Me voy a mi casa lo más rápido posible y me encuentro con la abuela y mi mamá en el sofá, quiero hablar con la abuela sobre lo que acaba de pasar pero Lorena está presente.
Luego de una larga lucha interna, me siento entre la abuela y Lorena, apoyó la cabeza sobre el hombro de la abuela.
— ¿Ahora qué te paso, loca?— pregunta la abuela acariciando mi cabello negro.
— Creo que me gusta alguien— le digo y veo como hasta Lorena se pone atenta— Es una linda chica.
— ¿Y qué pasa?— pregunta la abuela con calma—Cuéntame todo.
— Estoy confundida—me siento en confianza de hablar de todo esto con la abuela— Además, ella todavía habla con su ex, pero ya me besó.
— Amor, deja fluir las cosas— aconseja la abuela y yo la escucho con suma atención— Aclara lo que sientes, luego veras como las dudas se resuelven por sí mismas; si no es así, solo te darás cuenta que ahí no es.
Le agradezco a la abuela y luego subo a mi habitación, me cambio de ropa y termino de hacer mi ensayo de literatura.
Cada vez que pienso en Paula, mi mente entra en una lucha en la que quiero tirarme de cabeza, por un lado; y por el otro, solo tengo miedo de llorar nuevamente, incluso aun no estoy segura de haber superado todos mis sentimientos unilaterales por Ángela, solo se que estoy asustada, tanto que marea.
Paula y yo, eso podría funcionar, pero ¿Paula pensara lo mismo?
La puerta de mi habitación se abre y veo como Lorena entra y se sienta en mi cama con timidez, Lorena me mira por unos minutos, que parecen eternos, y luego decide hablarme.
— Se que no soy la madre ejemplar— empieza a hablar y yo la miró— Pero, si necesitas cualquier cosa, no dudes en decirlo y yo estaré para ti.
— Se lo que intentas hacer, Lorena— le digo y ella me mira curiosa— Quieres hacer el papel de madre ejemplar e involucrarte en mi vida.
— Si, lo estoy intentando— acepta ella y yo la miro con sorpresa, me impresiona Lorena— Y quiero ganarme tu confianza, aunque se que no lo merezco.
— Eso ya lo veremos— murmuro yo, volviendo mi atención a la hoja frente a mi— Por el momento, puedes demostrar que no estás aquí para volver a robarnos.
— Está bien— acepta Lorena poniéndose en pie— Te dejaré sola— y se va.
Sigo en lo mío, han pasado varías cosas en el último tiempo, incluso me llega a marear un poco el hecho de pensar en todo eso.