Mi respiración era calmada, mientras que sentía como quitaban al hobgoblin muerto de encima mío. Cuando lo quitaron escuché algunos susurros y sentí manos tocando mi rostro, levantando y tirando de mi pelo. Alguna que otra lamida y además de ello suaves toques en mis piernas, abdomen, brazos. Parecía que estaban haciendo un "control de calidad". Sentí una hoja contra mi cuello casi cortando, aunque fue quitada y después me levantaron. Notaba que era llevado en los brazos de alguien pequeño, parecía que conocían lo que era un "niño" y que dentro de todo era delicado.
El aire no de volvía más pesado mientras que avanzamos, porque parecía haber un sistema de ventilación bastante eficiente que renovaba el aire.
Cuando mis ojos se abrieron estaba al lado del rostro totalmente desfigurado del hobgoblin, incluso me alejé con miedo. Lo que causó que se escuchen muchas risas pequeñas por todos lados. Mi anterior rival estaba sin armadura, y podía notar que estábamos en otro lado porque le suelo tenía cierta nivelación y no era suelo de una cueva. Era como el piso de una casa hecho de piedra.
Estaba todavía aturdido, así que poco a poco me levantaba del suelo, mirando mis manos y notando algo que en el instante me revolvió el estómago. La falta de dos dedos en mi mano izquierda y como mi visión de cerca era un poco mejor o mi cabeza resistía aún mejor las migrañas. Levanté mi mirada, estaba frente a un trono pequeño. O bueno, de un tamaño que era para un niño o una niña. Intenté levantarme, pero sentí un pie pequeño volviendo a llevarme al suelo. Levanté la cabeza para ver qué o quién me había llevado hacia abajo.
Mi mirada fue hacia una pequeña criatura, un cuerpo voluptuoso con curvas muy pronunciadas que extrañamente parecían no molestarle en su movimiento y en el equilibrio de su cuerpo. O es que con la fuerza que poseía su espalda podía cargar con todo sin ningún esfuerzo. Aquella goblin que... Se notaba entretenida por su nuevo 'invitado', me levantó con su manito para hacer que viese mejor su rostro. No era fea, si parecía una 'Yordle', y sus rasgos no darían nada que envidiar a ninguna mujer, aún así me mostró una sonrisa que prácticamente iluminó su rostro. A diferencia de los otros de su especie, sus dientes eran blancos, seguían siendo afilados y como los de un tiburón, pero con un blanco que era difícil imitar.
"¡Bienvenido pequeño! pude ver que te encargaste bastante bien de mis hijos... Guardias... inútiles~"
"D-Donde..."
"Tranquilo, tranquilo. Solo acabaste con una pequeña parte y que además eran todos machos. Claro, Brutus." Dijo señalando al hob goblin muerto. En su voz no había ni una pizca de tristeza. Era incluso hasta tranquilidad lo que se escuchaba. "Ese si fue una sorpresa. Mi juguete especial, hijo de un tierno y lindo elfo, gritaba taaan lindo... Una pena que se rompió tan rápido. Los elfos no aguantan mucho."
Podía notar que había crecido bastante en estadísticas antes de llegar a la pelea con el hobgoblin. Incluso después de ella sentí una calma enorme. De todos modos esa calma se desapareció cuando me di cuenta de la enorme diferencia entre la que parecía ser la reina goblin y yo.
"¿Podemos llegar a un acuerdo?"
"Un... un acuerd... JA JA JA. Eres un niño, bastante adorable por cierto, que mató a mis niños y quieres llegar a un acuerdo? Cuál es, cuál es."
"Puedo conseguirte un elfo nuevo. Un noble..."
"... Continúa. Aunque los elfos pasan de moda siempre es bueno... Tener uno..."
Al instante pude reconocer cierto... Bueno, gusto de ella por los elfos, en cierto punto los entendía, delicados, femeninos y con facciones que harían que cualquier chico se viese como el más horrible de los goblins. "Pues, yo caí aquí para entrenar... Porque mi maestra quiere evitar casarse con un orco. Aquí la cosa, mi maestra tiene un hermano, que va a terminar casándose con una orco y yo quiero evitar eso..."
"Entoooonces... Bueno, no eres lindo como un elfo, pero eres pasable por ser un niño, y si esto es alguna excusa..."
"¡No me refiero a eso! Digamos que yo y cierta reina goblin salvamos a cierto elfo noble... Y bum! Ese elfo cae profundamente enamorado de su salvadora..."
"O-Oh... Por fin tendré... ¡Mi princesito azul! Excelente esclavo. Bueno... reglas de dungeon, si 'vences' al jefe te deben dar algo, bla bla bla... Ganaste una dungeon clase... A? Así le decían los aventureros que nos 'donaron' sus armas... Bueno, una de mis subordinadas se hará cargo de ahora en adelante. En dónde estaba... ¡cierto! Ganaste, felicitaciones, bla bla. Qué prefieres, un cofre con cosas mágicas o... Una linda goblin mascota~" El rostro de la reina era... Perversión, perversión pura y dura.
"¿Ambos?" Pregunté como una forma y con una gran curiosidad, técnicamente no era un videojuego, así que la opción de agarrar todo debería ser válida.
"Oh... normalmente todos dicen uno, pero creo que... ¿Está bien?"
Con la goblin jefe ahora de mi lado, fuimos tranquilamente hacia lo que era un almacén, en este habían varias secciones. una de ellas muchos hombres de todo tipo con... Vacío en sus ojos, aunque de cierto modo me generaban una pena enorme... Sus cuerpos estaban maltratados, y tenían alimento apenas suficiente como para recuperar las fuerzas después de encuentros. No estaba nada bien, pero no podía hacer nada por ellos. Avanzamos más hasta un lugar que decía "tesoro de la victoria". Dentro pude agarrar algo de equipo, un guantelete de metal que sus dedos tenían picos, unas pociones de distintos colores, ropa un poco más formal, calzado y al final los dos objetos que más ilusión me hicieron... Una espada de gran tamaño, similar a una Claymore y el objeto que casi me hace lagrimear los ojos, moquear y gritar de la alegría. Unos viejos lentes que eran como grandes círculos. el aspecto que me daba era simplemente cómico, perfecto para un ratón de biblioteca. "Ya puedo... ver... Ya puedo. ¡Luchar!" Dije levantando mi espada hacia adelante.
"¿Estás bien? No es el mejor equipo, unas tales 'Campeonas' vinieron antes, destrozaron todo y se fueron después de agarrar todo objeto mágico... Menos esos lentes." La goblin también fue a buscar en otro lugar, tuvo que meterse en un agujero.
Al ver hacia ella pude notar que... Bueno, los goblins no conocían algo así como ropa interior, agradecí no tener las hormonas necesarias para ese tipo de reacción. Y dejando las perversiones de paso recordé sus palabras 'Campeonas'. "E-espera, cómo? Cuando llegaron."
"Hace unos días, tardaron muuucho menos que tu en desbloquear todo, aunque no lo hiciste nada mal para tu nivel eh."
"S-sí... solo caí aquí, tuve que bajar algunos pisos y demás pero..."
"Muy bien chico. Ten esto." La goblin me dió un collar con una correa, para el caso era una correa con picos hacia todos lados. Una mascota... Mejor guardaría esto.
"Buena elección, hace que la persona que se lo ponga se vuelva la mascota de quién se lo puso. Incluso al quitarlo se mantendrá así dependiendo de la intensidad de los sentimientos. También genera algo así como un... 'enamoramiento'"
Mis ojos se abrieron, fui a ver a los hombres, solo tenían marcas en su cuello, así que podía entender por qué no cometieron suicidio, simplemente no podían hacerlo por sus 'amas'. Perturbador.
Empezamos un camino hacia la salida. No todos los bichos eran goblins, y la reina me dió el permiso de matarlos cuando se me acercaron. También pude ver alguna que otra goblin hembra como una especie de 'mini jefe'. La mazmorra era tan larga que incluso costaría unos días o una semana hacerla por uno mismo si ibas con el nivel exacto y justo.
"Ahh~ luz... Dónde..." El paisaje era algo distinto, habían otras especies de árboles por estos lados. y tras de nosotros una montaña... ¿Esto era la entrada? Sí que me había ahorrado un buen trecho. También no quería revisar mi estado, quería que sea una sorpresa para mí. Había matado unos 150 goblins normales. 200 Bichos. 1 hobgoblin y hecho una amiga.