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Chapter 20 - Espectacular

"¿Ya llegaste? Avísame cuando estés"

"Sí, acabo de llegar al dormitorio. ¿Vas a trabajar toda la noche?"

- ¿Con quién hablas, cariño?- preguntó Clara, al ver que su amiga la ignoraba.

- Con Jayden. Ya llegó y está en la habitación. Voy a subir... ¿no te importa?- dijo Liliana, incomoda ante la idea de dejar a su amiga sola.

Clara al ver el rostro de preocupación de su amiga, sonrió de una forma que inquietó a Liliana. La conocía lo suficiente como para preocuparse de lo que estaba por venir.

Antes de que pudiera reaccionar, Clara le quitó el teléfono de las manos. Sin tiempo para procesarlo, vio cómo Clara desbloqueaba el dispositivo y comenzaba a escribir. Liliana se lanzó para arrebatárselo, viendo sus intenciones Clara comenzó a esquivarla, adentrándose más entre la gente para que no pudiese ser atrapada. 

En su apresurada persecución, Liliana tropezó, esperando una caída que nunca llego. Al alzar la vista, se encontró con la persona que la había sostenido. Le dio un rápido agradecimiento sin detenerse a darle una segunda mirada, reanudando su carrera hacia su amiga, quien ya había desaparecido de su vista.

Mientras seguía su rumbo, el joven seguía observando con una inquietante sonrisa mientras salía por la puerta.

- ¡Clara, para ya! Devuélveme el teléfono -le exigió Liliana, mientras seguía esquivándola con gran destreza, incluso con tacones.

Con intención de seguir protestando, Clara se detuvo.

- Claro, toma -le dijo, mientras le devolvía el teléfono con una gran sonrisa.

- ¿Qué has hecho? -preguntó Liliana, al recibir el dispositivo con desconfianza.

- Cobré mi "bono de abandono". Esta noche no aceptaré un "no" como respuesta -respondió Clara, mientras su amiga desbloqueaba el dispositivo con desconfianza.

Liliana miró a Clara, quien reía y movía sus cejas con gesto misterioso, comenzó a leer la conversación:

"El Sr. Park, ha autorizado que puedo retirarme, así que estoy libre en una hora"

"Eso suena a que no es él"

"Yo también pensé lo mismo, pero así ocurrió"

"Vale, entonces no tardes demasiado, te tengo una sorpresa"

"Yo también tengo una para ti, en una hora estoy ahí"

Al terminar de leer los mensajes, Liliana seguía sin entender estos. Antes de poder preguntar, fue sujetada del brazo para ser arrastrada con gran determinación. Aunque intentaba librarse del agarre sin hacer daño a su captora, no tuvo mas opción que dejarse llevar por esta.

A medida que se acercaban a su destino, Clara, se emocionada cada vez más. Sentía que aquella oportunidad, que le parecía un regalo divino, no debía desaprovecharse por nada. Detrás, Liliana se ponía cada vez más nerviosa por el entusiasmo de su amiga . Al notar que estaban llegando a su destino Clara agarro con mas decisión su muñeca, empujándola al interior de la sala poco iluminada y cerrando tras de sí. 

Frotándose la muñeca adolorida por el agarre de último momento, Liliana expreso su enojo:

- Clara, esto no tiene gracia. Abre la puerta. ¿Por qué le dijiste eso? -pregunto frustrada.

- Ya te lo dije, cariño: voy a cobrar mi "bonus de abandono" -respondió Clara con una sonrisa traviesa.

Antes de que Liliana pudiera replicar, unas voces la hicieron detenerse; notando que no estaban solas en el lugar. Al mirar bien a los presentes y el lugar en el que estaban un mal presentimiento cruzo por su mente.

- ¿Qué hacen aquí estos estilistas y maquillistas Clara? ¡Clara! ¿Qué esta tramando?-pregunto Liliana, buscando forma de escapar.

- Nada fuera de lo común, solo que los presentes aquí -dijo Clara con una amplia sonrisa- y a mi, nos gustan los cambios radicales. Y como te dije estoy cobrando mi bonus. ¡Solo será por esta noche! Así que, cariño, se buena conmigo después, ¿vale?

Liliana intento encontrar un salida, algo que parecía no ser posible; estaba rodeada, y cada uno los ocupante se aseguró de cerrar las puertas con llave. Viendo que durante los próximos cuarentaicinco minutos no tendría escapatoria de aquel grupo entusiasmado por este cambio, soltó un suspiro de resignación.

- Solo será por esta noche...-murmuró Liliana.

Un grito de emoción salió de la boca de Clara. De lo que no se percato Liliana, es que todos los presentes, llevaban años con intención de pulir aquel "diamante en bruto". Su personalidad cerrada y recta nunca le había permitido ver mas allá de su maravillosa figura y rostro, algo que frustraba a quienes trabajaban con ella entre bastidores. Pero tras recibir el mensaje de Clara, no pensaban desaprovechar este momento por nada del mundo. Una nueva determinación encendió a todos los maquilladores y estilistas, como si maquillar estrellas ya no fuera suficientes para ellos.

*********

Tras terminar su bebida de un trago William se levanto del lugar con intención de abandonar el lugar, aun con los gritos de su perseguidora a sus espalda. Siendo en varias ocasiones que tropezaba con la gente, sin darse por vencida siguió persiguiendo al joven. Hasta que unas manos la rodearon por la cintura.

- ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame ahora! -gritó, forcejeando para salir de agarre de su captor.

- Pues eso no es lo que me decías anoche, cariño -susurro él, acercándola aún más.

- Harrison, el hecho de haberte dado la oportunidad, no significa, que estés a mi altura de estar conmigo. Una simpleza como tú no puede, o mejor dicho, no tiene la capacidad de estar conmigo. Así que desaparece -replicó ella, soltándose de su agarre y alejándose sin mirar atrás, decidida a seguir el camino de aquel hombre.

Cuando logró alcanzarlo, Miriam se plantó frente a el:

- ¡Por favor William! No puedes cancelar nuestro compromiso, solo por un arrebato -suplicó Miriam.

- Sra. Miller, los arrebatos, son reacciones del momento. Una persona con suficiente control emocional suficiente sabe cómo manejarlo, y está claro que usted no es capaz de hacer eso -respondió William, con intención de continuar su camino.

Al ver sus intenciones, Miriam se apresuró a interponerse de nuevo, pero fue detenida por la voz de una joven.

- Buenas noches, Sr. Park. ¿Podría concederme unos minutos de su tiempo? Si no es una molestia.

*********

Una exclamación colectiva escapó de los presentes al ver salir a la joven del probador.

Ante el silencio expectantes, Liliana se sintió incómoda, pero Clara fue la primera en romperlo, alentando a los demás a seguir su ejemplo.

- ¡Estás hermosa! -exclamo Clara con admiración al ver a su amiga.

- Era claro que teníamos un diamante en bruto aquí-añadió el maquillista, satisfecho con su trabajo.

- ¡Dios mío! ¡Ahora si que puedo morir en paz! Esta usted radiante Liliana.

Con cada elogio, el rostro de Liliana se teñía de rojo, deseando ocultarse cada vez mas de las miradas atentas.

Una suave risa escapó de Clara, al ver el nerviosismo de su amiga.

- ¡Mírate, estas espectacular! -dijo, tomando su mano y llevándola frente a un espejo de cuerpo entero-. Estabas ocultando demasiado de ti. Se le va a caer la baba a Jayden.

Liliana miró su reflejo con asombro. Sus dedos no dejaban de pasar por el vestido de escote bardot color borgoña. Su habitual moño fue sustituido por unas ondas suaves que caían sobre su espalda, y las monturas de sus gafas dieron paso a las lentillas, algo que agradecía a su amiga por insistir el cambio. A pesar de sentirse un poco extraña con su nuevo look, no le desagradaba en absoluto.