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Chapter 24 - Capítulo 24

Surgen del agua una desorbitante cantidad de monstruos con apariencia similar a peces pero también a humanos, con aletas que nacen desde su frente hasta la base de la columna vertebral, brazos con púas de hueso que salen desde la base de sus palmas, bocas grandes llenas de dientes filosos que casi llegan a las orejas y una piel verde como el musgo y muy babosa.

Acompañados de otros con apariencia de salamandra del tamaño de un gran cocodrilo de agua salada, piel marrón barro, abren sus bocas y dejan salir tres lenguas extensibles llenas de dientes como ganzúas a la misma velocidad que la flecha que arroja cualquier ballesta.

Las nuevas criaturas comienzan a trepar por los pilares del puente donde los arqueros no paran de disparar sus flechas sobre ellos, pero es casi en vano porque por uno que derriban hay diez más que le suceden.

Los que estamos en el frente a pesar de que lo damos todo y que estamos completamente cubiertos con la sangre oscura y podrida de los muertos vivientes que apesta tanto que me hace sentir mal del estómago, ahora tenemos que lidiar con los nuevos enemigos que también son bastante rápidos, donde muchos se les suman a los que vienen por el frente y no pudiendo evitar que alguno que otro se infiltre en la segunda línea causando bastantes estragos, al uno nada más matar a tres de nuestro grupo antes de que Steven que tiene que retroceder, le mata al caerle encima atravesándole con su espada en la base de la nuca.

Ya la situación se torna casi insostenible, los monstruos que trepaban por las columnas llegan a la cima del puente, con tres de ellos que asesinan a dos arqueros y cuatro más siendo dos de ellos los que mueven las poleas y uno de ellos casi que milagrosamente le esquiva un zarpazo agachándose y con una de sus hachas de mano le atraviesa el cráneo, el que inmediatamente retorna a la tarea que realizaba con dos más que le dan apoyo dándole las últimas vueltas que faltan.

Los más aventajados nos replegamos junto al resto por evitar las constantes perdidas.

Pero el esfuerzo y sacrificio no fue en vano porque finalmente el puente cae y avanzamos hacia el siguiente portón mientras yo y Elizabeth nos quedamos atrás repeliendo a los que nos dan alcance.

Inevitablemente un monstruo salamandra se interpone en el camino y nos ataca con sus lenguas donde yo logró interceptar a dos con mi espada pero no puedo repeler la última que le atraviesa el abdomen a una chica que dicha lengua de retroceso la divide en dos mitades, cayendo la parte superior justo delante mío.

Alfred da un salto justo después de decirle rabioso a Claudine. —¡Claudine cubreme con una de tus lluvias de flechas contra esa cosa, que yo lo voy a acabar!

La joven no duda y hace uso de su habilidad contra el monstruo que queda algo adolorido por las flechas, las que se incrustan en su cabeza y nuca dándole la oportunidad a Alfred para que le incruste su hacha lo más profundo posible en su cráneo matándolo en el acto.

Eliminado el estorbo en el camino volvemos a avanzar y justo cuando voy a dar el primer paso siento una mano que retiene mi pierna e inmediatamente cuando voy a atacar a su dueño pensando que es algún enemigo me detengo al oír la voz de la chica que me grita asustada. —¡Por favor no! ¡No soy un monstruo, soy yo tu compañera que aquel monstruo partió a la mitad y que parece que por mi habilidad no he muerto!

Me quedo tan perplejo con lo increíble que pueden llegar a ser las habilidades que se nos otorgan, al observar como están sus intestinos saliendo de su cuerpo y ella se mantiene viva, no le respondo mientras me continúa hablando.

—Me harías el gran favor de recuperar la otra parte de mí que está por allá— Indica con el dedo.

Yo todavía atónito no hago más que aceptar con un movimiento de cabeza y me desplazo velozmente hasta donde está el resto de ella.

Mato a dos enemigos que se me cruzan en el camino y recupero las piernas para llevarlas con su dueña que me dice algo insegura. —Ahora ponlo donde va.

Hago lo que me orienta y observo como todo lo que estaba fuera de su sitio regresa dentro, se unen las dos mitades en segundos llegando a pensar de que a esta chica le tocó la suerte de que su cimitarra le concedió la inmortalidad.

Se reincorpora con suma normalidad, toma su espada con forma arqueada al estilo persa y me dice agradecida. — Muchas gracias, de no ser por tí nunca hubiera podido armarme de nuevo— Ríe un poco. — ¿Se escucha raro verdad?, tal parece que yo fuera un rompecabezas o algo así— Después cambia de ánimos y continúa expresando incomodidad torciendo los labios. —Pero de igual forma dolió como no te imaginas.

Comienza a correr delante de mí y yo todavía incrédulo observo la parte de su abdomen por donde el monstruo le partió en dos, donde se puede ver la piel expuesta a través de la armadura destrozada con esa chica corriendo en perfecto estado y sin ningún tipo de dificultad... «Esto si que no me lo esperaba»

Alcanzamos el punto del segundo puente e inmediatamente tomamos la posición para defender el perímetro, pero ahora el número de criaturas es casi el doble que antes y no tomamos ni un respiro para continuar repeliendo a los monstruos, pero ya tenemos a alguien con una habilidad muy provechosa.

Pero justo cuando me quedo a la espera de la oleada que se aproxima, el chico que porta hachas de mano que se encuentra justo detrás de mí me derriba pronunciando un... —¡Cuidado!— Pues sino es porque me salva hubiera sido atravesado por las garras de un monstruo volador con cuatro alas de murciélago y cuerpo de lobo con tres ojos rojos, con cuernos que surge de entre la niebla por detrás y encima mío.

Al ver la capacidad de percepción del peligro del chico de piel muy bronceada y cabello muy oscuro me digo bastante satisfecho «Esa forma de reaccionar ante el peligro, no hay duda de que esa es su habilidad sagrada»