Toriel dejo al grupo, el su prioridad era enviar un mensaje a sus superiores, la situación de Dariel no era algo que el pudiera decidir por si mismo, por lo menos, en lo que respecta la teocracia.
Sus pasos fueron acelerando, para luego ralentizarse, su superior directo, el Magnus Dominus Hiemis Darcaloun Blancofilo, era un anciano temperamental al extremo, si le hacia perder el tiempo, podría ser enviado a hacer una cruzada en solitario...
Eso siempre que los demás Statuarii, no decidan degradarle a limpiador de naves a mano.
Aun así, llego a su oficina privada.
Al entrar seis grandes lobos blancos, de mas de cuatro metros de largo y dos de alto, sin contar sus orejas, se lanzaron a el.
Estos son las mascotas de Toriel, una raza de Lobos de un planeta cercano a la Capital de la Teocracia, Lobos de caminos escarchados, por su habilidad innata de congelar todo aquello que sus patas tocan. Se conocen de manadas que han cruzado lagos enteros por el medio, congelando sus aguas a su paso.
Una raza cruel e indomable, pero no existía bestia que la Teocracia no estudie, por lo que, para otros imposible, para ellos, volverlas mascotas no era en absoluto difícil.
Toriel comenzó a acariciarlos y recibir su cariño, todo esto sin detenerse, se sentó en su asiento acolchado y miro como una de sus lobas amamantaba a una camada recién nacida. Se quedo paralizado, atado a sus pensamientos, hasta que al final desistió.
- Narsov, haz una llamada al viejo señor, usa el canal 000Z01 - El holograma de un lobo con unos cascos, se formo en la sala.
Esta era la IA, de la nave de Toriel, no hace falta decir que el adoraba a los canidos, por eso, incluso su IA, tenia dicha forma.
A los segundos de comenzar a llamar, la imagen de un anciano de ojos serios e inquisitivos se mostro. Se podía ver en su rostro marcas de mil y una batallas, sus arrugas eran pronunciadas y su pelo blanco estaba bien colocado en un corte militar, ojos negros y barba blanca. No vestía ninguna armadura actualmente, pero a su costado un hacha de tonos purpuras descansaba apoyada en el escritorio.
- Niño, ya puedes ser breve y conciso del porque has usado el canal de extrema urgencia y no te falta ni un solo cacho de carne en el cuerpo - La voz grave y envejecida, fue un amplificador a la presión de sus palabras.
Toriel ya tenia unas pocas gotas de sudor, pero para aumentar su presión, un ser reptiliano enorme paso por detrás de Darcaloun, mirándole a los ojos, como si sintiese la furia de su dueño y quisiera grabar a fuego la imagen del culpable.
- Mi Magnus Dominus, le envió unas imágenes, por favor vea el video por completo, lo que representa es demasiado importante - La mirada de Darcaloun fue severa, el hecho de que su subordinado no fuese directo le molesto, pero conocía personalmente a Toriel y sabia que no hacia bromas a la ligera.
Pensado esto, el video de un joven rodeado de animales se mostro, seguido de varios informes.
Cuanto mas miraba y leía, mas seria se volvía su mirada, al punto que incluso el propio Toriel estaba temblando.
- ¿ Es esto cierto? - Darcaloun miro al temblante Toriel y el asintió.
- Esta en mi nave actualmente, yo mismo lo vi en persona y incluso logre que mostrase un poco, no se que es lo que era, pero al enfurecerlo, logre que sacase algo, la sensación que daba fue que no podía defenderme, fue extraño y aterrador - El anciano lo miro y asintió.
- Así que entendiste lo grande que seria su futuro y aun así lo cabreaste, jajaja, sabes que si todo esto es verdad y se aprueba, el podría pedir tu cabeza y la tendría, ¿Verdad? - Toriel asintió. - Solo quise probar su reacción, bajo su situación muchos se perderían, pero parece que el chico aun no había llegado a este punto - En ese momento, Darcaloun asintió.
- Bueno, parece que tu uso del canal esta justificado, será mejor que te quites el sudor de tu frente, no quiero que esos malditos monstruos milenarios piensen que mis subordinados son unos miedicas empapados - En la mente de Toriel, se reía de como su comandante llamaba a los demás monstruos milenarios, siendo el otro, pero claro, esto no lo dijo en voz alta.
Asintió mientras usaba un pañuelo para secarse el sudor.
Al poco, otros seis hologramas se unieron al del anciano.
- Este joven saluda a los Statuarii - Toriel se levanto de su asiento y se arrodillo, ante su propio Magnus Dominus, sabia que si llamaba y estaba arrodillado, el no le escucharía, pero ahora, tenia que cuidar sus formas.
Los hombres y mujeres miraron a Toriel extrañado y luego a Darcaloun.
- Darcaloun, para que nos llames por el canal de máxima emergencia, ya pueden estar ardiendo mil planetas - El que hablo fue el Magnus Dominus Vere, Rosefield Thornlake, un anciano de pelo negro y recogido, ojos verdes y cuerpo esculpido, sobre el, una armadura pesada verde con arboles y bestias de diferentes colores.
- Mantén cerrada tu acomodada boca y mira estos archivos - Darcaloun y Rosefield, tenían miles de disputas cada vez que se encontraban, así que las burlas y insultos volaban cada vez que hubiera la oportunidad. Rosefield miro la imagen de Darcaloun con los ojos en llamas, pero sabia que ninguno de los presentes era un tonto con demasiado tiempo libre.
Los demás no dijeron nada, simplemente leyeron y miraron el informe.
Todos en ese momento compartieron la misma cara que Darcaloun, una mirada de completa seriedad.