Mi tiempo de curación había terminado, ahora empezaba un interrogatorio bastante extenso, aún así, empecé a curar por mi cuenta mis brazos. La sensación por el momento era como estar recuperando su movilidad, mi corazón latía con rapidez al momento que sentí como la sangre volvía a mis brazos y mis músculos podían moverse con un poco más de libertad, aunque se sentían muy debilitados pude levantarme. Mi mirada fue hacia la goblin quien me abrazó y después a la elfo que suspiró con una suave sonrisa. Aunque aquella sonrisa de ambas desapareció para convertirse en una gran cantidad de lanzas de tierra rodeandome y enredaderas las cuales apuntaban hacia mí con poco o nada de piedad. Incluso gracias a los lentes pude notar que apuntaban todas a órganos vitales y una gran mayoría a mí corazón. No iba a moverme en lo más mínimo, únicamente me senté muy calmado para poder descansar mientras que círculos aparecían en mis brazos que poco a poco se volvían a formar. Claro, por el segundo noté mí falta de camiseta, por lo que reí un poco.
"'Gabriel' si ese es tu nombre... Dinos qué fue eso." Dijo la elfo mientras que todavía usó unos sellos para ayudar a recuperarme, con todo el sentido, no había hecho nada malo por el momento.
"Pues eso fue... Una de las personas que me buscaba. La... más débil."
"G-gabi... por qué no... no nos dijiste que eras un campeón..."
"Porque sé que todos tienen la misión de matar al último campeón, y además. Les traerá problemas tener y esconder a uno con ustedes."
"¡Gobi no! Gobi te entiende... Las reinas goblin son jefes de un nivel bajo... Pero podemos evolucionar. Los goblins estamos en lo más bajo de la cadena evolutiva."
"¡Yo también te hubiera ayudado! Ahora que lo pienso... Un campeón es mucho más digno de recibir mí tutoría que un esclavo... No te preocupes por mí parte. Todo dicho."
Las púas de plantas se desaparecieron, y después las lanzas de tierra. Cuando levanté mis manos pude ver mis dedos nuevamente, ¡5 en cada mano! Después fui a tomar mis cosas y casi como una acción involuntaria clavé la claymore en el suelo... Lo siguiente fue descargar un poco de maná. Cómo si estuviera teniendo una sobrecarga que ni yo mismo podía entender. Aún así, después de hacerlo pude suspirar. Me encontré aliviado de poder seguir vivo y además incluso sentí un calor interno gracias a mí habilidad.
"Bueno pequeño humano, tu entrenamiento mágico básico terminó... Deberías ir a una academia para aprender más. Aunque hay academias que enseñan solo control mágico, solo espada... Ese círculo que hiciste fue... Alquimia y muerte. La alquimia además de ser capaz de cambiar los elementos puede combinarse con cualquier magia. Normalmente un mago de la muerte no podría desaparecer así un brazo, a lo mucho podría dejarlo con una necrosis severa. Pero una táctica de esa magnitud aunque a corto alcance... Es mortal."
"Hey, gracias por los halagos, pero tenemos que irnos... Si ella vino entonces las otras notarán su falta. Y si saben que falta la encontrarán."
La elfo se detuvo unos segundos para poder pensar un buen lugar a dónde ir... Tenía ya una zona donde podrían esconderse por una serie de ventajas no escritas. Su hogar una tierra donde dos elfos con estatus de nobleza negaban la entrada a todo humano. Un sitio perfecto para quedarnos.
Por ello empezamos a avanzar, ahora éramos un trío. Un trío con grandes diferencias entre nosotros pero al fin y al cabo éramos amigables entre nosotros, algo que no muchos tenían. O por lo menos los tres compartimos un objetivo en común, llegar al lugar de los elfos, yo tendría que retar a la orco, Gobi tenía que conquistar al joven príncipe y los planes de Sylvia todavía no estaban ni cerca de ser revelados a nosotros, aunque teníamos una idea de que sería algo así como volverse profesora u alumna de una escuela que enseñaba magia.