Daniel no se dió cuenta de cuándo exactamente sucedió este cambio.
Pero en algún punto, ser diariamente tan arrogante como la mierda... se había convertido en algo normal para él.
"Entonces, mi juguete, ¿esta es la gran guerra que se estaba perdiendo?"
Mirando los bandos de vampiros y seres de seis brazos luchando fuertemente montaña abajo, en el blanco suelo lleno de ventisca y nieve extraña, Daniel le preguntó a los que estaban detrás de él.
"En... efecto, pa... patriarca del Clan... gh..."
Amadora parecía estar comiendo un insecto por la expresión de su cara.
Detrás, Holand y Maryam estaban de pie en silencio, contemplando este nuevo líder del Clan y secretamente, tratando de medir su propia fuerza.
Maryam arrugó sus hermosos ojos rojos color sangre, definitivamente había algo extraño con el aura de este hombre.
Un señor de la guerra normal tendría una presencia exorbitante de concentración de poder demoníaco que siempre escapaba de su cuerpo, pero en el cuerpo de este joven atrevido y misterioso... no lo podía detectar.
Es más, no es sólo que no alcanzaba a percibir su aura, sino que a lo sumo, sentía había un manto sobrenatural sobre él.
Tal dicho "manto", era como un escudo poderoso y espectral que le impedía ver más allá, y este dato, en realidad alarmó un poco a Maryam, porque que ella supiese, no existía una técnica de poder en este mundo que pudiera hacer tal efecto.
Holand le lanzaba una o dos miradas, y como eran camaradas de antaño en el ejército, Maryam le respondió simplemente negando con su cabeza.
Holand vió esto y abrió su boca del aturdimiento, porque el principal trabajo de Maryam en el ejército era de ser una maga de aspecto mental, lo que en pocas palabras quería decir que muy pocas cosas se podían esconder de esta fría mujer siempre que ella quisiera saberlo...
"Oh... ya veo, tengo una pregunta."
Daniel se dió la vuelta, su cara inexpresiva y joven parecía parcialmente masculina en esta localización.
Si hubieran chicas aquí que amaran a esos tíos malos o a esas estrellas con apariencias exóticas, ciertamente estarían gritando el nombre de Daniel hasta que sus pulmones se secasen.
Pero lástima.
Solo había dos mujeres en este lugar, una que no podía odiar y temerle más, según su mirada, y otra que parecía hermosa, pero más fría que el suelo congelado sobre el que pisaba con sus pies.
"¿Por qué, si la base de el minúsculo Clan Asura, que a penas puede sobrevivir en la frontera está hacia allá, el norte, entonces está habiendo esta batalla aquí, en el trasero del mundo?"
¿Minúsculo?
El Clan Asura, el Clan que casi ocupa una cuarta posición mundial solo por no tener las bases... ¿minúsculo?
Ese Clan que goza de el apoyo de una potencia como el Clan Gárgola, ¿qué apenas puede sobrevivir?
Los tres vampiros allí no sabían qué decir en ese momento, ni seriamente, qué caras poner.
"Esto..."
Holand tosió, para sonar lo más respetable posible, "Con sus disculpas, señor Walker, pero en realidad... debido a un tratado de nuestro Ancestro con el eje del Clan Gárgola, el Rey Demoníaco Gárgola, se establecieron algunas pautas para la guerra posterior entre nuestros Clanes... y los clanes vecinos involucrados, como por ejemplo, no luchar en territorio nacional o de importancia para el Clan, para preservar vidas."
Daniel en realidad sonrió al escuchar esto.
Era la primera vez en la vida de Daniel que no sabía si reír, o estar enojado.
¿Preservar vidas?
¿Cómo se puede preservar vidas en una guerra eterna?
¿Como se pueden preservar vidas con una sociedad tan diabólica y homicida como lo eran estos supuestos... "clanes"?
¿Respeto entre poderosos?
Probablemente, sería porque en su momento de concentración y de recuperación de éter, últimamente Daniel sentía que estaba llegando a un punto muerto...
A una especie de barrera, a una especie de límite, que Daniel se permitía a sí mismo tener estos pensamientos... o bien podría ser también que su cordura se fue de vacaciones cuando vino al infierno, volviéndose un maldito loco que quería ver arder el mundo sin importar a quién provocara...
"Por casualidad, este supuesto tratado, ¿solo era entre ellos dos?"
"¿A qué se refiere, señor Walker?"
"Me refiero a, que ese tratado, ¿solo era entre Amod y el patriarca del Clan Gárgola?"
Un poco disgustado por la falta de respeto revelada, Holand respondió fríamente, "Si, solo fue en el momento en que estos dos seres honoríficos lucharon y compartieron de su sabiduría."
Si bien la respuesta había sido fría, a Daniel realmente no le podía importar menos el tono de Holand.
"Bien, esto es lo que harán en este momento."
Daniel señaló hacia abajo, donde cada segundo moría ya sea un Asura, o un Vampiro.
"Esta lucha se detendrá, mañana dejarán de luchar y todas las tropas estacionadas aquí se retirarán, da igual si se pierde terreno, o alguna otra cosa, ¿está claro?"
"¡Pero Patriarca!"
Quién lo diría, Amadora, esta chica aterrada y enfadada, en realidad le gritó a Daniel.
"Si hacemos algo así, ¡sería manchar la memoria de tantos vampiros que han caído muertos en este lugar!"
"Lo que dice la señora Amadora tiene razón, su excelencia, le recomiendo por favor desistir de un movimiento así."
"Concuerdo."
Un silencio se formó por un momento, y luego Daniel habló con calma.
"Verán, mis juguetes."
Seis pares de ojos miraron a Daniel con rabia extrema, en especial Holand, que estaba apretando sus dientes en este momento. Este Patriarca le caía cada vez peor, habiéndolo conocido hace sólo minutos.
El éter en el cuerpo de Daniel se movió lentamente, haciendo circulaciones en todas las vías corporales.
Lentamente, un pulso de poder se podía sentir en esa pequeña colina, e incluso, algunos magos experimentados abajo miraron en esta dirección, preguntándose qué pasaba.
El éter que Daniel poseía era tanto, que en realidad, formaba una capa protectora extra corporal ya que su físico no tenía cabida para tan abismal nivel de éter.
Se podía decir, que el talento de Daniel, el potencial latente de él, en realidad fallaba en velocidad a la recuperación y refinación de éter en su cuerpo.
Por lo que, si Daniel se concentraba, tal y como ahora, descubrió que podía usar este éter "extra" que poseía para fines, como menos, interesantes.
Era prácticamente como una habilidad versátil que no formaba parte del mundo de las técnicas de poder, o maldiciones.
De hecho, era inusual que sucediera algo así, ya que normalmente una persona que se hubiera entrenado hasta el poderoso nivel de señor de la guerra, no podría controlar, sentir, o almacenar, cualquier cantidad de éter que su cuerpo no pudiera soportar.
Ni siquiera los ángeles, deberían poder hacerlo, según lo explicado por los libros antiguos.
Aunque, Daniel era una persona muy terca, al punto de que podría esconder un brutal pero básico entrenamiento corporal y de artes marciales, de su familia... o al punto de que podría formular respuestas muy interesantes a las preguntas que más se hacía mientras estudiaba tal fenómeno.
Daniel tenía una teoría.
Y era que como se unió en alma a un arma de un ángel, un arma de poder santo revestido, había adquirido esta capacidad de almacenamiento extra corporal en cambio...
Pero pudiera ser basura completa, si tal teoría no era comprobada, por lo que no prestó mucha atención al caso.
¡Kuann!
El metal de la rodillera que formaba parte de la armadura de Holand, chocó tan fuerte contra el suelo que hizo un ruido estridente.
El sudor se desprendió de cada poro de Maryam, esta chica de hielo, pero pudo mantenerse de pie porque su fuerza mental era increíblemente mayor que un mago de nivel señor de la guerra ordinario.
Amadora se encontró mirando perdidamente unos ojos tan inexpresivos y sintiendo una fuerza de gravedad caer en el lugar que, solo no se arrodilló, porque tal fuerza no se concentraba en ella, aunque esto... no dejó de aterrizarla incluso más.
El nivel de terror en sí misma ahora, solo podía sobrepasarse por la conmoción que vino con al mismo tiempo.
Este hombre...
¡Se volvió más fuerte!
Pero solo han pasado... ¡tres días!
"Desde el momento en que maté a su patético líder de Clan, y me hice cargo de este Clan, eso solo significa una cosa. Que todos en este Clan son míos, para hacer lo que desee. No me confundan con un héroe o con un líder de Clan honorífico, mejor piensen desde este momento que soy su amo y ustedes son mis esclavos, su dictador, ya que más adelante no sería demasiado recomendable."
Daniel miró a los tres vampiros más fuertes restantes de todo un Clan, "No me voy a repetir, ¿quedó claro lo que dije anteriormente?"
"..."
En silencio, los tres individuos asintieron con su cabeza llena de sudor.
Solo así, como un rayo de sol que alejaba una nube de tormenta, la espantosa presión cedió.
"Reubiquen las fuerzas en el poblado de la ciudad más al norte posible, esa ciudad fronteriza que limita con el terreno de este Clan Asura. Háganlo todo lo más silencioso posible, y para pasado mañana después de mediodía, los quiero ver allí con las más de trescientos cincuenta mil tropas disponibles en este momento. Eso es todo."
Daniel terminó de decir y se movió, con la cara de desprecio.
"Ugh, me siento asqueado, háganle saber a Rossede que la quiero en la tienda principal de campaña para llegado el final del día."
Así, fue como culminó la primera reunión oficial entre los miembros más fuertes de el Clan Amod, la tercera potencia mundial, y la más débil de todas...