Chapter 10 - 10

"¡L-Lo siento!"

Daniel vió a la chica pálida que se volvía aún más pálida mientras esta se arrodillaba.

Ella... era bastante hermosa, especialmente, porque en un área se destacaba incluso más que Ana, Daniel lo tenía que conceder, pero fuera de esa sorpresa inicial, él no le prestó demasiada atención, preguntando.

"¿Quién eres y por qué me buscas?"

"S-Si... mi nombre es Rossede, soy la hermana del señor Eltroy Amod... él me envió a buscarlo porque ahora mismo se está gestionando una reunión del consejo del Clan, me pidió que le sirvieran en lo que sea que necesite, mientras lo llevaba hacia allí como invitado de honor..."

Mientras hablaba, la voz de esta chica, Rossede, se volvió bastante más melancólica, incluso, sus ojos se volvieron cristalinos por las lágrimas retenidas, al recordar lo dicho por su... "señor hermano", Eltroy, anteriormente.

"Ve y llama al señor Walker, con el mayor respeto posible, no importa que demandas tenga, no importa si incluso quiere jodidamente violarte, ¡lo tienes que dejar hacer lo que quiera y contenta, ¿está claro?! Él es un gran señor de la guerra que podría servir como uno de mis hombres, ¡ahora vete!"

Viendo este trato despreciativo como algo normal, el punto que le dió lástima a Rossede fue en realidad que si por casualidad, este hombre, el señor Walker, quería su cuerpo, ella lo tendría que dar sin chistar.

Si bien sabía que era deseada por muchos hombres, debido a su cuerpo sucúbico, e incluso si sabía que en un futuro ella sería una ficha más del Clan para establecer un matrimonio arreglado con alguna otra fuerza.... todavía había un remanente de desgana espiritual, que entristecía a Rossede.

"¿Reunión del consejo del Clan...? Ya veo."

Como se había adaptado a hablar muy poco, la voz de Daniel seguía siendo ronca, inclusive un poco más que antes.

"Muestra el camino."

"Si."

Así, ambos salieron de allí, con Daniel mirando las lágrimas que caían de la figura temblante de Rossede, que estaba caminando en el frente.

Por algún motivo, Daniel sintió que su figura se veía extremadamente desolada en este momento, sintió que estaba viendo a un alma caminando por cuenta propia al infierno.

Pero... el muro frío que era su pensamiento, evitó a Daniel sentir más que un poco de lástima por esta desafortunada chica delante suyo, y por lo tanto, siguió su camino en calma.

Pues él tenía bien entendido que no era un héroe, ni mucho menos un príncipe, era solo un chico desesperado por volver a su propio mundo otra vez... que haría todo lo posible por dicho objetivo, así sea lo que tuviera que hacer.

.....

"Oh, ese es..."

"Si, es el señor Walker, un invitado de honor del joven maestro Eltroy..."

"Ah, esa es la princesa Rossede, ella debería estar llevando al invitado de honor a la reunión..."

"¿Hmmm? Pero eso no significa... ay, pobre chica."

Daniel no se detuvo en vacilamiento por las palabras de estas personas que eran completamente desconocidas para él, de hecho, él estaba tan inmiscuido en sus pensamientos ahora mismo que ni siquiera les prestó atención.

"Es aquí."

La chica del clan vampiro habló, y se detuvo justo en frente de una edificación en el lado este del enorme castillo, parecía ser un escenario, o una plaza de estudios, mirado desde afuera.

La chica se quedó allí en el lado, y se arrodilló, con su mirada baja.

Daniel caminó hacia la entrada de la edificación, pero, justo antes de entrar, se detuvo.

Daniel pasó dos meses leyendo libros y libros que venían, principalmente, del mismo Clan Amod, por lo que inevitablemente, sabía mucho sobre este clan, así como ese detalle, que hacía a las mujeres no tener voz ni voto en el clan vampírico. En una sociedad tan demoníacamente patriarcal, era muy difícil para las mujeres tener altas posiciones.

En este mundo, no, en todos los Reinos Infernales, habían registrado solo dos nombres de mujeres que eran soberanas de sus propios destinos y reinos, con un nivel de poder extremadamente aterrador.

Lástima para el clan vampírico, donde importaba más la herencia que las técnicas de poder o maldiciones, no tenía ninguna mujer destacada.

Al menos, destacada en el combate.

Visto desde dos ángulos contrarios, por una parte, los vampiros eran seres envidiables, pero por otra, eran bastante débiles en sí.

Pues, hacerse poderoso aquí, siendo un vampiro, era casi remotamente imposible si tu herencia era de un nivel bajo, y si eras parte del Clan Amod, y tenías la estrella de la fortuna sobre tí en heredar los genes de el Patriarca Amod, entonces solo bastaba con beber la sangre de criaturas fuertes para avanzar de rango, especialmente si tenías un don para ser un mago vampiro, justo como su Patriarca actual, el padre de el bastardo Eltroy.

Esto era chocante, pero real.

Daniel se quedó en silencio por un minuto entero.

Ya ni siquiera trataba de hacerse el misterioso a propósito, era simplemente que no sabía de qué forma expresarse mejor.

"Tu, Rossede."

"¿Si, señor Walker...?"

La voz de mosquito de Rossede parecía sutilmente débil, pero Daniel, sin saber que la chica estaba literalmente esperando que cayera un edicto sobre ella con la siguiente oración de su boca, continuó.

"Tu... ¿sabes cómo liderar un Clan entero?"

"Como desee, señor Wal... ¿hmmm?"

Daniel alzó la ceja, por la respuesta inesperada, y todavía de espaldas, preguntó de nuevo.

"¿Has estudiado de alguna forma cómo liderar un Clan?"

"Eh... yo... si, ¿creo?"

Daniel se giró, su voz se tornó increíblemente seria, mientras miraba a los ojos lavanda sorprendidos de Rossede, "¿Si... o no?"

"¡S-Si!"

Rossede respondió, de hecho, si bien vivía como un juguete y símbolo del prestigio del Clan, todavía era la hija bastarda real de este tipo, Almud Amod, el padre de Eltroy.

En su vida, el hombre vampiro tuvo muchos hijos, pero por mala suerte, solo dos quedaban vivos. Uno era un hijo basura, que prefería pasar sus días abusando de su posición, y la otra era una chica que exceptuando la política y un poco de magia, también era inservible.

De hecho, el conde Almud recordaba aquellos tiempos en los que iba a la guerra con sus hijos y juntos masacraban a los enemigos con fuerza... triste era el hecho de que sus buenos hijos hayan muerto a su lado en el combate. Glorioso, honorífico, a más no poder como padre y patriarca del Clan, pero triste al final, sobretodo.

Y por una causa tan simple como ese débil lazo sanguíneo, la educación de Rossede era de primer nivel. Cierto, se destacaba en la política, incluso, una vez mostró talento para la magia, pero debido a que era mujer, no se le puso empeño después de que terminó hace decenas de años, ese entrenamiento noble obligatorio. Desde allí, Rossede solo ha perdido el tiempo, esperando que fuera casada con alquien más, un completo desconocido, para entonces vivir como esposa de cuál sea que fuere el clan de esa persona. Y dicho esto, había que decir que era un milagro que su propio hermano basura no la hubiera probado ya, violándola como solía violar a mujeres de todo tipo de lugares y en todo momento, pero se debía solo y únicamente al gen vampírico. En los vampiros, seres que vivían de la sangre, las relaciones familiares eran increíblemente más pesadas que en una familia normal, por lo que incluso teniendo un cuerpo como lo tenía Rossede cerca suyo todo el tiempo, el bastardo de Eltroy veía como "asqueroso" una relación o situación incestuosa, y más aún entre un vínculo tan cercano como el vínculo entre hermanos, ya sea de diferentes madres.

"Eso es bueno."

Inesperadamente, sin verlo debido a la oscuridad del manto, Rossede por algún motivo sintió que Daniel sonrió.

"Rossede, prepárate, a partir de ahora en adelante, serás mía."

Dejando una frase que pensaba era genial, Daniel se giró y siguió caminando hacia la entrada de la edificación donde se realizaba a cabo la reunión del consejo del Clan.

Ah, estoy un poco nervioso, la verdad.

Daniel recordó que cada vez que Ana en el pasado, solía sobrepasar algún límite cerca de él, como por ejemplo, quedarse con poca ropa en su cuarto, su pecho solía latir un poco fuerte, como ahora mismo.

Daniel se soprendió, resulta que en realidad, incluso con todo lo que le había pasado, todavía tenía 15 años.

Así, Daniel finalmente entró al lugar.