Chapter 13 - 13

"¡Ja, todavía creo que solo hablas con pura fanfarria!"

"¡Señora Amadora!"

La mujer, que era la tía de el muerto bastardo Eltroy, de hecho no se quedó tan muda como los demás al escuchar las dementes palabras de Daniel, sino que ella dió un salto y se paró justo en frente de los magos soldados que todavía estaban preparando sus maldiciones.

Las maldiciones en sí no tenían que ser particularmente difíciles o llevarles demasiado tiempo a un mago, de hecho, casi en su mayoría, todas las maldiciones eran de rápida expulsión.

Solo que, para maldiciones de gran poder, para maldiciones que podían destruir cualquier cosa que se atraviese en su camino, era inevitable tomar un tiempo extra en prepararlas, por lo más complicado que era el conjurarlas.

Aunque, por supuesto, existían ciertos genios, que gozaban de un trato especial por el éter, ya sea por naturaleza o experiencia y trabajo duro.

Como esta mujer, que mientras miraba a Daniel con desprecio, que usaba para tapar su relativo nivel de asombro, movía locamente el poder demoníaco y conjuraba su magia más poderosa.

"He vivido demasiado tiempo, pequeña mierda, he visto desde un hombre como nuestro ancestro destruir una montaña entera solo con sus palabras, ¡hasta la batalla que tuvo personalmente contra los otros dos Reyes demoníacos de este mundo para decidir el orden mundial! ¡Así como obligar prácticamente a ese Rey Demoníaco Gárgola a un tratado de guerra!"

Amadora agitó arrogantemente su mano.

"¡Y también he visto a tantos señores de la guerra caer, que podrían llenar todo el castillo principal del Clan de una vez!"

El trueno serpenteaba por su cuerpo y, al igual que los demás magos vampiros de elemento trueno detrás de ella, un círculo azul oscuro se gestaba en sus delicadas manos con una presencia de éter tan fuerte que aunque levemente, hacia temblar el espacio.

"Eres poderoso, eso lo concedo, pero en los ojos de un gran Clan como el Clan Amod, no eres nada... Ahora, solo redúcete a cenizas y muere tranquilamente de una vez, insecto. No creo que puedas con las maldiciones de un señor de la guerra y más de ochenta grandes demonios."

Así, tan tranquilo como podía ser...

Al mismo tiempo un rayo... no, decenas y decenas de rayos, volaban con una velocidad extrema hacia Daniel, en especial el rayo extremadamente vasto que era el primero, lanzado por Amadora.

"¡¿La señora tiene el poder de un señor de la guerra?!"

"¡Pensé que era solo un rumor!"

La habitación por un tiempo se oscureció solo dejando un vástago resplandor azul eléctrico mientras los rayos eran lanzados.

La comisura de la boca de Daniel se crispó un poco, sus ojos reflejaban el ataque de un hermoso color azul, pero como todavía tenía en uso una técnica de poder que no solo agilizaba su cuerpo, sino también su mente, le dió un pequeño espacio para pensar en lo que iba a hacer.

De entre las pocas técnicas que eligió Daniel, hizo un descubrimiento en una cosa, que a partir de ahí, cambió radicalmente su manera de lucha.

Todavía se basaba en sus propias artes marciales adquiridas por ese extraño pero admirable entrenamiento secreto que realizó mientras estaba vivo, pero ahora... bueno, lastimosamente se tenía que adaptar a los cambios que le llegaban.

Daniel descubrió, al presenciar que el éter viajaba por cada rincón de su cuerpo y darse de que en efecto su físico de alma había llegado al escandaloso nivel del señor de la guerra, también que su cantidad de éter... no parecía ser normal.

Fue hace dos meses que había notado algo extraño, que lo había hecho pensar.

Justo cuando terminaba de matar a esos híbridos mientras protegía al bastardo de Eltroy, Daniel notó que los últimos perros lobos Infernales lo miraron con una expresión casi humana de miedo y salieron corriendo despavoridos, aunque al final persiguió y mató a la poca distancia a cada uno de estos...

Esos híbridos no le temían a él, sino a una especie de presencia que desprendía.

Él sentía que una capa lo cubría.

Y más aún, cuando estaba luchando.

Fue solo cuando tuvo tiempo de concentrarse en su nuevo poder adquirido, que Daniel descubrió esta dichosa capa... era su éter.

Su cuerpo estaba tan saturado de éter, que a parte de ser tan concentrado dentro, todavía no tenía una vitalidad suficiente para mantenerlo a raya...

Por eso, Daniel aprendió una habilidad de recuperación de éter de esos libros antiguos, y su proceso de atracción, atrajo casi diez veces la cantidad de éter que atraía cuando él dormía en ese bosque congelado. Provocado que su cuerpo se fortaleciera todavía más, y los canales de liberación de éter se hayan ensanchado.

Así como que Daniel no sintiera o despreciara el gasto de éter en las técnicas de poder.

Relativamente, estaba cerca del punto en que podía mantener esas dos técnicas de batalla principal que seleccionó, con permanencia. O sea, que la duración y el gasto de mantener activas las técnicas de poder, estaba siendo alcanzado por la capacidad de su cuerpo para recuperar el éter...

Por esto, Daniel eligió sólo las técnicas de poder que más éter le hacían mover.

Entre todas las técnicas de defensa que existía en este Reino de Hielo, habían varias que tenían un gasto tan alto de éter, que a menos que uno fuese un cuasi Rey Demonio, no podría usarlas.

E incluso así, solo sería de corta duración antes de quedarse completamente sin una pizca de éter, o poder demoníaco infernalmente hablando.

Si era de corta duración o no, solo Daniel lo sabía, también creía que en realidad podía usar dos técnicas de poder al mismo tiempo, porque su cuerpo no era solo el de un condenado, sino que también tenía una parte del poder de los ángeles, aunque no estaba informado de que era el poder más débil de todo el ejército celestial...

Por lo que, mientras mantenía el uso de la técnica que mejoraba su velocidad general, Daniel implementó otra técnica de poder defensiva de primer nivel.

Justo cuando su cuerpo empezó a brillar con una luz dorada antinatural...

Llegó el estrepitoso ataque desde el frente.

.....

Esto debería ser suficiente para matarlo.

La gota de sudor bajaba por la hermosa cara de Amadora.

Ella miró con el mismo detenimiento de antes el lugar atropellado por las más de ochenta maldiciones de tipo trueno.

La mayoría de estos demonios eran de hecho, tropas que habían entrenado en su propio regimiento, y confiaba absolutamente en el poder que podían liberar.

El ataque había sido tal, que ocasionó una explosión atronadora, destrozando directamente la pared exterior de la antesala, de varios metros de espesor.

Por lo que a un lateral de la antesala, era posible ver un agujero tan enorme como la misma altura y anchura de un conjunto de diez elefantes.

Y más allá, a casi cien metros de distancia, una hendidura horizontal cada vez más profunda se pudo ver para todos los que tenían sus ojos abiertos.

La explosión había causado un revuelo, puesto que en realidad casi llegó al pueblo que rodeaba al enorme castillo.

Los vampiros del Clan Amod, que lideraban sus propios condados y ciudades del tamaño de países enteros, salieron rápidamente a ver el resultado de uno de los efectos más poderosos que podía alcanzar la élite del Clan.

"Como se esperaba... todavía el poder unido de tantos magos en realidad podía causar tanta destrucción..."

"Nuestra Clan tiene una gran actitud para el entrenamiento de el elemento trueno, ¡su poder, como esperaba, es abrumador, nunca había visto tanto caos por un ataque mágico!"

"Es imposible que ese hombre este vivo, ¿verdad?"

"No tiene ningún tipo de oportunidad restante, era solo un tonto ignorante desde el momento en que se atrevió a tomar tal ataque de frente."

En ese momento, mientras pasaba el tiempo y los demás seguían hablando cada vez con más seguridad, la cara de Amadora mostró un repentino terror.

"¡Imposible!"

Su grito y tez llamó la atención instantánea de todos los de la zona, tanto los líderes, como las personas del castillo y el pueblo que se habían venido a ver tal espectáculo en la sede del Clan.

Mientras miraban, la figura de Daniel salió caminando de esa hendidura profunda hasta que estuvo al alcance de la vista de todos.

"Creo que ya sé por qué es que tu Clan es tan débil que incluso se atreve a perder una simple guerra."

Esta vez, estaba casi completamente desnudo, con solo un poco de ropa restante en el área de la cintura, que alcanzaba a cubrir su hombría.

Lo ronco en la voz de Daniel, era bastante disparejo para una persona tan joven como él.

"El honor del Clan, la grandeza del Clan, y demás. Frente al poder puro, eso no es nada."

¡Auge!

Daniel hizo un pausa, después de mirar por unos segundos completos la cara de tantos vampiros en este momento, así como la especial y aterrada cara de Rossede en la multitud, él pisó el suelo con fuerza y, no solo creó un cráter pequeño, sino que su figura pareció desvanecerse, para aparecer instantáneamente justo al lado de las élites vampiros restante y... empezar a masacrar.

Gritos y lamentos ahogados se oyeron allá.

Cada vez más, esta vez sin el sonido de oficial de las armas o el éter desplazarse en una maldición.

Era muy crudo y realista el sonido de los cuerpos ser atravesados, arrancados, y destrozados...

¡...!

"¡Gugh!"

Para cuando Amadora salió de su estupefacción, se giró lentamente.

Daniel estaba a solo un metro de ella, mirándola con inexpresión.

Ella pestañeó y cuando vino a abrir los ojos, el dolor de ser sujetada por el cuello y levantada por una mano al parecer hecha de metal, le llegó.

"Hoy, este Clan se convertirá en mío, lo quieras o no, mujer."

Amadora se aterrorizó en ese momento, pensó que la muerte por primera vez, estaba tan cerca que la podía sentir...

"¡Alto!"

Aunque parece que el destino todavía tenía planes para ella.

"¡Detente en este maldito instante, y SUÉLTALA!"