Bai Yingzu estaba tan feliz que incluso daba saltos como un niño pequeño. Suspiró alegremente y dijo. "¿Acaso existe algo más para ser feliz en estos momentos?". Pero poco después recordó que posiblemente estos serían sus últimos momentos y su expresión se volvió solemne.
Entonces sacudió la cabeza. "Da igual. De cualquier forma morí en mi mundo original. ¿Qué más da perder una segunda vida que no me pertenece?". Después de decir eso volvió a su expresión alegre. "De cualquier manera puedo disfrutar de mis últimos momentos sintiendo la extrema dicha de liberarme de las cargas inútiles".
Siguió avanzando dando pequeños saltos, dirigiéndose al final del pasillo sin mirar el interior de las demás puertas. Después de todo, ya no le importaba nada de eso.
Se detuvo tras llegar al final del pasillo frente a una gran puerta doble. Bai Yingzu frunció el ceño al mirar a un extraño ser bloquear su camino interponiéndose entre él y la puerta. Este extraño ser era similar a la criatura que Bai Yingzu había asesinado anteriormente, pero a diferencia de ese último este ser poseía una apariencia casi humana.
Exceptuando su rostro desfigurado y podrido similar al de una momia, así como su cuerpo extremadamente delgado pegado a los huesos, ciertamente parecía humano y más con la túnica blanca que llevaba puesta, pero más que un humano vivo parecía un cadáver.
Bai Yingzu sostuvo fuertemente la minigun con la total intención de ser violento, y entonces dijo. "Y ahora ¿Quién se supone que eres tú?. No sabía que tenía visitantes indeseados dentro de mí subconsciente, en verdad dudo mucho de haber imaginado a criaturas tan feas como ustedes, por lo que es seguro que deben venir de otro lugar".
El extraño ser fue imperturbable ante el comentario poco amistoso de Bai Yingzu. "Da la vuelta y regresa por donde has venido". El extraño ser dijo con una voz grave y profunda resonando entre ecos.
"Sabes. Es extraño lo que estás haciendo, es similar a como si invasores me instaran a salir de mi propia casa, ¿Entiendes lo ridículo que es eso?". Posteriormente la voz de Bai Yingzu se volvió sombría. "Te daré 5 segundos para salir de mi camino, en caso contrario te daré el mismo final que tu compañero de hace unos momentos atrás".
Cuando estaba por terminar la cuenta regresiva, el extraño ser se movió rápidamente extendiendo su huesuda mano derecha hacia Bai Yingzu. Tras mirar que sobresalían afiladas garras de sus dedos también se movió esquivando el ataque. Sabía que el enfrentamiento con el extraño era inevitable, con mirada sería apuntó la minigun hacia esa persona.
El extraño ser movió su cuerpo hacia ángulos extraños evitando que Bai Yingzu apuntara correctamente. Había pensando en lanzar disparos indiscriminadamente, pero se dio cuenta de que aquel sujeto parecía ser más rápido que la criatura anterior que había vencido, por lo que esto último no era una buena idea.
Bai Yingzu tiró la minigun a un lado. Se concentró en aumentar su velocidad con un mayor uso del Gran Dominio, y con su voluntad hizo aparecer un par de dagas que sujetó en cada mano.
...
Durante su servicio militar obligatorio, Bai Yingzu había demostrado ser un practicante bastante diestro en el uso de armas punzocortantes de corto alcance.
Este estilo de combate directo ciertamente se le daba mejor que apuntar y disparar contras sus oponentes. Al principio se había dado cuenta de las desventajas que tendría al especializarse en este estilo, pero tras pensar en un método para solucionar los problemas entrenó más seriamente.
Entre estas desventajas se encontraba el tener que acercarse mucho a los oponentes, lo que dejaba abierto puntos débiles que podían ser explotados fácilmente. También su baja resistencia a los golpes, y fuerza promedio fueron algo a considerar.
Pero lo que le hizo decidirse a practicar ese estilo era su única característica positiva afín en este estilo, su extrema agilidad e inteligencia espacial, con estos obtuvo un mayor control de su cuerpo, evitando así daños serios de sus oponentes.
Los problemas de este estilo fueron resueltos tras acondicionar su cuerpo para obtener una mayor fuerza y resistencia. Entrenar arduamente durante un año completo así como también equiparse con una armadura de combate especialmente diseñada, ciertamente le dieron el resultado esperado.
Con eso Bai Ying ganó el sobrenombre ‹Invatible)› tras ganar el torneo anual de combate militar, y así le fue posible graduarse antes de tiempo del servicio militar obligatorio. De esa manera solo pasó dentro del cuartel un años de los cinco años previstos en el programa.
...
Además del par de dagas en sus manos, también apareció una armadura sobre su cuerpo. La armadura tenía un color gris antirreflejante, esta estaba hecha con tres capas de un metal delgado y ligero.
La primera capa era una cubierta uniforme y flexible pegada al cuerpo, que iba desde las puntas de sus dedos del pie hasta debajo de la barbilla. La segunda capa estaba hecha con placas anchas que se adherían a los brazos, piernas, pecho, abdomen y espalda. Y como último, la tercera capa estaba hecha de pequeñas placas que se adherían y cerraban las pequeñas aberturas entre la primera y segunda capa, así como también recubrir la segunda capa. Por último en sus pies y manos aparecieron las botas y guantes respectivos del equipo completo.
Este era igual a la armadura de combate militar diseñada por Bai Yingzu. Misma que le ayudó a llevarse la victoria del torneo anual de combate militar y salir del servicio militar prematuramente.
Sus movimientos se volvieron más rápidos, en un parpadeo ya había desaparecido y aparecido aún costado del extraño dirigiendo una daga directamente a la garganta. El cuello del extraño se dobló 90 grados, incluso Bai Yingzu pudo escuchar el crujido de los huesos de la columna.
El cuerpo extremadamente delgado se movió como si estuviera hecho de goma con crujidos inhumanos resonando de los huesos. Lanzó una patada directamente al pecho de Bai Yingzu y lo hizo estrellarse con la pared.
Pero eso no duró mucho, en cuanto su cuerpo impactó, tras el levantamiento de polvo el cuerpo de Bai Yingzu no pudo ser visto. Si bien este golpe había sido fuerte, aún no sería suficiente para derribar a Bai Yingzu quien no había recibido ningún daño gracias a la armadura.
Bai Yingzu se había movido ágilmente, ayudándose del impulso que le había dado el impacto contra la pared, su cuerpo rebotó sobre la superficie y le ayudó a acelerar para regresar nuevamente frente al extraño ser.
Este ser no mostró ninguna expresión, pero por la distorsión de su aura Bai Yingzu se daba cuenta de que no se esperaba que volviera tan pronto. Bai Yingzu atacó rampantemente, volviéndose cada vez más vicioso en sus ataques. Y esto continuó durante un tiempo considerable.
De forma espontánea y rápida las afiladas garras del extraño ser brillaron siniestramente, con una cara retorcida con locura lanzó un zarpazo directo al rostro de Bai Yingzu con la total intención de atravesar su cabeza. Ya había estado desesperado desde el primer momento en el que Bai Yingzu había acelerado su ritmo, al punto en el que ya le estaba costando un poco más de trabajo el seguirlo.
El extraño ser no podía utilizar el explosivo poder de su energía, varias veces lo había intentado, pero en cada uno de sus intentos se veía interrumpido por Bai Yingzu. Por su parte Bai Yingzu se encontraba imbuyendo las dagas y su armadura con su energía espiritual, tras hacer eso sus armas pudieron competir ante el duro y afilado material de las garras del extraño ser. Cada choque solo causaba un ligero impacto que ni siquiera era de considerar.
Incluso pudo generar pequeñas explosiones de energía en cada contacto que su daga tenía con las afiladas garras, tras ver las muecas que este cadáver ponía así como sus labios retorcidos, era evidente que este tipo de movimiento le causaba un daño considerable. Tras ver que este ataque estaba siendo efectivo continuó usándolo en cada oportunidad que tuvo.
Bai Yingzu tampoco había utilizado técnicas explosivas, a pesar de saber muchas de estas gracias al Dios inmortal del desierto se había limitado, esto fue debido al temor de causar efectos adversos dentro de su subconsciente. Y de esa manera también impidió que el extraño ser las utilizara, convirtiendo así su encuentro en un enfrentamiento marcial puro.
De ser por Bai Yingzu hubiera continuado así por más tiempo. Jamás hubiera imaginado que el extraño ser se abalanzaría sobre él con total desesperación, y dejando todas sus defensas abiertas concentró el total de sus fuerzas en un solo ataque extremadamente mortal.
Bai Yingzu sintió una extraña sensación de frío recorrer su cuerpo, ese ataque realmente sería mortal si impactara contra él. Con tan solo verlo y sentir sus intenciones, cualquiera podría notarlo.
Bai Yingzu soltó las dagas de sus manos y utilizó la técnica divina de movimiento aprendida del Dios inmortal del desierto. ‹Movimiento ilusorio divino›, era la técnica de movimiento definitivo creada por el Dios inmortal del desierto, creada en base a la observación de los espejismos encontrados en el desierto.
Esta técnica de movimiento consistía en movimientos sutiles extremadamente rápidos en apoyo con la reflexión de la luz, creando así la característica principal de la técnica, la cual causaba una distorsión en la percepción del contrincante
El extraño ser estaba muy seguro de lograr asestar el fatal golpe hacia Bai Yingzu, cuando vio que Bai Yingzu había tirado sus armas tuvo la sensación de una victoria, sintiendo la total seguridad una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro. "¡Muere!". Gritó el extraño ser con una expresión cruel.
Pero... El impacto que esperaba nunca llegó, ciertamente sus garras atravesaron la cabeza de Bai Yingzu, sin embargo, no había sentido la sensación familiar de atravesar la carne y huesos de su enemigo, fue más como si hubiese atravesado el aire.
Una sensación de peligro mortal invadió al extraño ser, rápidamente trató de retroceder, pero fue demasiado tarde... Como si fuera un fantasma, Bai Yingzu avanzó agilmente hasta estar a unos pocos centímetros de contacto. Sus ojos tomaron un brillo azul, irradiando una poderosa fuerza de voluntad ejecutó dos de las técnicas aprendidas del Dios inmortal del desierto.
Todo estaba sucediendo de forma rápida, siendo imposible para el extraño ser moverse a tiempo debido a la lenta respuesta de su cuerpo.
‹Cadena de la voluntad inmortal›. Un par de gruesas cadenas aparecieron tomando prisionero al extraño ser. Tras ser atado desde el cuello y la cintura no importaba cuánto forcejeara, no podía liberarse.
‹Destello de la raíz universal›. Bai Yingzu movió sus manos e hizo aparecer un total de 5 brillantes esferas azules, con una concentración de energía extremadamente aterradora. Con un destello las 5 esferas tomaron la forma de espadas y fueron disparadas como si se trataran de proyectiles hacia el cuerpo del extraño ser.
*Perforar. El extraño ser abrió los ojos con absoluta incredulidad, estaba profundamente sorprendido. "¿Cómo? ¿Cómo es esto posible?". Su cuerpo fue perforado tan fácilmente como la mantequilla tras entrar en contacto con un cuchillo caliente.
Las 5 espadas de luz habían perforado sus dos brazos, sus dos piernas, y su pecho, causando que quedara clavado en la pared. La sangre se escurrió de su boca y movió sus labios para decir unas pocas palabras con dificultad.
"Tú... ¿Quién eres?...".
"Siendo tu fin, aún te pones demasiado hablador. Solo te diré una cosa. Da la vuelta y regresa de donde has venido, si hay un mundo para los muertos, tal vez debes tomar ese camino". Las palabras de Bai Yingzu fueron frías e indiferentes, no tenía la mínima intención de hablar con un cadáver. Si en un principio le hubiese contestado, tal vez Bai Yingzu le hubiera respondido de una mejor manera.
Los ojos moribundos del extraño ser ardían con ira, pero debido a su debilitamiento no pudo decir nada más. Con sus últimas fuerzas solo dirigió una sonrisa macabra que dejó inquieto el corazón de Bai Yingzu, esto tuvo algún significado oculto que no pudo entender en esos momentos. Tras verlo solo pudo sentir un extraño frío recorrer su columna.
Bai Yingzu negó con la cabeza tratando de olvidar aquella vista. Dio la vuelta y se dirigió a abrír la gran puerta doble. Lo que sea que el extraño ser estaba custodiando detrás de esas puertas, al menos debía ser importante.
Esta era la única explicación en la que podía pensar. Después de todo, no debía haber razón lógica para quedarse aquí hasta el final de su vida. De no ser así bien podría haber huido y evitar su muerte, al menos así lo pensó Bai Yingzu.
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