El cementerio estaba demasiado callado y ya comenzaba mi arrepentimiento por aceptar el estúpido ritual. Honestamente, esperaba que un par de estudiantes se escondieran detrás de las tumbas, sólo por ser Halloween, pero no había visto ni una simple alma en toda una hora y ya empezaba a asustar e un poco.
Ya era casi medianoche y estaba ya debajo del árbol, esperando que la leyenda urbana viniera por mi. Trataba de tapar me con la delgada tela del vestido, hacía mucho frío. No había previsto esto en una fría noche de Octubre.
Temblando miré la pantalla de mi celular, eran las 11:55 pm. y no tenía señal.
"Vamos Mía, solo 5 minutos para irte." me dije a mí misma.
El lugar comenzaba a asustarme. Nerviosamente seguí escaneando el lugar y las tumbas como si estuviera esperando que un fantasma me asustara.
Miré mi celular de nuevo y decidí darle al Príncipe de la Oscuridad unos pocos minutos más antes de ir a mi dormitorio y descansar al fin. Mientras miraba los minutos pasar, con la esperanza de que fuera rápido para salir de aquí. Frotando mis manos para calentarme un poco me susurre a mi misma, "Vamos medianoche, illega ya!"