¿Lo dices en serio? - dijo Ray - ¿Por qué estás diciendo éstas tonterías?
- Lo siento
- Eres demasiado ignorante. Hiciste una mala elección. - El orgullo de Ray emanó - Además ya he perdido demasiado tiempo con ustedes. ¿Qué se puede esperar de las clases bajas?
- ¿Qué? ¡Eres cruel! - dijo ofendida ella - ¡No tienes corazón!
- Y tu no tienes cerebro... Zombie -Ray abandonó la biblioteca tan rápido como llegó. Ella lo miró marcharse
- ¿Por qué estaba tan enojado? - preguntó ella confundida. Nagi la miraba en silencio - ¿Nagi? ¿Qué sucede?
- Lo siento, es que...me siento un poco aliviado - él sonrió
- ¿Aliviado?
- Porque no sé qué haría si Ray decidiera que eres suya. No sé qué haría si...si tú lo elegias a él...Si eso sucediera creo que me pasaría la vida deprimo y en mi modo invisible.
-¿Qué?
- Elizabeth...yo...
Cuando Nagi estuvo a punto de decirle algo, escucharon unos pasos acercarse por el corredor. Era uno de los profesores
- Elizabeth ¿Estás aquí?
- ¿Qué?
- ¿Profesor? - Nagi lo miró sorprendido
- Elizabeth al fin te encuentro.
- ¿Qué sucede profesor? ¿Por qué está tan agitado?
- Necesito que me escuches un momento. El alcalde de tu aldea nos ha contactado. Tu abuela se encuentra muy mal
- ¡¿Qué?!
- Su salud empeoró estos últimos días. Es demasiado anciana, le queda poco tiempo
-Pero ¿Cómo puede ser?
Estaba tan sorprendida que quedó inmóvil. Su abuela estaba enferma ¿Cómo era posible?
- Nosotros nos encargaremos del papeleo - dijo el profesor - Tu ve a casa. Tal vez sean los últimos momentos que puedas pasar con ella
- ¿Los últimos momentos?
- dijo Nagi preocupado, la ayudó a mantenerse en pie. - Profesor me gustaría ir con Elizabeth
- Pero
- Elizabeth está en shock en este momento, temo que no será bueno que vaya sola. Puedo hacer tareas extras para recuperar el tiempo perdido cuando vuelva.
- Entiendo - dijo el profesor - Por favor, ve con ella. Cuida de Elizabeth
- Lo siento, Elizabeth vamos.
Nagi la acompaño a la salido, el rostro de ella no podía estar más pálido. Todo le parecía una pesadilla. Aún no podía creelo.
- Abuela