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Chapter 2 - Primer capítulo: 1

Esta historia trata de cómo morí y terminé en matrimonio con un príncipe de la corte imperial Vampírica.

Mi nombre es Amelia, pero todos me llaman Mía y soy un estudiante universitaria y estoy cursando el último año para terminar mi carrera en sociología con la esperanza de encontrar un trabajo relacionado. Soy como cualquier otra chica excepto que... mi destino está cerca y moriré joven.

La mañana del día de mi muerte empezó como como cualquier otro. Cada mañana cuando me levanto, tengo ésta pequeña rutina. Desperté en mi habitación en el campus de la universidad. Me puse mi bata y miré al espejo mi reflejo, cerré los ojos y dije mis frases diarias positivas de Quién soy y Qué quiero ser.

"Mi nombre es Amelia Hayden y soy una exitosa estudiante de universidad. Soy segura de mí misma, optimista, brillante y algún día voy a tener mi propio negocio, un marido, dos perritos...y un gato."

Así me gusta iniciar mis mañanas, por que cuando mi alarma suena a las 6am tengo que levantar mi trasero fuera de la cama y olvidar por qué hago esto. Cuando estoy semi-dormida, en lo único que puedo pensar es en el frío que hace o cómo me gustaría estar de nuevo con mi papá en Florida, en la costa, tomando un baño de Sol. Me olvido de por qué sacrifiqué tanto al viajar hasta aquí.

Enserio lo quiero decepcionar a mi familia, así que cada día me levanto temprano para ir a la librería y preparar mis reportes de seminarios, y hoy no había excusa. Tengo un seminario a las 11 al y el profesor tiene una mala reputación de su manera de evaluar. Yo siempre hago mis lecturas, pero no era una estudiante naturalmente inteligente, siempre encuentro difíciles algunas clases. Este es el motivo por el cual debo madrugar; aún cuando no tengo clases voy a la librería a estudiar más sobre Sociología.

La librería se encontraba en el centro del campus y literalmente parecía un edificio terrible. Era enorme y de concreto, parecía una tumba central. Era un total desastre arquitectónico. Todo color gris.

Caminando a la librería fui ignorada por el mismo bibliotecario que veo cada mañana desde que inicie mi carrera hace 3 años. Siempre estaba organizando los libros detrás del mostrador mientras que Laura Taylor, una chica de mi grupo esperaba impaciente frente al mostrador.

Laura era una de esas chicas que no salen de su mundo de preparatoria, inmadura. Veía al mundo como un concurso de popularidad, caminando por el campus juzgando a medio mundo.

La he evitado como la mismísima plaga borbónica, pero como ésta era difícil de evitar, ella también lo era.

Caminando rápidamente a su lado, con los ojos pegados al suelo, ella notó mi presencia "¡Hey Hayden, ven aquí!"

Ella nunca me llamaba por mi nombre, eso podría ser probablemente demasiado humanista. Ella suele llamar a la gente por sus apellidos o con apodos estúpidos. Laura, generalmente no se asociaba conmigo y la única vez que le hablaba a alguien fuera de su círculo de amigos es cuando quería favores o copiaba reportes.

Caminé hacia ella. "Hola Laura" le dije con una enorme sonrisa falsa. Ella sacudió su rubio cabello y fue directo a su punto. "Necesito que me prestes tus apuntes, no pude hacer nada debido a la resaca de la noche pasada."

"No he escrito nada aún," mentí "voy a escribirlas justo ahora."

Pensé que sería un buen plan, de cualquier modo, Laura no es tan tonta como parece "Oh eso es genial!, podemos trabajar juntas, como compañeras de trabajo."

¡Oh no! ¿Por qué a mí?

Traté de alejarme de la situación pero ella era insistente, "esto será divertido." dijo. Nos fuimos a sentaron con su falso entusiasmo a una mesa. Ella y sus amigas 'Barbies vivientes' eran fáciles de identificar. Bolsas de diseñador, ropa de marca y manicura perfecta. Llegaron y Laura me presentó ante ellas. "Ella es Mía y me va a ayudar con mi reporte de seminario."

Las Barbies aprobaron su explicación y me lanzaron sus falsas sonrisas. Educada mente les Sonreí de vuelta y me concentre en mi trabajo.

Una de las Barbies intentó hacerme conversación, "Y Mía, ¿Tienes planes para la noche de Halloween?"

¡Mierda! me había olvidado por completo de Halloween, no es la primera vez que pasa, sucedió lo mismo con Navidad.

Negué con la cabeza,"No tengo planes, tal vez me quede en mi habitación a ver una película o algo."

Wow, Mía, a cavas de sonar como una completa perdedora.

"¿No tienes novio Mía?" preguntó una de ellas.

Laura comenzó a reír. "¡Dios no! nunca he visto a Mía con un hombre."

Mi sangre subió a lis mejillas y quería que la tierra me tragara de la vergüenza. "No, no tengo novio por el momento."

La Barbie sonrió. "Esa es una pena, ¿Sabes? apostaría que algo de maquillaje y producto para cabello te harían ver fabulosa."

¿Eso fue un insulto o un cumplido?

Esto se volvió más raro aún cuando Laura se volvió hacia mi. "Nunca podré entender te Hayden. Prefieres el peso de un libro en lugar de el de un chico encima de ti."

"Okay" dije "Creo que deberíamos apurarnos con el reporte en lugar de hablar de mi no-existente vida amorosa."

Laura quitó el libro que tenía en mis manos. "No, debemos de preocuparnos en arreglar tu 'no existente' vida amorosa. Creo que cambiar eso, Amelia Hayden." debemos

"Enserio no quiero cambiarlo." dije tímidamente.

"Yo creo que si, y yo se cómo. Hoy iremos a una fiesta de halloween y tú, vendrás con nosotras."

Quería decir que no. Quería mentir y decir que tenía otros planes, pero por alguna estúpida razón no lo hice. En cambio, accedí a ir a la fiesta. Mirando hacia atrás me di cuenta que un 'no' podía haber sido la mejor opción. Mi destino esa noche sería la muerte.

En la noche llegué a casa de Laura Taylor en un aburrido vestido azul. Cuando Laura abrió la puerta en su sexy vestido de diabla, su primer pregunta fue: "¿Donde esta tu disfraz Hayden?"

"No tengo uno." contesté.

"Esto es Halloween, Hayden. Necesitas un disfraz. Creo que tendremos que improvisar." Laura dijo.

Me dejó entrar a su cuarto y comenzó a buscar en su closet. "Tengo unos cuantos vestidos que de seguro te quedarán."

Su closet era prácticamente una ciudad de vestidos de diseñador y bolsos. Impacientemente, Laura buscó en sus vestidos perfectamente alineados hasta que encontró lo que buscaba, un vestido blanco y largo. "Pobre esto y lo combinamos con un velo blanco y serás una sexy novia."

"¿Tienes velos de novia?" pregunté.

"Tengo uno que me sobró del año pasado. Era una fiesta temática de los 80's y fui como Madonna." y dijo con una sonrisa.

Tomé el vestido y me cambié en el baño. 15 minutos después salí vestida de novia. El velo descansaba incómodamente en mi cabeza mientras que el vestido no dejaba nada a la imaginación. Marcaba cada curva haciéndome sentir expuesta y vulnerable.

Laura me miró con aprobación. "Hayden, ¡Estas que ardes! Esos chicos enloqueceran!"

No estaba segura, pero decidí no contestar. Salimos de la casa de Laura y fuimos directo a la y fraternidad donde era la fiesta. En el camino escogimos a sus Barbies que no paraban de darle cumplidos a Laura de su 'increíble trabajo conmigo.' "¡Oh mi Dios! No puedo creer que la metiste en ese vestido. ¡Kurt enloquecerá!" dijo una Barbie.

"¡Callate Carrie!" Laura gritó.

Laura de repente se comportó rara y a la defensiva. Las otras chicas calladas se quedaron, como si tramaran algo.

"Esperen, ¿Quién es Kurt?" pregunté seriamente.

Laura respondió de inmediato. "¡Nadie! no es nadie importante, no te preocupes."

Antes de que pudiera protestar, Laura tiró de mi brazo y comenzó a hablar sobre nuestro profesor de seminario. Pude notar lo tensa que estaba al tratar de cambiar de tema, pero no entendía por qué. Había una pequeña voz en mi cabeza gritandome, intentando alarmarme de que algo terriblemente malo pasaría, pero no la escuché.

En cambio, deje a Laura llevarme a la fiesta... sin tener idea de que mi vida terminaría esa noche.

Cuando llegamos a la fiesta, era como la esperaba. Papeles colgando pordoquier, de muchos colores y bastante alcohol. Musica electrónica salía de la casa con un volumen intenso y había mucha gente bailando en su interior.

Caminamos en grupo al interior donde fuimos recibidas por un chico de la fraternidad. Él sonrió y le dijo a Laura, "Kurt tiene todo listo."

Kurt...de nuevo.

"Mira Hayden, lo que sea que pase, quiero que sepas que no fue absolutamente nada personal." Laura dijo.

"¿Qué?" contesté confundida.

De pronto no, sentí unas majos sobre mí, arrastrándome al patio trasero de la casa. Varios chicos de la fraternidad se acercaron y me siguieron llevando a la fuerza. Afuera, en el enorme patio que daba al cementerio había un enorme grupo de estudiantes.

"Sostenganla" una voz gritó. "Frente a ustedes, nuestra virgen ofrecida al Príncipe de la Oscuridad!"

"¿Qué?" grité atónita.

Los estudiantes aplaudían y gritaban, incluida Laura Taylor y sus amigas. No puedo creer que me pusieron una trampa. Sabía de éste ritual de la fraternidad. Era una estúpida leyenda urbana que los chicos de la casa sacaban cada año para hacer creible al 'Príncipe de la Oscuridad'. Cada año, uno de los chicos hacían caer en la trampa a cualquier chica nerd o freak para posarse bajo el árbol sangriento en el cementerio hasta la media noche; después de todo el show, era libre de marcharse.

Supongo que a los chicos hicieron que Laura apareciera como el caballo de Troya para engañarme y convertirme en la siguiente novia. Fue mi turno esta vez.

"¡A ver esperen!" grité y todos callaron.

"Miren, esta es una estúpida y ridícula leyenda y si salir de esto significa pararme bajo un es tupido árbol, ¡Esta bien! lo haré. Pero quiero que me dejen ir ahora mismo o juro por Dios que si me arrastran contra mi voluntad, gritaré a todo pulmón en cada paso que den." dije bastante enojada.

Ellos pensaron en lo que dije por un momento cuando uno de ellos, quien asumo era Kurt, dijo, "De acuerdo Mía Hayden, aceptamos tus condiciones, pero solo si permites que dos miembros de la fraternidad te escolten al cementerio y cuiden la entrada, para estar seguros de que no escaparas una vez que suenen las campanadas de la iglesia anunciando la media noche... después eres libre de irte... a no ser que el Príncipe de la Oscuridad te reclame como suya."

"De acuerdo" dije.

Y con esas palabras caminé a mi destino.