Heros cortó el tronco para llevarlo a la guarida. El guardia elfo le dejó pasar por la pared de césped y le entregó el tronco al gran orco rojo que estaba ayudando en las tareas de fuerza. Tenía su torso al aire, llevaba dos protectores de hombros, levantando de un lado a otro, desde la cintura tenía un cinturón que sostenía una bandera colgando entre sus piernas y una decena de plumas. Fornido rostro, dientes prominentes y ojos amarillos le daban un aura peligrosa.
Era fácil ignorar las cicatrices por su color de piel.
""Gracias Joven. Cierto, los otros dos ancianos querrán hablar contigo."-Recibiendo el tronco como si fuera una pluma, sonrió.
"¿Alguna noticia del señor Yuhgo?"-Mirando al mar de la costa, una casa hecha de flores y ramas.
"Solo se ha retirado por unos días, estoy seguro que volverá."-Dejando el tronco junto a la barrera que habían construido, el jefe de los orcos miró a Heros pensando.-"Ve a hablar con los ancianos. No soy muy bueno con la palabras pero ellos podrán ayudarte a relajarte. "
Tratando de subirle el ánimo, el orco rojo le hizo un gesto de un puño cerrado, el joven de tez oscura asintió y caminó hacia la choza hecha de ramas.
"El joven Yuhgo, se veía enojado cuando nos rescató."-El líder elfo bebía de un té verde, el líder de los enanos le daba la espalda para ver un mapa que habían colgado en la pared.-"Pensar que venía de otro continente."
"Es un joven soñador, su aura está llena de colores, ¿No?"-El enano marcaba algunos círculos alrededor de las montañas, túneles, pasillos que sólo ellos conocían.-"Pero, me pregunto por qué nos ayuda, su motivación."
El líder de los elfos tenía un perfil tan masculino que llevaba a uno cuestionarse si era realmente un elfo, sus orejas y su afinidad a la magia llevaron a críticos elfos juzgar su verdadera identidad, su gran barba y largo cabello a pesar de estar adornados con flores y raíces, no ayudaban en nada.
"Mores."-Llamándole la atención a su colega, el elfo bebió de su té.-"El señor Yuhgo nos informará de sus motivaciones cuando vuelva con la joven Yuhgo."
"Cierto, pero es rara la idea de un elfo caminando junto a los humanos."-Mirando a su compañero con una sonrisa, el enano asintió.
A diferencia que su colega, el líder de los enanos era la viva imagen de su especie, su gran nariz y inmensos ojos le daban un aura pasiva y calmada, su gran barba llegaba a su estómago adornada por diversos artilugios que sus compañeros les tomaron de la guarida, llaves, inciensos, trozos de cabello de los difuntos y bien oculto dentro, tocando la tela de sus prendas, un cristal carmesí. Usaba un abrigo y protección de hombro derecho, en su roja nariz y en ambas orejas, llevaba anillos dorados.
"Escuché del señor Ronm que querían hablar conmigo."-La calmada voz del chico hicieron que los dos ancianos le miraran, el líder elfo asintiendo.
"Joven Heros, le queríamos preguntar si tenía algún hogar antes de quedar preso del Rey Rojo."-El té del líder elfo volvió a calentarse.
"No."-La rápida respuesta hizo que el elfo asintiera comprendiendo.
"Lamento preguntar."
"¿Es eso todo?"
"Por ahora si, se lo quería preguntar para mencionarle al joven Yuhgo y llevarle en caso de que tuviera una, lamento haberlo hecho."-Mores bebió, miró hacia la ventana. Un sector aislado donde guardaban a todos los humanos le hizo pensar.-"Nos gustaría que fuera el representante de los humanos, el joven Jiang mencionó algo de tener un representante para cada especie."
Antes de que Heros pudiera negar, fue interrumpido.
"¡El señor Jiang!"-El grito de uno de los miembros les llamó la atención y Heros salió de la casa viendo a su salvador entrando por la compuerta de madera que los enanos habían construido pasando la pared de césped, una segunda capa de protección.
El líder de los orcos le saludo con una sonrisa que fue contestada por otra de parte del joven aventurero. Detrás de él, la joven que les había ayudado a mejorar. Una piel tan blanca como la porcelana, sus oscuros ojos azules veían a todos lados, curiosa con una leve molestia en sus cejas. Su largo cabello sujetado por un tomate con dos separaciones comenzando de su frente dirigida hacia sus orejas, muy pocos se habían molestado en verla cuando les salvó, la luz de sus manos dejó ciegos a muchos y los otros estaban preocupados en sobrevivir.
>Jiang se acercó a la casa y sonrió a Heros.
"Estoy de vuelta."-Su voz seguía igual de calmada y logró que Heros asintiera.
"Bienvenido de vuelta."-El joven observaba como Aliena sostenía un canvas en sus manos.
Tenía un vestido de tela azul con una cinta negra, botas grises y sus pies estaban cubiertos por unos finos pantalones grises, una prenda que jamás había visto en una mujer.
"Vamos, tengo que presentarles a Aliena formalmente."-Llamando la atención del antiguo esclavo, Jiang entró con el líder orco siguiéndole.
"Joven Yuhgo, un placer ver que su viaje terminó en buenas noticias."
"Gracias. Se han instalado bastante rápido."-Mirando la casa de ramas, se sentó en una de las sillas.-"Se me olvidó presentarla, ella es Aliena Yuhgo, mi compañera."
"Un placer, lamento los problemas que pudo haberles provocado."-La voz de la joven era fina y leve. Los tres líderes sonrieron. Heros se apoyó en una de las paredes con los brazos cruzados, muchos de ellos escuchando a la joven por primera vez.
"El joven Yuhgo nos ha ayudado de la mayor forma posible, no hay ninguna forma que él nos pueda causar problemas."-El líder Mores comenzó a reír mostrando sus amarillos dientes.-"Sin mencionar lo mucho que usted nos ayudó en el tiempo después de salir de la montaña."
Aliena suspiró, mostrando su frustración.
"Se supone que debíamos mantener nuestra verdadera identidad en secreto, pero Jiang no posee habilidad alguna para mentir, o desviar la verdad."-Los líderes veían a Aliena mostrar su cansancio.-"Pero ahora que él les involucró con nuestra magia, merecen una explicación."
"Señorita Aliena."-La sonrisa calmada del líder elfo hizo que la chica le mirase, su actitud era fiel al estereotipo de los elfos, provocando una reacción molesta en ambos forasteros.-"No deben sentirse obligados de explicarse a sí mismos, seríamos malagradecidos si pedimos una explicación del joven Yuhgo o de usted."
Jiang ocultaba su vergüenza con una risa logrando que los otros dos líderes sonrieran.
"Al menos me gustaría no dejarles en blanco en relación a mi magia."-Mostrando su mano en llamas, el joven captó la atención de los líderes."-La magia en nuestro continente es muy diferente a la de aquí."
"¿Diferente? ¿Otro tipo de magia?"-La curiosidad de un elfo.
"No en estructura, la magia en mi continente natal es muy abundante alrededor de su tierra."-El chico juntó ambas manos revelando una espada pequeña, tanto que de ninguna forma el líder orco podía tomarla, ni siquiera con sus uñas.-"Usar hechizos poderosos no requiere de los círculos mágicos que usan en Neris, aunque si usamos círculos mágicos, no tienen tanta influencia como los de aquí. La habilidad para invocar una gran llama es tan fácil como respirar con el entrenamiento suficiente."
El silencio hizo que los 4 integrantes nativos de la nación se quedaran en silencio, escuchando.
"La razón debajo de ello se me es desconocida, pero, al llegar a este continente, el cambio fue tan brusco como perder un brazo."-Se cruzó de piernas y la espada en sus dedos aumentó el suficiente tamaño para que tenga la masa normal de cualquier espada.
Tal acción, el cambio completo de una espada pequeña a una normal en un segundo, dejó a los líderes asombrados.
"El uso de la magia en Neris es mucho más refinado, al tener que usar poca magia para hacer conjuros grandes, y a su vez evitar la necesidad de una cantidad enorme de mana, les debió haber llevado a hacer los círculos mágicos junto a las runas y no solos los círculos como devuelta en mi continente."-Aliena lograba que su cuaderno pudiera flotar en el aire con un movimiento de dedos.-"Incluso en ese continente, ambos tenemos aptitudes raras, así que nos podemos adaptar fácilmente, pero, si un mago normal llegase a viajar entre ellos, se rendiría tan pronto conjure un hechizo."
La joven se cruzó de brazos.
"Nos dicen eso para convencernos de no pedirles ir a su continente."-El elfo líder asintió entendiendo, si ellos decían la verdad, podría terminar tomando más de lo que podía ingerir si hacía un hechizo.
"No realmente, lo estamos diciendo para mostrar que nuestras naciones no pueden conocerse, traería más problemas que beneficios."-Jiang se balanceó en la silla viendo el techo.
"¿A que se refiere?"-El enano ya tenía la espada en sus dedos.
"Nuestro continente querrá la información de su continente, y los reinos de Neris querrán la abundancia de magia en la tierra, si es que no son consumidos por el miedo."-La chica forastera miró a los tres líderes.-"Además, las creencias ahí son tan distintas que los ciudadanos jamás podrían llevarse bien entre sí."
"Tiene sentido."-El líder de los orcos mostraba más de su carácter.
"Pero, una vez que podamos tener nuestras manos en este continente, nos aseguraremos de unir ambas naciones, siempre y cuando nuestros aliados en casa no se olviden de su misión."-Llamando la atención de las cuatro personas, veían a Aliena sonreír, pensando en el futuro.
"Están lleno de sueños."-La sonrisa calmada del chico se pegó a los otros dos líderes.
"Muy bien, está decidido."-El líder orco se arrodilló frente a ambos forasteros y puso su cabeza debajo.-"El Clan de Orcos le seguirán en su misión de derrocar al Reino de la Cereza."
Jiang sonrió a la noticia y se cruzó de brazos mientras se ponía de pie, Aliena suspirando, anticipando problemas.
"Se nos adelantó."-El líder elfo tomó de su té y hizo la misma posición.
"Nos presentaremos formalmente."
"Líder de los elfos del sur, Elgo Pange, será un placer y un honor servirle, señor Yuhgo."-Arrodillándose mostrando su cabeza, el elfo le declaró lealtad, la felicidad de trabajar bajo un elfo nuevamente.
"Líder de los enanos del sur, Mores Nevak, deje sus preocupaciones a mi cuidado, señor Yuhgo."-La cabeza del enano tenía un pequeño espacio calvo.
"Líder de los orcos del sur, Ronm Ranzick, lucharé a su lado hasta la victoria, señor Yuhgo."-A pesar de estar de rodillas, a penas podría estar en la casa.
Jiang limpió su garganta y se cruzó de brazos mirando a los tres líderes. Aliena mirando a Heros sumiso en sus pensamientos.
"Es un placer escuchar esto de personas que han sufrido tanto."-Los tres hombres sonrieron a las palabras.-"Pero debo rechazar sus palabras, no estoy interesado en ser el líder de una guerra."
Escucharon atentos sin comprender al instante, el elfo entre ellos derivando en su mente para encontrar una razón.
"Pero sí hay algo en lo que me pueden ayudar."-Levantaron sus miradas confusos viendo la sonrisa en la boca de Jiang, un orbe morado en sus manos, consumiendo el aire y moviendo toda la casa. Sus ojos deslumbrando todo, la ansiedad de resultar traicionados impactando a los tres que estaban de rodillas.
Aliena pestañeó.