"¡Patriarca!"
Un hombre gritó al ver quién era la figura que había hablado en este momento.
¡Este hombre, el actual Patriarca del Clan Amod, el señor Almud había llegado!
"¡Patriarca!"
Ignorando estos gritos, Daniel miró de soslayo a el imponente perfil de este hombre, el actual Patriarca del Clan, y no habló, todavía agarrando con pesadez el delicado cuello en sus manos.
"¡Maldito campesino de mierda, suelta a mi hermana en este momento!"
Almud gritó, las venas de la ira se le marcaban en todo el rostro.
Justo había venido al Clan inesperadamente, para participar en la reunión, por solo dos razones.
Una, porque la batalla en el frente estaba opaca en el sentido de que, le dió una pequeña brecha para regresar y pedir por refuerzos.
Dos, porque sabía que sin él, la figura que decidiría todo con su última palabra en ese lugar, la reunión a lo sumo sería como una feria de tontos pavos que solo sabían alborotar.
A diferencia de la Tierra, si bien aquí en el infierno existía el mismo sistema de corrupción y politicismo, en realidad, los límites estaban increíblemente más marcados.
Por lo que a pesar de que el Clan Amod más que ser un Clan, representaba casi un poder mundial en su totalidad, estaba muy unido.
Y Almud también tenía presente que el orgullo innato de los vampiros, en muchos casos, podía ser la principal razón de pérdida total de alguna contienda o batalla dicho sea el ejemplo.
Todos estos pensamientos eran como barcos que arribaban en islas desconocidas, ya que Almud no le concedía demasiada importancia ahora mismo.
Solo miraba a este joven frente a él, de raza desconocida, que había matado a una gran cantidad de élites de su Clan, así como quería asesinar a su propia hermana... ¡delante de sus propios ojos!
.....
Daniel miró este este hombre sin ningún pensamiento adicional.
De hecho, dejó caer a una media desmayada Amadora, y caminó pacientemente en dirección a Almud. Enseguida, otros vampiros rodearon a Amadora preocupados, y tratando de ver en qué podían ayudarla en su complicada situación, gasto excesivo de poder demoníaco y encima, una lesión brutal en su cuello.
"Así que usted es el Patriarca de este patético Clan."
"¡De hecho, yo soy el Patriarca de este patético Clan, y antes de matarte, le pido que me de su nombre, querido compañero!"
"Mi nombre es Walker, y a partir de hoy, este patético Clan caerá en mis manos."
"Jajajaja, ¡eso, naturalmente, será sobre mi puto cadáver! Quién lo diría, vengo del campo de batalla y me encuentro con un lunático de mierda que quiere control... ¡gah!"
"Cállate."
Un dolor punzante recorrió el estómago de Almud, y el dolor se hizo todavía peor, cuando la mano de Daniel lo atravesó, justo a centímetros de la espina dorsal.
Una escena muy anticlimática y extraña se observaba.
El movimiento de éter provocado por Almud, que anteriormente había estado formando una espiral sobre su cabeza por la concentración del mismo... se desplomó.
"Ve a la otra vida, encuéntrate con tu hijo, el cual se atrevía a jugar con tu mujer, y se feliz... o lo que sea."
"¡Gah! ... Tú..."
Almud estiró su brazo y aguantó el brazo de Daniel, la falta de voluntad y la expresión conmocionada no dejaban su rostro, ya sea por lo dicho por Daniel, o porque, estaba literalmente cerca de su muerte.
Daniel, después de un tiempo de silencio, no pudo evitar preguntarle a Almud, este tipo cuyo cuerpo estaba casi al dejar de funcionar.
"Por casualidad... ¿puedes ver algo parecido a un océano? ¿Y sientes que te hundes en el? ... Es inútil, ya estás muerto..."
Daniel dejó caer el cadáver de Almud, que tenía un abominable hueco en la zona medio de sus vértebras...
Luego caminó hacia Amadora, esta chica que estaba tan sorprendida, aterrada, y estupefacta como todos los demás videntes, de lo que pasó en este momento.
Daniel no sé detuvo de caminar, pero incluso después de que pasó el tembloroso cuerpo de Amadora, su voz todavía perforaba sus oídos.
"Detén todo proyecto a gran escala que tenga el Clan, y has que se preparen para hoy al final del día anunciar oficialmente quién es el nuevo Patriarca, también cambia el cargo de esa mujer, Rossede, porque será la persona más importante del Clan después de mí. Si todavía te atreves a desobedecer mis palabras, o incluso huir, ten en cuenta de que en el resto de estos días, lo pasaré matando a tantos vampiros se crucen en mi vista... por el momento, estaré en la biblioteca, y no se le permitirá la entrada a nadie más, ese será mi lugar. Y la única que puede permitirse tocar esa puerta de entrada, será Rossede. Eso es todo."
.....
Tres días pasaron, solo tres días, en el infierno, no eran realmente mucho.
Pero.
El punto era de que en estos tres días, la tercera potencia mundial que gobernaba este Reino infernal cambió de líder, tan simple y rápido como se escuchaba.
Al instante, fuerzas y organizaciones de todo tipo intentaron conseguir cualquier tipo de ápice informativo sobre este nuevo líder, solo para ver como fallaban estrepitosamente.
Ya que, o nadie parecía saber quién era este tal señor Walker, o nadie quería hablar nada, incluso bajo la amenaza de un inminente interrogamiento.
Ni siquiera, de hecho, se sabía con exactitud la raza de este hombre.
Nadie sabía si era vampiro, nadie sabía si era un Asura, nadie sabía si era uno del Clan gárgola o así.
Lo único que se conocía de este hombre, era que se llamaba señor Walker, y con su fuerza misteriosa sometió a un Clan tan altivo como como el Clan Vampiro Amod.
Pero incluso con una noticia tan... extraña, como esta, e inclusive con el Clan Amod cerrando sus fronteras como un camarón encogiéndose, la guerra mundial continuó.
Muchas veces había pasado esto, ya que los países sabían muy poco entre ellos acerca de ellos, y por tanto un cambio de figura líder no era especial, aunque usualmente el proceso solía tomar varios años de longitud...
Razón por la cual en este caso, era tan extraño.
.....
La vida de Rossede había cambiado tanto, que la misma no se podía adaptar a tal cambio repentino y todavía solía caminar a hacer sus deberes y quedarse soñando despierta en eso.
Como justo ahora.
Una nube de pensamientos y sentimientos complicados se alzaban en ella mientras caminaba hacia ese lugar.
Llegó a la puerta, tocó suavemente, y luego entró. Era algo que había hecho ya varias veces en este momento.
Adentro de la sala de la gran biblioteca, a diferencia de lo que uno se esperaba, solo había una larga mesa llena de libros de todo tipo de etnias, pero en general materialistas.
La chimenea estaba en constante uso con un leve fuego profundo que le daba calor y luz a la oscura sala, y en la mesa, contrario a la puerta, se encontraba una gran silla que dejaba ver un poco la figura que allí se sentaba.
Rossede se detuvo allí detrás, y tranquilizando su caótica y aterrorizada mente, habló.
"Su pedido fue resuelto, el señor Holand y la señora Maryam, no presentaron ningún tipo de quejas o ideas sobre la ocupación del señor Walker."
"Oh, ya veo."
Ahora sí, con la subordinación de los dos últimos señores de la guerra de toda la población del Clan Amod, se podía decir que Daniel dominaba completamente al Clan.
"Solo que..."
"¿Hmm?'
Por algún motivo, Rossede sintió que la voz de este hombre ahora era más tranquilizante que en el pasado, incluso sin realmente serlo, dicho esto.
Ahora no era ronca, sino más bien potente, arrogante, y ligeramente joven. Como aquella que tienen esos hombres valientes que recién empezaban su vida.
"En estos tres días que no hemos participado activamente en la recuperación de nuestro territorio... hemos perdido prácticamente todo por lo que el anterior patriarca... luchó en su vida."
"Ya veo, eso no es tan importante."
"Si me disculpa... mientras hablaba con el señor Holand y la señora Maryam por la joya de trasmisión, aunque no sentí sus intenciones de rebelarse ante su poderío... sí reconocí su insatisfacción con la pérdida tan grande que hubo en la guerra, prácticamente, se obligó el cierre forzoso de muchas compañías a sus nombres... por los que aparte de el antiguo patriarca, ellos fueron los que más perdieron."
"Entonces es así. Bueno, ya haré algo al respecto, por cierto, Rossede, te lo he dicho ya varias veces, pero de esa puerta para adentro, no es necesario que me trates de manera tan respetuosa, de todos modos, eres mía, así que escucharte hablar así hace que me entren náuseas."
Rossede vió como Daniel pasó la página del libro que leía como si nada, habiendo dicho incluso tales palabras.
Ella, tenía una mezcla de terror, amargura, y curiosidad adentro de su pecho, que la hacía casi estar al borde de la locura.
¿Cómo... cómo es posible que lo trate de forma irrespetuosa... señor Walker?
Si incluso en mi mente es así...
"Como diga, señor Walker."
"Bien, quería oír eso, ahora, siéntate allá, tengo varias preguntas que hacerte."
Rossede, esta chica desafortunada, en realidad soltó un muy débil suspiro y se sentó donde señalaba Daniel.
Este cuestionario era una cosa muy simple que Daniel había estado haciendo desde fue nombrado líder del Clan, pero a veces, ya sea por diversión, aburrimiento, sadismo o algo más, le hacía preguntas a Rossede que ponían a la chica en una diatraba mental tan grande como si su mente estuviera en una batalla.
"¿Los vampiros le temen al ajo?"
"Si me mordieras, ¿qué pasaría?"
"Rossede, tú, te ves demasiado solitaria, ¿tienes alguna amiga?"
Sinceramente, Rossede sentía que aunque ahora todos la miraban como si fuera una reina, su vida se había complicado muchas, pero muchas veces más. Esto pensaba ella mientras miraba a Daniel distraídamente y respondía sus interrogantes.
"Por cierto, mira esta cruz en mi mano, ¿te provoca algo?
"..."
.......