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Chapter 31 - Capítulo 29

Bai Yingzu no pudo soportarlo, su mente se nubló con rabia y sin dudar maniobró sus armas como un experto asesino cargando hacia el décimo tercer príncipe Huangying Zhou.

Había activado ‹Gran Dominio› mejorando sus reflejos y habilidades, sumando a esto la inhumana velocidad que otorgaba ‹Movimiento ilusorio divino›, se podía decir que Bai Yingzu se parecía a una tormenta furiosa que acabaría con el área en el que caía.

Pero cuando había cortado a Huangying Zhou la sensación de atravesar algo sólido nunca llegó. En esos momentos la calma volvió a él como un balde de agua fría cayendo sobre su cabeza, rápidamente dio la vuelta y contrarrestó el vicioso ataque que venía a su espalda.

*Sonido metálico. El ruido del metal golpeando contra metal fue nítido, con fuerza Bai Yingzu empujó con ambas espadas en sus manos a Huangying Zhou quien había atacado con una pesada espada de dos manos.

Huangying Zhou no mostró expresión en su rostro, pero internamente estaba sorprendido por las habilidades que Bai Yingzu había demostrado. Su extrema velocidad había sido casi imperceptible y Huangying Zhou podría no haber reaccionado a tiempo si hubiese dudado un poco más. De no ser porque había activado la técnica definitiva que su padre le había transmitido, ‹Remanente espectral fantasma›, en estos momentos muy seguramente estaría muerto.

Huangying Zhou se preguntó cómo aquella persona frente a él se había vuelto de esa manera, su velocidad era tan alta que podía ser comparable al uso de la técnica definitiva de su padre. Él sabía que la técnica ‹Remanente espectral fantasma› no era una técnica común y mucho menos podía ser comparable a la técnica de movimiento que se encontrara en un plano inferior.

Poco sabía el ignorante Huangying Zhou acerca de los orígenes de la técnica de movimiento que Bai Yingzu utilizaba. Una técnica definitiva creada por un verdadero Dios no podía ser comparada a la técnica de un cualquiera de un plano superior, ni siquiera podían considerarse del mismo nivel, ni mucho menos atreverse a decir que estaban igualadas.

La técnica solo había demostrado un mínimo de su capacidad, y aún así seguía siendo sorprendente. Lamentablemente Bai Yingzu todavía era muy débil y poco habilidoso para sacar a relucir todo el brillo de la técnica, una vez que se alcanzara su máximo potencial no habría Dios que pudiera atraparlo.

Huangying Zhou estuvo inquieto, por primera vez en toda su vida se sintió inseguro y con un poco de temor, lo peor de todo fue que se debía a una persona que ya había vencido anteriormente. Toda esta situación era demasiado extraña, sus ojos reflejaron la incredulidad y extrema confusión en la que se encontraba.

No podía creerlo, se negaba a creerlo. No podía aceptar esta aparición y cambio tan repentino. Temblando con ira dijo. "¡Es imposible! ¡Deberías estar muerto!. ¡Yo acabé contigo, devoré tu alma y espíritu junto a todos tus recuerdos, este cuerpo ahora me pertenece!". Huangying Zhou dijo sintiendo completo agravio.

Bai Yingzu aún albergaba cierta esperanza para encontrar al Bai Yingzu originario del mundo de cultivo, pero esta esperanza fue cruelmente aplastada por las palabras del décimo tercer príncipe Huangying Zhou.

Nuevamente la rabia surgió desde el fondo del corazón de Bai Yingzu. ¿Ahora como se suponía que encararía a Xia Yanyu? No podía simplemente verla a la cara y decirle que aquel joven maestro que tanto esperaba había perecido tras las astutas maquinaciones de un grupo de algún mundo del plano superior.

Bai Yingzu atacó salvajemente sin darle ni una oportunidad a Huangying Zhou para poder respirar tranquilo. Cada vez que Huangying Zhou lograba tomar cierta distancia, Bai Yingzu lo atacaría inmediatamente siguiendo su paso como un fantasma vengativo. Las espadas se golpearon entre sí generando múltiples chispas, estos eran tan intensos que podían iluminar la habitación poco iluminada en la que se encontraban.

Huangying Zhou solo pudo sentir exasperación ante esta situación, los movimientos de Bai Yingzu eran cada vez más rápidos y le estaba costando mucho más esfuerzo el esquivar y contraatacar. Sin importar que, Huangying Zhou no dejaría pasar este momento lleno de agravios hacia su persona.

Apretando los dientes y mostrando una mirada feroz, llegó a una conclusión lo suficientemente vergonzosa que hizo arder su cara, similar a como si hubiese recibido una fuerte bofetada. Esto estaba a punto de destruir su orgullo como príncipe, pero sabía que por si solo no tendría oportunidad de acabar con el enemigo frente a él, de seguir su orgullo las cosas podrían acabar en un desastre. Secretamente envío un mensaje al plano superior en el imperio del gigante fantasma.

...

Plano superior... Imperio del gigante fantasma...

Dentro de los impenetrables muros del glorioso imperio del gigante fantasma, en la zona más destacada se encontraba un alto y majestuoso palacio flotante, este gran lugar no era otro que la morada del gran emperador fantasma Huangying Longwei.

Dentro de la sala real para el descanso del gran gobernante entró un sirviente de forma apresurada. Abriendo la puerta gritó. "¡Su majestad! ¡Su majestad!".

El gran emperador fantasma abrió los ojos que había cerrado para tomar una pequeña siesta, momentáneamente también serviría como una forma de meditación para estimular la energía en su cuerpo. Este poderoso ser tenía la apariencia de un hombre de mediana edad con un aura implacable y tenaz, lo suficientemente fuerte como para provocar intimidación a cualquiera que posara sus ojos sobre él.

Frunció el ceño al escuchar la molesta voz de su sirviente, se encontraba de mal humor por ser interrumpido en su siesta reparadora, pensó que si había sido molestado por algún asunto menor mataría a su sirviente en ese mismo instante.

El emperador era un hombre extremadamente poderoso, todos le temian y respetaban por igual, incluso aquellos con capacidades similares no se atrevieron a llevarle la contraria de forma abierta y descarada, por tanto no podía dejar de ver como menos a un patético sirviente que osaba molestarlo en sus momentos de relajación.

Con una voz profunda, sin denotar molestia alguna dijo. "¿Qué sucede? ¿Cuál es la causa de este escándalo?".

Cuando la vibrante voz del emperador fantasma llegó a los oídos del sirviente, este tuvo un miedo instintivo desde lo profundo de su corazón. Rápidamente se arrodilló pidiendo el perdón de su amo. "Su majestad. Se trata del décimo tercer príncipe, al parecer se encuentra en alguna clase de peligro".

*Suspiro. El emperador suspiró expulsando una densa energía de su boca. Dado que las palabras que el sirviente había pronunciado era de cierta importancia no lo castigaria. El emperador fantasma se levantó de su asiento e hizo un gesto para indicar al sirviente que guiara el camino.

Al llegar a la habitación especial en donde se encontraba el cuerpo original de su décimo tercer hijo, el emperador se acercó a lo que parecía ser una cápsula de piedra, allí se encontraba el cuerpo de su hijo. La cápsula de piedra estaba completamente sellada con una técnica extraordinaria, esta tenía una brillante gema de color ámbar incrustado en la parte superior donde se debería encontrar la cabeza de quien estuviera dentro.

Sabiendo que esta gema era la conexión con la consciencia de su hijo, el cual creaba la unión entre ambos mundos, el mundo de un plano inferior y el mundo espectral fantasma, el emperador fantasma imbuyó la gema con su consciencia para establecer una conexión con ella y así mirar lo que sucedía en el otro lado.

Claramente esto no podía ser logrado por cualquiera, para el emperador esto solo era posible porque poseía un extraordinario poder, por breves momentos fue capaz de sobrepasar el poder de ambos mundos y atravesar la barrera limitante de los mundos con solo su consciencia. Si bien solo era posible con su consciencia y no su cuerpo físico, cualquiera que supiera acerca de las restricciones del mundo se sentiría extremadamente sorprendido.

Esta gran hazaña ya requería de su total concentración junto a un prolongado y extenuante uso de su energía. Vislumbrando ligeramente lo que sucedía al otro lado el emperador abrió los ojos con asombro, su corazón dio un salto y rápidamente ingresó su poderosa consciencia a través de la abertura creada entre ambos mundos.

El sirviente se vio sorprendido por el actuar tan precipitado de su amo, sabiendo lo que tenía que hacer, desplegó múltiples barreras alrededor de la habitación y selló el espacio en un rango de varios metros dentro del palacio flotante. Una vez hecho eso el sirviente podía estar casi seguro de que su amo estaría a salvo, pero incluso con eso no se relajó y puso total atención a cualquier anomalía cercana.

La razón de este actuar se debía a que, una vez el emperador enviara su consciencia a través de la abertura entre mundos creada por su poder, este quedaría totalmente expuesto y debilitado. En estos momentos su cuerpo no era diferente al de un cultivador inferior cuyas defensas habían caído, y con eso dicho podía morir fácilmente incluso por el ataque de un mortal común, no se diga de los poderosos enemigos de su amo capaces de destruir mundos con un simple chasquido de los dedos.

...

Bai Yingzu se decidió a poner fin a todo esto, ya no quería perder más tiempo con aquel sujeto frente a él. De solo recordar lo que había dicho su corazón ardía con ira. Exhalando un aliento cálido relajó su cuerpo para un último movimiento capaz de dividir las arenas del desierto, esta técnica podía ser ejecutada con cualquier arma e incluso con sus manos desnudas, sin embargo, Bai Yingzu aún no había logrado dominarla por completo por lo que requería un arma afilada como apoyo.

Teniendo dos espadas en sus manos no había nada más que pensar, tiró una de ellas a un lado y sostuvo la otra con ambas manos. Esta técnica requería de su total concentración por lo que debido a su ineficiente uso de la técnica era inútil el canalizarla usando las dos espadas, simplemente decidió usar una y maximizar los resultados.

Los ojos de Bai Yingzu deslumbraron con un intenso brillo azul, su aura antes ligeramente agitada se movió como las olas salvajes en el océano. ‹Partiendo las arenas salvajes del desierto y cortando los cielos profundos. Corte inmortal divino›.

Su movimiento fue imperceptible, en un abrir y cerrar de ojos Bai Yingzu había logrado pararse frente a Huangying Zhou, con su visión cinética capaz de hacerlo ver todo en cámara lenta y con la alta agudeza de sus sentidos pudo reaccionar y moverse con tal agilidad que, en cuanto Huangying Zhou se diera cuenta de lo sucedido ya estaría cortado en dos partes por su espada.

Con su ágil visión Bai Yingzu pudo notar una extraña anomalía, del pecho de Huangying Zhou una luz intensa parpadeaba. En un instante Bai Yingzu tuvo una sensación de peligro mortal, por lo que sin pensarlo dos veces se retiró sin dañar a Huangying Zhou, no podía hacer nada, proteger su vida era más importante que quitarle la vida a la otra parte.

Casi al mismo tiempo en el que Bai Yingzu se retiraba escuchó una fuerte voz que transmitía cierta ira. "¡Estás buscando la muerte!". En ese momento un puño gigante se dirigió hacia él con la intención de aplastarlo hasta morir.

Sintiendo un aura con una increíble presión, Bai Yingzu supo inmediatamente que aquel que había dirigido ese puño no era una persona menor y sin importancia. Sin embargo, este poder represivo era simplemente como una brisa fría en comparación con el aura represiva que el Dios inmortal del desierto poseía.

Bai Yingzu se había retirado, pero no había detenido el impulso de su ataque. Tras una rápida evaluación entendió que ya no podía evitar liberar energía explosiva durante sus ataques, sabiendo acerca del riesgo que conllevaba que su energía fuera liberada explosivamente, apretó los dientes y rápidamente su energía se comportó de manera frenéticamente fuera de su cuerpo. El aura y disposición de Bai Yingzu se habían vuelto extremadamente dominantes, esta era la naturaleza de la energía de la raíz del mundo.

¡BOOM!.

El estallido atronador provocado por el choque de la espada y el gran puño fue tal que causó estragos en los alrededores de la sala, Huangying Zhou quien no estaba muy lejos del punto de impacto fue enviado a volar estrellándose contra la pared y sufriendo heridas graves.

Bai Yingzu también fue repelido por la onda de choque, pero salió ileso sin más que un poco de dolor en sus manos.

Por otro lado aquel puño había desaparecido, y en su lugar detrás de la cortina de humo se pudo ver una silueta. Una vez que aquel humo se desvaneció Bai Yingzu se dio cuenta de que esa figura pertenecía a un hombre de mediana edad vestido con prendas extremadamente ostentosas.

No había duda de lo lujosas que eran aquellas prendas, algo totalmente derrochador a su parecer. Después de todo, ¿Quién gasta tanto en ropa?.

Ese tipo de pasatiempos era mal visto por Bai Yingzu, las lujosas vestimentas era cosas inútiles, no aportaban nada real más que simplemente dejar ver a una persona con algo de estatus.

En su mundo original esto siempre le dejó malas impresiones, tengas o no un alto estatus, cualquiera que tuviera el dinero podría comprar ropa extremadamente cara. Con el pasar del tiempo en su mundo original los métodos de financiamiento eran variados, habían tanto que cualquiera podría conseguir un préstamo y aparentar algo que no era.

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