"Ah, tienes razón."
Las horas pasaron y los hermanos estaban descansando mientras ocasionalmente el mayor levantaba su vista para ver a la chica tratar de mover los muebles por sí sola, en un momento decidió rendirse y salió de su vista. Parecía estar viendo por diversos ángulos y buscaba forma de mover los muebles.
Al ver a los verdes ojos de Jiang lo ignoró y solo le hicieron sonreír levemente. Se puso de pie estirando sus brazos y subió a su habitación con pereza, cerró la puerta detrás de si y se sentó en la cama en forma de meditación.
Su cabello se levantaba ocasionalmente y los brillos de sus ojos se escapaban en algunos rayos pero que no podría llamar la atención de nadie en la calle. Las sábanas a sus pies comenzaban a flotar y algunas hojas de cerezo que habían entrado se adherían a su cuerpo.
Soltó la meditación y todo cayó al suelo mientras su cabello dejaba de flotar.
"No tiene sentido, necesito un árbol."-Se recostó en la cama mirando a su techo, miró su propia mano que estaba sosteniendo a una espada rosada, la movió de un lado a otro y está volvió a las hojas de cerezo que había usado.-"La magia aquí es muy escasa, aprender los círculos es un dolor. Un hechizo a la vez ya es una tontería pero aprender lo es más."
Respiraba el frío aire de su habitación y se sentó para luego abrir su ventana viendo a su nueva invitada sentada, abatida.
"Sabes que puedes pedirme ayuda cuando quieras."-Su voz recorrió a los oídos de la chica que miró a otro lado enojada.-"Está por atardecer, te perderás el almuerzo si no te apresuras."
"No necesito tu ayuda, puedo hacer esto por mi misma."-La oficial ignoró su consejo y le hicieron reír.
"De ninguna forma, necesitas mi ayuda solo no quieres no tener que pedir ayuda."-Enfatizó sus palabras mientras apoyaba su mentón en su brazo.-"Es tan simple como no vivir en esta casa, siempre puedes volver a la embajada del Imperio, es tu decisión."
"¿Me estás tratando de decir que no me quieres aquí?"-La voz resentida distinta a la juguetona de antes solo lograban entretener al aventurero.
"Ya te dije las condiciones de vivir en esta casa, si tú no quieres aceptarlas no es mi problema, pero...."-El chico miró al cielo esta vez, alguna de las hojas de cerezo comenzaban a caer en su balcón.-"Jamás te negaría un techo, no soy esa clase de persona. Si tú eres una persona arrogante eso ya es tu problema."
"No deberías llamarme por nombres tan casuales, sigo siendo una oficial del emperador."-Hablando por molestia, un rasgo que Jiang conocía desde su estómago.
"Bueno, si el Imperio Cereza llegase a enojarse por que decidí tratar a alguien casualmente a pesar de que vive en mi propio hogar."-La sonrisa del aventurero se veía calmada, esta vez ella veía el rasgo que no había visto desde que le conoció.-"Entonces nunca podré hacerles felices, supongo que eso me hará un rebelde, ¿Me vas a arrestar? Oficial social."
La chica le escuchaba hablar tratando de no dejarse llevar por sus intentos de hacerla enojar, aún así no podía pedir ayuda de los guardias nobles. Si bien no se negaría estaría reconociendo que necesita ayuda de todas formas, de todas las personas Jiang Yuhgo no se veía como la peor para mostrar su posición débil.
"Solo, no te burles."-La chica no se atrevía a verle al rostro mientras miraba los cerezos a al izquierda del hogar.
"¿Burlarme? ¿De qué me podría burlar?"-El joven de cabello castaño esta vez se había sentado en el balcón y tenía sus pies balanceándose en el aire, ahora con botas en ellos. Notaba la boca de la chica tratando de articular las palabras.
"De qué soy débil."-La resentida voz de la joven le hicieron quedarse en silencio por un momento, pero segundos después comenzó a reírse logrando un temor en la chica, haciéndola pensar que se había equivocado de él.
"¿Eso es todo?" -La voz de Jiang dejó de reírse mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos logrando una mueca de arrepentimiento en los labios de la Oficial.-"¿Te has negado a pedir ayuda todo este tiempo por que crees que te verás débil?"
Las preguntas del joven le hicieron levantar la vista para ver su calmada sonrisa.
"Todos somos débiles en un sentido al menos, mover unos muebles pesados no te convierte en una persona débil. Me tenias pensando que tienes una especie de orgullo noble que no te permitía pedir ayuda."-La risa contenida del chico la hacía verlo levemente sorprendida, el chico se deslizó por la roca de su edifico y la miró con sus manos en sus costados de la cintura.-"No seas idiota, pedir ayuda es lo más importante si tienes compañeros, no puedes hacer todo tú sola ¿Sabes?"
La calmada voz del chico le llegaron como un leve golpe de frío en un caliente verano y la hicieron volver a ver la piedra a sus pies.
"E-Entonces me gustaría recibir ayuda."-La callada voz de la oficial hicieron que Jiang se inclinara para escucharla mejor.
"Así no es como pides ayuda."-Su cálida voz le hicieron apartar su mirada aún más.
"P-Por favor, ayúdame."-Las palabras que Jiang estaba esperando llegaron al fin a sus labios y le hicieron sonreír.
"Por supuesto, con placer."
El aventurero dejó de verla y se acercó a uno de los muebles, el armario. Usó ambos brazos en la parte inferior y a las escondidas de todos ubicó un círculo dorado debajo de sus ropas en su espalda, pies y brazos. Levantó el armario de un movimiento y caminó hacia el jardín, abriendo la pequeña puerta y pasando por la fuente teniendo cuidado de no lastimar los árboles.
"Aliena, ¿Estás bien ahí arriba?"-Mirando hacia el segundo piso, Jiang veía como su hermana apartaba las cortinas y plantas del balcón.
"Sip, ya puedes subir."
La oficial se acercó a Jiang viéndole cargar el pesado mueble por sí solo, sin saber que estaba planeando, veía a Aliena en el balcón de lo que sería su habitación. Un círculo de escudo mágico apareció en el suelo confundiendo a la mujer. Se sorprendió cuando Jiang comenzó a subir con el armario en sus brazos y entró con cuidado recibiendo la ayuda de su hermana, usando magia fuera de combate. Era increíble y peligroso, cuando Jiang levantaba para subir el siguiente escalón Aliena deshacía el círculo que lo sostenía para crear el siguiente, la confianza entre ambos se le escapaba.
Le veía bajar y tomar los muebles que apenas podía mover con facilidad y subir la escalera de un sólo círculo mágico sin ayuda, cuando ya habían terminado con todos los muebles el chico la empujó levemente para que caminara hacia la escalera de escudos. Subió una de sus botas indecisa sujetándose de la camisa del chico asustada al ver que flotaba, era un uso de escudos mágicos del que nunca había escuchado. Peligroso como nunca.
El reporte otra vez estaba mal, Jiang Yuhgo sí tenía una capacidad para ser considerado mago, su hermana igualmente.
Con ayuda del mercenario, subieron al segundo piso desde el exterior y vieron a su habitación lista por la ayuda de Aliena. La cama estaba hecha y sus maletas descansaban cerca de la entrada mientras su escritorio tenía las cajas con sus libros.
"G-Gracias."-La apagada voz de la chica fue sofocada por el sonido del círculo mágico rompiéndose detrás de ella.-"¡Gracias!"
"De nada."
"No te preocupes."-La voz de Aliena mientras sonreía le hicieron mirar tímidamente al suelo sujetando su uniforme.
"Por cierto, nunca nos dijiste tu nombre, supongo que no tuvimos tiempo para presentarnos."-El aventurero se apoyo en una pared cruzándose de brazos esperando. Logrando una leve sonrisa sorprendida en la chica.
"Me llamo Alane Rin, un gusto conocerlos."-La sonrisa inocente de la chica se contagió con ambos hermanos mientras veían el atardecer golpearle su espalda.
"Un placer conocerte Alane, espero que podamos conocernos mucho más."
"Ahora que nos presentamos, ¿Por qué no preparamos el almuerzo?"-Jiang le sonrió mientras salía de la habitación y bajaba por la escalera.
"Puede ser un idiota algunas veces, pero puedes confiar en él."-La gentil y silenciosa voz de la aventurera la hicieron verla."-Le gusta actuar infantil alrededor de las personas que confía."
Alane asintió mientras escuchaba el sonido de las cocina por las manos del chico.
"Bueno, es hora de comer, luego tendrás tiempo de terminar de retirar tus cosas."-La chica le tomó de la mano y la guio por la casa, tomándola por sorpresa.
Ignorante a su situación Alane veía como le trataban con tanta casualidad como sus amigos, sin conocerla para nada.
Bajó las escaleras viendo a Jiang terminar de masticar su emparedado siendo reprimido por su hermana que tomo los servicios de sus manos para retirarle el pan de su boca. Los siguió a la cocina viendo como trabajaban juntos, en la fogata que se ubicaba en el centro de la cocina había un gran recipiente de metal con una especie de estofado pero a su sorpresa, la sopa era blanca a diferencia que el color de la carne. Al mover el alimento notaba que tenía más consistencia que los que ella había probado, ¿Qué habrían usado para hacer eso? ¿Queso? ¿Leche?
"Alane, ¿Quieres ayudarme?"-La sonrisa de joven le hicieron salir de su transe y por instinto asintió.-"Toma, necesito que revuelvas mientras caliento el estofado."
Tomó la cuchara de madera y comenzó a dar vueltas en la sopa notando carne de vaca, papas, zanahorias y, a su inmensa sorpresa, hongos flotando alrededor. ¿Querían envenenarla? Sabía que algunos hongos no eran venenosos pero ponerlos en la comida estaba fuera de su razonamiento. Las chispas del círculo mágico la hicieron seguir con su tarea, veía como Jiang tomaba una cuchara de madera pequeña y probaba una muestra del estofado.
"Le falta sal, ¿Me la puedes pasar? Está en el mostrador detrás de ti, a un lado de ese polvo rojo."-La mujer le apuntó al mueble y tomó el contenedor viendo los cientos de especias que Jiang tenía, algunos eran polvos que no reconocía. Tenían palabras o símbolos más bien imposibles de descifrar, algún lenguaje que ambos hermanos hablaban. Extendió su mano tomando el contenedor que decía "Sal" y se lo pasó a Jiang que tomó una pizca, revolvió la comida y asintió al estar satisfecho con la comida.
"Alane."-La voz de Aliena la hicieron girarse mientras ella le extendía los platos de madera, tres de ellos.
Los recibió y ayudó a Aliena a verter el estofado y asegurarse que cada plato tuviera dos papas, una rodaja de zanahoria y varios hongos rodeando los trozos de carne que se asomaban desde el fondo del plato. La aventurera tomó dos platos y le hizo un gesto para que le siguiera, ambos hermanos se sentaron con su nueva invitada y sirvieron los platos, al final de la mesa se sentaba Jiang que estaba más cerca de la puerta, Aliena a su derecha y Alane a su izquierda.
"Bien, provecho."-Aliena les dio el paso para comer y Jiang tomó una papa con su cuchara masticándola de inmediato.-"Jiang."
El chico la miró aún masticando y luego tragó, Alane estaba viendo los hongos levemente sorprendida, ambos hermanos los comían despreocupados y le sonreían cuando les veía.
"Tengo que decir, ¿Acaso nunca has visto hongos en tu comida?"-Notando lo que le incomodaba, Aliena le sonrió con calma.-"No te preocupes, yo misma los recogí en nuestras aventuras y te aseguro que no son venenosos."
"Nunca los había probado."-Tomó uno indecisa viendo que estaba cortado como un vegetal.
"No tienes que comerlos, dáselos a Jiang."-La aventurera cortó un trozo de carne y lo masticó con calma y paciencia.
"Aliena deja de actuar tan fina, al final Alane terminará viendo tu verdadero lado."-La burla de Jiang hicieron que su hermana apretara el tenedor molesta y le golpeara a su pie logrando un quejido sonriente del chico.
"¡Idiota! ¡Tengo que tener una buena primera impresión!"
"¿¡Para qué!? ¿Pará que termine destruida cuando te vea con la misma ropa todos los días libres? ¿O cuando escuche tus ronquidos en las noches?"-Mientras se burlaba, Jiang se cubría del mar de golpes que su hermana le estaba tratando de callarle.-" ¿O cuando te vea ese desastre de habitación que tienes? ¿O cuando te escuche-
Le metieron una papa para su silencio.
Viendo la sonrisa de Jiang mientras se cubría tratando de masticar, la molestia en el rostro que usualmente se muestra calmado de Aliena y la comida creada con amor Alane tomó uno de los hongos junto al estofado y los comió sorprendiéndose por el delicioso sabor que jamás había probado, la contextura era bastante rara, pero lo comió sin preocupación.
Ahí fue cuando lo supo.
Odiaba el sabor de los hongos, pero el estofado era delicioso.