Mayo pasa con demasiada facilidad, las cosas entre Paula y yo avanzan a paso lento pero bastante firme. en lo que la relación de Paco y Ángela también crece, aunque Ángela se ha puesto un poco distante conmigo pero quiero suponer que no es nada serio.
Paco y yo estamos juntos en clase de gimnasia mientras Ángela y Paula presentan su evaluación práctica.
— Aun recuerdo cuando pensaban que yo era el gay del grupo— dice Paco con los brazos cruzados sobre su pecho y yo lo miro— Y tú resultaste siéndolo.
— No estaba en mis planes— me mofó y Paco sonrió.
— Mi relación con Ángela está rara— dice Paco y veo como se agobia— Ella se ha vuelto distante y no quiere hablar conmigo— se queja.
— También anda distante conmigo— le cuento y Paco suspira.
— Deberíamos hablar con ella— sugiere Paco y yo estoy de acuerdo con él.
Al término de la clase, nos dirigimos al salón y allí me pongo a hablar con Paula, dentro de una semana son vacaciones y se que ella saldrá de viaje todo el rato, así que la extrañare muchísimo. Paula vive sola con su padre, así que en este tiempo de descanso, ella visitará a su abuela y está emocionadisima por ello, además de que será un lugar tranquilo para sus lecturas y eso la tiene especialmente contenta.
— ¿Conoces la historia de los girasoles?— le pregunto y ella niega con la cabeza— Si alguien te regala girasoles, significa que por cada uno de ellos, es un año junto a ti—le cuento y ella sonríe.
—Yo quiero estar muchos años junto a ti— me susurra ella y puedo sentir como mi corazón se quiere salir de mi pecho de la felicidad— Pequeña lesbiana.
— Yo también quiero estar junto a ti— le confieso y una gran sonrisa sale de sus labios.
En ese momento somos interrumpidas por Paco, el cual se sienta a mi lado y su rostro se ve serio y eso no es normal en el extrovertido de Paco, él siempre tiene una gran sonrisa.
—¿Qué pasa?— le pregunta Paula a Paco.
— Ángela está insoportable— nos dice luego de un largo suspiro de frustración— Realmente no la entiendo y mi paciencia se está agotando.
— Deberíamos darle su espacio, por unos días—sugiero yo y Paco me mira confundido— Esto siempre pasa cuando hay problemas en su casa, ella solo necesita estar sola por un tiempo y luego ya se calma.
— Ojala sea pronto— murmuró Paco y yo le regalo una sonrisa comprensiva— Me irrita que me trate de manera tan brusca.