El anciano se quedó en silencio por un corto periodo de tiempo, posteriormente una gran sonrisa se mostró en su rostro. Era una sonrisa tan extraña, lo suficientemente anormal como para decir que eso no era algo físicamente posible para un ser humano.
Su sonrisa fue tan amplia que podría despertar el temor y la fobia de la persona más sensible. Pero Bai Yingzu no fue afectado, a pesar de que este extraño ser con la apariencia de Bai Yan estaba tomando una apariencia algo aterradora no mostró ninguna expresión.
Mientras el extraño ser sonreía, su cuerpo se retorcía en direcciones imposibles para un ser humano. Sus ojos se volvieron tan negros como un profundo abismo, y sus huesos se ensancharon tanto que perforaron la arrugada piel exterior. La piel tomó la forma de un espeso líquido negro que se deshizo por completo y posteriormente se adhirió a los huesos sobresalientes.
Con un rostro con apariencia humana casi putrefacta, con ojos abismales y una sonrisa retorcida, un largo cuello de aproximadamente medio metro, un cuerpo ancho de color negro similar al de un gran elefante y 8 pares de largas patas de araña. Esta era la apariencia de esa extraña criatura.
"¿Asi que fuiste tú quien me ha seguido desde el principio? Creo que estoy en lo correcto al suponer eso".
"¿Y qué si estás en lo correcto? Tu vida terminará aquí de cualquier forma". La extraña criatura habló con una voz grave y profunda, resonando como ecos en una habitación vacía.
"Eso es lo que crees-". Antes de que Bai Yingzu terminara de hablar, la extraña criatura dirigió una de sus afiladas patas de araña hacia la cabeza de Bai Yingzu.
Bai Yingzu apareció rápidamente a la esquina derecha de la habitación, tras usar el Gran Dominio sus reflejos se habían agudizado lo suficiente para evadir los movimientos del extraño ser. Con un intenso brillo azul siendo desprendido a través de su aura y la flor mística de la primavera celestial proveyendo de la energía suficiente, Bai Yingzu se preparó para enfrentarse con aquella criatura.
Aquel ser dio un rugido aterrador y se lanzó al ataque contra Bai Yingzu, con movimientos incesantes lo colmó de ataques por todas direcciones. Bai Yingzu aparecía y desaparecía bajo la vista de la criatura, con un parpadeo cambiaba de estar parado en la esquina izquierda a ser visto en el lado derecho.
En un principio la criatura podía seguir el ritmo de Bai Yingzu, pero después de pasar más tiempo fue perdiéndolo de vista. Bai Yingzu sabía que tenía la ventaja, pero aún buscaba la manera de acabar con el extraño ser. Al estar en su subconsciente y no en un espacio físico no podía hacer uso de armas. No podía hacer uso de su espada ni tampoco de los talismanes detonantes que mantenía guardado en su anillo de almacenamiento.
"Pero que tonto he sido". Dijo tras darse cuenta de que había pasado por alto algo muy importante. "De igual manera en la que se puede hacer con un sueño, el subconsciente sigue siendo parte de mi mente, y por tanto está atado a mi voluntad y consciencia".
Bai Yingzu dijo mientras extendía su mano derecha, poco a poco fue sintiendo un ligero hormigueo en la punta de sus dedos. Posteriormente tuvo una sensación cálida y finalmente un brillo azul fue desprendido de su palma. Con una velocidad medianamente rápida una espada apareció en su mano, esta era igual a la que había recibido del tercer anciano, el cual se encontraba guardado dentro de su anillo de almacenamiento.
Esta era la prueba de que lo que Bai Yingzu había pensado ciertamente era posible. Sabiendo acerca de la estructura y de los pequeños detalles estaba seguro de poder materializar cualquier cosa que su mente imaginara.
Con una sonrisa maliciosa tiró la espada a un lado como si fuera basura. Con este nuevo descubrimiento no haría tal cosa como convocar miles de espadas para atravesar la gruesa piel de la criatura. Bai Yingzu no quería perder más el tiempo, ya que la criatura no quería responder a sus preguntas antes mencionadas ya no le servía de nada el mantenerlo con vida.
Uniendo sus dos manos el brillo azul se volvió mucho más intenso que antes, usando esta técnica recién descubierta materializó una sola arma del mundo moderno. Tan letal y peligrosa que incluso era capaz de acabar con acorazados modernos, e incluso monstruos marinos.
Esta arma tenía una apariencia similar a una minigun, pero a diferencia del anterior este tenía 19 cañones, 18 que formaban un círculo y uno más en medio del círculo. Este contenía una fuente de poder integrada y no requería de balas para su funcionamiento.
Esta arma de aproximadamente 50 kilogramos utilizaba una tecnología avanzada del año 5,000 que permitía disparar electrones sólidos en vez de balas metálicas como las armas convencionales. Aumentando así su letalidad, eficacia y velocidad.
Presionando el gatillo de activación los sonidos del mecanismo en movimiento se escucharon resonar dentro de la habitación. La extraña criatura miró como Bai Yingzu hacia aparecer un objeto de la nada, y a pesar de que no sabía lo que era podía sentir el peligro con tan solo mirarlo. Con su inmenso cuerpo dio un salto para aplastar a Bai Yingzu con la intención de lograr que no usará tal objeto peligroso.
Pero ya era tarde. Bai Yingzu apuntó con la minigun y disparó llenando a la extraña criatura de incontables agujeros, las balas perforaron la gruesa piel de la criatura. Cuando había dado un salto para aplastar a Bai Yingzu estaba prácticamente gritando que le dispararan. Por la fuerza del impacto la criatura fue empujada a varios metros, su cuerpo estaba completamente destrozado y ni siquiera tuvo tiempo de hacer algún ruido.
Recibir de lleno 10,000 disparos en un solo segundo no era una broma, ver la letalidad de tal arma lo llenaron de asombro y un poco de temor.
"Este es el poder de una humanidad altamente avanzada tecnológicamente". Ahora Bai Yingzu ya no tenía dudas del porqué su país era una potencia colosal capaz de influir en las decisiones internacionales tanto militares como económicas.
Siendo uno de los pocos países capaces de poder fabricar tan poderosa arma era algo lógico. Por lo que no le extrañaba que su nación fuera reconocida públicamente como la cuna de la innovación, prosperidad y avance.
Dejando a un lado los pensamientos acerca de su mundo original, Bai Yingzu se puso a explorar el lugar. Caminó con la minigun bien sujetada de manera que pudiera disparar en cualquier momento.
Bai Yingzu tuvo curiosidad por saber la razón por la que su subconsciente tenía la apariencia de la mansión del viejo Bai Yan. Hileras tras hileras de puertas fueron vistas durante su recorrido, Bai Yingzu se abrió paso explorando lo que había detrás de las múltiples puertas. Para su sorpresa encontró fragmentos de recuerdos siendo reproducidos.
Llegó frente a una puerta gris y se sintió algo extraño, se suponía que abriría la puerta, pero solo se quedó mirándola con duda sin la mínima intención de tocarla. Apretó los dientes y se llenó de valor, la puerta fue abierta y tal como temia encontró el fragmento de aquel recuerdo traumatizante.
...
Cuando tenía 15 años, Bai Yingzu no fue alguien centrado en sus estudios. Prefería socializar a tomar un libro en la biblioteca y leerlo. Alguien tan sociable era obvio que sería popular en donde quiera que fuera. Fue un deportista talentoso y carismático, con inflado orgullo y cierta arrogancia.
Su vida era el sueño de muchos, envidiado y admirado por igual. Su vida era la maravilla, y se suponía que hace algunos años se había comprometido con la hija de uno de los hombres más influyentes del país, con el respaldo de Bai Yan quien lo veía como su nieto de sangre, su vida fue suave y tranquila, sin ningún tipo de complicaciones.
Todo parecía tan bueno para ser verdad. Y cierto día abrió los ojos, miró la realidad de la que tanto se rodeó. Aquellos quienes decían ser sus amigos propiciaban insultos a su espalda, cualquiera que se acercara a hablar con él o bien quería algún favor o quería que él les debiera el favor.
Pero aún si solo hubiera sido eso, tal vez no le hubiera afectado tanto al joven e ingenuo Bai Yingzu. Sin embargo, las cosas no siempre suceden como uno espera. Su prometida, la mujer que Bai Yingzu más apreciaba se reía de él. Nunca fue sincera, jugó con él y se aprovechó lo más que pudo. Muchos sabían acerca de eso, estaba más claro que el agua, el único cegado era Bai Yingzu quien se engañaba negándose a aceptar la verdad.
Cuando había encarado a la mujer para reclamarle acerca de sus agravios, lo único que recibió fue el desprecio y la burla. Obteniendo una completa humillación que destruyó su orgullo y confianza, Bai Yingzu no pudo hacer otra cosa más que salir de escena como un miserable perro apaleado. Se había sentido extremadamente mal, como si todos lo miraran con desdén o burla, pudo notar que la gran mayoría de los presentes se reían de él entre susurros y murmullos.
Después de ese día Bai Yingzu abandonó la escuela, se negó a salir de su habitación sin importar quien se presentara para persuadirlo.
Bai Yan quien le tenía mucho aprecio, se había enterado de la situación humillante que había recibido. Aquella mujer junto con su padre, pasaron de ser una de las familias más influyentes y ricas del país a ser los seres más miserables y desgraciados que pudiera existir en esos momentos.
Tanto la fortuna como las conexiones que tanto les había costado el acumular, no pudieron ayudarlos para resistir la gran desgracia que se acercaba a su familia. Ni siquiera las amistades más profundas que alguna vez valoraron metieron las manos para ayudarlos. Nada se pudo hacer, muchos de ellos optaron por abandonar en los tiempos más difíciles.
Podían ser la familia más famosa, tan llena de riqueza y con gloriosa historia, pero aún así no se podían comparar a Bai Yan. Con solo una palabra aquel anciano había logrado llevar a la ruina a un gran imperio industrial y una prestigiosa familia. De haber comprendido la magnitud del aprecio que Bai Yan tenía hacia Bai Yingzu, hubieran pensado mejor en sus actos y posiblemente se hubieran tratado de acerca aún más.
De ser ese el caso tal vez podrían haber sobrevivido y prosperado aún más. Pero como antes se había dicho, las cosas no siempre salen como uno espera. El resultado no se mostraría hasta completar el movimiento.
...
Bai Yingzu cayó de espalda respirando agitadamente, esta era la primera vez en mucho tiempo que había llegado a reaccionar de esa manera, llegando al punto de hiperventilar.
Sintiendo una profunda angustia y un gran dolor, se llenó de emociones intensas, Bai Yingzu se cubrió la cara y lloró silenciosamente. Bai Yingzu lo había intentando varias veces, sin embargo, no pudo luchar contra aquellos recuerdos que tanto lo atormentaban. No se sentía bien, simplemente quería desaparecer de este mundo.
Después de largos minutos, Bai Yingzu se levantó como si nada hubiese pasado. Su expresión fue solemne, tomó la minigun en sus manos y apuntó hacia la puerta gris. "Simplemente debo destruir todo aquello que me impida avanzar en mi camino. Teniendo esta rara oportunidad, no puedo desaprovecharlo".
Presionando el gatillo accionó el arma. Los mecanismos en movimiento resonaron en el gran pasillo y en menos de un segundo la poderosa arma rugío ferozmente con cada disparo. La puerta fue llenada de agujeros y pronto fue reducida a polvo. La mente de Bai Yingzu se sintió relajada, tan tranquilo como si un gran peso fuera quitado de encima.
En estos momentos Bai Yingzu no tenía conocimiento de los recuerdos que alguna vez lo atormentaron, lo había pensado solo como una teoría, pero tras ponerlo a prueba fue un éxito total.
Ya que el subconsciente era el lugar de almacenamiento de recuerdos, tanto buenas como malas experiencias, así como también de los traumas o sucesos que han dejado una profunda impresión, había pensado que con el poder de su voluntad y consciencia podía borrar sus traumas pasados. Y efectivamente lo había logrado.
Bai Yingzu suspiró con un sentimiento de liberación, a pesar de no recordar aquello que alguna vez lo afligió en el pasado, se sintió realmente muy feliz de no recordarlo y poder seguir con su vida de manera normal. Una amplia sonrisa se mostró en su rostro. Y no era para menos, después de todo, literalmente había destrozado su trauma más grande.
Con un buen humor continuó caminando con la minigun sostenida con ambas manos, en búsqueda del Bai Yingzu originario del mundo de cultivo. Tan feliz estuvo que incluso tarareó una alegre canción que había escuchado hace mucho tiempo.
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