Al chocar con la orco pude sentir posteriormente una abanicada con un hacha que iría al pecho de un elfo estándar para cortarlo a la mitad con una facilidad estúpidamente grande. Por ello mismo solo agradecí mí bajo tamaño y estar en el suelo. Cuando ella hizo un movimiento para limpiar su hacha de la sangre que esperaba miró hacía abajo, encontrándose un niño humano de cabello oscuro. Es decir yo. Quien sorprendió a la mayoría de personas allí. De que forma un humano había entrado en un lugar de elfos. Existía un gran desprecio de parte de los elfos hacía los humanos, al ser dos especies que físicamente eran parecidas constantemente había una fuerte rivalidad que se hacía más y más fuerte por temas de esclavitud, los humanos aman a los esclavos elfos.
Volviendo a la situación actual, mí cuerpo se movió instantáneamente hacía atrás, esquivando una pisada por parte de la orco que iba con obvias intenciones de acabar conmigo. De la misma forma que alguien mataría una cucaracha totalmente inmóvil. Aunque la orco levantó las cejas y el príncipe elfo llamó al instante con una voz temblorosa.
"¡G-guardias!"
Casi al instante un cuarteto de elfos que aparecieron de la 'nada' me estaba apuntando con lanzas y rodeandome de una forma que de intentar atacar a una las otras tendrían una libertad absoluta de golpear mis puntos débiles. Levanté mis brazos mientras que miraba a las cuatro, poco a poco mí mano iba hacía mí claymore. Aunque todo fue detenido por la voz agradable de cierta noble.
"¡Gabi! deja de jugar con las guardias reales, hay que buscar a mí... ¡Hermano!" Sylvie se lanzó hacía su copia masculina, ambos hermanos de cabello claro y tez pálida se encontraron en un abrazo que hacía denotar que el hermano de mí compañera era levemente más alto que ella. "Te extrañé tanto..."
La líder orco estaba confundida, y por mí parte aparecí al lado de gobi. Mientras que lo único que había ahora siendo rodeado por guardias era una piedra pequeña. Así ambos avanzamos hacía el par, mientras que la líder orco mostraba una sonrisa haciendo lucir mucho más aquellos colmillos de jabalí que portaba. Si la elfo había vuelto entonces significaba que su primogénito entonces iba a contraer matrimonio con la chica elfo y ella se haría cargo de la tribu y el terreno de sus padres. Por ello empezó a reír teniendo una algo adorable risa de cerdito.
"Ahgr Ahgr Ahgr (Es lo mejor que puedo hacer una onomatopeya de esa risa.) Así que has vuelto. Te lo dije, ¡mí hijo no es para nada un mal partido! Bueno, solo deja que me encargue del humano y..." Con una velocidad pasmosa pero que fuí capaz de ver aquella mujer de gran tamaño se lanzó hacía mí, levantando su hacha por encima de su cabeza. Me intenté proteger con mí espada, pero pude sentir una gran cantidad de maná reunida en aquella arma que dejaba a mí espada como un mondadientes.
Mientras descendía estaba preparándome para un impacto, aunque el hacha se detuvo a unos centímetros de mí espada. Se podía ver un aura también en mí arma, los lentes parecían capaces de hacer magia o por lo menos hechizos para reforzar cosas.
"¿Hmmm? Qué es..." La orco no se había detenido, enredaderas, ramas y todo tipo de cosa le estaba deteniendo aquellos brazos que ahora parecían haber duplicado su tamaño.
"Él es mí aprendiz. Y quién va a luchar por... el liderazgo de la tribu." Sylvie respondió mientras que un aura verde le estaba cubriendo, y círculos mágicos se veían por todo el suelo de donde salían aquellas cosas que detenían a la orco. Una mirada fulminante salió de ella, mientras que soltó un suspiro suave. levantando poco a poco sus brazos para después dejar su hacha. Me miró con bastante desprecio y escupió al lado mío. El comportamiento de una dama.
"Él... ¿Va a luchar? Muy bien, como lo dictamina la ley de los orcos. El líder debe enfrentarse con aquel contendiente a nuevo líder. Tiene... Hasta la luna llena para conseguir ponerse en un estado aceptable. Y hace un par de días la luna recién apareció... Tienes 14 días. Por ahora el matrimonio queda pospuesto hasta nuevo momento. Pero no vamos a retirarnos ni quitar ni un solo soldado de sus tierras. No tengo idea de qué sea está basura pero..." La mirada fulminante fue hasta dolorosa. Pero solo pudo suspirar. Fue hacia el hermano de Sylvie para ponerlo a su hombro y avanzar hacía el castillo. Colgado como una bolsa de papa iba el príncipe, y Gobi le saludaba con su manito antes de lanzarle un beso y guiñarle un ojo.
"Catorce días... Sylvie. Necesito aprender a hacer magia y... ¿Aquí hay un verdugo?" En mí estado actual no era ni una pulga, con la disminución de fuerza y después de revisar mí estado... Mi fuerza disminuyó 4 veces y mí vida 8 veces. Así que ese era el ajuste de estadísticas. Necesitaba alcanzar los 100K mínimo.