Chapter 15 - Capítulo 15

Ya habían pasado varios días de la cita con Kaori y no había podido ir al gremio, lo único que hacia todo el día era entrenar con las chicas. No importaba cuantas veces me noquearan, siempre insistían en que debía de entrenar hasta tarde.

-A este pasó mis estadísticas no subirán para nada y terminaré perdiendo aunque sepa pelear – pensé mientras estaba sentado en el pasto, recibiendo un hechizo de sanación por parte de Seina.

Sayuri y Haruka estaban descansando cerca, parecía que ahora también terminaban agotadas después de entrenar.

-Creo que deberíamos parar un poco con los entrenamientos… también necesitamos hacer misiones para poder comer – dijo Seina una vez que termino el hechizo.

-Lo sé, pero necesitamos que Ryuuji aprenda a pelear o no podrá defenderse – dijo Sayuri mientras guardaba su espada.

-De nada me servirá si mis estadísticas no están cerca de las suyas, con el primer choque de espadas terminaré cortado por la mitad – dije mientras me ponía de pie.

-Por eso te estamos enseñando a esquivar y defender ¡Es la única manera en que puedas sobrevivir! – grito ella, al parecer no gustó lo que había dicho.

-¡Así no podré ganar la pelea! ¡También necesito atacar y para eso mis estadísticas deben de subir todo lo que pueda! – dije también alterándome.

-¡Pero eso es imposible! ¡Tal vez puedas subir otros 20 puntos más a cada una, pero estar cerca de su nivel es imposible! – respondió ella aún más alterada que antes.

-¡Eso no lo sabemos! ¡Así que quieran o no este es mi último día de entrenamiento con ustedes! A partir de mañana empezaré a subir mis estadísticas – dije mientras me ponía a caminar rumbo a la habitación del establo.

Ellas habían dicho algo pero no les quise poner atención, después de la cita con Kaori todo se había puesto muy raro con ellas, no fue hasta después de contarles todo lo que había pasado, omitiendo ciertas partes como lo del hotel, que se habían calmado un poco.

Apenas llegue a la habitación busqué todas mis cosas, las puse en una bolsa de cuero que parecía una mochila y salí con rumbo al gremio.

Todas las personas que me veían extraño, seguramente varios rumores sobre mi estaban circulando por toda la ciudad en ese momento, pero ya no me importaba, tenía que hacer algo antes de alejarme unos días de la ciudad.

Cuando llegué al gremio me dirigí directo a cierta empleada que no había visto desde hace varios días.

-Buenos días ¿En qué puedo…? – dijo ella pero al verme su expresión cambió por completo – ¿Por qué vienes hasta hoy? Se supone que estamos saliendo ¿O ya se te olvidó?

Ella me había tomado del cuello de mi cabeza y jalado hacia el interior del mostrador. Me había tomado por sorpresa y apenas si sabía qué hacer.

-Lo… lo siento, estuve entrenando todo el tiempo y mis compañeras no me dejaban salir – dije como pude.

-¡No me refiero a eso, tonto! Mis jefes ya están al tanto de tu duelo y con lo de la cita empiezan a sospechar que te estoy ayudando, así que eso de desaparecer estos días es aún más sospechoso – dijo ella con voz baja, pero no pudo esconder el coraje que sentía.

-¡Lo sé! Pero ellas no querían que tomáramos alguna misión para estar entrenando todo el día, incluso mis estadísticas solo han subido 3 puntos desde la última vez. Por eso… yo… – respondí tratando de quejarme con ella.

-Tu… ¿Qué? ¡No me digas que piensas huir! – dijo ella después de ver la mochila que llevaba.

-¡Claro que no! Solo pienso salir de la ciudad unos días para matar monstruos y subir mis estadísticas, además d me ayudara a mejorar mi técnica de combate – dije tratando de calmarla.

-No creo que sea tan buena idea… pero si ya lo decidiste no hay nada que hacer – dijo ella pero ahora más fuerte, seguro que para que los demás también escucharan.

-¿Por qué hablas tan fuer…? – dije un poco confundido hasta que entendí lo que trataba de hacer, tenía que seguirle el juego – Sí, regresaré en unos días, así que no te preocupes.

-Solo ten cuidado, hay algunos monstruos que son muy fuertes para enfrentarlos solo, si tienes dudas solo sigue esta guía – dijo ella mientras buscaba un libro debajo de su pequeño escritorio y me lo daba – Aquí hay información de todos los monstruos de la zona, solo trata de no dañarlo ya que lo hice yo.

-No te preocupes, ambos regresaremos a salvo, te lo prometo – dije antes de empezar a retirarme de ella.

Pero de improviso Kaori me tomo del rostro y me besó en la mejilla, con ambas manos hizo que nuestros rostros no se vieran, simulando que estábamos dándonos otro tipo de beso.

-¡Que te vaya bien! – dijo ella despidiéndome.

De nuevo pude sentir la sed de sangre dirigiéndose hacia mí, pero estando en el gremio no podrían hacer algo debido a sus leyes, debía de irme rápido antes de que eso se esparciera y me volvieran a atacar entre todos.

-Estoy seguro de que eso me costará caro… en más de un sentido, pero eso también la ayudará para que sus jefes no sospechen y mantenga su trabajo – pensé mientras caminaba rápido hacia la salida de la ciudad más cercana, la del lado oeste.

Para mi sorpresa pude distinguir tres siluetas familiares a lo lejos, justo en la salida, bloqueándola por completo.

Yo no me detuve, seguí caminando sin vacilar hasta que las tuve enfrente, todas parecían molesta, en especial Sayuri.

-¿A dónde crees que vas? – preguntó ella de inmediato.

-Ya se los dije, voy a subir mis estadísticas tanto como pueda – dije sin apartar la vista de ella, retándola con la mirada.

-Ya te dijimos que no podrás subirlas tanto para estar a su nivel, necesitas aprender a pelear – dije ella más molesta que antes.

-Ya sé lo suficiente, además necesito poner en practica lo que sé de mi mundo, con eso puedo ganar pero entrenando con ustedes no podré hacerlo… solo piensan en defensa y esquivar – dije ya cansado de ese entrenamiento.

-¡Necesitas eso para que no te maten! ¡Ya veremos lo demás cuando hayas aprendido a defenderte! – gritó ella, parecía que iba a empezar a saltar chispas por todo su cuerpo de lo enojada que estaba.

-¡Ya se defenderme lo suficiente! ¡Ahora tengo que atacar y volverme lo más fuerte que pueda! ¡Así que háganse un lado o tendré pasar sobre ustedes! – dije mientras tomaba la empuñadura de mi espada.

Pensé que eso sería suficiente para convencerlas, pero en realidad había cometido un grave error.

-¡Eso me parece bien! ¡Así veras que aun tienes que entrenar más! – Dijo Sayuri mientras tomaba su espada y desenvainaba, estaba dispuesta a tener una pelea justo en ese momento.

-No estoy tan de acuerdo… pero si con eso evitamos que Ryuuji se vaya ¡Entonces no queda de otra! – dijo Haruka mientras se ponía sus garras, también pensaba pelear en serio.

-Yo mejor me hago un lado y preparo un hechizo de sanación por si alguien termina herido – dijo Seina mientras se apartaba un poco.

En ese momento no podía dar marcha atrás, para seguir con mi plan pada poder ganar contra ese noble primero debía de ganarles a mis compañeras.

-¡Esto es malo! Pero también servirá para saber si "eso" de verdad funciona para controlarlo – pensé mientras me ponía en posición.

Solté la empuñadura de mi espada y me puse en guardia, una pose perteneciente al mayor peleador de artes marciales y padre de Shonen. Después de todo cada uno de sus movimientos se habían quedado grabados en mi mente.

Cerré los ojos, tratando de concentrarme tanto como pudiera, tenía que imaginar su estilo de pelea, cada uno de los movimientos que haría.

-¿Acaso piensas enfrentarnos así? ¡Entonces no te quejes si terminar lastimado de gravedad! – gritó Sayuri Antes de que ella y Haruka se lanzaran al ataque.

Pero justo en ese momento volvió a ocurrir lo mismo que en la batalla contra los Ent´s, solo que esta vez era diferente. Podía sentir mi cuerpo muy liviano, casi como si no tuviera peso, intente cerrar los puños y pude hacerlo, al parecer ahora no estaba en piloto automático.

La primera en llegar fue Haruka, quien lazó un zarpazo directo hacia mí, pero solo me agache para esquivarla y casi al instante conecte un puñetazo directo a su estómago que la hizo volar hacia atrás. Casi al mismo instante Sayuri lanzo un tajo, pero solo me hice a un lado para evitar el corte y le lancé una patada que conecto en uno de sus costados, también lanzándola a un lado.

De inmediato ambas se detuvieron mientras se tocaban el lugar en donde las había golpeado, en especial Haruka quien estaba de rodillas en el suelo y con ambas manos en el estómago.

-Como… ¿Cómo demonios hiciste eso? – preguntó Sayuri casi es shock.

Yo no podía responder, toda mi concentración estaba puesta en pelear como ese personaje tan famoso.

De pronto Haruka levanto la vista y me apunto con su rostro, era como si sus ojos sin vida me estuvieran escaneando.

-Es lo mismo… que hizo contra los Ent´s – dijo ella de pronto.

Ella lo había notado muy rápido, no estaba seguro de que haría pero la pelea tenía que seguir y no podía perder la concentración.

-¿Estas segura? – preguntó Sayuri preocupada.

-Sí, no tengo dudas. Siento que es lo mismo… no, es similar pero ahora no es tan violento – respondió ella mientras se ponía en guardia de nuevo, pero ahora pasando a la defensiva.

-Entonces debemos ir enserio o tal vez nos gane – dijo Sayuri mientras cambiaba su postura, iba a cumplir lo que había dicho.

-No es un tal vez… voy a ganar – dije sin pensar al mismo tiempo que me lanzaba al ataque.

Sayuri salió a interceptarme, lanzando un tajo desde arriba, pero por como sujetaba su espada iba a cambiar la dirección en el último momento. Sin pensarlo dos veces salté para esquivar y lancé un golpe, que dio de lleno en su espalda.

Una décima de segundo después Haruka ya estaba detrás de mí y apunto de golpearme, pero solo me hice a un lado, tome una de sus piernas y la lancé lo más lejos que pude, necesitaba mantenerla alejada para que no atacara por sorpresa.

Me concentré en Sayuri, quien se estaba preparando para lanzar otro tajo y por su postura sabía que sería uno muy potente. Me lancé contra ella y esquive su golpe en el último segundo, ella estaba desprotegida después de su ataque y mi puño fue directo a su estómago para después recibir otra patada que la mando al suelo.

- Linaje ancestral de Byakko, ancestros míos, préstenme su poder… – la voz de Haruka se podía escuchar a lo lejos y estaba a la distancia perfecta para lanzar ese hechizo - dominen el viento a mi alrededor y transfórmenlo en cuchillas que corten a mis enemigos…

No tenía que perder ni un segundo, recibir eso me aseguraba que alguna parte de mi cuerpo fuera cortada o amputada. Sin pensarlo mis dos manos fueron al lado derecho de mi costado, como si estuviera sosteniendo una esfera invisible.

-Kame... – empecé a decir sin pensar, pero no podía perder la concentración aun sabiendo que eso no iba a funcionar – Hame…

Empecé a correr directo hacia Haruka sin cambiar la posición de mis manos. Hacer eso era peligroso y podía recibir más de una cuchilla, pero debía de confiar en lo que estaba haciendo, o en lo que mi cuerpo hacía.

Pude ver la sorpresa en su rostro, pero ella no se detuvo.

- ¡Cuchillas de viento! – gritó Haruka al mismo tiempo que las cuchillas salían disparadas contra mí.

Pude verlas mientras se acercaban y mi cuerpo se movía de un lado a otro, esquivándolas por pocos centímetros o tan cerca que lograron hacerme pequeños cortes, pero había evitado la mayor parte de los daños.

Después de eso ya la tenía frente a mí, intenté lanzarlo a quemarropa pero mi pie izquierdo se resbaló hacia adelante, pero no podía parar, tenía que dar ese golpe a pesar de que no iba a lanzar ningún rayo de energía.

-¡HA! – grité mientras ambas palmas golpeaban el torso de Haruka.

No sé porque, si fue por el impulso que llevaba o mi propia fuerza, pero ella voló un par de metros hacia atrás después del golpe.

-¿Qué…? ¡¿Eso de verdad funcionó?! – pensé al ver como ella rodaba por el suelo.

En ese segundo de distracción Sayuri ataco por detrás, de no ser por su sombra me hubiera cortado un brazo, pero pude esquivarlo a duras penas. Pensé que volvería a atacar pero fue corriendo hacia Haruka.

-¡Oye! ¿Estás bien? – preguntó mientras la levantaba del suelo.

-Sí… fue un golpe fuerte… pero estoy bien… puedo seguir – respondió ella mientras trataba de recuperar el aliento.

-Tenemos que coordinarnos... odio admitirlo, pero estando así puede pelear tan bien que no podremos ganar solas, tenemos que atacar juntas – dijo Sayuri mientras me miraba.

-Sí, pero ese estilo de pelea no es normal, es como si fuera alguna clase de maestro o algo así, por eso… – dijo Haruka mientras empezaba a hablar en voz baja para que no las escuchara.

Pero eso me dio tiempo de concentrarme de nuevo para poder seguir peleando.

De pronto Sayuri asintió con la cabeza y ambas se lanzaron al ataque, era claro que habían formado un plan ya que Sayuri iba a la cabeza. Tenía su espada lista para dar un corte horizontal pero sabía que cambiaría su dirección de nuevo, había aprendido eso después de tantos entrenamientos.

Ella empezó a lanzar varios tajos y como pude los esquivé para golpearla de nuevo en el estómago para después empujarla lejos. De inmediato Haruka se lazó al ataque pero ahora era más lenta, trató de lanzarme zarpazos con sus garras de metal pero la sujeté de las muñecas con una sola mano, giré y la lancé contra Sayuri, que ya se preparaba para atacarme. Sin haberlo planeado sus cabezas chocaron tan fuerte que sonó como si dos grandes rocas se golpearon, dejándolas inconscientes en el suelo.

Cuando pude ver que no se movían esa sensación de ligereza se esfumó y empecé a preocuparme bastante. De inmediato corrí hacia ellas y Seina hizo lo mismo.

-¡Oigan ¿Están Bien?! – pregunté asustado pero no hubo respuesta.

-Claro que no, están completamente noqueadas y no creo que despierten en un buen rato – dijo Seina mientras las revisaba, ambas tenían los ojos en blanco y no despertaban.

-Creo que me excedí un poco, no debí de pelear de esa forma – dije un aún más preocupado.

-Bueno… ellas querían esa pelea para evitar que te fueras, pero después de esto creo que ya les quedó claro que no es necesario que sigas entrenando tanto en defenderte – dijo ella acomodándolas un poco para que descansaran mejor.

-Lo sé, por eso luché con todo lo que tenía. Sí puedo hacer lo mismo allá afuera creo que podré subir bastante mis estadísticas – dije antes de volver a tomar mi mochila.

-Sí, de eso estoy segura. Será mejor que te vayas ahora antes de que se haga más tarde, necesitas un buen refugio para pasar la noche. No te preocupes por ellas, usaré magia de sanación para que se recuperen más rápido – respondió ella mientras se ponía de pie.

-Sí, te lo encargo. Nos veremos en 7 días – dije antes de dar la vuelta y empezar a caminar.

Los guardias me veían un poco extraño, tenían como una mescla de nerviosismo y miedo.

-Necesito salir de la ciudad – dije frente a ellos.

Aun estaba la regla de no salir de la ciudad solo siendo un novato que se colocó por el aumento de monstruos, así que no estaba seguro si me dejarían salir tan fácil.

-Está bien… puedes pasar – dijo uno de los guardias después de intercambiar miradas con su compañero.

-Después de lo que vimos no creemos que sigas siendo un novato – dijo el otro mientras abrían las puertas.

Salí sin decir nada, estaba seguro que tendría que convencerlos pero no tuve que hacer nada.

-Parece que tenían miedo de que pudieras hacerles lo mismo… aunque después de esa pelea quedé bastante cansado. Creo que tendré que hacerle caso a Seina y hacer un refugio para descansar el día de hoy – pensé mientras me alejaba lentamente de las murallas de la ciudad.

Había escuchado que a varios kilómetros del lado oeste de la ciudad habían aparecido una gran cantidad de monstruos y que de seguir igual mandarían una misión de exterminio, al igual que hicieron con los Ent´s. Ese era mi objetivo, llegar antes que los demás.

-Mañana inicia el exterminio de monstruos – dije mientras me adentraba en una gran arboleda que estaba en mi camino.

Aun no sabía de qué monstruos se trataban ni si podía luchar contra tantos, pero en esa situación desesperada solo podía tratar de luchar y subir mis estadísticas tanto como fuera posible, incluso si corría el riesgo de morir en el intento.