Bai Yingzu miró a Xia Yanyu en silencio. Se preguntó la razón por la que el ambiente entre ellos parecía algo incómodo, demasiado tenso para su gusto. Sumando a eso su actitud sumisa en comparación a otros días le dejaron más dudas.
Recordó el día anterior en el que por unas pocas palabras aquella chica había llorado de emoción. Parecía que la joven tenía a Bai Yingzu en muy alta estima y que sin dudar haría cualquier cosa que él le pidiera. Cosa que lo había dejado muy confundido. Por esa misma razón pensó que tal vez estaba siendo demasiado exigente con ella, pero no podía evitar sentirse molesto cada vez que la miraba.
Entendió que esto no era culpa de ella sino de sus traumas pasados, traumas que fueron provocados mucho antes de que se convirtiera en un famoso científico e investigador. Lamentablemente para él estos traumas eran demasiado profundos para ser superados tan fácilmente.
El desdén mostrado hacia Xia Yanyu no solo era exclusivo para ella sino también para cualquier mujer en general. Como Bai Yingzu no se había encontrado con otra mujer no pudo comportarse de esa manera con alguien más.
Internamente dio un suspiro y se decidió a tratar de una mejor manera a aquella chica tan servicial. Para parecer más amistoso sonrió, pero era evidente que esa era una sonrisa rígida sin la mínima buena intención.
"Quiero suponer que los visitantes han llegado y por eso estás aquí para dar aviso". Para Bai Yingzu su voz sonaba normal, pero para los oyentes se pudo notar el desagrado.
Una sonrisa rígida con una voz llena de desagrado no ayudaron en nada para relajar el ambiente. Xia Yanyu se puso aún más rígida. Dándose cuenta de eso y sabiendo que le sería algo difícil, prefirió ahorrarse todas las complicaciones para convivir con la chica y simplemente la despidió dándole una orden.
Con una sonrisa maliciosa pensó en algo, la orden que le dio a Xia Yanyu fue el de no atender a los invitados tal como dictaba la etiqueta, y además decirles que esperaran mientras daban pequeños saltos con una pierna y los brazos estirados hacia arriba, todo esto sin el uso del cultivo.
Cuando Xia Yanyu escuchó la orden se quedó estupefacta. Entendía muy bien que no atender a los invitados era una grave falta a la etiqueta, esto mostraría el irrespeto hacia cualquier visitante que visitara a su joven maestro en el futuro.
La última orden también la había dejado un poco perdida, mirando la extraña sonrisa en el rostro de su joven maestro ni siquiera intentó preguntar. Como era una orden no podía hacer otra cosa más que suspirar para sus adentros y obedecer.
Así era mejor, si en verdad ella se negara a realizar una orden por respeto a la etiqueta Bai Yingzu no tendría ninguna consideración hacia ella, sin dudar la hubiese echado fuera inmediatamente. Bai Yingzu no necesitaba de aquellos que no podían obedecer a cada una de sus palabras, si su personal actual no podía cumplir con esta única característica los reemplazaría y buscaría a quienes si pudieran hacerlo.
Antes de salir de su habitación para recibir a los recién llegados se detuvo para inspeccionar los cambios que había tenido después de terminar con su cultivo durante la noche anterior. Inmediatamente hizo bombear la energía de su núcleo espiritual haciéndolo recorrer en cada uno de sus canales espirituales.
Inmediatamente notó los cambios en su cuerpo. Su aura se transformó en un solo instante transmitiendo la sensación de una disposición intimidante. Internamente podía sentirse lleno de energía con la absoluta capacidad de realizar cualquier cosa, desde atravesar cualquier obstáculo hasta incluso derribar una gigantesca muralla.
Saltar directamente al tercer camino de cultivo tras formar el núcleo eterno de la cultivación no era ninguna insignificancia. Esta velocidad en el cultivo podía ser considerado algún tipo de milagro, tan irreal que muchos solo podrían soñarlo, y que apenas unos pocos alcanzarían después de encontrarse con grandes oportunidades únicas en la vida.
Como lo último por probar decidió ejecutar el Gran Dominio aprendido del Dios inmortal del desierto. La energía de la raíz del mundo fue proveída por la flor mística de la primavera celestial como anteriormente lo había hecho. La energía azul con una naturaleza diferente al de la energía espiritual se agitó a través de todo su espacio mental y lentamente se filtró a sus canales espirituales.
Su cuerpo se calentó dándole una sensación diferente a la que había tenido al ejecutarla por primera vez. Sus ojos destellaron con un brillo azul, cada uno de sus sentidos se intensificó al punto en que podía escuchar el sonido de la respiración proveniente de 3 personas más dentro de su casa, Xia Yanyu y sus dos invitados, estos últimos respiraban de forma agitada muy probablemente debido a las indicaciones dadas a Xia Yanyu.
Sus pensamientos se aclararon dándole la capacidad de centrar su atención en múltiples tareas al mismo tiempo. Su nariz pudo percibir cada uno de los olores de dentro y fuera de su casa, incluyendo la tierra ligeramente húmeda por el rocío de la mañana, el olor del cuerpo de Xia Yanyu y la de sus dos invitados.
Tenía que admitir que el aroma de Xia Yanyu era muy agradable. Aunque no se podía decir lo mismo de sus dos invitados quienes parecían no haber tocado el agua desde hace varias semanas.
Su visión no se había agudizado a tal punto como para poder mirar a través de objetos sólidos, pero dejando a un lado aquel superpoder, su vista se volvió capaz de captar mayores detalles con una sola mirada.
Mientras continuaba sintiendo las mejoras que había obtenido, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo de forma repentina para posteriormente sentir un intenso dolor en todo su cuerpo. Esto interrumpió la ejecución del Gran Dominio, lo que fue contraproducente ya que lo hizo caer de espalda cuando sus músculos se relajaron.
Gracias a su alto cultivo su cuerpo era más resistente por lo que Bai Yingzu no sufrió ningún daño por la caída, a excepción de un leve dolor de cabeza al golpearse contra el suelo. Aún tirado en el suelo trató de comprender lo que había pasado.
Por el momento su cuerpo no podía moverse ya que sus músculos no obedecían a las órdenes dadas por su cerebro, al darse cuenta de que sus músculos tenían contracciones involuntarias que le impedían ponerse de pie, entendió que lo sucedido se debía al estrés excesivo que el Gran Dominio causaba sobre él.
Con algo de esfuerzo hizo que su energía recorriera cada parte de su cuerpo con la intención de acelerar su recuperación natural. Lo consiguió tras unos pocos minutos, podía sentir como su cuerpo estaba adolorido como si hubiese estado ejercitándose exhaustivamente.
Luego de levantarse tomó asiento en su cama, pensativo entendió que debía trabajar para obtener una mejor condición para su cuerpo y de esa manera no pasar por estos momentos una vez más. Después de todo Bai Yingzu no era alguien que disfrutara del dolor.
Realmente fue sorprendente para Bai Yingzu descubrir que la técnica más poderosa del Dios inmortal del desierto requiriera de una alta condición corporal, fue muy diferente de lo esperado, y más porque la primera vez que había logrado ejecutar la técnica no sucedió nada parecido.
Muy posiblemente en aquel mundo como había sido solo un tipo de proyección de su cuerpo físico no sintió el completo sentir de la técnica ejecutada en su 100%, debido a eso las leyes del mundo aplicaron de una manera diferente sobre su cuerpo temporal.
Ahora que había ejecutado la técnica de vuelta en su cuerpo físico en el mundo al que pertenecía por naturaleza pudo sentir los verdaderos efectos de esta misma, las características positivas fueron maximizadas en comparación a la primera vez que había ejecutado la técnica en el mundo del Dios inmortal del desierto. Pero al mismo tiempo los efectos negativos no se hicieron esperar.
Al sentirse mejor dio un salto de su cama y salió de la habitación para encontrarse con los dos jóvenes que habían aceptado convertirse en sus seguidores. Y aunque aquellos dos habían aceptado a regañadientes, todavía era un hecho que Bai Yingzu no los dejaría ir tan fácilmente al menos hasta pagar por las molestias que le habían causado. Pagarían con sus cuerpos, trabajarían hasta que Bai Yingzu los dejara ser libres.
Cuando entró a la sala de espera vio una escena algo graciosa, por un lado estaba Bai Yi, aquel joven de complexión delgada ejecutaba los pequeños saltos apoyándose con su pierna derecha mientras levantaba las manos hacia el cielo sin aparentemente mucho problema. Podía verse el buen equilibrio que Bai Yi poseía.
Contrario a su compañero, Bai Hui, aquel joven regordete ejercía los saltos con su pierna izquierda tratando de conservar el equilibrio con su pierna derecha y colocando los brazos extendidos hacia arriba con mucho esfuerzo. El sudor caía incesantemente de su frente hacia sus mejillas y nariz, para seguir su recorrido hasta caer en su cuello y posteriormente mojar su ropa.
Bai Yingzu fue hacia ellos con una sonrisa en su rostro. De verdad no había pensado que aquellos dos harían lo que había ordenado, además tal parecía que Xia Yanyu los vigilaba con la intención de asegurarse que cumplieran con su orden. Esto dejó una buena impresión en Bai Yingzu, eso significaba que los tres se tomaban sus órdenes muy en serio.
"Muy bien. Pueden detenerse y tomar asiento". Dijo Bai Yingzu sentándose frente a ellos mientras les señalaba el lugar detrás de ellos para que también se sentarán.
Hizo un gesto con su mano para indicar a Xia Yanyu para que les trajera algunos bocadillos, cumpliendo así parcialmente con la etiqueta hacia los invitados. Ella inmediatamente se apresuró y en tan solo unos pocos minutos llevó una charola con té y algunos bocadillos dulces.
Bai Hui y Bai Yi se sentían dudosos por ver la aptitud que Bai Yingzu había adoptado, había cambiado inmediatamente de ser alguien irrespetuoso con sus invitados a ser un atento anfitrión. Tomaron asiento adoptando cierta distancia cautelosa, mayormente la aptitud cautelosa fue de Bai Yi.
Bai Hui quien parecía estar muriendo de deshidratación tomó la taza de té de un solo sorbo y volvió a llenarla para repetir su acción anterior, y así siguió un total de 4 veces hasta que pareció saciarse. No pareció importarle que sus acciones rompieran la etiqueta de los invitados.
Cuando fue consiente de lo que había hecho se puso nervioso pensando que tal vez sus acciones harían enojar a Bai Yingzu. Levantó su mirada para ver la expresión que tenía en su cara, se sintió aliviado al ver que Bai Yingzu no parecía tomar sus acciones anteriores como una falta de respeto hacia él.
En cambio su expresión mostraba una interrogante mientras miraba a Bai Hui. Internamente Bai Yingzu se preguntó cómo había sido posible de que alguien tan gordo como Bai Hui existiera en el mundo de cultivo. Durante el tiempo en el que había llegado al mundo de cultivo había investigado mucho, y sabía muy bien que las personas con características muy pronunciadas como Bai Hui eran muy raras.
Esto era así porque se suponía que el cuerpo de un cultivador requería de cantidades de energía constantes, lo que significaba que incluso si un cultivador consumía grandes cantidades de calorías estas serían gastadas durante un día normal en la vida de ese cultivador. Por lo que parecía Bai Hui no aplicaba en ese caso.
"Ahora que te has convertido en mi seguidor debemos trabajar para ponerte en forma. Todos nos pondremos en forma, a partir de mañana nos ejercitaremos hasta que ya no tengamos ningún sentir en nuestros cuerpos". Dijo con un semblante serio.
Bai Yingzu dijo eso porque él también trabajaría en obtener una mejor condición con el fin de ejecutar el Gran Dominio con éxito, aprovechando ese momento bien podría ayudar a sus seguidores a mejorar en ciertas áreas, había investigado lo suficiente y creía que podía ayudarlos.
Bai Yingzu poseía la total intención de fortalecerlos, ya había escuchado que esos dos eran intimidados por un tal Bai Chen, y anteriormente habían confiado en aquel pequeño niño cuyo nombre era Bai Feng para que se encargara. Como sus seguidores Bai Yingzu no dejaría que algún extraño viniera a intimidarlos, dejar pasar eso daría entrada a acciones más agresivas y muy posiblemente también llegarían a él mismo.
Bien podría encargarse con sus propias manos, pero eso daría como resultado que aquellos dos se volvieran dependientes siempre esperando que él diera el primer paso. Por una parte Bai Yingzu no quería molestarse en arreglar problemas cada vez que Bai Hui y Bai Yi se lo pidieran. Por otra parte sabía que ayudantes así no le servirían en el futuro, como no creía que tuviera tantas opciones decidió evitar desecharlos y mejor enseñarles a defenderse.
Tras escuchar lo dicho por Bai Yingzu, Bai Hui solo pudo tragar saliva al pensar que mañana sería un día demasiado duro. En cuanto a Bai Yi solo pudo sonreír al mirar la expresión de su amigo, a él no le importaba la cantidad de ejercicio que le pusieran, se encontraba en buena forma y creía poder resistir cualquier cosa que a Bai Yingzu se le ocurriera.
Bai Yingzu continuó hablando explicándoles parte de lo que harían el día de mañana al empezar con la primera sesión de su entrenamiento especial. Al dejarlos ir los despidió desde la puerta, cuando ellos habían dado la espalda para irse escucharon a Bai Yingzu hablar entre susurros con cierto tono intimidante y una risita.
"Mañana será tan duro que querrán arrancarse las piernas". Cuando trataron de voltear para ver la expresión en el rostro de Bai Yingzu la puerta fue cerrada.
Ambos se miraron con expresiones atemorizadas, la duda se reflejaba en los ojos de cada uno. Ninguno habló, no tenían ganas de hablar sobre sus preocupaciones para mañana.
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Mientras tanto al otro lado de la puerta Bai Yingzu se echó a reír imaginando la expresión en los rostros de ambos jóvenes.
Xia Yanyu lo miró sin comprender por qué había hecho eso. Bai Yingzu sintió la mirada sobre él, y volteó solo para encontrarse con la mirada interrogante de Xia Yanyu.
*Tos. "Solo estaba jugando con ellos. Como puedes ver son mis amigos, eso es lo que hacen los amigos, gastarse bromas entre ellos de vez en cuando". Bai Yingzu dijo tratando de explicarse.
Xia Yanyu no creyó en su simple explicación, podía ver que ambos sentían miedo al ver a su joven maestro. Parte de esto le hizo sentir cierto alivio al saber que su joven maestro no podría ser intimidado, pero también tuvo preocupación al pensar que su joven maestro estaba propenso a convertirse en algún tipo de matón.
Bai Yingzu se dio cuenta de que sus palabras no habían sido creídas por Xia Yanyu. No le importaba porque no había razón para dar más explicaciones, dio un suspiro y caminó de regreso a su habitación, después de todo, todavía tenía que experimentar más acerca de sus nuevas habilidades tras ascender a un nuevo nivel de cultivo.
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