𝒜𝓇𝒸𝒽𝑒𝓇…
Escuché la voz de mi madre… Con un tono sereno que me otorgaba calma en mi alma…
𝒟𝑒𝓈𝓅𝒾𝑒𝓇𝓉𝒶… 𝒯𝒾𝑒𝓃𝑒𝓈 𝓊𝓃 𝑔𝓇𝒶𝓃 𝒹𝒾́𝒶 𝓅𝑜𝓇 𝒹𝑒𝓁𝒶𝓃𝓉𝑒
Al escuchar aquellas palabras mis ojos se abrieron lentamente, lo primero que vi fue un techo desconocido, con una textura con relieves y hecha de roca solida… Traté de levantarme pero un gran dolor a lo largo de mi cuerpo me lo impidió, soltando un gruñido por el malestar que sentía, es como si Raciel y Jusean me hubieran arrollado con todas sus fuerzas…
Gire mi cabeza a mi derecha, y en un costado de donde estaba recostado se encontraba mi espada, junto a un pequeño tazón lleno de frutas de varios tipos
Ah… Ahora lo recuerdo… Pelee contra aquel Treant… Todavía está muy vívidamente en mi memoria esos llantos que me ensordecían… Además de cuando los slimes vinieron a ayudar junto a aquellos lobos… ¡Ja… JaJa… Jajajaja! Wow… Pareciera que estoy viviendo uno de aquellos cuentos que contaba mi padre…
𝘉𝘰𝘪𝘯𝘨 𝘉𝘰𝘪𝘯𝘨
Escuché el sonido de unos rebotes… Y un sonido bastante húmedo y viscoso, gire mi cabeza hacia el ruido y me encontré con un limo nuboso que estaba entrando a la habitación en donde me encontraba, al verme él dio un gran salto y después regresó por donde vino
—A-Adiós… ¿Supongo…?— Inmediatamente como dije aquello, docenas de limos entraron a la habitación como una estampida, rápidamente agarra mi espada y la apunté a ellos con un pulso demasiado tembloroso como para ser imponente
—Sobreviví a un Treant… No podrán comerme sin pelear…— Los slimes empezaron a temblar, clásico, después de un momento solté una carcajada y junto a eso mi espada cayó debido a que mi mano perdió su fuerza
—Vamos… Estoy bromeando… No podría lastimarlos después de lo que han hecho por mí…— Desde que conocí a aquel limo cuando monté mi campamento cerca del rio, ellos me han proporcionado bastante ayuda… Y algo que necesitaba desde hace mucho tiempo…
Una esperanza… Una esperanza redonda y viscosa…
Los limos dejaron de temblar y empezaron a saltar a lo largo de la habitación hasta que un burbujeo se escuchó desde afuera, el rey slime les había dicho que se calmaran… Luego de un momento, el limo al que salve entraba al lugar, rápidamente el salto sobre mí haciendo que me retorciera por el dolor por que cayó justo en mis heridas
—¡Hey…! Sé que estas feliz de verme pero eso due…— Antes de terminar mi oración, el limo se disolvió en líquido y se desparramo por completo encima de mi cuerpo
—¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!— Di un grito de desesperación al ver que el limo había… ¡Había muerto! Sin embargo al pasar de unos instantes, el líquido de color azul verdoso se volvió completamente verde, sentí como si el dolor se fuera lentamente y después de un rato, el cuerpo del slime volvió a incorporarse, posándose encima de mí
—¿Woah… Puedes usar Heal?— El slime dio un pequeño salto lleno de confianza, el dolor era muchísimo menor y podía moverme normalmente, aunque no estaba del todo recuperado, me senté en mi lugar
—Gracias… ¿Supongo que puedo levantarme ahora no?— Los limos se fueron de la sala y solo quedó el pequeño limo en su lugar, poco después me levanté, mi calzado se encontraba a un costado pero mi ropa aparte de los pantalones que llevaba no se encontraban
—Oye amiguito… ¿Dónde están mis ropas?— El limo salto varias veces de emoción, ahora recuerdo vagamente que las llamas las quemaron… Cuando salimos del lugar, el limo me guio a través de los sistemas de cuevas que pertenecían al pueblo de los slimes, por primera vez que estoy en el bosque me siento… Seguro… La masiva presencia que había debido al Treant se ha ido por completo, y un gran sentimiento de calma quedo en su lugar…
El tiempo paso y llegamos a la sala del rey limo, la gran cantidad de tesoros en el lugar relucían de brillo debido a la luz plena del sol, aunque habían algunos pequeños charcos en el suelo por la lluvia torrencial del día de ayer, al llegar a en medio de la sala el pequeño limo que iba acompañándome se posó junto a su rey mientras que yo hic una pequeña reverencia
—Su viscosidad… Muchas gracias por tratar mis heridas, y no comerme mientras dormía…— El masivo ser viscoso burbujeó, casi como si estuviera dando una carcajada, ¿o tal vez diciendo "de nada"? Después de un momento el rey hablo otra vez y de entre los slimes, al menos una docena se abalanzó encima de mí
—¡¿¡¿HEY HEY QUE HACEN?!?!— Exclamé mientras no podía ver nada más que bolas viscosas de azul esmeralda, sentía como recorrían cosas por mi cuerpo y cuando al fin pude quitármelos de encima, sentí como si algo estuviera encima de mi piel, cuando miré hacia mi cuerpo mis ropas estaban ahí…
—Espera… ¡¿Estas son mis ropas?!— A comparación de como quedaron ayer, estaba muy seguro que se destruyeron, pero aquí estaban, y con un look completamente diferente, el gambesón era de un color azul índigo, y su forma era un poco más ajustada, a la par de que ahora tenía mangas largas que tenían un color grisáceo, unos guantes con refuerzo de cuero, a la par de que la prenda superior tenía una capucha incluida, hecha con tela de color rojo carmesí, los pantalones que llevaba también fueron cambiados y ahora en vez de un color negro, eran de un color café con refuerzos de piel, y un par de botas nuevas
—Vaya… Ahora si parezco un aventurero en forma… ¡¿Pero cómo las hicieron?!— De entra la multitud de slimes salieron un trio peculiar, tenían de entre las cosas que llevaban dentro de su transparente cuerpo, unos kits de costura y cosas varias, supongo que ellos se encargan de arreglar cosas por aquí…
Estaba boquiabierto por la habilidad con la que hicieron estos ropajes, la comodidad era increíblemente alta aunque la tela fuera casi la misma, solamente agregando a lo poco que quedo debido al fuego…
Después de un momento, el rey me saco de mis laureles y un sonido parecido al de madera chocarse se oyó enfrente de mí, haciendo que voltease inmediatamente, enfrente de mí se encontraba aquel cofre que me mostraron el día anterior…
Todo era demasiado bueno para ser verdad, no solamente arreglaron mis ropas, sino que también me darán lo prometido, supongo que retracto lo que dije acerca de no hacerle un favor a un slime otra vez…
Abrí el cofre con cuidado, y ahí estaba, un jugoso botín de recompensa, aunque había algo más…
Puse mi mano dentro del cofre y saque algo de ahí lentamente… Una bufanda… De un color azul esmeralda, tenía bordados hechos de color azul índigo y toques de carmesí… Y en una de sus puntas había un rostro de un slime, junto a unas palabras
ցɑɾՏíɑՏ
Reí un momento al ver esto, una sola palabra, mal escrita y con una caligrafía lamentable… Sin embargo una gran sonrisa se dibujó en mi rostro, aunada a un sentimiento de felicidad que inundaba mi corazón, tanto que podría llorar en ese mismo lugar…
Momentos pasaron, y después de un rato, ya todo el contenido del baúl fue retirado, aquella armadura de cuero reforzado con hierro estaba equipada encima de mis ropajes, mis pertenencias fueron devueltas, mi cantimplora y el mapa de Libria sobrevivieron al fuego, gracias al cielo… Puse todo aquello de valor en la bolsa multiusos, el cargar cosas ahora es más cómodo, en la bolsa también estaba un saco pequeño que contenía aquellas monedas de plata y oro que venían con la recompensa, a la par de las gemas preciosas que son un total de ocho…
Por ultimo… La vaina herrumbrosa, no era para nada vistosa, pero viéndolo bien es bastante acorde a mi espada actual… Su filo ya no es completamente inútil, pero ese oxido persiste… Y siento que esta no será la última vez que la veré "evolucionar" de forma distinta…
Tomé mi espada con mi mano derecha y la vaina con la izquierda, para que después de un instante guarde el acero herrumbroso en su nueva funda… Un pequeño brillo salió de la espada y un grabado apareció en la vaina, un sello de dos alas plumadas en medio del objeto, abrí mis ojos completamente y miré con más detalle, aunque no había nada aparte de ese adorno…
—Ahora sí que esto me hace sentir un poco pesado…— El peso que cargaba conmigo aumento considerablemente, aunque no creo que me limite a la hora de usar mi espada. Momentos pasaron y el rey slime burbujeo, el pequeño limo a su lado parecía tener una expresión algo… Solitaria…
—Por mucho que me gustaría quedarme… Tengo que salir de Kalisios, necesito encontrar a mi familia…— Por mucho que la idea de irme de aventuras en lo desconocido sea muy interesante, tengo que encontrar el paradero de hacia donde se fueron todos los que escaparon aquel día… Incluyendo a Kalem…
—Sin embargo… No dudo que vaya a pasar por aquí en algún futuro, nos veremos pronto ya verás amiguito— Me agaché lentamente, para después acariciar con mi mano derecha a aquel pequeño limo, no olvidare nunca el viaje que hice a través de este bosque… Pero ahora es hora de dar cierre y ver que hay más allá… No sin antes hacer unas paradas…
Una docena de limos me guiaron por las cuevas, para después dejarme en la boca de las mismas, podía escuchar el sonido de saltos al irme adentrando en la arboleda, siguiendo un rastro de arbustos marchitos y arboles torcidos…
Caminé un rato… Y nuevamente me encuentro aquí… En esta… Iglesia extraña… Puede que el Treant ya no este, sin embargo un sentimiento ominoso aún se podía sentir en el aire, provocándome escalofríos, pero sin miedo me adentré en aquel derruido lugar…
El interior era el mismo solamente que ahora en la parte cerca del altar había un hueco gigantesco, que es donde yo caí anteriormente, el lugar estaba lleno de charcos y lodo, la lluvia del día anterior no le hizo ningún favor a este lugar… pasé con cuidado a través del lugar, pisando en los sitios donde la madera lucia menos podrida y rechinaba menos, y al pasar de un reto me encontraba en aquel altar, traté de no pisar mucho para poder agarrar con rapidez el libro que dejé en aquel pedestal y salir rápidamente del sitio, tan pronto puse un pie en donde pise anteriormente, el suelo se derrumbó, pero gracias a mis pies rápidos pude salir de ahí a tiempo…
—Tu… Eres demasiado peligroso para dejarte aquí…— Este libro… Contiene un hechizo muy tenebroso… Ritual de corrupción, o así es lo que pone aquí en medio de manchas de sangre seca, nunca en mi vida usare este hechizo… Sin embargo este conjunto de papeles tiene bastantes conocimientos…
Al ojear las paginas iniciales, hay varios hechizos básicos. Heal… Piro… Terra… Aqua… Ventus… Todos son elementos muy básicos… Pero viendo que esta… Arma mía… Puede canalizar maná, entonces puede que la use como una varita o similar, aunque dudo mucho que pueda usar hechizos además de Piro…
Tengo que estudiar a fondo este libro… Pero eso puede esperar, luego de un momento decidí aventurarme más en el bosque, donde rastros de humo y arbustos quemados se podían observar…
Bueno… Así que después de todo ese embrollo de ayer, este lugar quedo de esta forma… La ceniza todavía era presente en el aire, pero todas las llamas se habían apagado por completo, dejando un espacio gris y negro en medio de todo el bosque, me pregunto si podré usar ese poder otra vez… Usando aquella pose extraña que me enseño aquel caballero en llamas puede que tenga un chance.
Me acerqué hacia lo que era aquel Treant… Ahora solamente siendo un montón de cenizas… Aquellos que te hicieron esto… Tenían túnicas que eran idénticas a los magos que atacaron mi pueblo…
No entiendo por qué hicieron esto… Corromper a un ser tan amable y pacifico en algo salido de las peores pesadillas de un niño… Golpee mi pecho con mi mano derecha dos veces con la fuerza suficiente como para que resonara por el lugar tenuemente, me retorcí un momento porque me golpee una herida, pero aun así, descansa en paz señor Treant… Ojala encuentres descanso en donde sea que sea el cielo de los arboles…
Antes de darme la vuelta, algo captó mi atención, en medio de todos esos restos negros, había un pequeño rastro de verde, usando mi espada aun en su vaina, quité toda la ceniza de encima que pude y abrí mis ojos completamente, con una sonrisa en mi rostro
—Pero mira esto… ¿Supongo que podré verte la próxima vez que venga eh?— Al quitar la ceniza, un pequeño tallo con mana azul recorriendo sus pequeñas hojas se encontraba en el suelo…
Los Treants al morir no se mueren y ya, ellos dejan semillas de su ser al momento de dejar este mundo, no pensé que iba a suceder esta vez, pero viendo que el tallo está sano y encima de eso recorre mana azul por sus venas, entonces el estará bien, un poco de calma llego a mi corazón y así… La última parada en esta pequeña despedida al bosque se ha terminado…
Viento… Silencio… Una bruma tenue se cernía frente a mí, que se disipaba debido a la luz radiante que se escapa de entre las hojas de los arboles… Cuatro días y tres noches he estado aquí en este bosque… En donde cientos de animales y monstruos de todo tipo habitan y viven sus vidas en libertad y armonía…
¿Quién soy? ¿De dónde vengo? Aquellos recuerdos aunados a mí ser que me guían usando los conocimientos de mí pasado en mi presente… Hui de un destino incierto… Y me encontré con la esperanza y su llama que se encontraba escondida en el fondo de mi alma…
Escuchaba como de los matorrales un sonido de hojas moviéndose se producía, sin embargo en vez de sentir un sentimiento de pánico, una calma se reflejó en mi rostro con una sonrisa leve, mientras me acomodaba aquella bufanda de azul esmeralda en mi cuello…
Luz… Luz incandescente al fondo de aquel camino desolado… A la cual me aventuraba mientras me cubría los ojos con mi mano derecha… Y al fin… Después de tanto tiempo… Salí al mundo más allá de la bruma… Más allá de las montañas que limitaban mi vuelo…
—Woah…— Retiré mi mano una vez me acostumbre al brillo del sol directo… Y una vista increíble me dejó boquiabierto… Una llanura que se extendía hasta decenas y decenas de "drakes" de distancia… Con un rio que la recorría y montañas y cordilleras a lo lejos…
Esto…
Esto es Libria…
Es… Gigantesco… Ni un mapa podría decir que tan grande es… Haciendo que mí pueblo pareciera pequeño a comparación de esto…
Giré hacia atrás, y me lleve una grata sorpresa, varios limos acompañados de su rey, y varios lobos estrella a lo lejos, aullando y saltando… Como si un grito lejano desde el bosque dijera Suerte… Y que te vaya bien…
Una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras volvía a ver al horizonte interminable, voltee un momento hacia mi espada en mi cintura, desenvainándola un momento, viendo como el filo sin herrumbre reflejaba mi rostro…
Mis ojos ya no tenían ojeras… Mi pelo ciertamente no ha mejorado en su apariencia… Sin embargo, sentí que… Sentí que algo en ese bosque me había cambiado… Y gracias a eso… Nunca olvidare el tiempo que pasé en este verdoso y brumoso lugar.
Guardé mi espada y agarre su mango con fuerza mientras caminaba hacia donde sea que el sendero me llevara…
Yo… Yo soy Archer, tengo 15 años… Perdí todo lo que conocía y perdí la esperanza que había en mi… Pero con la ayuda de estos amigos que hice en el bosque, evolucione y me di cuenta que la esperanza no te la brinda alguien más, si no tú mismo en la peor de las situaciones… Déjame contarte como un chico con una espada herrumbrosa salió adelante y vivió la aventura de su vida… Déjame contarte.
𝓜𝓲 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪
Arco 1: El chico de la espada
Fin