Mientras los demás continuaban charlando sin preocuparse por nada, Elizabeth no podía evitar sentirse angustiada y preocupada por Nagi.
Recordaba sus palabras hirientes y la forma en que habló sobre su vida y no podía evitar de preguntarse ¿por qué diría Nagi algo así? Miró el asiento vacío junto a ella y volvió a suspirar. Por alguna razón ese asiento vacío la hacia sentir muy sola. Sentía un pinchazo en su corazón.
Las clases terminaron y ella salió del salón cabizbaja. Todo había sido tan aburrido sin Nagi que no supo qué hacer. Increíble cómo antes todas las clases solían parecerle tan interesante y ahora no le importaban en lo más mínimo.
Aprender es interesante, descubrir cosas nuevas que no sabia que existían era sorprendente. Pero lo único que en esos momentos parecía interesarle era el asiento vacío a su lado. Antes de darse cuenta de lo que hacia se dirigió a la biblioteca.
Nagi solía ir allí a leer después de clase. Como siempre no había muchos estudiantes en ese lugar. Había tantos libros que era una pena ver semejante desperdicio. Nagi siempre está leyendo un escritorio situado al fondo junto a los ventanales. Pero ahora no había nadie. Repentinamente se le ocurrió llevarle algunos libros.
Empezó a buscar libros que pudiesen gustarle a Nagi cuando algo llamó su atención. Mientras caminaba entre los estantes tuvo una extraña sensación.
Miró el asiento en el que Nagi siempre se sienta y creyó sentir algo allí. El aire se movía de una manera extraña. Esa sensación era similar a lo que sentía cuando todavía vivia en la aldea aislada. No veia a nadie allí pero siempre sentia que alguien estaba allí. Cuando le preguntó a su abuela si alguien habia ido a la casa le contestó que no.
Pero esta sensación era mucho más fuerte que la que tuvo aquella vez. Era una presencia amable.
- ¿Nagi? ¿Eres tu? - No obtuvo respuesta- Nagi..,estás sentado en esa silla ¿verdad? - Nadie contestó, pero seguia convencida de que ella tenía razón y se acercó al escritorio - Nagi...lamento mucho lo de ayer ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? ¿Estás enojado conmigo porque dije cosas que no debi decir? - Le pareció sentir que el aire se movía. Eso la alegro ya que supo que tenía razón. El estaba allí - Creo que si estás aquí, así que seguiré hablandote - Elizabeth no obruvo ninguna respuesta pero aún así se sento en el asiento que estaba junto al que él solía ocupar- He pensado mucho en lo qué pasó ayer. Y aun no puedo estar de acuerdo contigo. Dices que tu vida no tiene sentido ni nngun valor pero no estoy de acuerdo. Por supuesto, se que no siempre tengo razón...pero eres mi amigo y eres muy importante para mi. Asi que no quiero que pienses que tu vida no tiene valor. - El aire volvió a moverse y ella, sin saber por qué, supo que Nagi estaba mirando hacia el suelo aun sin poder verlo - Lo siento, no te estoy culpando de nada .
Pero creo que si no puedes encontrar una razón para creer que eres importante te ayudaré a encontrarla. No me importa lo que digan los demás, voy a convencerte de ello. Tengo un problema similar asi que entiendo muy bien lo que te pasa. Mírame, contra todo pronóstico pude ingresar a esta academia.
No rendirse siempre da buenos frutos. Por lo tanto buscaremos esas razones juntos ¿está bien? - En ese instante ella pudo sentir donde estaba la mano de Nagi, así que extendió la suya para tocarla. Sintió una gran calidez, muy amable y reconfortante- Parece que si estás aquí después de todo Nagi.
Pudo oir una voz temblorosa y poco a poco él se fue haciendo visible. Su rostro reflejaba una profunda tristeza
- ¿Cómo...cómo me has encontrado? - miro a Elizabeth con ansiedad y ella sonrió
- No lo se, simplemente se dónde estás Nagi
- En verdad eres increíble - Sonrio - Ayer te dije que no te ayudaba porque quería y no...no estaba pensando en lo que decía. Quería disculparme por eso...perdóname
- Yo también queria disculparme Nagi
- No creo que tengas que disculparte.
Nunca imaginé que podría decirte algo así, simplemente perdí el control. Había abierto una puerta a mi corazón que prefería dejar cerrada y reaccioné de mala manera Lo siento mucho
- No te disculpes Nagi, siendo honesta estaba feliz ya que aprender cosas nuevas es excelente y mejor aún si se trata de un amigo muy importante.
Aprendí algo sobre Nagi de quien no sabia nada. Me alegro mucho eso. Ahora tenemos que aprender cosas de Nagi que ni siquiera tú conoces. Te ayudaré
Nagi abrió enormemente sus turquesinos ojos, estaba impactado. Su sorpresa se transformó rápidamente en una sonrisa avergonzada.
- Eres la primera persona que me dice algo así. Fue la primera vez que alguien me dijo que mi vida era valiosa. También es la primera vez que...alguien se ofrece a ayudarme. Pensaba que no tenía ningún valor y siendo honesto..,aún lo creo. Pero ¿de verdad crees que sea posible Elizabeth? ¿Es posible para un hombre invisible como yo encontrar una razón para darle valor a mi vida?
- ¡Por supuesto que es posible! Incluso si los demás creen que es imposible, yo creo que es absolutamente posible. Para mi la vida de Nagi es muy valiosa
- Gracias Elizabeth - contestó él con el asombro dibujado en el rostro . Luego sonrió alegremente. Aquello hizo que ella sienta mas deseos de ayudarlo. - Gracias por encontrarme. Ya que has hecho tanto por mi, creo que lo justo es contarte un poco más sobre mí
- ¿Qué? ¿En serio?
- Si - Nagi reía feliz - ¿Escucharás mi historia? La razón por la que...pienso que no tengo valor. La razón por la cual...no creo que mi existencia sea importante....