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Chapter 17 - Capítulo 15

Después de terminar con su baño y de lavar su ropa, Bai Yingzu se vistió rápidamente. Volvió a sentarse de piernas cruzadas con la intención de regresar a cultivar. Alcanzar la etapa temprana del primer camino de cultivo le fue bastante fácil en comparación a la primera vez que lo había hecho, esta evidente mejora en la velocidad de cultivo le fue atribuido a las correcciones hechas a la técnica.

Bai Yingzu pensó que lo mejor sería tratar de avanzar lo suficiente hasta alcanzar un cuello de botella, una vez llegado al límite de crecimiento podía centrarse únicamente en solidificar su base de cultivo, y con ello continuar su cultivo con una base más robusta.

De su anillo de almacenamiento sacó todas las piedras espirituales que le habían sido entregadas por el tercer anciano, también tomó el anillo que había extraído de Bai Feng y comenzó a inspeccionarlo para ver si había algún tipo de bloqueo que le impidiera usarlo. Tras revisar el anillo de Bai Feng de forma minuciosa se dio cuenta de que el anillo no tenía ningún tipo de protección.

Al igual que haría con su propio anillo sacó todos los objetos que había en el interior, encontrando principalmente cientos de piedras espirituales y varias hierbas con una densa energía espiritual. Sin detenerse a pensar si eran hierbas valiosas o no, Bai Yingzu solo las arrojó a su boca y comenzó a masticarlas para posteriormente tragarlo. Pensó en estas hierbas como una simple fuente para obtener la energía espiritual que necesitaba para continuar con su cultivo.

Cuando estas hierbas entraron en su cuerpo sintió que su estómago se calentaba, posteriormente un cálido torrente de energía lo recorrió por todos lados. Con esa sensación supo que estaba listo para procesar la energía, no sintiéndose completamente satisfecho arrojó todas sus piedras espirituales al suelo. Estas piedras liberaron ráfagas de energía espiritual llenando la habitación por completo.

Bai Yingzu estaba demasiado ansioso por comenzar con el cultivo, se notaba tanto porque incluso se olvidó que dentro de su casa había una habitación especial para el cultivo. Dentro de la habitación de cultivo había formaciones especiales para una mejor reunión de la energía espiritual, estas evitaban que la energía espiritual de las piedras se disipara o que se filtrara al exterior.

Lo que Bai Yingzu estaba haciendo no le afectaría gravemente, solo significaría que habría una pérdida de energía en comparación a la que se podría reunir dentro de una habitación especial para el cultivo.

Ignorando todo lo anterior, Bai Yingzu hizo circular su energía a través de sus venas espirituales tal como estaba descrito en la técnica de cultivo. La energía extremadamente pura circuló en diferentes direcciones ejecutando un ciclo infinito, reuniéndose una gran parte en sus nueve puntos donde se encontraban los nueve remolinos invertidos.

*¡Ruptura!. Sin previo aviso el sonido de la ruptura del límite de cultivo fue totalmente audible. Totalmente fuera de toda lógica Bai Yingzu había logrado atravesar cada etapa de cultivo del primer camino hasta alcanzar el segundo camino sin la necesidad de solidificar la base del nivel de cultivo anterior.

En ese instante la energía de la respiración desapareció dejando vacío cada espacio en sus venas espirituales. Posteriormente se dio paso a la concentración de la energía de sangre que reemplazó a la energía de la respiración. Siendo esta energía aún más pura que la anterior, circuló animadamente llenando nuevamente cada rincón de las venas espirituales.

Actualmente el cuerpo de Bai Yingzu era similar a una gran esponja que absorbía cada hebra de energía espiritual disponible en el exterior por las piedras espirituales.

Con la energía de las piedras espirituales entrando desde el exterior y la energía de sangre agitándose en su interior, ambas energías se mezclaron y juntas viajaron en dirección donde se acumularía su mar espiritual, mismo que posteriormente se convertiría en el núcleo espiritual.

Con tan pura y limpia energía reuniéndose pronto su mar espiritual llegó a su límite de almacenamiento y comenzó con el proceso de condensación para crear su núcleo espiritual. Llegando a este punto Bai Yingzu puso en marcha las instrucciones de la técnica para crear el núcleo eterno de la cultivación.

La energía comenzó a comprimirse más y más hasta que se volvió una esfera sólida, pero aún con esto continuaba absorbiendo grandes cantidades de energía. La esfera poseía un brillo tan intenso capaz de cegar a cualquiera, su brillo cubrió la totalidad de las venas espirituales dandole una sensación similar a ver un bloque de acero en medio de la radiante luz del sol.

Con una increíble ejecución de la técnica, Bai Yingzu logró absorber la energía en cada parte de su cuerpo. Sus células estaban tan cargadas de energía que incluso podía sentir que si no se concentraba en mantenerlas unidas saltarían haciendo que su cuerpo se desintegrara.

Al principio podía sentir un ligero cosquilleo en todo su cuerpo, posteriormente se convirtió en una picazón casi insoportable. Cuando ya estaba a mitad del proceso un intenso dolor lo invadió, podía sentir que sus músculos se desgarraban y algunos de sus huesos se rompían.

Si no tuviera la suficiente fuerza de voluntad ya habría gritado por el dolor, pero tuvo que soportarlo y apretó los dientes reuniendo más fuerza de voluntad porque sabía lo que vendría en la última etapa del proceso.

Conocía por la misma técnica del núcleo eterno de la cultivación, que la última etapa del proceso era cientos de veces más doloroso, los dolores anteriores no serían más que caricias suaves en comparación. El dolor siguió aumentando llegando a un punto en el que Bai Yingzu no podía mantener su postura, cayó al suelo aún sin detener su cultivo.

Mientras tanto no podía hacer más que retorcerse por el insoportable dolor. Bai Yingzu comenzó a pensar, contó en números sucesivos, resolvió los ejercicios que había visto en un libro de matemáticas de su mundo anterior, hizo cualquier cosa que mantuviera ocupado a su cerebro, lo que quería era distraer su mente para soportar por más tiempo.

El tiempo que transcurría parecía ser eterno, detuvo sus pensamientos sin recordar lo que estaba pensando, perdió el conteo sucesivo que llevaba, también había olvidado por completo los resultados de los ejercicios matemáticos.

No podía hacer ninguna otra cosa más que hundirse en el dolor, pero incluso con eso no detuvo la ejecución de la técnica para crear el núcleo eterno. Parecía ser un tipo de reflejo natural como si esto fuera una instrucción automática que debía ejecutar.

Cuando estaba a punto de perder su conciencia escuchó un crujido, algo así como si se hubiese roto una botella de cristal. Este sonido hizo que Bai Yingzu volviera en sí para darse cuenta de que ya no había más dolor. Sintiéndose más tranquilo se recostó en el suelo soltando un profundo suspiro.

Con su cuerpo que había quedado muy debilitado y sintiendo mucho sueño, prefirió ignorar la razón del por qué ir hacia su cama para descansar.

Simplemente cerró los ojos y cayó dormido al instante sin siquiera percatarse de los cambios que habían ocurrido en su cuerpo. Con tal cansancio a Bai Yingzu no podría importarle menos lo que le había ocurrido a su cuerpo.

...

Al día siguiente, muy temprano por la mañana Bai Hui y Bai Yi caminaron en dirección a la zona principal de residencias, siguiendo las instrucciones al pie de la letra llegaron a la casa de Bai Yingzu. Se acercaron temerosamente a la puerta y llamaron.

Estaban tan asustados porque el día anterior habían ido hacia el parque donde Bai Yingzu regularmente se sentaba. Aún guardaban esperanzas de ver a Bai Yingzu tirado en el suelo con graves heridas provocadas por Bai Ziouk, el más feliz de eso no sería otro que el regordete Bai Hui. Pero contrario a sus expectativas la escena que presenciaron frente a sus ojos fue algo inesperado, encontraron a un Bai Ziouk con heridas graves.

Bai Hui casi se desmayaba por el susto, en cuanto a Bai Yi su mandíbula estaba tan abierta que fácilmente podría ser introducido un huevo. Ambos estaban tan confundidos por todo lo sucedido, ninguno podía explicar las razones por las que un aparente mortal común podía acabar con cultivadores.

Incluso llegaron a pensar que Bai Yingzu era algún tipo de experto cultivador que iba engañando a todos los jóvenes arrogantes para darles una lección. Pero todas estas locas ideas desaparecieron de sus mentes al recordar que Bai Yingzu parecía tener la misma edad que ellos.

Esa idea fue descartada ya que no creían que alguien tan joven lograra convertirse en un experto, la única explicación lógica para ellos era que Bai Yingzu hacía uso de extraños trucos.

Si eran trucos o no, ellos solo sabían que Bai Yingzu podía vencer a un cultivador del tercer camino en la etapa tardía. Era natural el miedo que tenían de hacer enojar a tan aterradora persona, pero tras verlo bajo una perspectiva más positiva creían que podían obtener su protección y así nunca más ser intimidados dentro del clan.

De cierta manera se alegraban de que Bai Yingzu los tomara como sus secuaces, pero aún con esos pensamientos positivos todavía no podían evitar sentir un poco de miedo.

Pronto la puerta frente a ellos se abrió, siendo recibidos por una belleza se quedaron momentáneamente aturdidos. Fue hasta que Xia Yanyu les habló que volvieron en sí. Algo avergonzados explicaron que habían llegado por instrucciones de Bai Yingzu.

Xia Yanyu recordó todo lo que Bai Yingzu le había dicho el día anterior, pero también recordando que su joven maestro no parecía encontrarse bien, dudó en despertarlo tan temprano para recibir a los visitantes. Pronto llegó a una decisión, dejó pasar a ambos jóvenes y se dirigió hacia la habitación de su joven maestro tal como se lo había indicado.

Recientemente Bai Yingzu le había comenzado a hablar, Xia Yanyu temía que de no avisar de las visitas tal como Bai Yingzu había pedido, hiciera que se enojara con ella y nunca más volviera a dirigirle una sola palabra, o peor aún que dudara en confiarle alguna nueva tarea.

Xia Yanyu llegó frente a la puerta y llamó, pero no recibió ninguna respuesta. Algo preocupada abrió la puerta y entró encontrando a Bai Yingzu durmiendo en el suelo. Pensando en lo peor se dirigió hacia Bai Yingzu con agitación, soltó un suspiro cuando se dio cuenta de que la respiración de su joven maestro era estable y tranquila, dormía sin ningún tipo de problema visible.

Dudó nuevamente en despertar a Bai Yingzu quien parecía dormir plácidamente. Xia Yanyu se llenó de determinación y con una voz suave lo llamó. "Joven maestro. Joven maestro". Siguió llamando mientras lo movía cuidadosamente.

...

En un lugar desconocido un hombre cubierto de pies a cabeza con una extraña vestimenta, atravesaba un gigantesco desierto en medio de una gran tormenta de arena montando sobre un extraño animal con largo cuello y una joroba.

Este viajero acompañado de su fiel compañero el cual se trataba de un camello parlante, continuó con su camino en medio de la tormenta siguiendo el único objetivo de buscar el territorio místico del Dios inmortal del desierto.

Un día se había despertado sin ningún tipo de recuerdo o conocimiento de sí mismo, al abrir los ojos lo primero que se había encontrado era al camello parlante que lo acompañaba en la actualidad. Este se había presentado a sí mismo como la bestia mágica del Dios inmortal del desierto, diciendo que había venido a buscarlo por órdenes de su amo.

Al hombre le pareció extraño ver al animal siendo capaz de hablar, pero aún así como no recordaba cómo era el mundo no lo tomó en cuenta. Pensó que tal vez seguir a la bestia parlante y encontrarse con su amo le brindarían las respuestas que quería. Así que aceptó ir en búsqueda del Dios inmortal del desierto, pero sin saber de los peligros que encontraría en su camino.

El trayecto fue duro, en poco tiempo se había encontrado con seres peligrosos que sin ninguna duda querían tomar su vida. Desde gusanos gigantes que se ocultaban debajo de la arena, animales salvajes que vagaban sin rumbo, feroces bandidos, e incluso fantasmas corrompidos por la maldad. Todos estos seres sin excepción parecían sentirse atraídos hacia él por alguna extraña razón.

Un ruido similar al gruñido de un estómago sonó en medio de la tormenta. "Tengo hambre". Dijo el camello parlante mientras se detenía.

"Pero acabamos de comer antes de salir". Dijo el hombre volviendo a ser sorprendido tras pensar en el apetito de la bestia parlante. Este ya había comido lo suficiente como para alimentar hasta 20 personas.

"Si, lo sé. Pero soy yo quien te ha llevado en todo el trayecto, es comprensible que tenga hambre por todo el esfuerzo que he hecho".

Las palabras de la bestia eran comprensibles, por lo que el hombre aceptó alimentarlo una vez que terminara la tormenta. Cuando la tormenta de arena había terminado, ambos se detuvieron para comer. El hombre sacó las provisiones y alimentó a la bestia mágica, él no comió nada ya que no tenía hambre.

El hombre y la bestia comenzaron a hablar sobre las aventuras que habían vivido juntos, faltaba poco para reunirse con el Dios inmortal del desierto y darían por finalizado su travesía.

Bai Yingzu quien estaba a un lado de ellos sin ser notado, escuchó la conversación mientras estaba recostado en la arena. Bai Yingzu había abierto los ojos casi al mismo tiempo que el hombre de vestimenta extraña, pudo ver cuando el hombre se había encontrado con la bestia parlante y escuchó la conversación sobre el Dios inmortal del desierto.

Bai Yingzu había abierto los ojos para encontrarse en un lugar desconocido sin entender cómo había llegado allí. Aunque tenía curiosidad sobre el Dios inmortal del desierto se decidió a investigar su entorno para saber en dónde se encontraba. Para su sorpresa, sin importar que dirección tomara siempre regresaría al mismo lugar en donde estuviera aquel hombre y la bestia parlante.

Sin tener más opción trató de hablar con la bestia y el hombre para obtener respuestas, pero fue ignorado sin siquiera voltear a verlo. Fue algo extraño por lo que Bai Yingzu se acercó al hombre y trató de tocarlo para llamar su atención. Pero nuevamente se vio sorprendido al ver que su mano atravesó al hombre como si fuera algún tipo de holograma. Trató de hacer lo mismo con la bestia obteniendo el mismo resultado.

Mientras pensaba en una manera de cómo salir del aparente mundo ilusorio, optó por ver hacia dónde lo llevaría la búsqueda del Dios inmortal del desierto. Al igual que el hombre sin memoria pensó que tal vez encontraría respuestas al encontrarse con aquella persona.

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