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Chapter 19 - Capítulo 17

Exudando un aura diferente, Bai Yingzu volteó mirando directamente a los ojos del Dios inmortal del desierto. Sus ojos resplandecían con un extraño brillo azul que lentamente se fue apagando mientras dejaba ver sus ojos serenos con una determinación que transmitía ser tan afilada como cuchillas.

El Dios inmortal del desierto se vio sorprendido al ver que Bai Yingzu había alcanzado un nivel diferente de consciencia. Sabía que este tipo de nivel solo podía ser alcanzado por guerreros experimentados con un largo trayecto, solo aquellos que pasaran por situaciones extremadamente mortales que los harían ver a los ojos de la muerte en cada momento.

El Dios inmortal del desierto solo quería poner a prueba la actitud de Bai Yingzu ya que quería comprender la razón por la que el Gran Destino lo había escogido. Nunca hubiera imaginado que sus acciones presionaran tanto a Bai Yingzu como para obligarlo a desarrollar una fuerte resistencia mental capaz de hacerlo abrir un nuevo nivel de consciencia.

Bai Yingzu caminó hacia el Dios inmortal del desierto sin apartar la mirada, sus acciones frente a ojos extraños sería algo un tanto graciosos ya que tenía una estatura equivalente a la mitad del tamaño del Dios inmortal del desierto.

"Muestra el camino". Dijo con una voz tranquila.

El Dios inmortal del desierto no dijo más ni tampoco volvió a intentar nada para volver a presionarlo. Lo llevó a su gran sala y se sentaron uno frente al otro. Tras sacar una jarra dorada y dos copas de cristal de la gema en su collar, el Dios inmortal del desierto vertió un líquido translúcido de color ámbar en cada copa.

Dejó una de las copas cerca de Bai Yingzu y bebió el contenido de la otra él mismo. Bai Yingzu por su parte aún cuando la copa fue puesta frente a él no bebió nada, se limitó a mirar sin decir ni una palabra pareciendo analizar cada acción hecha por el Dios inmortal del desierto.

Viendo esto el Dios inmortal del desierto no insistió para que bebiera, aclarando su garganta comenzó a explicar la situación.

Al parecer las teorías de Bai Yingzu tenían cierto sentido, su espíritu había establecido una conexión directa con el mundo actual y se había presentado la oportunidad de conocer al Dios inmortal del desierto. Esto no era ningún encuentro fortuito ligado a la mera suerte, según el Dios inmortal del desierto este evento había sido establecido por interferencia del Gran Destino.

Dicho por el Dios inmortal del desierto, el Gran Destino había movido sus hilos para tejer la actual situación con el fin de que aprendiera su ‹Gran Dominio›. Este Gran Dominio era la máxima técnica creada por el Dios inmortal del desierto, y en una situación normal jamás la enseñaría a nadie excepto a su discípulo escogido como sucesor.

Pero debido a que el Dios inmortal del desierto tenía una deuda pendiente con el Gran Destino, no tuvo más opciones que hacer lo que se le pedía y enseñarle a Bai Yingzu la técnica para ejecutar su Gran Dominio.

Era lamentable que transmitiera su técnica a alguien más, pero al final las cosas no habían sido tan malas ya que a cambio el Gran Destino le había enviado a su discípulo destinado como sucesor para continuar con su legado.

Bai Yingzu entendió que alguien había estado manipulando los hilos bajo la sombra, se preguntó si ese Gran Destino también tenía algo que ver con su llegada al mundo de cultivo. Pero dejando estos pensamientos a un lado lo más importante en lo que debía centrarse era en las intenciones que tenía ese extraño ente al manipular las cosas en las direcciones que le resultaran tan beneficiosas.

Bai Yingzu no estaba ciego para no ver la realidad de las cosas, mirara por donde mirara el aprender una técnica de un ser tan poderoso como el Dios inmortal del desierto sería sin duda algo extraordinario.

Tal parecía que verdaderamente el Dios inmortal del desierto no tenía otra alternativa para pagar la deuda que tenía. Esto dejó ver que tan pesada era la deuda que solo podía ser pagada al entregar su técnica más poderosa y mejor valorada. De lo contrario no habría razón para que se mostrara tan renuente a enseñarle esa técnica.

Tendría que revelarla a un extraño, no solo eso, también debía instruirle sin convertirlo en un discípulo. De cierta forma Bai Yingzu podía comprender su sentir, una vez también tuvo que entregar algo valioso para pagar un favor. Desde que eso sucedió jamás volvió a pedir algún favor a otra persona.

"Entiendo una parte de lo que sientes. En verdad no es mi culpa, el que menos entiende lo que está sucediendo en estos momentos soy yo".

"Y no te estoy culpando. Esto es un pago al Gran Destino, también desconozco las razones. Pero aún así tendré que hacerlo". El Dios inmortal del desierto dijo resignándose.

Viéndolo de esta manera las primeras impresiones que Bai Yingzu se había llevado del Dios inmortal del desierto estaban mejorando. Ahora creía que tal vez era alguien honesto, y que siempre pagaría sus deudas sin importar qué. Esto hablaba muy bien de él mostrándose como una persona de fiar.

"Me has hecho mejorar la visión que tenía de ti". Dijo Bai Yingzu con total honestidad. Hizo una pequeña pausa antes de decir con una voz seria. "Dime una cosa, este Gran Destino. ¿Está bien confiar en él?".

Esta fue una pregunta hecha con el fin de hacer una prueba. Independientemente de la respuesta que le diera el Dios inmortal del desierto, Bai Yingzu ya había llegado a una resolución.

Pero lo que el Dios inmortal del desierto le respondió fue contrario a lo que Bai Yingzu esperaba que dijera. "Cuando eres un animal de granja siempre debes desconfiar de quienes te alimentan, nunca sabes para que te quieren engordar".

Estas simples palabras fueron dichas también con una expresión seria. Bai Yingzu había entendido el significado implícito de estas palabras aparentemente aleatorias, sus labios se curvaron en una gran sonrisa. Sintiéndose de buen humor se echó a reír. La desconfianza anterior que tenía del Dios inmortal del desierto había desaparecido.

El Dios inmortal del desierto también se echó a reír. Ambos rieron como si hubieran oído una gran broma. Cuando las cosas se calmaron, el Dios inmortal del desierto dijo. "Muy bien, dejemos esta charla sin sentido. Te enseñaré mi técnica ahora mismo, pero antes debes beber todo el contenido de la copa".

Bai Yingzu observó la copa de cristal con interés, a su parecer esta solo era una copa hecha de un fino cristal, pero nada más, no había nada que realmente la hiciera destacar para considerarla como algo especial. Por el contrario aquel líquido translúcido de color ámbar le transmitía una sensación extraña, su consistencia y color le hacían parecer como si se tratara de miel de abeja real, un tipo de miel de la más alta calidad en su mundo anterior.

Sabía que el Dios inmortal del desierto era serio en sus palabras, por lo que no creía que este le estuviera instando a beber miel, lo que le daba a entender que el contenido de esa copa no era algo común y que sin lugar a dudas era algo vital para iniciar con la práctica del Gran Dominio del Dios inmortal del desierto.

La contemplación solo duró unos pocos segundos, dirigió su mano hacia la copa y la sostuvo sin problemas. Esta vez no pasó a través de ella, pudiendo tomarla como si se tratara de algo físico, pero con una mayor observación se podría ver que en las partes que hacían contacto con Bai Yingzu se desprendía un tenue brillo blanco.

Bebió de un solo trago el contenido de la copa. Entonces un torrente cálido surgió desde el interior de su cuerpo cubriendo cada uno de sus órganos. Tuvo la misma sensación que cuando intentó cultivar por primera vez, y de manera similar a aquella ocasión cerró los ojos y redirigió este torrente a través de un ciclo infinito, inconscientemente usó la técnica de los nueve remolinos invertidos en combinación con la técnica mística de la verdad absoluta e inalterable.

El Dios inmortal del desierto quedó estupefacto al ver lo que ocurría. Una gran cantidad de alguna extraña energía que él jamás había visto llenó toda la habitación, además el cuerpo de Bai Yingzu se había cubierto con un intenso brillo blanco.

Bajo esta luz blanca el Dios inmortal del desierto logró ver delgados hilos brillantes que se enredaban alrededor del cuerpo de Bai Yingzu, estos hilos eran de dos colores diferentes y de igual manera transmitían sensaciones diferentes.

Frunció el ceño al ver el hilo de color dorado que transmitía una sensación represiva y estricta, pero esta expresión desapareció para convertirse en una gran sonrisa al ver el hilo de color plateado.

"Parece que hay una ligera brecha en tus planes, si el chico es inteligente podrá abrir una grieta". El Dios inmortal del desierto murmuró y pensó en algo para sí mismo.

La extraña energía jamás vista por el Dios inmortal del desierto que había cubierto toda la habitación, no era otra que la energía espiritual del mundo de cultivo que por alguna extraña razón había logrado filtrarse en este mundo. Poseyendo una naturaleza y leyes distintas logró coexistir y entablar una relación armónica con éxito.

Este fenómeno había logrado algo sorprendente, siendo algo nunca antes visto no era de extrañar que los pensamientos del Dios inmortal del desierto se volvieran salvajes. Tras presenciar a tan sorprendente fenómeno y ver los diferentes hilos brillantes ligados a Bai Yingzu pensó en algo y su sonrisa se volvió más amplia.

Las expresiones del Dios inmortal del desierto eran entendibles, esto era porque sabía que las energías de universos diferentes siempre entraban en conflicto ya que poseían propiedades y bases fundamentales totalmente incompatibles entre sí.

Ahora el Dios inmortal del desierto podía comprender un poco de la situación, e incluso podía idear algunas teorías en su cabeza. El Gran Destino le había pedido que enseñara su Gran Dominio a un extraño, esto fue algo que lo ofendió mucho, pero fue imposible el negarse. Había pensado que aquella persona debía provenir del mismo universo, porque de lo contrario con las diferencias entre leyes y fundamentos nunca podría lograr aprender su Gran Dominio por completo, y de lograr aprenderlo nunca sería capaz de ejecutarlo en su máximo estado.

Al sentir la extraña energía proveniente de otro universo con leyes y fundamentos que chocaban entre sí, supo entonces que si Bai Yingzu fuera alguien común todos los esfuerzos del Gran Destino para que aprendiera su Gran Dominio serían inútiles. Pero al tomarse las molestias de continuar, significaba que el Gran Destino confiaba en que Bai Yingzu lograría aprenderlo y ejecutarlo a la perfección.

Después de unos pocos minutos la habitación se volvió tranquila, los fenómenos anteriores habían desaparecido dejándola completamente libre de la energía extraña e incluso de la energía perteneciente a este mundo. Bai Yingzu abrió los ojos que resplandecían con un extraño brillo azul, su mirada parecía contener el entendimiento y a su vez la claridad de lo que le rodeaba.

Bai Yingzu había podido comprender los fundamentos de esta nueva energía, por esa razón había logrado que tanto su energía espiritual obtenida en el mundo de cultivo como la nueva energía que había bebido de la copa de cristal coexistieran en una relación armónica.

No sabía que era lo que contenía la copa de cristal, pero por alguna extraña razón podía sentir que esta era una energía tan poderosa como la energía espiritual del mundo de cultivo. Miró al Dios inmortal del desierto y preguntó mientras levantaba la copa vacía. "¿Qué era eso?".

El Dios inmortal del desierto mostró una sonrisa. "Eso es el ‹Elixir de la raíz del mundo›. Mi Gran Dominio se practica ingiriendo grandes cantidades de esta energía, una vez que logres comprenderlo su ejecución será más sencilla".

Bai Yingzu pensó por un momento, entonces habló sobre sus dudas. "Siento que la energía de la raíz del mundo es completamente diferente a la energía espiritual que conozco. Puede que no sea un experto, pero entiendo que con la energía del mundo de cultivo es imposible usar tu Gran Dominio".

'Eres inteligente, y esas son dudas válidas que habría de tomar en cuenta de ser otra situación. Pero estoy seguro que esas limitaciones no te afectarán".

¿Cómo es eso?". Preguntó Bai Yingzu un poco perplejo.

El Dios inmortal del desierto respondió a todas sus dudas con una explicación completa. Básicamente Bai Yingzu parecía poseer la capacidad para emular las cualidades de las diferentes energías. Antes parecía que la energía del mundo de cultivo se filtraba a través de algún tipo de brecha que conectaba a ambos mundos, la verdad fue vista poco después, realmente la energía del mundo de cultivo era desprendida del cuerpo de Bai Yingzu.

En pocas palabras la energía era producto de su propio poder. Sin embargo, esta situación era tan extraña que dejaba perplejo al Dios inmortal del desierto.

El motivo del Dios inmortal del desierto para darle de beber el elixir de la raíz del mundo era montar una prueba de compatibilidad, si Bai Yingzu podía soportar la energía de la raíz del mundo en su estado líquido más puro significaba que de aprender su Gran Dominio podría llegar a ejecutarlo en su nivel más alto.

Por el contrario si Bai Yingzu no hubiese podido resistir la corrosión de la energía de la raíz del mundo demostraría que no podría ejecutarlo ni siquiera en su nivel más bajo, lo que se traduciría a tener una nula compatibilidad.

Hipotéticamente si era capaz de soportar parcialmente significaba que podría aprender su técnica en la parte más superficial y que su ejecución sería deficiente.

Por obvias razones el segundo caso hubiera sido lo mejor para el Dios inmortal del desierto. Solo aquellos que lograron aprender y ejecutar el Gran Dominio pudieron transmitirlo, lo que le daría felicidad porque entonces su Gran Dominio no correría el riesgo de ser transmitido a más extraños.

Que el segundo caso no hubiera ocurrido no lo entristeció para nada, al contrario parecía estar algo feliz de ver el primer caso. Solo él podía ver una oportunidad entre las desgracias, y estaba seguro de que este sin duda era una situación aplicable. Si el cumplir con uno de sus objetivos implicaba entregar su técnica más poderosa incluso podría entregar todos sus secretos sin ningún titubeo.

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