Mis pasos eran rápidos, mientras que Gobi me seguía y se notaba que no tenía ninguna dificultad para avanzar con cierta rapidez. Incluso si daba algún paso rápido ella me adelantaría demasiado.
Sentí un frío congelante recorrer mi espalda, cuando me detuve de golpe y pude ver cómo una figura aparecía enfrente mío y movía una hoja de una daga con una velocidad tal que apenas podía ver su movimiento, únicamente pude ver cómo finalizó, y fue cortando el aire frente mío. Me hice hacia atrás con un movimiento rápido, aunque fui interceptado con una patada en mi espalda y fui lanzado hacia un árbol con una velocidad simplemente irreal. Me cubrí con mis brazos y aún así los sentí partirse como ramitas.
Me levanté para ver hacia detrás. Era la asesina del grupo de la pelirroja loca. Claro que estaba en problemas. Esto era muy muy problemático. Una chica bastante 'normal' con un rostro fino y delicado, una altura un poco menor que el promedio de una mujer adulta y que estaba totalmente cubierta, que poco a poco se estaba acercando hacia mí y que había destrozado mis brazos con una patada que gracias a Dios no me partió la espalda. Mi respiración era apenas controlable, mientras que mis lentes se habían quedado recalculando. Cómo vencer un enemigo que es mínimo 100 veces más rápido que tú y unas 90 veces más fuerte. Simplemente no se podía, aunque como un animal en peligro sabía que tenía que actuar... Mi instinto primario de conservación desapareció, mientras que ella se acercaba me quité mi equipamiento, empecé a probar con las magias primordiales. Las no elementales mejor dicho. Sentí alivio en mis brazos antes de que mis lentes actúen. Cómo si fuese una especie de predicción conseguí darle un golpe a la hoja fue lanzada contra mi con una fuerza impactante. Aquel golpe fue capaz de desviar lo suficiente como para hacerla que pase por encima mío, incluso recortando un poco mi cabello.
Ella se acercaba lentamente, mientras que miré la fruta con aspecto sospechoso y me lancé a darle una mordida a una. Una mordida, dos, tres... Hasta que desapareció. No quedó ni semillas y aunque la escena no era la mejor mi cuerpo tampoco decidió que quería vivir mucho más. El ardor de un infierno en vida fue lo que me esperó, una sensación de mil rayos que cayeron justamente en mi cuerpo y nuevamente un cuchillo lanzado hacia mi. Mi fuerza física no creció, mi agilidad tampoco. Pero mi magia... Mi maná estaba por las nubes y desbordando. Un círculo apareció enfrente mío, que al entrar en contacto con el cuchillo lo deshizo. Inexistencia pura. De todos modos sentí como mi fuerza subió y bajó como una montaña rusa o caerse por un acantilado y con la sorpresa de la asesina mi heroína apareció.
Gobi saldría desde su izquierda aprovechando que la enemiga tenía imposibilitada su visión, por unos instantes pensé que era todo fácil, pero no. Con un movimiento que parecía tan lento para mí como en cámara lenta pude ver que ella despachó a la goblin. Con una daga de un tamaño considerable se agachó para que ella pase por encima, y posteriormente atravesó su corazón en un movimiento rápido y simple. Siquiera me dió tiempo a limpiar mis lágrimas mientras que la asesina continuaba su paso contra mi.
"¿Un jefe de clase D? ¿Esa era tu esperanza? No solo tú eres patético, hasta tus amig..."
Gobi levantó un monticulo de tierra cubriendo las piernas de la asesina, mientras que yo me lanzaba hacia ella con una patada. Pude ver que me iba a recibir tomando mi pierna y enterrando su cuchillo en mi cuerpo. Pero las acciones automáticas hicieron lo suyo, moví mi pie un poco hacia arriba para golpear su mano evitando su agarre y moví mi cabeza para esquivar el cuchillo que por poco se enterraba en mi mandíbula. Agarré la mano que tenía el cuchillo y aplicando el mismo sello que destruyó el cuchillo lanzado pude escuchar un grito de dolor y agonía intenso. Mi velocidad era mucho menor, por lo que su habilidad legendaria no le sirvió de nada, y perdió uno de sus brazos fácilmente. De todos modos llegó a tomarme de mi pierna con su otra mano, para estrellarme contra el suelo y posteriormente liberarse. Gobi no pudo retenerla más mientras que se encontraba en el pasto con sus manos cubriendo su pecho. Aunque al ser arrojado contra el suelo pude ver ya figura algo lejos. Que traía manos verdes y que empezó a curar a la pequeña.
Sentí mis puntos de vida disminuir de golpe, aunque llegué a alejarme un poco y volví a lanzarme hacia la asesina, recibí un rodillazo en la boca y apenas si llegué a pasar mis dedos contra su pierna. Sentía como si mi mandíbula pendía de un hilo. Lo próximo fue usar aquella magia para detener otro de sus golpes, uno de su puño, que llegó a desaparecer su mano, pero me golpeó con una patada por mi costilla derecha. Lanzando me nuevamente y alcanzando me con su extrema velocidad.
"Ka... pum"
Una elevación en el terreno hizo que por seguirme la asesina caiga. El dolor en ambos era demasiado, porque ninguno de nosotros estaba en condiciones de luchar contra el contrario, igualmente, una corriente de viento me detuvo, lo suficientemente cerca de ella como para poder tomarla y empezar a golpear. Mis manos estaban golpeando una pared de cemento, aunque por estar reforzadas con fuego poco a poco el cemento se volvía más y más y más suave. hasta que no hubo más. Tenía la consciencia suficiente como para poder escuchar un
"Descansa. Gabi"
y desmayarme... Aquella elfo... sentía una almohada en mi cabeza, mientras que mis heridas internas recibían una curación, mis extremidades superiores estaban rotas, mi boca literalmente pendía de un hilo y mis órganos habían sido perforados. Pero era curado, y un suave olor a tierra me llegaba a mi nariz, junto con unas gotitas de agua. Mi oído se llenaba de suaves llantos de "recupérate"... Cuando mis ojos se abrieron fue cuando mi mandíbula estaba ya curada, por lo menos. Intenté apoyar mis brazos, pero no tenía resistencia alguna, y el dolor casi me noquea de nuevo, mi vista era tapada por la de una chica extremadamente blanca y una extremadamente verde.
"Lo... hice... mierda..."