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Chapter 27 - Capítulo 25

Bai Yingzu fue de regreso a su casa con una mente ocupada por muchos pensamientos. Reflexionando un poco acerca de su despertar, recordaba claramente lo emocionada que Xia Yanyu estaba cuando recién había salido del coma profundo.

En cambio Bai Yingzu había reaccionado de una manera simple, demasiado indiferente hacia los que alguna vez fueron sus cercanos. También entendía que esto no era su culpa, después de todo, él no era el Bai Yingzu originario de este mundo, no había razón para que él actuara de la misma forma.

Pero pensándolo con más profundidad creía que era algo triste, esperar a quien fue uno de tus seres más preciados para posteriormente descubrir que este no te recuerda, o que te trate de una manera indiferente. Sin quererlo había actuado de una manera hiriente hacia la joven.

Bai Yingzu no quería demostrar lástima debido a esta situación, a él no le gustaba eso. Tenía la firme creencia de que sin importar qué, todo debía mantenerse en su lugar y no solo dejarse llevar por las situaciones de las personas. Por esa razón Bai Yingzu no podía, ni mostraría preferencias por una persona basado únicamente en las situaciones que pasen en sus vidas.

El favoritismo era otra cosa que Bai Yingzu odiaba, este tipo de acción podía cerrar puertas a quienes buscaban oportunidades con esmero. Colocar en un puesto asegurado por el favoritismo o lástima era lo más insultante que una persona podría recibir. Esto era así bajo la perspectiva de Bai Yingzu, tenía claro que otros simplemente lo tomarían sin ofenderse.

Bai Yingzu pensó y pensó mientras continuaba con su avance, hasta que finalmente detuvo sus pasos una vez que estuvo frente a la puerta de su casa. Dudó en entrar por el simple hecho de no querer hacer frente a Xia Yanyu.

¿Pero por qué la evitaba?. Tal vez era por la culpa que sentía. Era extraño ya que no debía existir razones para sentirse así, todo había sucedido por simple casualidad. No era como si Bai Yingzu hubiese hecho todo por sus propios medios, desde tomar un cuerpo en otro mundo hasta apropiarse de la vida de este mismo.

Estuvo por varios minutos frente a la puerta... Cuando escuchó sonidos provenientes detrás de ella entró en pánico y salió corriendo a la maxima velocidad que pudo. Xia Yanyu salió mostrando un aspecto inusual, se veía abatida, con unos ojos ligeramente rojos e inflamados después de tanto llorar.

Xia Yanyu volteó en todas direcciones en la búsqueda de su joven maestro. Podía jurar que había escuchado sus pasos y notado su presencia, pero lamentablemente parecía que todo había sido producto de su imaginación ya que no lo había encontrado por ningún lado.

...

Mientras tanto Bai Yingzu se detuvo tras llegar al parque en donde siempre se sentaba una vez que terminaba con su entrenamiento matutino.

Bai Yingzu dio un golpe al suelo con su pie derecho, parecía molesto. "¡Maldición! ¿Desde cuándo me he vuelto tan cobarde? Solo se trata de encarar a una mujer, ¿Qué tan difícil debe ser eso?".

Bai Yingzu se sentó de mala gana en uno de los asientos de piedra. Con pensamientos tan revueltos y complejos trató de pensar en alguna manera que podría ayudarlo a resolver este problema.

Bai Yingzu llegó a una conclusión bastante rápida. Se preguntó si en verdad el Bai Yingzu originario de este mundo estaba realmente muerto, o si tal vez se encontraba en alguna parte de su subconsciente. Después de todo, con lo que había sucedido hasta ahora era difícil pensar que una parte de su alma o espíritu no hubiera sido conservada dentro de sí mismo.

Sabía que hacer eso conllevaría graves riesgos, entre estos riesgos se destacaba el que posiblemente sería el fin para sí mismo. Tal vez dando paso al anterior Bai Yingzu significaba decir adiós a este mundo para siempre. Pero aún después de analizar todas las opciones junto con las consecuencias no dudó en continuar.

Bai Yingzu no tenía la intención de robar una vida, y menos si con sus acciones traía infelicidad a otros. No era tan egoísta para hacer tales cosas.

El Bai Yingzu del mundo moderno ya había muerto, tener una segunda oportunidad era bueno de cierta manera, pero no indispensable. Después de que había llegado al nuevo mundo estuvo peleando por su supervivencia para conservar esta nueva vida. Y así sin más había llegado a la conclusión de abandonarla, y nada menos que por causa de una mujer.

Era irónico que su vida terminara en ambas ocasiones por una mujer, con la única diferencia de que esta vez sería algo voluntario.

Bai Yingzu se sentó de piernas cruzadas y comenzó a buscar en lo más profundo de su subconsciente. Fue transportado a un lugar desconocido, era una habitación espaciosa con múltiples rutas frente a él. No había duda de que este era un inmenso laberinto dentro de su subconsciente.

Bai Yingzu no tenía tiempo que perder, como si se tratara de un loco salió corriendo en el pasillo más cercano a su derecha. Durante varias horas estuvo haciendo lo mismo, regresaba al punto de partida una vez que se encontraba con callejones sin salida. En su mente había logrado trazar un mapa tan detallado capaz de hacerlo ubicarse con precisión.

Después de un largo tiempo logró entrar a otra habitación la cual parecía ser un inmenso espacio en blanco. Sin detenerse Bai Yingzu continuó su trayecto de manera directa dirigiéndose hacia el frente. De vez en cuando podía sentir que una extraña fuerza lo trataba de redirigir torciendo ligeramente su camino.

Pero gracias a sus agudos sentidos pudo desarrollar algo similar a la geolocalización usada por las aves. Por lo que cada vez que sentía que se alejaba de su camino volvía a seguir la ruta. Después de varias repeticiones y darse cuenta de que Bai Yingzu no podía ser afectado, la extraña fuerza lo dejó tranquilo.

Pero después de eso extrañas siluetas negras surgieron del suelo, todas tenían la intención de obstruir o detener su camino. Bai Yingzu frunció el ceño al ver esta situación, pero estaba tan motivado en estos momentos que incluso si un Dios fuera el que obstruyera su camino lo apartaría con una sola bofetada.

Y de esa manera Bai Yingzu avanzó dando bofetadas a las extrañas siluetas, al ver que sus compañeros había caído por un solo golpe de Bai Yingzu, el resto despejó el camino. Bai Yingzu no pensó mucho en esto y continuó al siguiente nivel del subconsciente.

Cuando dio los primeros pasos fuera de la habitación en blanco se sintió caer desde las alturas , Bai Yingzu no entró en pánico e inmediatamente se rodeó de energía espiritual para protegerse contra cualquier daño.

¡SPLASH!. Su cuerpo cayó hundiéndose en un inmenso mar azul. Bai Yingzu nadó hacia la superficie y miró con cierto asombro lo que se encontraba frente a él. No había nada más que agua, de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo. Todo estaba cubierto sin dejar ni un rastro de tierra a la vista.

Bai Yingzu trató de conectar con su cuerpo físico para probar si aún podía salir de aquí en cualquier momento, sin embargo, se dio cuenta de que no podía hacer contacto, al parecer tendría que terminar el recorrido si quería salir de aquí.

Sin miedo o dudas en su expresión, se sumergió en las profundidades. Nadó sin parar durante varias horas, de no ser porque había activado el Gran Dominio no podría haber durado tanto. Tras un largo tiempo finalmente encontró tierra firme, al poner sus pies en el suelo sus alrededores cambiaron abruptamente.

Ahora se encontraba en otro lugar que nunca había visto, esta era una zona con múltiples cadenas montañosas. Frente a él había un camino empedrado lo suficientemente desgastado como para poder determinar que era muy antiguo, por sus partes descuidadas y en mal estado no había duda de que había sido abandonado durante mucho tiempo.

Bai Yingzu dejó de contemplar la vista y se echó a correr demostrando la prisa que tenía. Podía sentir que algo extraño lo seguía muy de cerca, aunque no tenía miedo de enfrentarse a lo que sea que fuera, todavía quería ser cauteloso frente a entes desconocidos.

*Crujir. El suelo se abrió fente a Bai Yingzu y de las profundidades subterráneas un extraño gusano gigante emergió, abriendo la boca y mostrando sus tres pares de líneas con dientes extremadamente afilados trató de engullir a Bai Yingzu con un movimiento de ataque rápido.

Bai Yingzu frunció el ceño y dio un salto de varios metros de altura esquivando los afilados dientes de la extraña criatura. Otras grietas más aparecieron y de ellas también salieron más gusanos gigantes. Bai Yingzu se puso serio, activando el Gran Dominio una vez más dio una bofetada a cada una de ellas dejándolas fuera de combate.

Después de recibir la bofetada de Bai Yingzu, las criaturas parecían perros moribundos con la gran boca abierta mostrando las filas de dientes y la lengua de fuera respirando agitadamente.

Tras llegar a la cima de la montaña más alta pudo ver el espacio de principio a fin, se trataba de una basta cordillera que se extendía hasta donde la vista podía alcanzar, también un gran río que desembocaba al pie de la montaña más alta pudo ser apreciado. Bai Yingzu se sintió poderoso al tener tan espectacular vista, como si todo pusiera ser alcanzado por sus manos y nada ni nadie pudiera detenerlo de cumplir con sus objetivos.

De forma abrupta la escena frente a él cambio nuevamente. Bai Yingzu se sentía como si estuviese en algún tipo de juego en el que con cada nivel pasado cambiaba de escenario para realizar nuevas misiones. Esto duró por un largo tiempo, cruzó cordilleras montañosas, desiertos ardientes, pasó por algo similar al infierno ardiente que quemaba todo a su paso, cruzó un territorio congelado por hielos perpetuos que podían inmovilizar hasta el tiempo mismo. Este último fue especialmente difícil y tardó mucho más tiempo que en otros escenarios para poder salir ileso.

Bai Yingzu estuvo parado en medio de una habitación espaciosa, para ser más exactos este parecía ser la recepción de una gran mansión, al lado derecho e izquierdo se encontraban puertas dobles de madera fina. La vista le era un poco familiar, esto era porque este mismo lugar parte de la residencia del viejo Bai Yan.

Bai Yan había sido el hombre que había adoptado a numerosos huérfanos, y entre estos se había encontrado Bai Yingzu. Siempre fue un hombre amable que mostró oportunidades a quienes trabajaron duro. De las enseñanzas de aquel anciano se concretaron los pensamientos y gran parte de la personalidad actual de Bai Yingzu. Sus enseñanzas se habían arraigado en sus pensamientos muy profundamente, fue de ahí que surgió su aprecio por el trabajo duro y los méritos propios.

"Ya es suficiente. He jugado tus juegos por mucho tiempo y he comenzado a aburrirme". Habló Bai Yingzu dirigiendo su mirada hacia la puerta izquierda de la habitación.

La puerta hizo un crujido para posteriormente ser abierta. De ella salió un hombre de entre sus 50 años, con un cabello y larga barba llena de canas, contrario a su apariencia sus ojos tenían un resplandor vigoroso, casi tan juvenil como un hombre en sus 30 años.

"Finalmente volvemos a vernos mi querido nieto. Este abuelo tuyo a quedado solo después de que fuiste, con el mundo llegando a su fin por la calamidad zombi, así como muchas consecuencias graves posteriores a eso. Este viejo se quedó solo, esperando por el fin de sus días de forma natural.

Haz recorrido un largo camino, pero lamentablemente esto que haces es incorrecto". El anciano murió a Bai Yingzu con desaprobación. "Tienes una gran oportunidad de vida, pero estás desperdiciándola con todo lo que hiciste. ¿Pasar a través de un gran recorrido para terminar con tu propia vida? Resultaría mejor si saltaras de un risco, al menos ahorrarías más tiempo".

Bai Yingzu esperó que el anciano terminara de hablar, posteriormente dijo mostrando un ceño fruncido. "¿Y quién se supone que eres tú?".

El anciano mostró una expresión en blanco. ¿Pero que dices? ¿Acaso me has olvidado? Soy Bai Yan tu querido abuelo".

"Ja, ja, ja". Bai Yingzu comenzó a reír como si hubiese escuchado una gran broma. "Entre tantas cosas que podías haber hecho, diversas maneras en las que pudieras intentar manipularme, decidiste hacerlo de manera más difícil. Si que eres una existencia estúpida, por no decir el más estúpido que he encontrado en toda mi vida".

"Yi'er...". El anciano mostró una expresión complicada.

Bai Yingzu cambió su semblante de forma abrupta, irradiando un aura peligrosa dijo. "Te he dicho que dejarás todas tus tonterías. Mi mente es lo suficientemente fuerte para ignorar tus deficientes métodos de manipulación. Vayamos directo al tema y dime qué eres y por qué estuve varias horas dando vueltas a través de escenarios en condiciones extremas".

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