Sasuke se sentía desolado debido a Menma, había arruinado su vida una vez tiempo atrás. Y ahora, que había vuelto a reconstruir su vida, encaminandose hacia un nuevo inicio, aparecía en su mundo Naruto otra vez, su gran amor, pero con él volvía Menma a destruir todo lo que con tanto sacrificio había construido.
De no ser por su hermano mayor y Naruto, estaría encerrado en un psiquiátrico por culpa de Menma.
Amaba la medicina, pero ese maldito tuvo que arrebatarle aquello también. Primero fue su amado Naruto y ahora la medicina.
En esos momentos se encontraba en la mansión de Naruto en calidad de novio, si quería seguir tratándolo para ayudarlo a caminar, debía ser muy cuidadoso ya que los criados podrían estar pagados por Menma..
Después de todo era el accionar del muy maldito. Si podía probar que estaba ejerciendo la medicina ilegalmente, conseguiría hacerlo encerrar.
Ahora se encontraba apoyado en el balcón mirando las estrellas. Cuando la angustia fue intensa en el emo, bajó la cabeza y empezó a llorar.
Se sentía encerrado, como se había sentido durante los días en que estuvo prisionero de Menma. Empezó a restregar sus piernas una vez más. Todo volvía a él como si el tiempo nunca hubiese pasado.
Pero la imagen de Naruto volvía a invadir su mente y su alma. Lo amaba tanto que por él estaba dispuesto a hacer lo que sea para liberarlo de ese maldito e cierro.
El mayordomo tocó la puerta de su habitación. Sasuke respiró profundo, y tras limpiarse el rostro fue a ver qué quería.
- El señor Namikage lo manda a llamar, lo espera en su habitación.- Bien, digale que iré enseguida.
Cuando se marchó el mayordomo, Sasuke cerró nuevamente la puerta. Se apoyó en ella mientras lloraba en silencio.
Al parecer la única salida que le queda era abandonar a Naruto, a Itachi y a todo lo que amaba. Porque al operarlo, y lograr que su amado rubio vuelva a caminar y ser libre, tendría que irse.
Irse lejos, muy lejos de ese lugar porque ni Itachi podría salvarlo de la cárcel. Era eso o...permanecer junto a Naruto, casarse con él pero condenarlo a la inmovilidad eterna.
¿Cómo podría hacerle eso? ¿Cómo podía verlo padecer, cuando él podía liberarlo?
"Maldita sea, nuevamente me separarás del amor de mi vida ¿eh....Menma?"
Pero lo cierto era que amaba demasiado a Naruto como para permitir que siga atado a esa maldita inmovilidad.
Suspiró profundo, se secó las lágrimas nuevamente y salió de su habitación. Cuando entró al cuarto de Naruto, fue testigo del intenso amor paternal que Boruto y Naruto se tenían.
Boruto le hablaba, y Naruto lo miraba con intenso amor paternal mientras sonreía. No quiso interrumpirlos, pero cuando se dispuso a irse, ambos lo detuvieron.
Les bastó verlo para saber que el emo no se encontraba nada bien. Boruto se fue dejándolos solos.
Naruto y Sasuke se miraron intensamemte a los ojos, pero luego el emo desvió la mirada sin poder contenerse. Su alma estaba desecha, no sabía cómo eludir la trampa que Menma le tendío.
-Sasuke....mi amor, ven aquí por favor - el rubio le extendió los brazos pero el emo negó con la cabeza y volvió a mirarlo - Sasuke, no dejaré que te vayas a ningún lado.
- Naruto yo....- No me importa no volver a caminar.
Sasuke lo miró asombrado, aquello en verdad no lo esperaba. -¿Qué dices Naruto?- Solo deseo estar a tu lado mi amor. Así que ven aquí por favor.
Sasuke se avalanzó hacia él para besarlo con pasión intensa, estaba tan necesitado de él y en extremo triste. Sentía que le había fallado a su amado plantinado una vez más.
- Sasuke por dios, tú no me fallaste mi amor. Me operarás, me liberarás de ésta prisión y te casarás conmigo.
- ¿Cómo podría hacerlo si...?- Boruto te ayudará-¿Boruto?- Él será tu ayudante mi amor. - No podré quedarme cuando acabe tu operación.
Naruto lo sujetó con fuerza, mientras lo miraba con dureza. No dejaría que se fuera.
- Sasuke, mi amor - el platinado lo acariciaba con ternura - No pienses locuras, no te dejaré ir. No me separaré de tu lado. Y por supuesto que no irás a prisión ni serás encerrado en ningun otro lugar que no sea mi habitación ¿te quedó claro mi amor?
- Naruto....¿cómo es que estás tan seguro? - Porque dejé que me arrebaten todo una vez, no lo permitiré de nuevo. Solo necesito que me ayudes a caminar y yo haré el resto.
Sasuke sabía que con ejercicios se podría recuperar, pero no lo haría de forma rápida. Cuando se lo contó a Naruto, éste sonrió.
- No me importa mi amor, tenemos todas las máquinas necesarias para los ejercicios y así nadie sospecharía nada. Después de todo también eres enfermero y ese título no te lo dió esa universidad.
Sasuke lo besó con hambriento deseo, mientras lo abrazaba con ternura. El emo lo amaba tanto que se desesperaba por verlo libre de una vez.
- Calma Sasuke, tú me liberarás al fin. No necesito ser operado si puedes liberarme con tan solo fisioterapia.
- Pero te dolerá mi vida - dijo el emo con pesar - En verdad sería mejor para tí si....
- No Sasuke, tú estarías en problemas y no lo aceptaré. - Los dolores serán intensos- Pero ahí estarás tú para para aliviarmelos, confío en tí.
Ambos volvían a besarse con ternura infinita, mientras se abrazaban. Se amaban tanto que la envidia de Menma no pudo separarlos, al menos hasta el momento.