Me ví obligado a levantarme nuevamente y salir de la sombra para volver al centro del área de entrenamiento. Aquella "arena" hecha con árboles y que tenía como espectadores a alguna que otra ardilla y pajarito que no entendía por qué su hogar estaba ahora en otro lado.
"Muy bien esclavo, lo siguiente es tierra. En otras ocasiones te diría que te quites tu calzado para ponerte más en contacto. Pero cuando te encontré parecía que habías ya entrado MUY en contacto. Intenta mover la tierra, es más fácil que hacer una bola y lanzarla."
Recordé el dolor de caer en un camino de tierra con piedras y además tener que caminar con un brazo muy lastimado y casi sin visión. Ya que esto era estar uno con la tierra pude cerrar mis ojos, centrando mí respiración. Mí primer intento sería algo más difícil que mover la tierra... Aprovechando una idea de una serie muy conocida con un personaje ciego. Quizá el sentir las vibraciones que uno daba cuando pisaba, aunque era una tontería hacerlo con unas habilidades deficientes como las mías. Por lo que volví al manual inicial. También me llevó algo de tiempo, recordando mis experiencias anteriores. Nunca sentí algo como "maná" las cosas se formaron... Por eso pensé en algo que tendría más sentido. Impregnar la tierra con mí propio maná la teoría era mucho más fácil que la práctica, por lo que mí respiración se hizo más calmada y automática. pude sentir una pequeña chispa, la cual se movía por todo mí cuerpo sin una dirección.
En casos normales el núcleo de maná sería totalmente inmóvil, pero este se encontraba en movimiento, por lo que tuve que esperar. Cuando llegó a mí pierna di una descarga de maná hacía el suelo, lo que me hizo abrir mis ojos preocupado porque pude ver algo sorprendente. Había una grieta bajo mí pie izquierdo, que es de dónde liberé el maná. Di un salto de felicidad mientras que ahora tenía una cosa a mí favor. Logré sentir dónde estaba la fuente de mí magia.
"Vaya esclavo! creo que la tierra es lo tuyo... digo, solo te pedí que la muevas. Pero pudiste hacer una grieta que es... Bastante profunda..." La elfo empezó a analizar la misma, puso sus manos en la tierra por unos segundos y después soltó una sonrisa. Una sonrisa que aunque no lo sabía significaban problemas. "Bueno bueno, todavía nos falta el aire. Es de los más difíciles. Sabes, quizá no tienes clase, pero puede ser que sea por falta de conocimiento... Seguramente tendrás la clase de mago. ¡Bueno! para esta prueba quiero que muevas mí cabello." La muchacha se puso enfrente mío. Con una sonrisa confiada.
Por un momento pensé que sería fácil, así empecé a mover el aire usando suaves movimientos, aunque me di cuenta de una cosa. Los árboles. Eran la perfecta forma para evitar cualquier corriente de viento que me dé un mínimo de ventaja. Por eso empecé a juntar aire en mis pulmones, para cuando mí núcleo se puso en la zona correcta liberarlo. Una ráfaga de viento que sería considerada "fuerte" en mí mundo salió hacia ella. Aunque siquiera pudo alcanzarla, como si se hubiera encontrado con un muro invisible enfrente suya.
"¿Crees que te lo dejaré fácil? El viento es mí segundo elemento más fuerte. Tendrás que hacer algo mejor."
Sin la ayuda de una corriente externa mía pulmones eran bastante poco eficientes para reunir todo el aire posible. Por eso me levanté, dejar maná en el aire me cansó bastante, pero una vez fuera de mí cuerpo moverlo era sencillo. O por lo menos así lo parecía. Controlar el aire era complicado, no fluía como el agua y se agrupaba fácilmente, no salía de mí cuerpo como las llamas y mucho menos era algo específico como la tierra. Igualmente, empecé a regular mi respiración, mientras que hacía que aquella masa de aire empecé a dar vueltas por los límites de los árboles. Ganando poco a poco más fuerza y siendo más y más difícil de controlar. El movimiento de las hojas y un suave sonido eran una advertencia de lo que intentaba hacer. De todos modos, siquiera una corriente de viento podría ser lo suficientemente grande para vencerte. Por eso mí objetivo era hacer un remolino en el cual pueda perder esa masa de aire, pero gane velocidad. No te estaba mirando, pero pude suponer que sentías mí maná. Porque noté como si algo quisiera arruinar mis planes. Mí maná volvió a colocarse en mis pulmones totalmente rellenos.
Hice una finta con el aire que se estaba moviendo alrededor tuyo, que fue fácilmente detenido por tu muro. Aunque parecía que no podías detectar mí núcleo en movimiento, por lo que al abrir mis ojos y apuntar a ti soplando, pude ver una sorpresa cuando miraste hacia mí. Ambas corrientes tenían intensidades distintas, claro que eran fáciles de detener. Pero por la sorpresa una llegó a mover suavemente unas filas de tu cabello.
"Je... Buena." Escuché un poco de severidad en tus palabras, y después sentí una corriente de viento que me empujó hacia los árboles. Haciéndome volar y golpearme.
Me agarre mí cabeza y solo me lastimé mis manos un poco. Me iba a levantar enojado pero... Bueno, estaba cansado por el gasto que tuve por controlar el aire. Por ello me quedé en silencio y me estiré un poco. La tarde estaba empezando a terminar. Y los colores del cielo dejaban atrás un parejo celeste para tomar otros muchos.