Sylvie por mí petición de entrenamiento tenis un rostro digno de un cuadro. Su confusión era demasiada y tenía que evitar dar cualquier clase de explicación de por qué usaría un método tan poco común para algo como un entrenamiento exprés así ponerme al nivel de mí contrincante. Quise revisar algunas cosas antes de sacar conclusiones sobre qué otras necesidades iba a tener para poder estar en completa forma.
"Aparece estado: Magia"
Habilidad mágica: 4000 (1er nivel de círculo mágico).
Apareció enfrente de mí como si fuese el menú de estado normal, solo que cortado para revelar únicamente la habilidad mágica y además el nivel de círculo mágico que estaba capacitado para poder usar. Primer círculo... Seguramente era bastante patético para un campeón usar el primer círculo inclusive sin un entrenamiento previo. Aunque Sylvie y Gobi se mostraron sorprendidas. Parecía que para un mago hombre humano y que además tenía una edad tan corta... Usar un primer círculo con 4000 puntos si que no era tan normal. Bastante bajo para ser sinceros, ya que me decían que cada cierta cantidad de cifras se aumentaba un nivel de círculo mágico.
"Bueno, es... extraño. No te preocupes. Te lo voy a explicar cuando tengamos nuestra primera clase de magia y te enseñe los valores básicos. Pero creo que primero tendría que avisar a mis padres del nuevo reto."
"Muy bien... Vamos con tus padres. De todos modos creo que sería de mal gusto el aparecer de la nada irrumpiendo sus planes contigo."
Los tres íbamos juntos y muy calmados, algo en mí me decía que alimentarme a base de frutas del dragón sería la clave. Ya que según sentía mí poder mágico y maná aumentaban de golpe gracias a ellos.
Mí mayor preocupación en un inicio fue Gobi, una goblin, pequeña y con un cuerpo totalmente contrario al de los elfos, que andaba semi desnuda con apenas algunas telas y su cabello oscuro cubriendo su cuerpo. En mí imaginación iba a ser extraño porque Sylvie era una chica que usaba ropa no muy reveladora, un vestido largo y blanco sin transparencias como un perfecto vestido de novias que ella modificó para hacer más cómodo para desplazarse.
Pero era todo lo contrario, la mayoría de mujeres elfo mostraban bastante sus atributos a los demás, telas que apenas cubrían sus partes, vestidos abiertos, algunas que parecían ser aventureras utilizaban vendajes para cubrirse un poco. Los hombres si eran un poco más recatados en sus ropas, llevando los trabajadores trajes elegantes con accesorios y aquellos que se notaba eran aventureros vestían con armaduras, cotas de malla de un material algo más verdoso que el hierro. Si que había una diferencia notable en vestimentas y en lo recatado, por lo que únicamente yo era visto como un rarito. Ropa de cuero de baja calidad totalmente desgastada y rota. Mí pecho siendo mostrado con un abdomen bastante fuerte para un niño. Claro que alguna que otra elfo me miraba de reojo y no tan de reojo como si fuese una mercancía para consumir... Ahora sabía lo que era ser una chica en la calle. Lo irónico era que a mí me miraban mujeres bastante mayores y atractivas en lugar de un albañil no muy agraciado.
La caminata fue constante, me llevé algún que otro tirón en mí ropa para quitarla, alguna que otra apretada y bueno. Más de alguna caricia en mí cabello. También parecía que los humanos eran una especie de fetiche para los elfos. Que sean tan jóvenes los hacía atractivo según comentaba Sylvie. Al mismo tiempo podía ser normal que una noble tenga muchos amantes humanos para ella.
Una vez llegamos al enorme árbol entramos por un par de puertas de gran tamaño custodiado por unos guardias. Elfas con lanzas que protegían un trono en el cual había una versión madura de Sylvie y su hermano. Quien recibía uvas y un masaje de pies de unos chicos de unos 20 años los cuales se retiraron mientras que la mujer saltó hacía nosotros. El impulso que tomó fue hasta visible con una onda mientras que abrazó a su hija. Entre Gobi y yo tuvimos que evitar que nuestra compañera saliera volando y cuando nos vio a ambos la mujer madura pudo decir.
"Te dije, los humanos son adorables... Pero este no es muy pequeño? Con esas ropas también... Hey pequeñito, cuánto cobras por tus serv..."
"¡M-mamá! E-es mí alumno, se llama Gabriel, tuvo una pelea difícil hace poco. Y no está a la venta para tus... Cochinadas." La joven elfo tiró de la oreja de su madre para separarme.
Mientras que hice una reverencia hacia ella. Con una suave sonrisa pude decir. "Gracias por recibirme, su hija hablo de usted un poco yo vine... Para retar a la líder orco así su hija ni su hijo se ven obligados a un matrimonio no querido"
"Wow... ¡Y es todo un comediante! Aunque no te preocupes pequeño, conmigo tu boca se va a ocupar~"
"S-señora yo..." Mis mejillas se pusieron rojas, mientras que Gobi se puso delante mio, mirando a la mujer y entrecerrando sus ojos un poco. La tensión fue palpable. Posteriormente se dieron una sonrisa. Habían hecho un enlace muy fuerte que se unificó al mirarme a mí.
"¡Oh! cierto soy Eleonor. Alto elfo dueño de las tierras, pero si se te complica puedes llamarme 'mami'. Muchos chicos lo hacen~" Sylvie hacía lo posible para evitar que su madre siga avergonzandola, pero ya era imposible.
Lo siguiente que hicimos fue determinar las habitaciones y yo dormí una siesta algo larga en una cama por primera vez en varios días.