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Chapter 24 - Capítulo 24: Dentro de la nave

Toriel llevo al grupo a un ascensor cercano, allí llegaron unas plantas por encima. Todo el interior de la nave era enorme, la escala era algo que los jóvenes jamás pensarían para un vehículo, los propios pasillos tenían una clasificación, la cual mostraba por donde podían entrar deslizadores para un rápido transporte de mano de obra o mercancías.

Tras un par de giros y caminar unos minutos, Toriel detuvo a todos, delante de ellos había una gran puerta metálica, con los caracteres de "Entrada/Salida Vía de transporte". El grupo no pudo leerlo, debido a que las naves de la Teocracia usaban un idioma antiguo y solo usado por los miembros centrales del Dogma, pero obviamente Toriel les explico su significado.

Las razas humanas de este lado de la galaxia, usaban el mismo idioma general, fue establecido cuando se acordó un gran pacto contra los foráneos belicosos y expansionistas.

El Concordato de las 100.000 Palabras.

Gracias a el, las cuatro grandes facciones junto las incontables medianas y pequeñas, se unieron tras siglos de violencia. El Concordato permitía la guerra entre facciones firmantes de este, pero siempre bajo estrictos criterios, debido a esto, los mas poderosos seguían expandiéndose, pero mucho mas lento, el Concordato obligaba a las grandes facciones a ser la cabeza de lanza en todos los enfrentamientos importantes, a cambio los demás reinos eran tributarios en tiempos de guerra y incluso en la paz, aun tenían que aportar económicamente a las flotas que quizás se lanzarían sobre ellos.

Los cuatro grandes: El imperio Lauric, El reino de los cien soles, El Consejo y la Teocracia.

Los Titanes humanos, tan inmensos como poderosos, pero aun asi se tenian que unir antes las otras razas.

Toriel entro en la sala con los demás, allí cientos de deslizadores aparcados y vías fijas donde estos circulaban hacia un pasillo muy grande, con un par de docenas de metros, allí, como si fuese una autopista, una inagotable fuente de movimiento de estos vehículos, llevando a sus conductores y pasajeros a las zonas mas alejadas de la nave.

- Bueno, para nuestro paseo, cogeremos uno de estos a la gran Catedral, la cual es la zona de mando y residencial, entre otros usos - Los demás asintieron, uno de los soldados apostados, se acercó e hizo de piloto al ver a su Dominus.

El transcurso del viaje en ese rio incansable solo duro un par de minutos, dejándolos en otra sección idéntica a la anterior, en este la cantidad de personal era mucho mayor. Todos saludando corteses a Toriel, mientras se preguntaban el porque de este variopinto grupo.

Toriel camino con los demás hasta llegar a grandes zonas decoradas con imágenes en piedra y pintura, de bosques, parajes naturales y animales, pequeñas zonas verdes y caminos blancos de rocas. El metal había desaparecido en el interior y la luces daban un ambiente natural, era realmente magnifico, la hierba crecía del propio suelo de manera natural.

- Por ahora estamos pasando por los dormitorios de los Scutum, tenemos unos pocos libres y allí es donde dormiréis - El lugar era muy hermosos, sillas de roca, flores por donde uno mirase, todas con sus dulces fragancias impregnando el lugar, arboles aquí y haya, la nave había desaparecido.

Al poco de llegar un par de hombres y mujeres, altos y fuertes, se acercaron.

Saludaron con la misma frase que Toriel le dio a su hermana Marian, al contrario que los demás soldados.

Toriel respondió y les sonrió.

- Magne, Voris, Silvia y Nadia, me venís perfecto, os necesito para que cuidéis de estos amigos, vivirán en las habitaciones sobrantes de este sector, sobre todo del chico, si me entero de que le habéis molestado, saldréis al espacio sin armadura - Todo fue dicho tranquilo, pero ninguno dudo de la importancia de estas palabras, eran sus Scutum, sus allegados y sabían que Toriel no hablaba en balde.

Los tres asintieron.

- Dominus, ¿podemos saber sus antecedentes?. Esto podría evitar cualquier comportamiento contradictorio y evitar disputas innecesarias - Nadia fue la que hablo, preguntando lo que los presentes querían saber pero no se atrevieron.

Toriel miro a Nadia y solo dio una sonrisa.

- Lo sabréis mañana cuando se confirme, tengo que reunirme con los Statuarii, pero para que evitéis cagarla, si todo va según creo y os puedo confirmar que es casi seguro, mi rodilla tendrá que tocar el suelo cada vez que lo vea - Esta información fue impactante para los soldados, entendían el peso que tenia su Dominus, aunque estaba en la sección media de la pirámide, que un niño tan pequeño acabe con un estatus tan superior...

En la Teocracia, los militares casi nunca se arrodillan, debido a que ellos tienen un estatus especial por ser las espadas y escudos de los civiles y los demas miembros del Dogma, solo ante sus propios Dominus y aquellos con titulos como Scriptors o Statuarii, mostrando asi, la dignidad que ostentan.

Los Scutum miraron al chico y asintieron a Toriel.

- Por favor, seguidme, os llevare a vuestras habitaciones, si necesitan cualquier cosa, solo buscadnos o preguntad por nosotros - Los cuatro formaron un corro mientras guiaban al grupo.

La zona mantenía una forma cuadrada, pero de alguna manera parecía natural, allí habitaciones nacidas de las paredes, decoraban parte del contorno, escaleras y ascensores sin barandillas ni otro medio material que el propio suelo, se elevaba para llegar a los pisos mas elevados.

El verde surgía de las paredes, junto con el gris, manteniendo el aspecto de la sala, ninguno de los presentes pensaría jamás, que una nave militar podría verse tan hermosa, solo con esto se podía notar lo derrochadores que era el Dogma, para mantener sus creencias.