— ¡Abuela!
La anciana se presentó ante ellos con una sonrisa, como si no estuviese por morir. Se la veía rebosante de salud. Así eran los Zombies. Nagi notó que no perdió su belleza a pesar del paso de los años.
- Oh, me pareció oír unos pasos muy familiares. Eras tú ¿Regresaste?
- ¡Si! Me dijieron que estabas muy mal abuela.
De pronto ella sintió que algo se movía en el aire a su alrededor ¿Qué era eso? Prestó atención pero no pudo descubrir nada
- ¿Elizabeth? ¿Qué sucede? - preguntó su abuela
- Emmm...¿Hay alguien más aquí? - quiso saber Elizabeth
- El doctor acaba de irse - contestó su abuela - Por cierto ¿Quién es este caballero?
La abuela miró detenidamente a Nagi que permanecía de pie detrás de Elizabeth mirando todo en silencio.
- Em...es...eh...
- Es un placer conocerla, mi nombre es Nagi. Soy compañero de clases de Elizabeth. Soy un hombre invisible
- Un hombre invisible....mmmm....ya veo... gracias por cuidar de mi nieta
- Oh, ella es la cuida de mi. Eso no importa ¿Cómo se siente?
- Bueno...un poco mejor. Lamento que tengas que verme en este estado, apuesto a que te causa impresión. Lo lamento mucho
- No, no me molesta en lo más mínimo. Elizabeth me contó muchas cosas sobre los Zombies. Además no tiene mal aspecto, al menos esa es mi opinión - él sonrió tiernamente
-Me alegra oírte decir eso.- dijo la abuela - Elizabeth parece que conociste gente maravillosa en el mundo exterior.
- Si abuela, yo también lo pienso así. Me divierto mucho y todo gracias a la compañía de Nagi. Aprendí muchas cosas útiles gracias a él
- ¿De verdad? Eso es muy bueno - luego se dirigió a él - Sr. Nagi ¿Podría cuidar de Elizabeth por mi?