Mi cuerpo estaba temblando un poco por la emoción de lo que iba a encontrar como tesoro, aunque mi curiosidad fue a de qué forma se alimentaban estás hormigas de un gran tamaño, ya que eran bastantes... Aunque por la cantidad que me enfrenté eran un nido que iba creciendo poco a poco. Por eso usé mi rastreo con viento para buscar alguna sala especial, encontrando una bastante curiosa algo lejos. Igualmente tenía hormigas, así que fui en dirección hacia allí, haciéndome cargo con una sonrisa de aquellas obreras que estaban por allí, llevando una especie de hongo como alimento, así que eran capaces de cultivar... Bueno, muchas hormigas en mi mundo ya lo hacen, igualmente, la mayoría de las que iban llevaban partes de plantas por lo que quizá tenían un doble cultivo, aunque me parecía algo extraño... Igualmente, tras avanzar el 'alimento' pasaba a ser más variado... Llegaban animales, algunos incluso vivos que maté sin remordimiento porque estaban tan lastimados que con mi magia no podría curarlos y dejarlos morir lentamente era demasiado para mí.
Al llegar la escena era grotesca, partes de carne infectadas por un hongo que consumía todo, incluso humanos y animales que estaban semi conscientes. Apunté hacia allí con mi mano, lanzando una casi que flecha de fuego. Después saliendo de allí y tapando la entrada con un derrumbe que le daría el oxígeno para poder consumir todo y mataría a lo que estaba dentro.
"Por eso es tan peligroso..."
Por una parte simplemente ignoré lo que había visto por razones obvias, ponerme a pensar en ello no iba a traer consigo nada de nada, segundo es que me sentiría como un tonto si digo que no siento pena y remordimiento por pobres aventureros o personas normales tomadas por una situación desastrosa que no pude evitar.
Mi respiración se hacía un poco más lenta, sentía como mi cuerpo estaba algo cansado, así que seguramente sería de noche. Y nuevamente tuve aquella sensación de peligro. No por la dungeon, por algo externo. Algo que me hizo adentrarme más y más. Las hormigas parecían estar disminuyendo en sus números muy rápidamente, desde el punto que no encontraba ninguna en las salas exteriores. Incluso en lo que había identificado como la sala de larvas ahora estaba vacía. Mi sonrisa se hizo grande cuando me di cuenta por qué era. Todas atrincheradas, juntas buscando defender a la reina. Solo para hacer un clima mucho más interesante volví a repetir. 100 hechizos de fuego nivel uno que aparecían como pequeños portales rojos tras mi. Habían bloqueado la entrada y escuchaba muchas patas moverse de un lado a otro para hacer una salida. Me sentí con la fuerza suficiente para hacer lo próximo. Apoyé mi pierna derecha en la puerta hecha de tierra. Haciendo presión antes de meter una patada frontal para desmoronar la misma. Al ser hecha a las apresuradas cayó como un Jenga en las últimas. Mi sonrisa de satisfacción se desvaneció cuando ví lo que me esperaba. Unos 200 soldados puestos frente a una hormiga de un tamaño 3 o 4 veces mayor a las de estos.
"A-ah..."
Una cosa pequeña con 100 redondeles rojos no se vio nada amenazante ahora. Una embestida digna de una manada de 200 toros se lanzó hacía mi, solo pude empezar a lanzar los hechizos rápidamente antes de ir hacia atrás, recordando una cosa... Era mínimamente el doble de fuerte que ellas. Por eso me detuve, fijando mi mirada en una larva cercana a la reina. Utilizando una habilidad que hace poco descubrí.
"Intercambio" Fuí capaz de decir, mientras que las 200 criaturas avanzaron hasta mi anterior posición, aplastando una larva que para este punto era un puré muy grotesco. "Ejecución mayor." En mi pierna un aura oscura con destellos morados apareció. La reina era bastante alta, por lo que tuve que dar un salto para llegar hacia su cabeza. Moviendo mi pierna con velocidad golpee la misma y sentí como el exoesqueleto se rompía a mi paso. Quizá si podría con una mazmorra clase SSS... En mis sueños. De aquel golpe el resto de soldados ciegos todavía me estaban buscando. Mi cuerpo tuvo una revitalización muy grande y hasta pude escuchar un sonido interno que me indicaba haber desbloqueado algo. Mi sonrisa se hizo grande mientras que empezaba a eliminar las hormigas obreras, soldados y larvas como un ejército de un solo hombre, ya que ellas además incluso dejaron de usar estrategia. Empujandose, mordiéndose por equivocacion. Al terminar pude divisar algo que era una especie de tesoro. Un basurero de las hormigas. Ya que consumían todo lo biológico lo que no era consumido era tirado allí. Pude encontrar algunas cosas. Lo más agradable fue una belleza de gran tamaño. Un espadón sacado de mis más dulces fantasías como fan de dark souls. Hecho de un metal totalmente negro al tomarlo sentí como me estaba pesando. El resto de cosas fueron colocadas en mi anillo dimensional. Tenía una capacidad absurda, pero solo metí pociones, un arco mágico, libros encantados y armadura. Claro que también el espadón, ya que era muy abusivamente grande para un niño de 10 años.
"Ver o no ver... Allí la cuestión... aparece estado."
Fuerza Física: 2,443,766
Agilidad: 2,062,005
Inteligencia: 10,168
Habilidad mágica: 75000 (1er nivel de círculo mágico)
Puntos de maná: 750000/750000
Vitalidad: 7,301,298/7,301,298
Habilidades Naturales: Golpeado por la vida (+10% contra enemigos más fuertes)
Habilidades Obtenidas: Ejecución mayor; Intercambio de lugar; Absorción de fuerza; Rey hormiga; Repetición mayor;
Habilidades Legendarias: La fuerza del débil [Oculta]
Clase: Mago
Especialización: -
Raza: Humano Frágil+ (-50% entrenamiento [+350% por dios de la debilidad.]) [Con potencial para más]
Ahora habían muuuchas palabras, demasiadas... Leer todo fue bastante rápido pero de todos modos. Para ser un mago sentí que mi fuerza física era demasiada... Seguramente ahora podía derrotar a Gobi con un dedo. Pero fue una mejoría enorme. Así salté hacia arriba, haciendo una salida rápida de aquella dungeon, estaba ahora en el aire. Al mirar hacia abajo habían múltiples copas de árboles y troncos. Pero lo que más me llamó la atención fue lo que a su vez más me dolió. El sol aparecía en el horizonte... Y con la luna en mi cabeza, pude observar como todo el pueblo de los elfos fue eliminado con una sola magia de seguramente la pelirroja que ya conocía. Mientras bajaba mi corazón se estremeció... Sylvie... Gobi... Eleonor. Incluso su hermano y la orco. Al caer al suelo no puse resistencia de ningún tipo, una copa de un árbol me hizo caer 'poco a poco' y tuve que levantarme lentamente para empezar a avanzar hacia cualquier otro lado... Mis instintos me decían que no podría hacer ni cosquillas. No siendo un mago tan débil.