Intento con todo mi esfuerzo entender lo que siento, me gusta Ángela pero también me gusta demasiado Paula y sinceramente, esto es difícil.
Mentiría si digo que Ángela no me genera nada, cuando me grito a la cara que le gusto, sentí algo moverse en todo mi pecho y cuando recuerdo mi beso con Paula, algo cálido se instala en todo mi cuerpo, son sentimientos tan contrarios y lo que escoja, me da miedo.
Tengo miedo a perder, porque no volveré a recuperar el tiempo invertido, las lágrimas derramadas y el corazón quedará muy herido por una mala decisión.
El miedo invade todo de mi de solo pensarlo.
Mi teléfono suena y veo que quien llama es Paula, tomó una larga respiración y contesto.
— Hola— me saluda ella con una dulce voz— Te iba a llamar antes pero en la finca de mi abuela no llega la señal y hoy pude venir al pueblo.
— No te preocupes— la tranquilizó— ¿La estás pasando bien?— le pregunto yo.
Paula me ha contado todo lo que ha hecho en esta primera semana de vacaciones, me cuenta sobre el perro que siempre le roba la comida y sobre los animales en la finca de su abuela; se le oye tan feliz y tranquila, que me transmite por medio de su voz toda esa tranquilidad y calma.
Yo por mi lado, le cuento todo lo que hago en la librería del viejo, pero no le cuento nada de Ángela, ni siquiera que hemos estado juntas, siento que es un secreto pese a que Paula sabe que somos amigas y debe ser normal para ella que pasemos tiempo juntas.
— He hablado con Paco— me cuenta ella— Ángela le ha pedido un tiempo y el pobre está destrozado.
— Vaya— murmuré sorprendida y sintiéndome culpable, pienso que en parte es mi culpa— Ojala este mejor pronto.
— Yo también deseo lo mismo— dice ella— Es un buen chico.
Hablamos por un rato más hasta que ella me dice que ya se tiene que ir y colgamos; saber que Paco está mal me hace sentir tremendamente mal, me hace pensar que yo tengo algo que ver y eso no me agrada porque no quiero lastimar a alguien que ha sido bueno conmigo, y sobre todo, que quiero mucho; Paco puede ser insoportables pero sigue siendo mi amigo y no quiero lastimarlo, o tener que ver en la ruptura que tuvo con Ángela.
Me pierdo en mi mente lo suficiente para no notar a Ángela entrar a mi habitación y cerrar la puerta tras ella.
— Hola— me saluda.
— ¿Qué haces aquí?— le pregunto directamente.
— Necesitamos hablar—
— ¿De qué?— cuestiono algo desorientada.
— Le pedí un tiempo a Paco—me dice ella, yo me pongo en pie y ella me mira alarmada.
— No quiero lastimar a Paco— le digo y ella sonríe para tranquilizarme.
— No lo haremos— dice ella pero hay algo en su voz que me hace desconfiar— Solo seremos tú y yo, siempre lo hemos sido.
— Ángela— murmuro yo y ella se acerca a mi, acunando mi rostro en sus manos— Me gusta Paula.
— Paula no importa— dice ella y me besa.
Al contrario del beso con Paula, su beso es dominante y fuerte, no me transmite calma, si siento algo moverse en mi interior pero no puedo ignorar la incomodidad en mi cabeza y que estoy pensando en que Paula no se merece nada de esto. Entonces apartó a Ángela y veo cómo su rostro se contrae en una expresión de desagrado.
— ¿Estás pensando en ella?— pregunta ella y yo solo aparto la mirada.
No me gusta esta situación.
Sus manos en mis mejillas, se transportan a mi cuello y se cierran allí con la suficiente fuerza hasta empujarme contra la pared a mis espaldas, esto me da miedo y siento que eso la satisface,.
— Tú eres mía— susurra muy cerca a mi rostro, ella me mira con furia y ya no puedo ver en ella la usual expresión amable que siempre me ha mostrado— Yo estuve antes que Paula, que eso te quede claro.
Las manos de Ángela empiezan a ejercer presión contra mi garganta haciendo que el aire no llegue a mis pulmones y abra mi boca, siento como me sofocan y, en un intento desesperado para respirar, empiezo a rasguñas sus manos para que me suelte y funciona, haciendo que Ángela se aleje de mi, yo caigo de rodillas mientras empiezo a respirar con dificultad.
Ángela se arrodilla a mi lado y me abraza, intento alejarla pero su agarre se hace mas intenso y si soy sincera, junto ahora tengo miedo de que vuelva a intentar ahorcarme.