Mis instintos primarios empezaron a salir mientras que avanzaba rápidamente por el bosque. Mis piernas eran pequeñas, por lo que al pensar en que necesitaba un poco más de impulso respiré profundo, colocando mis manos en la tierra, mi espalda lo mejor posible y empezar a ir en 4 extremidades. Extrañamente se hacía bastante más fácil y al estar más que nada dándome impulsos llegué a alejarme lo suficiente como para que al ver la vegetación sea distinta, y que ahora el sol verdadero esté saliendo por el horizonte. Iba a descansar, pero una suave voz apareció a mi costado.
"¿Estás mal chico? Ví lo que pasó y..."
"Fuera. Necesito dormir... No quiero hablar contigo."
"Vamos... Solo eran personas que conociste hace un par de di..."
El dios de la debilidad no llegó a terminar sus palabras, mi mano tomaba su cuello con una fuerza muy baja, no quería romperlo en pedazos, pero si se notaba que tenía un enojo anormalmente grande. Mi respiración se hacía poco a poco lenta y con mis ojos lo miraba con un gran desprecio.
"Te recuerdo que a las personas que conocí por años ALGUIEN me las quitó por capricho y equivocación."
Al empezar a apretar un poco más notaba que su cuello estaba lejos de sufrir algún daño, seguramente su cuerpo tenía un efecto especial.
"O-okay, bueno, bueno, suelta, despacio..."
Dejaba poco a poco su cuello, mientras que cerré mis ojos después de hacer una almohada de hojas. Iba a ser difícil pasar nuevamente a dormir en la intemperie. Por ello únicamente intentaría cerrar mis ojos y acomodarme mejor en el suelo. Seguramente podría hacer una gran recolección de hojas y dormir en algo como una cama. Pero si me estaban buscando por aire lo haría muy evidente a qué estaba en el bosque.
"Hey, dormilón. Encontré lo que te dije. Una familia de nobles... Que aceptarían adoptar a un hijo."
"Solo dilo... O dame una dirección. Tendré que cambiar mi apariencia o esperar años a tener mi pubertad. Lo primero no sé cómo hacerlo, y lo segundo es demasiado tardado."
"Oh, bueno, son la familia Iron mouse. Su legado está lleno de gente poco destacable, es decir, son lo más medio existente. Buscan un hijo porque no tienen un heredero. Además el esposo de la líder quedó infértil por unos problemas. Tienen todavía un pase libre para lo que es una de las academias mágicas más grandes de todas." El dios flotaba a mi lado, mientras que en sus manos aparecían papeles, con inscripciones, algunos volantes que tenían una dirección y como logo un ratoncito con un estoque. Era mi opción más viable.
"Entonces... ¿Debo entrar a un lugar y arriesgar mi vida contra otros para un lugar en una academia? Ah, muy bien. Solo vamos. Dejaré de comer por unos días antes de llegar al destino para ser aún más delgado y perder masa muscular pero no fuerza. Me quedó todavía una marca en los dedos por cuando me los arrancaron... ¿Tendría que hacerme una cicatriz?"
Mis pensamientos empezaban a aflorar, mientras que mis párpados se pondrían pesados, el sueño llegó y no me costó nada dormirme en una posición abrazando mis piernas cubierto con una capa que había tomado de la dungeon clase B. Al levantarme con los ojos bien abiertos miré a todos lados... Mi corazón latía muy muy contento, mientras que tenía una suave sonrisa y me hacía sentir una pequeña calidez. Comí una fruta para poder llenarme de azúcares y empecé nuevamente a avanzar en dirección hacia el poblado que era parte de los terrenos de mis futuros padres.
El camino fue algo corto, mi aumento en agilidad me hizo tomar una velocidad sorprendente, mi cuerpo fuerte aún empezando a encontrarse en las últimas era una máquina que hasta podría decirse era más eficiente y la práctica con magia me hizo incluso llegar a hechizos de nivel 2 o lo que llamé '1.5'. Mi mente estaba en otra cosa constantemente, me obligaba a no pensar y para el momento que llegué a mi objetivo.
Era una pequeña ciudad amurallada con ciertas aperturas que permitían el poder encerrar grandes concentraciones de personas y aún así que las afueras y los campesinos pudieran tener sus tierras de cultivo. Ya que las entradas eran abiertas pasé muy tranquilo como si nada. Un niño que llegaba caminando para la mayoría de personas sería algo estúpido, pero como nadie sabía que era solo yo me veían como cualquier otro niño mendigo.
Cierto, había conseguido un muy buen disfraz, un cuerpo con tierra y sucio, había hecho todo el tramo movilizando me descalzo y con mis manos contra la tierra. Era prácticamente un salvaje. Un salvaje que mientras más se acercaba a la zona del castillo mostrando la invitación más miradas recibía. Una vez estuve en ese imponente lugar podía ver muchas familias con muchos jóvenes, niños solitarios. Pensarlo de una forma fría era una perdición. Las personas estaban esperando fuera haciendo fila, únicamente me puse allí y nadie me habló. Parecía que era una muestra de estadísticas para ser tomado en cuenta, algunos niños que entraban salían con grandes sonrisas, otros eran criticados por sus padres. Lo más extraño fue lo que se acercaba por mi izquierda, un vestido negro elegante, siendo rodeada guardias de una contextura fuerte. Una chica creyó pasar como dueña de casa, y fue detenida por una puerta de tierra que salía de mi pie. Mi sonrisa fue gratificante cuando escuché una exclamación de una de las guardias. 'que mierd...' lo próximo que hice fue empujar el muro hacia atrás, haciendo que las guardias tengan que detenerlo y yo pueda seguir hasta tener mi turno.